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Las peleas se arreglan en la cama por Hiroshi Orihara

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Notas del fanfic:

Espero que les guste~ Es mi primero lemon y amo a esta pareja, recien entré a esto de los fics. Fuera de eso xD los amo y gracias por acercarse a leer~! :) 

Notas del capitulo:

Me encantaría la idea de que en la segunda proxima temporada de Drrr pasara algo así xD y lo sé ;u; nunca pasara :okay: 

Y ahí se encontraban ambos, uno junto al otro acotados de lado, mirándose confundidos, atónitos, desconcertados, sus agitadas respiraciones llenaban toda la habitación, las gotas de sudor caían por sus sienes y cabellos…nada normal….algo insólito.

Todo había comenzado hace apenas medio día. Todo era normal, y por normal me refiero a que una lucha se estaba dando en las calles de Ikebukuro ,una de tantas, aunque esta tenía algo más de gracia, porque se encontraban peleando los dos raros del dos ciudades solo porque uno gano la última pieza de pan en una cafetería…patético pero gracioso.

—FUERA DE MI CIUDAAAAD!!! – Gritó bastante enojado el rubio, que yacía cargando un anuncio listo para lanzarlo.

—Tu ciudad…MIS PERSONAS! –Contestó con entusiasmo el peli-negro que evadía cada cosa que le lanzase el mayor.

Volaron botes, maquinas, anuncios, incluso personas durante esa batalla. Algo que Shizuo no pudo notar, era a donde se dirigía Izaya en cada salto y fuga que hacía, no hasta que llegaron a un callejón bastante familiar para el rubio….”mi casa” fue lo primero que se le vino a la mente al ver que Izaya se había escabullido por ese lugar, sabía que no muy lejos estaría su casa y, en ella un Izaya causando caos. Shizuo corrió tras él para intentar alcanzarlo, pero al llegar la puerta de su casa ya estaba abierta, las luces estaban todas prendidas también, él entró para poder ver donde estaba Izaya y molerlo a golpes. Estaba realmente molesto, apretando sus puños y dientes, el ceño realmente fruncido y un gruñido digno de un perro rabioso pero todo eso se esfumo al escuchar una risilla algo maliciosa prevenir desde su habitación; claro, no fue que le temiera a Izaya…Le temía a lo que era capaz de hacer.

—Izaya-kun~ -Dijo intentando contener un gran grito para evitar una nueva persecución en su casa, no la destrozaría solo por ese idiota que había entrado, era uno de muchos.

—Shi-zu-cha~n –Contestó Izaya desde el cuarto de una manera… ¿tierna? No, él ni llorando sería tierno, aparte de que nunca lo haría.

Shizuo quiso correr, pero lo detenía el pensar que se encontraría ahí, podía ser cualquier cosa desde algo estúpido hasta algo muy peligroso…o simplemente…un Izaya recostado…que curiosa eh inexplicablemente había encontrado, un Izaya recostado en su cama, estaba de lado de modo que le daba la espalda y, esta la encorvaba un poco hacia adelante.

Shizuo estaba realmente confundido, ¿Cómo es que Izaya se mostraría tan indefenso en presencia de el? Estaba en shock, era más de lo que esperaba, ¿o era menos? Ni idea, sólo era algo extraño. Izaya volteo parte de su torso para poder ver a Shizuo tenía, una mano en su pecho y la otra junto a su cabeza, sus ojos podían notarse algo amenazadores, pero su sonrisa se podía notar amable, no sabía si confiar en su mirada y sonrisa….las dos opciones eran igual de hermosas…¿Hermosas? ¿Qué mierda acababa de pasar? Sentía un impulso de tirarse al y golpearlo… ¿o tocarlo? NO, sólo matarlo.

—I-Izaya….-Realmente estaba atónito y perplejo ante eso.

—Shizu….-intentaba contener una gran carcajada, aunque le fue imposible porque de igual forma la dejo Salir. Era una risa demasiado fuerte burlona pero sobretodo lo que más le causaba risa, era la cara que había puesto Shizuo en eso entonces, estaba sonrojado y confundido, le parecía tierno. Comenzó a patalear en la cama, llorar y doblar su espalda, le era imposible controlarse en eso entonces era tan único ese momento.

—HAHAHAHA!!! SHIZU-CHAN Y SU CARA DE ADOLESCENTE ENAMORADO! HAHAHA! QUE IDIOTA! –continuaba mofándose de la bestia de Ikebukuro frente a él, parecía que no le importaba y en efecto, le valía lo que podría pasarle de hecho, sabía que no le pasaría nada, solo por eso lo hacía.

