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Some Love Songs por Morgana of Avallon

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Bueno, ya sé que tiene delito subir este one-shot antes que actualizar mis fics... pero he escrito esto en el tren (sin pc) y quería subirlo ya para que no se pierda en el baúl de los recuerdos... espero que os guste!!


 


 


Some love songs


 


Hacía más de un mes de todo aquello, pero algo seguía doliéndole en el pecho cuando oía aquella canción. Tan triste, tan cierta…


 


Oh oh oh, oh oh oh


I love you (Te quiero)


Oh oh oh, oh oh oh


I love you (Te quiero)


I do, I do (Te quiero, te quiero)


 


El karaoke estaba medio vacío. Había muy poca gente para ser un sábado por la noche. Ni siquiera le apetecía ir, pero sus amigos le insistieron una y otra vez para que saliera. Querían animarle y no se lo reprochaba. Estaba deprimido des de hacía un mes. Más de treinta días sin una sola sonrisa en la cara… no le extrañaba que estuvieran preocupados. Paseaba la cañita por su refresco esperando que se calentara antes de pegarle sorbo alguno, rememorando una y otra vez días pasados mientras los demás escogían alguna canción para cantar.


 


***FLASH BACK***


 


Se conocieron un domingo lluvioso. Estaba en Tokio, haciendo un recorrido en las universidades que ofertaban jornadas de puertas abiertas. De repente, un fuerte trueno hizo crujir el cielo y desató un aguacero de aquellos que hacen historia. Corriendo, se refugió en la cafetería de la Universidad de Tokio. Sabía que, con sus notas, era imposible que algún día le admitieran en la Todai. Ni siquiera se lo planteaba como posibilidad. Sin embargo, pensó que sería una pena no visitarla.


 


Se quitó la chaqueta algo mojada y pidió un café. Se sentó en una mesa cerca de la ventana, viendo llover mientras tomaba la cálida bebida. No le vio venir hasta que le pidió si podía sentarse en la mesa. Empezaron a charlar de absurdidades y, sin quererlo, cayó la noche y perdió el último tren hacia Kanagawa. Tenía pensado alquilar una habitación en un hotel por horas, hasta las 6 de la mañana, pero el amable chico que le había entretenido prácticamente le obligó a quedarse en su casa, como compensación. No le conocía de nada y, aún así, accedió. Estuvieron hablando toda la noche, hasta que despuntó la mañana y pudo regresar a casa. Prometieron seguir en contacto, y así fue.


 


Oh oh oh, oh oh oh


I love you (Te quiero)


Oh oh oh, oh oh oh


I love you (Te quiero)


I do, I do (Te quiero, te quiero)


 


Jamás se había enamorado de nadie. Tampoco había planeado hacerlo de un hombre, de alguien como él. Pero sucedió. Pasó sin darse cuenta y, a los dos meses de conocerse, algo empezó a llenar constantemente su pensamiento: el deseo de verle una vez más, de estar junto a él, y ese deseo acabó cumpliéndose. Pasó otro domingo en Tokio, paseando a su lado, hablando como siempre hacían, hasta que la necesidad de decirle lo que sentía fue más fuerte que su miedo a que le rechazara. Pero no lo hizo. Contrariamente a lo que había creído, el chico le dedicó una reluciente sonrisa, uniendo sus labios a los de él para demostrarle que también sentía por él algo muy especial. Des de aquél día, su relación fue a más. Estuvieron juntos durante más de tres meses. …l fue el primero a quien quiso, el primero con el que estuvo, el primero a quien hizo el amor todas las largas tardes de domingo que pasaba en su casa, en Tokio. Fueron tres meses geniales, tres meses completamente felices a su lado… hasta que se enteró de le verdad, hasta que descubrió que había un “ella”. Y ese “ella” era una chica brillante: hermosa, estudiante de derecho, de buena familia… simplemente, no tenía lugar a su lado estando ella.


 


But I told her why we just can’t make it      


(pero le dije a ella por qué no podemos simplemente hacerlo)


I want you still but just can’t take it


(Todavía te quiero pero simplemente no puedo aguantarlo)


The time has come we oughta break it


(el tiempo ha pasado, debemos romper)


Some one has to pay the price.


