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Walk forward, into the world por Anghelik-Armando

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Notas del fanfic:

Sé que hay otra traducción, del mismo fanfic, pero es diferente, se los juro.

¿Por qué no comienzas de donde la otra traducción se ha quedado?

No sé ¿orgullo de traductor?

Subo cada ve que puedo, pero semanalmente habrá al menos un capítulo.

Ni Ai no kusabi es mío, ni el fanfic, yo sólo fui autorizada a traducir esto y no tengo fines de lucro, el original se puede encontrar en la página oficial de la escritora: ainzfern.livejournal.com

Flotaba. Había niebla, sueño y voces sobre la cúspide de su audición. No había ningún sentido del tiempo en ese lugar. ¿Por cuánto tiempo había estado aquí? Simplemente no sabía, pero, en esta extraña semi-lucidez crepuscular, casi parecía no importarle. Era cálido, no había dolor, podía sentir su pulso, un profundo “tump, tump, tump, tump” que atravesaba su cuerpo, el latido de su corazón…pero no podía escuchar nada. Se acordaba de algunas cosas, palabras, sentimiento, imágenes. Pelo largo, tan pálido como el sol del amanecer. Manos; suaves, elegantes con largos dedos y con la fuerza suficiente para aplastar y destrozar con tan solo un toque. Y una voz, una voz hermosa, una voz que por alguna razón sabía que no volvería a escuchar.

Ahora sentía dolor, no físico, sino emocional. Había arrepentimiento, tristeza, añoranza, llenando el espacio de su pecho como fantasmales zarcillos venenosos de vid. El calor que lo rodea no lo reconforta. Movió sus lentos miembros, empujando a través de una extraña y empalagosa resistencia, se sentía como si estuviera inmerso, de alguna forma aislado del mundo, y eso lo asustó. En su mente, una imagen se formaba; ojos azul claro y una cara como las imágenes talladas de los ángeles del Nirvana. Pero el rostro se había ido, lo sabía. Trató de encontrarlo, sostenerlo, pero se escapaba, desapareciendo en la oscuridad.

Trató de gritar, de dar rienda suelta a su angustia y desesperacyión, pero logró hacer ningún sonido.

No podía gritar.

En su mente, otra imagen se forma; otra cara, familiar solo porque venía siempre en momentos como estos. Esta cara era extraña, diferente, se suponía que debía tenerle miedo, pero por alguna razón, no lo sentía. Brillaba, su piel plateada atravesada por madejas de color azul pálido y oro, sus ojos eran blancas, sin iris, ni pupilas, pero era una rareza que no le preocupaba. En toda la apariencia parecida a la de un espejo solo sentía calor y una extraña y profunda compasión que irradiaba de ella.

Las palabras vinieron, otra vez, no las escuchaba… las sentía.

Era una voz suave, pero que llenaba los ecos, perduraba a través del paso del tiempo, y lo calmaba, llevaba lejos el miedo y el dolor dejando la sensación de que nunca existieron. No se podía negarle a esa voz, no en este lugar.

“Duerme, Riki” le dijo la voz, en los tonos melodiosos y calmantes de una madre “Duerme…”

Y Riki durmió.

 

************

 

“Está soñando de nuevo”.

Desde su vigilia en las sombras de los bordes de la estéril y silenciosa sala, Raoul Am, actual líder provisorio del sindicato Tanagura y Biólogo Jefe de servicio de Júpiter, frunció el ceño ligeramente cuando se volteó para mirar al hombre de pie junto a la consola de supervisión cerca del tanque con iluminación desde el suelo, en el centro de la pista blanca impecablemente.

 

"Lo sé, Katze," Murmuró mientras volvía a mirarlo con interés. "Va a salir pronto."

 

Sus ojos se estrecharon por un momento mientras apreciaba al joven flotando, suspendido y agitado, en el gran recipiente de plexiglás. Mientras que antiguos movimientos agitados del mestizos comenzaron a asentarse, asintió con satisfacción. "Ahí va."

 

"Hmm," Katze tecleó algunas observaciones en la consola. “Le toma menos tiempo ahora, creo que está cada vez más cerca ".

 

Con un suspiro lento y soñoliento, Raoul se volteó hacia al mueble pelirrojo "Vamos a tener que hacer arreglos, entonces."

 

"Entendido. Ya lo tengo cubierto. "Katze se volteó hacia la consola, pero no antes de Raoul se diera cuenta de la, un tanto tensa y perturbado, expresión de su rostro.

 

"Katze," Miró una vez más al joven mestizo flotando en el tanque antes de dar un paso hacia su compañero actual. "Iason ... siempre se sintió más bien dispuesto a complacerte."

 

El rostro de Katze no daba ninguna respuesta, pero notó que sus manos se quedaron inmóvil sobre el teclado.