—Cállate…-Gruñó el mayor de mala gana, volteando su rostro hacia otro lado, intentando ocultar su vergüenza.

—Ahh~…-suspiró Izaya levantándose de la cama y caminando tranquilamente hasta la puerta del cuarto; la cual, bloqueaba Shizuo con su cuerpo igual, no le importo solo lo empujaría un poco y ya. —Fue divertido... Shizu-chan~...- Se despidió haciendo un desdén con su mano pero antes de salir, el rubio lo tomó de la muñeca y lo jaló para tirarlo nuevamente en la cama, Izaya ahora era el que estaba confundido, aunque lo ocultaba con su máscara de indiferencia.

—Ya es tarde, me tengo que ir, Namie no cerrara el despacho...-Contestó como excusa para poder irse, aunque sabía que era inútil lo intentó.

—Yo le llamo y se lo pediré.- Fue lo único que contesto el mayor. Comenzó a acercarse lentamente hacia la cama, donde yacía un Izaya asustado y nervioso, encimándose en el de manera tranquila hasta quedar cara a cara con él. Cerró sus ojos y retiró sus gafas, aventándolas hacia un lugar remoto del lugar, fue entonces cuando sin previo aviso, besó ferozmente los labios del informante, él pelinegro no sabía si corresponder o alejarlo, intento mejor alejarlo poniendo sus manos en los hombros y pecho del rubio para empujarlo. Pero fue inútil porque hábilmente Shizuo tomo las dos manos de él y las alzo a la cabecera de la cama, después de un rato se separo de él, dejando colgar un hilillo de saliva que aun unía sus bocas. Respiraban ligeramente agitados, y los dos estaban ruborizados mirándose a los ojos con algo de pena y confusión…Pero más que nada, con pasión. Izaya se agito de lado a lado para intentar zafarse, pero no eso hiso que Shizuo lo sujetara de la cadera fuertemente, lo que provoco que se quejara haciendo un sonido muy tenue, aunque por el silencio del lugar le fue fácil escucharlo. Esto solo lo animaba a seguir; en si lo excitaba.

—No te muevas….!-Susurró molesto.

—Entonces déjame! –Grito Izaya en su cara.

Shizuo frunció el entrecejo y lo tomo de los cabellos haciendo que se levantara para poder mirarlo de cara a cara. Izaya tomo la mano de Shizuo intentando que lo soltara, dejando escapar unos leves gemidos de dolor, nada bonitos.

—Ya déjame! –Insistía Izaya, aunque le gustara…no caería tan bajo, menos con él.
Shizuo gruño molesto, lo empujo bruscamente. y le arrebato la chaqueta y camisa, como si se tratase de un perro comiendo carne, pues así era. Después, él se alejo y retiró su moño y chaleco, seguido de que desabotonara torpemente su camisa, Izaya estaba aun más nervioso y sonrojado, no lo podía creer muy bien, era más que una pesadilla.

—Quítate el pantalón…-Dijo el rubio con voz ronca, esto hizo que Izaya frunciera en entrecejo.

—No soy tu puta.-Contestó de mala gana y se cruzo de brazos, mostrando una sonrisa ladina y una mierda retadora.

—No, porque tú eres gratis para mi…-Shizuo rió al ver la expresión de Izaya, era como de un niño con juguete nuevo…solo le faltaba el entusiasmo.
Izaya no respondió nada mas, solo desvió la mirada desinteresado, poco a poco bajando sus manos para desabrochar su pantalón e irlo bajando lentamente. Shizuo estaba algo asombrado… ¿era que por fin había podido dominar aunque sea un poco la mente de ese loco?

—No es porque lo quisiste –Entonces se vieron interrumpidos los pensamientos de Shizuo con la voz de un Izaya… ¿serio?, que raro. –Es solo para pasar el tiempo…-Volteo a verlo con una amplia y socarrona sonrisa.

Luego, Izaya tomó a Shizuo de los hombros y lo acerco para besarlo, este correspondió inmediatamente y continuó bajando por su cuello, dejando unas mordidas y lamidas en este, lo que provoco que unos cuantos gemidos salieran de la boca del pelinegro. El rubio siguió descendiendo hasta llegar a su pecho, donde deposito unos suaves besos y caricias, haciendo que la piel del oji-rojo se erizara; después, el mayor bajo una de sus manos hasta la entrepierna de quien tenía abajo, no demoro mucho para sacar aquel falo ahora erecto, comenzando con un estimulo algo rápido, claro, Izaya gemía de placer ante cualquier caricia que le proporcionara Shiuzo, le era inevitable.

