Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Llorar no sirve de nada... por chrome schiffer

[Reviews - 79]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Todos los personajes que aparecen en este fic son propiedad de Masashi Kishimoto...

Bueno, es un fic corto, de dos maximo tres capitulos, con OoC no mucho pero si algo, ojala les guste -w-

Notas del capitulo:

Nada, solo que ojala les guste jeje

 

Mi nombre es Naruto Uzumaki, doncel de 23 años, 1.67cm de altura, piel algo acanelada, cabello rubio, ojos azules y poseo tres marcas de nacimiento en cada una de mis mejillas, fotógrafo como profesión, trabajo como tal en una empresa de publicidad muy reconocida, aunque también hago algunos trabajos fotografiando modelos o paisajes para algunas revistas.

 

Vivo actualmente en una casa de dos plantas en un barrio promedio de Tokyo, no tengo lujos pero vivo cómodamente, no me hace falta nada, no soy alguien acostumbrado a las comodidades, soy huérfano y todo lo que recuerdo de mi infancia es el orfanato, allí estudie gracias a que en dicho lugar era importante para los que dirigían la educación de todos los niños que albergaban, así que a duras penas y con mucho esfuerzo de mi parte logre terminar la primaria y el bachillerato, más atrás de eso, en mi memoria no hay nada.

 

Al cumplir la mayoría de edad tuve que irme de allí y uno de los profesores que me enseñaban Iruka-sensei, me dio hospedaje en su casa mientras yo conseguía algo en lo que trabajar para poder defenderme por lo menos, gracias a que mi maestro además de enseñarme las cosas básicas para pasar mi bachillerato me enseñó a fotografiar, en uno de esos días de clase me pregunto lo que me gustaría hacer, a lo que me gustaría dedicarme y le respondí que me gustaba la fotografía, me llamaba mucho la atención retratar y hacer perdurar así sea en un pedazo de papel, un momento, un sentimiento, una emoción, así que un par de días después Iruka-sensei llego con una cámara pequeña y me la entrego con una sonrisa en su rostro “aquí comienza tu camino para ser el mejor fotógrafo que haya existido” me dijo y le di las gracias con un fuerte abrazo y enormemente agradecido por dicha oportunidad. Así fue como en ese entonces iba por la calle tomando fotos en varias plazas de la ciudad a quien deseara por una módica suma, de a poco logre reunir lo suficiente para mudarme a un lugar propio, con lo básico únicamente, pero propio.

 

Seguí trabajando de fotógrafo además de además de conseguir un trabajo de medio tiempo en una empresa de mensajero, necesitaba dinero, necesitaba estudiar la carrera como era debido y dejar de ser un aficionado. En uno de esos días de arduo trabajo en la cafetería conocí a Sabaku no Gaara, mi actual jefe en la empresa de publicidad, gracias a él, a su ayuda logre estudiar lo que quería y conseguir un buen trabajo. Actualmente somos muy buenos amigos, le debo tanto, tanto que no creo poder algún día llegar a pagarle, porque además de mi carrera y mi trabajo también le debo el conocer a Sasuke Uchiha, hombre de 25 años, de cabello negro azulado, ojos negros, piel blanca como porcelana, buen cuerpo, 1.76cm y mi pareja hace ya cinco años. Las dos empresas tienen convenio y se reúnen a menudo a discutir asuntos de trabajo, en una de sus tantas visitas fue como le distinguí y posteriormente después de una serie de acontecimientos estamos en lo que actualmente es  una relación.

 

.

.

.

 

--estoy de vuelta-- escucho desde la cocina la voz de Sasuke, salgo a su encuentro limpiando mis manos en el delantal que porto, ya que me encontraba haciendo la cena.

 

--bienvenido-- le sonrío y beso sus labios castamente como saludo --¿qué tal tu día?-- pregunto mientras vuelvo hacia la cocina a terminar de cortar algunas verduras,  sintiendo sus pasos a mi espalda seguirme

 

--igual que siempre-- da un suspiro y le veo de reojo viendo que está sentado en un sillón apoyando su espalda en el respaldar mientras tiene su antebrazo derecho cubriendo sus ojos

 

--ya veo…-- digo en un susurro al ver que como pasa últimamente, no me habla demasiado.

 

Sasuke no es una persona muy habladora de por sí, pero conmigo desde que comenzamos esta relación ha sido diferente, conmigo es más abierto y no teme decirme las cosas, me tiene confianza, conmigo es diferente, conmigo es él, pero las cosas han cambiado, de unos días para acá Sasuke no es el mismo de antes, le siento distanciado y extraño, le siento… diferente.