 

"Y ...tengo que admitir que has demostrado ser muy útil en nuestros pasados y actuales esfuerzos." Continuó moviéndose hacia el hombre más delgado, con una expresión en blanco. "Así que, por respeto a mi querido amigo, puedes hacer preguntas sin temor a represalias."

 

El aliento de Katze se escapó en un fuerte grito de sorpresa, sus manos se cerraron por un momento antes de que, con fortaleza interna que Raoul no le habría atribuido, liberó una inhalación profunda y asintió. "¿Por qué crees que lo hizo?", preguntó en voz baja.

 

Raoul lo consideró por un momento. "¿Júpiter?" Suspiró una vez más. "Simplemente no lo sé. Se ha mantenido en silencio sobre este tema".

 

"¿Eso es raro?"

 

Los anchos hombros de Raoul se levantaron en un gesto casi imperceptible. "No tengo ninguna base de comparación, Katze." Una elegante ceja tembló ligeramente. "Iason siempre fue su elección para las reuniones. Acabo de empezar a interactuar con ella, y sólo me habla de las necesidades diarias actuales en mi papel como líder provisional. "

 

Asintiendo con la cabeza, Katze se volteó un poco, mirando al Elite Blondie que se eleva sobre él. "¿Vas a decirle a Iason que está vivo?"

 

 "No." Sintió que su expresión se endurece ligeramente. "Todavía no."

 

Mojando sus labios, sus ojos demostrando que claramente sabía que estaba llegando al límite, Katze levantó la barbilla ligeramente. "¿Por qué?"

 

Juntando las manos detrás de la parte baja de la espalda, Raoul bruscamente se volteó hacia el tanque, y su actual ocupante, una vez más. Dejó que sus ojos se pierden en el mestizo desnudo dentro, viendo con ojos extrañamente sesgada, la belleza de su forma imperfecta.

 

Su completamente reconstruida forma imperfecta... 

 

Júpiter no había olvidado nada. Todas las quemaduras por la explosión en Dana Bahn habían sanado, la piel dorada del hombre estaba ahora sin ninguna marca, incluso las cicatrices anteriores a su tiempo en Midas. Los huesos rotos, la carne desgarrada, incluso los genitales mutilados cruelmente del mestizos... todos reparados.

 

Todo como antes.

 

"Es irónico, ¿no crees, Katze?" Raoul inclinó la cabeza hacia un lado mientras consideraba la vista delante de él, "Que estos tanques amnióticos," Hizo un gesto con un gracioso movimiento de su mano elegantemente larga, "Estos... tecnológicamente perfectos vientres, que iban a dar a luz perfectas mascotas – en los que Iason y yo hemos trabajado por tanto tiempo - se utilizan de esta manera " Miró por encima de su hombro brevemente en la expresión impasible de Katze, antes de voltear su rostro de nuevo. "Para reparar el cuerpo de un pobre chucho de barrios bajos."

 

"Los tanques repararon el cuerpo de Iason, también," Katze murmuró a sus espaldas.  

 

El corazón de Raoul se torció por un momento. Iason... Su amigo. Su iguale. Su hermano. Respiró hondo y asintió lentamente. "Sí." Sonrió hacia el suelo, con la certeza de que el mueble chucho detrás de él no pudo ver el gesto. "Sí, eso es cierto."

 

 "¿Así que...?”

 

Volteando, rápida y silenciosamente, Raoul se enfrentó al hombre más joven con los ojos llameantes de repente, sin sentir satisfacción particular cuando Katze se estremeció ligeramente, preparándose para el primer golpe.

 

Nunca llegó.

 

"Así que ¿por qué no he dicho a Iason?" Raoul preguntó:" ¿Era esa tu pregunta? "

 

Katze permaneció en silencio, pero su mirada no vaciló.

 

Asintió en silencio reconociendo la valentía del mueble. "He tomado esta decisión, Katze, por muchas razones. La más importante... Iason no necesita tener distracciones mientras se recupera. "Sus ojos se entrecerraron brillantes, el único signo externo de la emoción que él se dignara mostrarle al mestizo que tenía delante.

 

Afortunadamente para Katze, Raoul observó, reaccionó con humildad apropiada, bajando los ojos y llevando los hombros hacia adelante en un gesto silencioso de presentación. Es posible que haya sido concedida una cierta libertad de expresión bajo el control de Iason, pensó, pero era gratificante saber que el mueble no esperaba que la gratuidad se extienda hacia el liderazgo temporal y no deseada de Raoul.