(alguien tiene que pagar el precio)


 


Y fue él quien tuvo que pagarlo, quien tuvo que apartarse de su lado, dejar de estar con la persona que amaba sólo por qué él… por que él nunca le quiso, por qué sólo le utilizaba hasta que tuvo “alguien mejor” con quién estar. El día que rompieron pasó llorando todo el viaje de vuelta en tren hasta Kanagawa.


 


oh oh oh, oh oh oh


it’s over (se acabó)


oh oh oh, oh oh oh


it’s true, it’s true (es verdad, es verdad)


 


*** FIN FLASH BACK ***


 


No había vuelto a sonreír des de entonces y, aunque casi lo había superado, había asumido que no era nadie para él, que no le importaba, que no podía estar a su lado, todavía le dolía escuchar aquella canción.


 


And I think of times we were together


(y pienso en las veces en que estuvimos juntos)


As time went on it seemed forever


(mientras el tiempo corría parecía para siempre)


but times have changed


(pero los tiempos han cambiado)


now things are better


(ahora las cosas son mejores)


some one have to pay the price


(alguien tiene que pagar el precio)


 


Una lágrima escapó de sus ojos azulados estrellándose contra la mesa. ¿Por qué no era capaz de dejar de sentirse mal por aquello? Ser feliz… conocer a alguien que sí le quisiera. Era su único deseo. En su corazón ya no quedaba amor por él, sólo rencor por haberle engañado. Otra lágrima cayó en la superficie de madera oscurecida. Le avergonzaba romper a llorar en medio de un local, con sus amigos a su lado, a pesar de que le habían demostrado miles de veces que eran precisamente para eso sus amigos, para ayudarle en los malos momentos, apoyarle cuando lo necesitara… pero se seguía sintiendo mal. Alguien empezó a acercarse a la mesa y ya no lo pudo resistir. Se levantó de repente, dirigiéndose con rapidez al baño. Entró en uno de los aseos del karaoke y rompió a llorar desconsolado.


 


Mientras tanto, el nuevo capitán del Ryonan seguía parado ante la mesa de los chicos de Shohoku. Se había levantado de la suya, dejando a un lado sus amigos, sólo para hablar con él. Pero ni siquiera verle, había salido corriendo como alma que lleva el diablo. Unas palabras de confusión salieron a trompicones de su voz.


 


-         Pe… pero ¿qué le pasa?


-         Nada – le respondió el nuevo capitán del Shohoku, invitándole a sentarse en la mesa con un gesto – hace un mes que no levanta cabeza…


-         No creo que debas contarle eso – apuntó distraído el pelirrojo.


-         ¿Por qué? – se extrañó el pelo-pincho – no soy ningún cotilla para ir contando cosas por ahí…


-         No le hagas caso – se disculpó Ryota por él – éste tampoco levanta cabeza des de que regresó al insti y supo que Haruko no le había esperado como creía…


-         Vaya – exclamó el chico de ojos violetas.


-         ¿Y tú qué? – saltó Sakuragi picado – Tampoco estás muy feliz y sonriente… que yo sepa Ayako sigue sin hacerte caso…


-         Ayako… - sollozó el pobre chico del piercing.


-         Somos una panda de abandonados – suspiró abatido el mono pelirrojo – pero Mitsui es el que está peor.


-         ¿Le ha dejado aquél chico? – preguntó Sendoh, sorprendiendo a los otros dos – Es que… le vi por la calle con un chico hace mes y medio o así en Tokio… se les veía muy contentos… - añadió, sonrojándose ligeramente.


-         Sí – asintió Sakuragi tras un suspiro – hace un mes.


-         Entonces ya hace demasiado.