—A-ahhh~…-Fue lo último que se escucho antes de que Izaya se viniera en la mano de Shizuo, arquenado su espalda hacia arriba. Esto era una visión muy erótica para Shizuo, era tanta que realmente le era imposible detenerse ahora, así que con esos mismos dedos, aun llenos de la sustancia espesa y blanca, fueron introducidos en la estrecha entrada del informante, este dejó escapar un ligero gemido, nada menor que el anterior producido por su glorioso orgasmo. Entonces, Shizuo comenzó con un leve vaivén, pocos segundos después, introdujo un segundo dedo, haciendo círculos y tijeras dentro de su pelinegro acompañante, le encantaba verlo de esa forma, al menos podía decirse que lo pudo hacer pagar por una de tantas.

— ¿Cuánto me cobraras al final? –Shizuo le dirigió una mirada y risa burlona. Izaya estaba algo molesto, aunque no podía hacer nada al respecto, estaba literalmente atado de manos.

—Shizu-chan…cállate…-Dijo algo molesto, pero el placer era claramente presente en su tono lascivo de voz. No quiso tomarle mucha importancia, algo realmente se le ocurriría para cobrársela por esta vez, claro, no dejaría que el tiempo pase, de hecho lo haría lo más pronto posible para estar a mano.

El susodicho, puso una de sus manos en la boca del menor para callarlo, luego, sacó sus dedos del interior de este, para poder introducir algo más…grande.
—Cállate…-Susurró el mayor, a la vez que se acercaba al cuello del pelinegro ,para morderle en hombro a la vez que lo penetraba lentamente, este inhalo de manera placentera y cerró sus ojos, se negaba rotundamente a dejar escapar un solo gemido. Esto molesto a Shizuo, así que empezó con unas embestidas rápidas, las cuales dejaron al aire los fuertes gemidos de Izaya, aunque estos reflejaban gran goce.

—N-nahh~! –El pelinegro echó su cabeza hacia atrás, mordiendo su labio inferior para reprimir sus gemidos y jadeos, tampoco quería rebajarse tanto como para sonar como una vil mujerzuela necesitada…solo, no quería parecerlo…

—Pensé que no lo harías, perra…- Bufó el mayor, manteniendo su hasta ahora rápido ritmo, luego, se acercó a morder el lóbulo de la oreja de Izaya y susurrar vehemente. —Ya me perteneces...—Esto solo hizo que Izaya se estremeciera abriera sus ojos de golpe, intentando nuevamente alejar a Shizuo con la poca fuerza que le quedaba.

Los minutos pasaron, haciéndose eternos y placenteros para Izaya, aunque los disfrutara. De un momento a otro, el pelinegro se encontraba sentado sobre el miembro de su acompañante, ahora cooperando mucho más que antes. Estaba apoyándose en el pecho de Shizuo, mientras que el susodicho lo tomaba de la cadera fuertemente para igual mantener el mismo ritmo de sus estocadas, aunque los dos estuvieran a punto de perder el aire, cuando su gran, esperado y glorioso orgasmo llegó a los dos al mismo tiempo, dejando al aire un fuerte gemido y gruñido por parte de ambos amantes “secretos”.

Luego de unos minutos, Izaya se dejo caer a un lado de Shizuo,y éste se volteo para poder verlo a los ojos, aún intentaban recobrar sus respiraciones normales, pues estaban muy agitados. Entonces, Izaya rompió el silencio con una risilla burlona, encogiéndose de hombros, y en cuanto iba a abrir la boca para hablar, Shizuo lo tomó de la nuca y lo acerco para besarlo nuevamente.

—Shizu-chan…-No es que no tuviera palabras, solo que se había sorprendido y muchas cosas pasabanpor su mente en ese momento.

—Callate, idiota, nada paso- Nuevamente, lo abrazó de la cadera y nuca para apegarlo nuevamente a el, y esconder el rostro de Izaya en su pecho y el azabache correspondió formando una amplia sonrisa en sus labios.

-Claro…”amor”…-Rió burlón y encogiéndose de hombros; grabándose aquel momento como una excusa para joder después a su amado rubio.

Notas finales:

Gracias por leer hermosuras~~ Pienso sacarle un segundo capitulo a esto o una secuela pero con más drama~


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