 

Termino de picar las verduras y las pongo en el fogón junto con el resto de la comida a la espera de que se cocinen al igual que el arroz y lo demás que he preparado para la comida para poder servir, me quito el delantal y poniendo una sonrisa amplia en mis labios me dirijo hacia él y aprovechando que está sentado, me siento a horcadas en sus muslos a la vez que apoyo mis manos en su pecho acariciándolo lentamente

 

--pareces muy cansado, ¿qué tal una ducha? estoy seguro que eso te hará recobrar tu energía y sentirte más relajado-- le propongo con un leve tono insinuante en mi voz, él retira el brazo de sus ojos en ese momento y me mira solo asintiendo con su cabeza, coloca sus manos en mi cintura buscando bajarme de su regazo y lo hago rápidamente sintiéndome algo decepcionado, avergonzado y triste al no ver alguna caricia a mi persona antes de eso. “está cansado Naruto, no es que este frio contigo porque ya no te quiera” me repito mentalmente como últimamente en estos meses, pero no queriendo desistir de mi idea principal de pasar un tiempo agradable con mi pareja en la ducha, y contrario a lo que se pueda interpretar, no quiero sexo, simplemente un baño relajante, solo quiero pasar tiempo con él, como antes, como cuando todo estaba bien, así que insisto.

 

--déjame y bajo el fuego a los fogones y te alcanzo, no queremos que la cena se queme ¿verdad?-- bromeo y apresuradamente voy hacia la cocina a hacer lo que mencione hace un momento, pero escucharle me hace dejar mi mano fuertemente arraigada a la llave de la estufa y soltar un leve suspiro de tristeza

 

--no demorare, tu estate al pendiente de la cena, yo ya regreso-- dicho eso se va con dirección tal vez a nuestro cuarto a ducharse, no se ya y una traicionera lagrima cae por mi mejilla al sentirme rechazado ¿Por qué eso fue verdad?, rechazó mi compañía. Me dejo claro que no me quería en el mismo metro cuadrado que él y se siente tan doloroso.

 

--deja de pensar estupideces-- sacudo mi cabeza de un lado a otro y retirando el rastro de lagrima en mi mejilla, golpeo mis mejillas un par de veces con las palmas de mis manos buscando despabilarme para dejar de hacerme ideas erróneas en mi cabeza --Sasuke está cansado, no es que este frio contigo porque ya no te quiera-- murmuro mi frase célebre buscando convencerme y compongo una sonrisa algo forzada en mi rostro –la cena, la cena, ya debe estar por salir de la ducha-- me apure en tener todo listo para cuando el bajara, serví en los platos comprobando que todo se viera bien y espere a que bajara pronto o se enfriaría.

 

Los platos quedaron intactos en la mesa con la comida fría porque Sasuke no bajo, cuando fui a mirar estaba bañado, con su piyama puesta y dormido boca abajo en nuestra cama. Ahogue en mi garganta esa extraña sensación de desconcierto muy frecuente últimamente y me acosté, sin cambiar mi ropa y sin meterme debajo de las mantas, simplemente quería que ese día terminara ya y esperar que el siguiente fuera mejor.

 

El día siguiente y el siguiente y el siguiente, las cosas fueran muy parecidas al día anterior y al anterior y… al anterior. No soy una persona pesimista ni dada a rendirse fácilmente, al contrario, creo que las cosas que uno se propone lograr hay que lucharlas y esforzarse por ellas, que después de un arduo esfuerzo y voluntad habrá una recompensa al final, una grata sensación de saber que se luchó y se logró el objetivo pero…

 

--ya no sé qué más hacer-- cubro mis ojos con una de mis manos y respiro hondamente tratando de retener esa molesta agua salada que lucha por escaparse de mis ojos

 

--ya llegue-- escucho su voz y cierro y abro mis ojos repetidas veces para que se quite lo aguados que estaban, me dirigí como todos los días a recibirlo, a esperar una vez más que me note, que me mire como lo hacía antes, como cuando era feliz con él, pero ya no me miento, ya no quiero sufrir.

 

--bienvenido amor-- me empino un poco ya que él es más alto que yo y beso sus labios como siempre sin esperar realmente una respuesta ha dicho contacto. Tal vez si no espero nada será más llevadera esta situación.

 

--necesito que me acompañes el viernes a una comida con unos posibles clientes, será a las 8 de la noche, vístete adecuadamente, yo te pasare a recoger a las 7:30 así que para esa hora ya debes estar listo-- me dijo mientras revisaba su celular y tocaba su pantalla táctil haciendo un sinfín de gestos, al parecer algo no anda bien.

 

--estaré listo, no te preocupes ¿vas a cenar?-- decidí no interrogarle acerca de la dichosa comida con los posibles clientes, tal vez ni me responda.

 

--ya cene pero gracias, voy al estudio, tengo cosas que hacer-- dicho eso se fue dejándome solo, sin ganas de comer, sin ganas de pensar, sin ganas de luchar, sin ganas de respirar, sin ganas de… nada.

 

.

.