 


Con estas palabras, el jugador del Ryonan se levantó de la mesa con dirección a los aseos del local. Los otros dos se quedaron mirándose el uno al otro sin comprender nada. Suspiraron pesadamente y volvieron la vista a sus respectivas bebidas y a la carta de canciones para decidirse o no a subir al escenario. Sendoh entró en el baño con el mayor sigilo del que fue capaz. Parecía totalmente desierto pero, entre el silencio, unos sollozos se dejaban oír tras una de las puertas naranjas. El chico menor se acercó, apoyando en ella su cabeza. Los ojos azulados del otro chico se abrieron al oír el ruido, secando con sus manos las lágrimas que todavía recorrían sus mejillas. Unos pies salían por debajo de la puerta, demasiado grandes para tratarse de Ryota y estaba seguro de que Sakuragi no llevaba botas.


 


-         ¿Quién va? – preguntó sin moverse con un hilo de voz.


-         Soy Akira Sendoh – respondió lo más suavemente que pudo – venía a hablar contigo pero te has ido antes de que me sentara…


-         … - aquello le sorprendía. ¿Sendoh quería hablar con él? ¿Des de cuando? Y lo más importante ¿por qué?


-         ¿Estás bien? – su silencio le incomodaba, aunque se hacía cargo de cómo debía sentirse.


-         Sí… - respondió casi en un susurro.


-         Yo sólo… - se sentía estúpido hablando con la puerta del baño, pero aún así, siguió – quería pasar un rato contigo… hablando… si quieres, estaré cantando algo en el karaoke.


-         … - las dudas se agolpaban en su mente. ¿Por qué? El eco no paraba de danzar una y otra vez por los espacios de su pensamiento. Pasar un rato, hablar… ¿qué era lo que realmente quería?


 


Oyó la puerta del aseo cerrarse tras los pasos del siete del Ryonan. Se quedó allí sentado un rato más, planteándose todo tipo de cuestiones acerca de lo que acababa de ocurrir. De pronto, la puerta se abrió de nuevo. Era Sakuragi. Lo supo por su escandalosa risa al entrar seguido de alguien al que no dejaba hablar.


 


-         Hahahaha – reía una vez y otra sin parar – ¡ese tío está completamente loco! Ya verá cuando este tensai suba y le dé una lección ¡Muajajajajajaja!


-         Pe… - intentaba intervenir el otro chico, pero era constantemente cortado por el pelirrojo.


-         ¡Mitsui! – gritó a pleno pulmón - ¿estás ahí?


-         Sí – respondió calmadamente, saliendo del baño - ¿qué pasa?


-         Nada… es que… - otra vez, el chico al que reconoció como al asistente de Ryonan, volvió a ser cortado por el escandaloso muchacho de pelo zanahoria.


-         Wahahahahahah – reía sujetándose la barriga con una mano y secándose las lágrimas con otra – el puercoespín está a punto de subir al escenario a cantar… ¡no puedes perdértelo!!!


-         ¿Qué? – creía que lo decía en broma, que no hablaba seriamente cuando dijo que le estaría esperando mientras cantaba una canción… ¡que vergüenza!


 


Mitsui salió precipitadamente del baño justo en el momento en que el chico menor cogía el micrófono y empezaba a cantar. Y, para su sorpresa, no sonaba del todo mal para ser un aficionado.


 


Hanging out on Second Avenue (pasando el rato en la Segunda Avenida)


Eating chicken vindaloo (comiendo pollo vindaloo)


 


Su mirada violácea se dirigía descaradamente a él mientras cantaba, moviendo el cuerpo de manera insinuante aunque muy sutil. Todas las chicas del local se habían quedado paralizadas, mirándole con las mejillas sonrojadas al extremo mientras él no paraba de mirarle sin dejar de cantar con voz grave y dejes que se parecían cada vez más a suaves gemidos.


 


I just want to be with you (sólo quiero estar contigo)


I just want to have something to do (sólo quiero tener algo que hacer)


 


Cuando acabó la canción, el muchacho de pelo alzado se dirigió decidido hacia el chico mayor, que seguía detenido al lado de la barra, mirándole fijamente. Algunos de sus amigos le llamaron des de la mesa para que fuera con ellos pero el jugador estrella del Ryonan no apartó ni un segundo su mirada de él. Pasó completamente de sus amigos y siguió andando, parándose sólo cuando estuvo delante suyo. Inclinó la cabeza hacia él, susurrándole unas palabras al oído “Salgamos de aquí” justo antes de agarrar su mano y llevarle fuera del local.


