PROLOGO:
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¿Qué sucede cuando dos mundos completamente distintos chocan?
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Uno era un joven apacible, tranquilo y educado, cuyos modales inculcados por su madre no dejaban nada que desear. Su cabello parecía haber absorbido la oscuridad de la noche sin luna y del rincón más profundo de aquel sótano en que solía jugar de niño, cuando no encontraba nada interesante en su jardín.
Educado en las mejores condiciones, sin mezclarse jamás con gente cualquiera, sin duda alguna, un príncipe del siglo XXI, solo relacionado con las mejores familias y acostumbrado a los mejores lujos, y sin embargo aun así ambicionaba…
Ambicionaba salir más allá del jardín que su madre había cuidado en vida con cariño y en el que, al parecer, ahora estaba atrapado su espíritu, ambicionaba bajar al parque junto a aquel chico mugroso que veía todos los días desde un ventanal y que, a pesar de su pelo azul y camisetas rasgadas le parecía un chico interesante para jugar, ambicionaba que aquel dolor insufrible dejara de atacarle repentinamente cuando más ensimismado en sus asuntos estaba, que los doctores encontraran su origen y le dieran algo para dejar de toser cada vez con más fuerza dolorosa, quería dejar de ver a su madre en sueños o bien, conseguir algo para acompañarla al más allá, sin duda, pensamientos algo locos para un crio de diez años ¿no, querido lector?
El otro…
Bueno, no hay mucho que decir, solo un chico que, como tu y como yo, fue criado en una familia común, en una escuela común, pero, con una realidad aun más común para algunos y una fantasía de periódicos de nota roja para otros.
Su padre era un hombre tranquilo y “genial” hasta el día en que su esposa falleció, hundido en el alcohol y las drogas obligo al niño a ir por su cuenta, buscando la manera de no morir de miedo cada que su padre llevaba una nueva arma y la presumía con sus amigos, apuntando a cualquier objeto de la sala, tiros que generalmente fallaban por mucho.
A sus diez años ya tenía un tatuaje y se entrenaba intensamente en el gym de su vecino, en el cual había encontrado el cariño negado por su padre. Su cabello curiosamente azul era lo único de lo que se enorgullecía en su vida ¿Por qué? Por que le recordaba al cabello de su madre, lacio y de un color celeste.
Salía todos los días al parque a jugar con algunos de sus amigos, entre los cuales nadie conocía su verdadera situación, y un día su objetivo cambio, seguía yendo al parque, pero ahora se distraía fácilmente viendo la enorme mansión que se alzaba en las cercanías, y la figura de un chico de pelo negro con tres graciosas líneas blancas que miraba desde una ventana, sentía curiosidad ¿Quién era él?
Los años pasaron sin piedad, dándole a uno fuerza física que le ayudo a salir de algunos aprietos, pero guiándolo a la mal vivencia que de niño había detestado en su padre, y al otro dándole una de tantas ambiciones, cuando, una mañana de Agosto el medico llamo a su casa anunciando la cura para que aquella enfermedad que, años atrás, le había arrebatado la voz y ahora amenazaba su vida…
Y fue el destino el que se confabulo con el tiempo y el amor para llevarlos con los ojos vendados a un mismo camino, en el que tendrían que encontrarse y ver que sucedía si dos mundos chocaban…