 

La noción misma suavizó su resentimiento, así como la preocupación honesta y poco común; al menos –infrecuente de un, técnicamente, esclavo – que hizo que Raoul respondiera. "La otra razón es más prosaica, tengo que admitir." Tomó una respiración profunda visiblemente frustrada, mostrando a Katze lo que tan valientemente escondió a sus compañeros élite, "Júpiter no me ha dado ninguna instrucción específica en cuanto a la cuestión de Iason y Riki".

 

Vio cómo los ojos de Katze se abrieron.

 

Asintiendo con la cabeza, Raoul continuó: "Desde el momento en que sus cuerpos rotos casi muertos fueron devueltos a Midas, ha permanecido en silencio en lo que respecta a su juicio." Levantó sus amplios hombros levemente, casi sin poder evitarlo. "Me dio instrucciones claras en cuanto a la curación de ambos... Me dijo que tomara el lugar de Iason en el sindicato Tanagura en la duración de su convalecencia, pero, aparte de eso, nada. No quiero tomar ninguna acción que pueda incurrir en su ira. "Sus ojos se cerraron brevemente mientras su frente normalmente lisa se arrugaba en la preocupación. " Sobre todo, si esas acciones atraen su rabia sobre Iason". Tragó saliva con fuerza, "Ha sufrido bastante, Katze."  

 

Katze asintió, alejándose de la consola y aproximándose al Elite con cuidado. "Iason confiaba en mí, Raoul", dijo en voz baja, con sinceridad, "También puedes hacerlo."

 

Raoul extendió la mano y agarró el hombro del Mueble. Su apretón era firme y seguro, la primera vez que alguna vez voluntariamente tocó un mestizo. No podía dejar de sentir que la acción no era para nada tan repulsivo como siempre lo había imaginado.

 

"Lleva a Riki lejos de Midas, Katze," Sostuvo su sombría mirada con la de Katze. "Ocultarlo en algún lugar seguro. Nunca le digas que Iason está vivo".

 

"Pero... ¡Pero tú eres el amigo de Iason! " Los ojos de Katze se abrieron de nuevo, con una expresión cada vez más indignado. “¿Cómo puedes incluso-?"

 

Lentamente Raoul aumentó su agarre, viendo sin verdadero placer en absoluto, como la cara del mueble palideció y todo su cuerpo se sacudió hacia atrás en un arco rígido con el dolor repentino e inesperado. Un bajo gruñido de angustia salió de la garganta de Katze,  su largo cuello arqueándose dolorosamente hacia atrás, con los ojos brillantes de agonía.

 

"¡Puedo hacer esas decisiones porque tengo que hacerlo!" Susurró al oído de Katze. "¿¡No crees que le volvería a dar a Iason de vuelta su mascota si estuviera en mi poder hacerlo?!" Aumentó su agarre mortal en el hombro de Katze, ignorando agudo grito de agonía del mestizo, haciendo caso omiso a la sangre que se filtraba a través de la tela blanca de la camisa de Katze mientras sus dedos pinchaban la frágil piel y la carne," Júpiter no me ha dado ninguna orientación, ninguna instrucción... ¿cómo crees que Iason se sentiría si le concediera de nuevo a su mascota, para que nos dijeran que el mestizo desgraciado va a tener que ser sacrificado? "

 

Jadeando con dureza, Katze se limitó a mirar a la cara fríamente furioso de Raoul. 

 

Con un movimiento brusco, Raoul soltó a Katze, tirando de la mano y volteando la cara hacia un lado, sintiendo su boca contrayéndose en una pequeña mueca de disgusto ante el suave gemido del Mueble de alivio. "No tengo que justificarme ante ti, Katze," dijo fríamente, limpiándose los dedos ensangrentados meticulosamente con un pañuelo que sacó del bolsillo de su abrigo, "El testamento de Iason establece claramente que yo tengo que llevar a cabo sus asuntos políticos y personales en caso de que esté incapacitado. Todo lo que necesito saber es que vas a obedecer mis órdenes. "

 

Katze inclinó la cabeza, visiblemente consciente de que el momento de la amnistía claramente se había acabado. "Por supuesto, amo Am".

 

"Está bien." Metió el pañuelo en el bolsillo. "¿Continuaras con nuestro plan original?"

 

"Sí, amo Am".

 

"Muy bien," Ajustó su costosa camisa, recomponiendo su apariencia ", ¿y recuerdas la señal para actuar?"

 

Katze se sonrojó furiosamente, pero asintió con la cabeza una vez más. "Sí, amo Am. Tan pronto como los ojos de Riki están abiertas, voy a llevarlo fuera de Midas".

 

"Bien." Raoul se dirigió hacia la puerta de la habitación sin siquiera mirar atrás. "Me alegro de que entiendas la situación, Katze."

Notas finales:

Señalización de errores, por favor hacerlo con la mayor amabilidad posible (para mi lamento, soy orgullosa).


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