 


Tonight, tonight, tonight (esta noche, esta noche, esta noche)


Tonight, tonight (esta noche, esta noche)


Well all right (bien, genial)


Tonight, tonight, tonight (esta noche, esta noche, esta noche)


Tonight, tonight, tonight (esta noche, esta noche, esta noche)


 


Andaban a paso rápido por las calles de la ciudad. El tirador de triples ni siquiera se atrevía a preguntarle dónde iban, a protestar por haber sido arrancado del local sin ni siquiera poder despedirse de sus amigos. Pero era demasiada la atracción con la que actuaba aquél muchacho, demasiada la curiosidad que él sentía como para resistirse. No dejaba de mirarle mientras iba andando a remolque suyo todo el rato. La verdad es que se veía fantástico. Cabía reconocer que tenía un físico impactante, además de una personalidad ferozmente magnética. Había algo en él que atraía irremediablemente a todos los que estaban a su alrededor. ¿Por qué nunca se interesó por alguien así? El recuerdo de su amor pasado volvió a su mente, entristeciéndole de nuevo. Y, de repente, Sendoh se paró en medio del parque, volviéndole hacia él.


 


Wait – now! (espera, ¡ahora!)


Wait – now! (espera, ¡ahora!)


 


Sus ojos se cruzaron durante un breve instante que le pareció una eternidad. El azul triste de sus ojos se chocó estrepitosamente con el violeta encendido de los de él, mezcla de enfado y de deseo, de comprensión y de rabia, hasta que le habló.


 


-         No pienses más en él – dijo severamente – no lo merece.


 


Hanging out all by myself (pasando el rato completamente solo)


I don’t want to be with anybody else (no quiero estar con nadie más)


I just want to be with you (sólo quiero estar contigo)


I just want to have something to do (sólo quiero tener algo que hacer)


 


No le dio tiempo a reaccionar. Su mirada siguió la del chico menor estampándose en las luces multicolores de una gran noria en el centro del parque. Sin mediar palabra, Sendoh se echó a correr arrastrándole de nuevo tras él. Cuando se dio cuenta, ambos estaban subidos en una de las cabinas de la noria, alzándose peligrosamente del suelo. Se sentía nervioso. En parte por la intimidad compartida en un espacio tan pequeño, en parte por la inestabilidad que le transmitía aquella especie de juguete de feria. Pero de repente, su corazón se detuvo. Un calor invadió su cuerpo al sentir el brazo del chico menor pasar por sus hombros, acercándole suavemente a su pecho.


 


Wait – now! (espera, ¡ahora!)


Wait – now! (espera, ¡ahora!)


 


Los latidos se aceleraron en su pecho a la vez que sus mejillas se teñían de un rubor escandaloso. Se sentía como un niño de quince años reaccionando de aquella manera, pero no podía hacer nada por evitarlo. De súbito, notó cómo le separaba de su cuerpo, cogiendo su cara entre sus manos, manteniéndole una mirada intensa y penetrante. Sendoh cerró los ojos, acercando cada vez más su rostro al de él. El pánico le invadió por un momento pero aquello parecía lo que era: completamente inevitable.


 


Wait – now! (espera, ¡ahora!)


Wait – now! (espera, ¡ahora!)


 


El calor de sus labios invadió todo su cuerpo haciendo que millones de escalofríos recorrieran su espinazo. Su boca sabía dulce, apetitosa, húmeda cuando su lengua empezó a abrirse paso para meterse en la suya, explorándola lentamente pero sin descanso. Roja y carnosa, acariciaba cada uno de los rincones en su interior haciendo que el chico mayor cerrara también los ojos, disfrutando al máximo del íntimo contacto. Notó una de sus manos posarse en su cuello y un nuevo escalofrío le recorrió, a pesar del calor que hacía. Empezaban a quedarse sin aire, de manera que tuvieron que separarse. Un leve gemido escapó de los labios de Mitsui, muy a su pesar, pues se sonrojó terriblemente avergonzado. Pero al abrir los ojos, se topó con la sonrisa de un Sendoh radiantemente colorado. No era aquella sonrisa que lucía siempre en los partidos. Esa era una sonrisa ligeramente cohibida, tímida a un caso pero enteramente satisfecha quizás… ¿enamorada? Pensó que era estúpido pensar aquello pero sus palabras de nuevo le llevaron la contraria.


 


Hanging out all by myself (pasando el rato completamente solo)


I don’t want to be with anybody else (no quiero estar con nadie más)


I just want to be with you (sólo quiero estar contigo)


I just want to have something to do (sólo quiero tener algo que hacer)


 


Tonight, tonight, tonight (esta noche, esta noche, esta noche)


Tonight, tonight (esta noche, esta noche)


Well all right (bien, genial)


Tonight, tonight, tonight (esta noche, esta noche, esta noche)


Tonight, tonight, tonight (esta noche, esta noche, esta noche)


 


La noria estaba detenida en lo alto del círculo que trazaban sus danzantes hierros de color y luces. La mirada violácea del chico menor se posó en la luna casi llena que coronaba el cielo sin nubes de ese cálido verano. Sus brazos rodearon su cuerpo de nuevo, atrayéndole hacia él mientras le susurraba al oído.


 


-         No puedo dártela – dijo, sin dejar de mirar el plateado satélite – ni nada que no tenga y lo que tengo no es mucho. – el chico menor se volvió de nuevo a él, con un brillo especial en los ojos – Pero es todo tuyo si lo quieres.


-         Sendoh… - no sabía qué decirle. Sentía que podía pasar el resto de su vida en esa noria con él pero, sin embargo, no le conocía en absoluto.


-         No digas nada – le silenció, posando un dedo en sus labios todavía calientes – déjame soñar… hasta que bajemos.


 


No tardaron en reprender la marcha, dejando atrás aquella luna de plata, aquél cielo claro y despejado, aquellas estrellas brillando cuál diamantes al alcance de su mano. Soñar… era lo único que había hecho siempre. Soñar con ganar el nacional, soñar con ser el mejor jugador de secundaria alta, soñar con estar al lado de su primer amor toda la vida… soñar era lo único que había hecho, y había sido siempre un fracaso. Estaba harto de soñar. Quería agarrarse a algo firme, a algo que flotara en el naufragio y el chico que estaba a su lado parecía ser la única tabla de salvación en todo su océano de tristeza.


 


Tonight, tonight, tonight (esta noche, esta noche, esta noche)


Tonight, tonight, tonight (esta noche, esta noche, esta noche)


 


Sus pies tocaron el suelo del parque en total silencio. Anduvieron despacio de regreso al karaoke. Apenas se habían ausentado una hora, seguro que sus amigos seguían allí. Los nervios crecían sin cesar en el interior del chico más bajo. No quería poder perder la oportunidad de estar junto a él pero, por otro lado, su conciencia se resistía a engañarle, no después de lo que le habían hecho sufrir a él. Sus pasos se detuvieron apenas a una calle del local. Mitsui dirigió su mirada al chico menor, que parecía tanto o más ansioso que él.


 


-         Yo… no quiero engañarte pero… - empezó a decir, viendo como la cara del otro muchacho se ensombrecía.


-         Necesitas tiempo – le interrumpió – lo entiendo…


-         No – se le hacía cada vez más difícil decirle aquello – yo… quiero estar contigo… pero no sé qué siento por ti… es decir, apenas nos conocemos…


-         Bien – de repente, su rostro se iluminó, esbozando una cálida sonrisa – entonces dame la oportunidad de conocerte y de hacer que me conozcas.


 


Sus labios volvieron a juntarse a los de él por todo asentimiento. Entraron en el karaoke justo después, observando las caras sorprendidos de sus amigos, que ya habían decidido juntarse en una sola mesa. Se sentaron con ellos, aguantando pacientemente todo tipo de bromas y rehusando hacer comentario alguno sobre la hora que habían pasado fuera, dejando a cada cuál hacer su libre interpretación sobre lo acontecido.


 


Y así fueron pasando los meses. En parte por casualidad, en parte por la buena suerte que se persigue, pasaron el verano trabajando en un bar y una tienda el uno al lado del otro. Quedaban para comer y, luego, para salir después del trabajo. La mayoría de días jugaban un uno contra uno en alguna cancha cerca de la playa, dándose un buen chapuzón después el esfuerzo en el azul océano nocturno. Otras veces paseaban por la arena cogidos de la mano, hablando o compartiendo un cómodo y cariñoso silencio. Llegaron a conocerse como amigos, como hermanos, al punto que toda la tristeza desapareció de los oscuros ojos azulados del chico mayor, al punto que la angustia empezó a adueñarse de los ojos violáceos del otro chico, temiendo que habría superado su dolor y le apartaría de su lado descubriendo que lo que sentía por él era simple agradecimiento pero sólo eso.


 


Una noche que habían quedado para pasear por la playa, como tantas otras noches, el chico mayor no se presentó. Esperó durante más de una hora mientras sus ojos violetas se llenaban de lágrimas que se derramaban sin control por sus mejillas enrojecidas por el aire de la noche y la sal del mar. Se levantó de la arena lentamente y se dirigió cansado a su casa. Había llorado demasiado aquella noche… pero todavía no lo suficiente.


 


Llegó a su apartamento cerca de la media noche. Había cenado a toda prisa para encontrarse con él en la playa pero no había aparecido. No le apetecía lavar los platos que había en el fregadero. Le hacían sentir todavía más solo. Metió las llaves en la cerradura y abrió la puerta. El piso estaba oscuro, en completo silencio, como su corazón, aunque… al adentrarse más en la estancia, una luz tenue pareció emerger del comedor. Dejó las llaves en la mesilla de la entrada. Se descalzó rápidamente y atravesó la cocina con inquietud. Ante él se extendía un camino trazado con velas en el suelo. Una canción empezó a sonar suavemente al otro extremo de la habitación.


 


Have I ever told you how good it feels to hold you


(Te he dicho alguna vez lo bien que se siente al abrazarte?)


It isn’t easy to explain (no es fácil de explicar)


And tough I’m really trying (y realmente lo estoy intentando con fuerza)


I think I may start crying  (creo que puedo empezar a llorar)


My heart can’t wait another day (mi corazón no puede esperar otro día más)


When you kiss me I just gotta say (cuando me besas sólo tengo que decir)


 


Siguió el camino con el corazón en un puño, temiendo que todo fuera una broma, una treta de su imaginación. Cuando abrió la puerta, la mano le temblaba. Varias velas iluminaban tenuemente la habitación. En su cama, unas sábanas rojas de seda que no había visto en su vida. Entró con paso lento, temeroso, pues parecía que ahí dentro no había nadie. Pero de repente, una mano grande y caliente tapó su visión, acercándole a un cuerpo musculado y masculino del que conocía perfectamente el olor. Una voz grave y algo ronca susurró lentamente la letra de la canción en su oído, haciéndole estremecer de placer.


 


Baby I love you come on Baby Baby I love you


(Baby te quiero, vamos, baby baby te quiero)


Baby I only love you


(baby, sólo te quiero a ti)


 


I can’t live without you (no puedo vivir sin ti)


I love everything about you (lo amo todo de ti)


I can’t help it if I feel this way (no puedo hacer nada si me siento así)


 


La mano se apartó de sus ojos al notar como ésta se humedecía con las lágrimas que escapaban de ellos. Pero ya no eran lágrimas de tristeza, de desasosiego o de infelicidad. Eran lágrimas de alegría. Su sonrisa lo demostró al volverse hacia el chico que se encontraba de pie tras él, dándose cuenta de que unos bóxers rojos, a juego con las sábanas, eran lo único que cubría su cuerpo. Sus labios se juntaron tiernamente de nuevo, saboreando con deleite la boca del otro. El cuerpo el chico mayor empezó a empujarle tiernamente, dirigiéndole hacia la cama mientras sus manos empezaban a despojarle con cuidado de sus ropas.


 


Oh I’m so glad I found you (estoy tan contento de haberte encontrado)


 


Sus dedos acariciaban su cuerpo suavemente, disfrutando al sentir como se erizaba el vello en su piel, como se calentaba segundo tras segundo. Por primera vez en su vida, Akira Sendoh no sabía qué hacer, cómo reaccionar ante aquellas placenteras caricias, de modo que hizo lo único que podía hacer: darle todo lo que tenía, tal y como le había prometido. Sus manos se dirigieron a su cuello, empezando a acariciarle el pelo con suavidad.


 


I want my arms around you (quiero rodearte con mis brazos)


 


Los brazos del chico mayor se cernieron entorno de su cuerpo, acercándole al suyo a la vez que le tumbaba en la cama, colocándose encima de él. Sus labios empezaron a recorrer el cuerpo desnudo del chico menor, pegándose a sus pezones lamiéndolos y mordiéndolos cuidadosamente. Los jadeos y los gemidos se empezaron a suceder entre los dos, sobretodo por parte del chico menor, que notaba como la lengua de su amante se deslizaba por su torso hacia su ombligo, hundiéndose profundamente el él, siguiendo el descenso hasta su sexo.


 


I love to hear you call my name (adoro oírte llamar mi nombre)


 


Un fuerte gemido escapó de su garganta al sentir como la boca del chico mayor se posaba sobre su pene erecto, como empezaba a lamerlo y succionarlo con fuerza. Otro más al sentir uno de sus dedos entrar en su ano con una mezcla de dolor, al principio, y placer después.


 


-         Ahhh Hmmm Hisashi… - otro dedo, otro gemido, más y más excitación creciendo por todo su cuerpo y por el cuerpo de su amante.


 


Estaba preparado, lo notaba en sus manos, en el calor de su piel, en el clamor de sus gemidos para que hiciera lo que había estado esperando tanto tiempo. Colocó una de sus piernas en su hombro y sujetó la otra con el brazo, abriéndose paso hacia su interior con lentitud y mucho cuidado. No quería lastimarle. Se veía hermoso. Sus mejillas sonrosadas, el pelo, siempre con aquél divertido peinado, ahora revuelto encima de la almohada, metiéndose en su cara, los ojos violáceos entrecerrados, la boca abierta acompasando su respiración agitada. Esperó a que se acostumbrara a tenerle dentro y empezó a moverse despacio al ritmo de los jadeos de ambos. Gritaba su nombre una y otra vez, haciendo que su excitación fuera cada vez mayor. Aumentó el ritmo de las envestidas sin dejar de acariciar su sexo frenéticamente, hasta que le sintió venirse en su mano, propiciando que, al poco rato, él lo hiciera en su interior.


 


Oh tell me that you feel the same ( oh dime que sientes lo mismo)


 


Salió lentamente del cuerpo de Sendoh, tumbándose a su lado tras limpiar un poco su mano y las piernas de él. Rodeó su cuerpo con los brazos, besándole el pelo y el rostro varias veces, haciéndole sonreír de esa manera hermosa y especial que sólo le dejaba ver a él. Se acercó a su oído, besándole el cuello de camino a él.


 


-         Te quiero Akira – le susurró estrechando su abrazo, sintiendo como sonreía al oírle.


-         Yo también te quiero Hisashi – respondió el más alto, acurrucándose en su pecho y entrelazando sus piernas con las de él para que sus pies no salieran de la cama - ¿Te… te quedas a dormir conmigo?


-         Siempre que quieras – respondió, con una sonrisa en el rostro, durmiéndose ambos justo después.


 


 


____


NdA: pues nada, este ha sido mi one-shot y mi primer songfic, aunque tengo pensados algunos más... pero todo se andará. Antes prometo en solemne terminar los fics que tengo pendientes!!! Espero que os haya gustado y que me dejéis un revi si tenéis algo de time XDD Las canciones son "Here today gone tomorrow", "I just want to have something to do" y "Baby, I love you" de uno de mis grupos favoritos: The Ramones, que recomiendo muchísimo a todo el mundo!!! Weno, me voy a dormir que ya es tardísimo!!! Muchos bsos a to2!!!


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