 

Llego el viernes, día de la dichosa comida, eran las 6:20pm y yo estaba viéndome al espejo terminando de arreglar un poco mi desordenado cabello, es muy rebelde pero pienso que así se me ve bien, así que no intento acomodarlo demasiado, llevo puesto un pantalón negro al igual que mis zapatos, camisa manga larga azul zafiro sin corbata y mi saco es color blanco. Me gusta lo que veo en el espejo y sonrió internamente pensando que ojala y a Sasuke también le guste lo que ve. Respingo al escuchar el carro de él anunciándome su llegada, miro el reloj dándome cuenta que es muy temprano aun pero sin tardar mucho más baje a la primera planta y abro la puerta para que pueda entrar queriéndome golpear al verle las llaves en la mano dispuesto a abrir seguramente, solo me apresure y salí corriendo como idiota, suspiro y trato de calmarme estoy nervioso sin saber si lo que llevo puesto es lo correcto.

 

--llegas temprano, dijiste a las 7:30 ¿paso algo?-- suelto sin saludarle siquiera debido a mi nerviosismo y le cuestiono preocupado

 

--no paso nada, solo llegue un poco más temprano-- dice simplemente pero sin quitarme la vista de encima colocándome más nervioso

 

--¿a-así estoy bien?-- pregunto buscando su aprobación ante mi atuendo y apariencia en general a lo cual levanta su vista conectándola con la mía y asiente sonriendo

 

-te ves hermoso Naruto-- mis mejillas irremediablemente se tiñen de un intenso carmín y mi pecho se sacude violentamente al sentirme apreciado y alagado. ¿hace cuánto no me decías algo lindo? ¿hace cuánto no me sonreías? ¿hace cuánto simplemente no me notabas?

 

--gracias, tu… tú también luces muy apuesto-- correspondo el alago siéndole sincero completamente y sonrío al escuchar el gracias de su parte. Sasuke viste un traje negro con camisa vino tinto y corbata negra al igual que sus zapatos, está perfectamente peinado y huele muy bien, todo el lugar está impregnado de su aroma y yo solo tengo ganas de abrazarlo y besarlo como hace tanto no lo hago, pero mejor me abstengo, no quiero que me rechace. Pero mis ojos se abren asombrados al ver unas flores en su mano, a lo cual el parece darse cuenta

 

--toma, son para ti-- mi corazón palpita dentro de mi pecho con una fuerza y rapidez que resuena hasta en mis oídos y un sonrojo aún más pronunciado que el anterior cubre sin miramientos mis mejillas sintiendo un calorcito muy reconfortante en mi interior

 

--para… para ¿mi?-- me acerco lentamente y sostengo el ramo entre mis manos sin creérmelo todavía, es que hace semanas que Sasuke no tiene una atención como esta conmigo, empezando por su hermosa sonrisa, no necesito flores, no necesito chocolates, no necesito regalos, lo necesito a él, conmigo, como antes.

 

--por supuesto ¿para quién más podrían ser?-- sonríe de lado ante mi incredulidad y sin darme tiempo a reaccionar termina por acortar el espacio entre él y yo de un par de pasos posando una de sus manos en mi mejilla y la otra en mi cintura acercándome a él y besándome inmediatamente después a lo cual demoro un poco en reaccionar pero al ser consciente de su beso, le abrazo fuerte por el cuello con las flores aun en mi mano empezando ahora si, a corresponder al contacto. Fue un beso que me supo a gloria, me supo a felicidad y tranquilidad ante los pensamientos que rondan mi cabeza estos últimos días, semanas, meses, ya no sé. Solo sé que estoy feliz, tanto que por poco se me olvida que tengo que respirar si no es porque le siento alejarse rompiendo el beso y aspiro una gran bocanada de aire al sentirlo ya haciéndome falta en mis pulmones, pero tontamente rio un poco al pensar que me hacen más falta sus labios sobre los míos que el oxígeno en mis pulmones.

 

--¿Por qué la risa?-- me pregunta un poco desconcertado

 

--por nada, por nada, es solo que… estoy feliz-- uno de nuevo mis labios a los suyos en un casto beso dispuesto a separarme rápidamente, solo que al parecer él no quiere que rompa el contacto ya que pasa la mano que tenía en mi mejilla a mi nuca haciendo presión para volver el beso más profundo --Sasu-Sasuke.. ngh… esp-espera-- mis palabras salen entrecortadas ya que él no me deja hablar, pero al ver mi insistencia en separarme bufa y rompe el beso completamente mas no el contacto entre nuestros cuerpos

 

-¿Qué pasa?--

 

--es que… la ropa… se arrugara-- suelto de a pedazos mientras trato de recuperar nuevamente el aire, se me olvidaba que los besos de Sasuke tienen ese efecto en mí, son tan abrasadores, pasionales y ardientes que me dejan sin aliento. Siento como une su frente a la mía  

 

--pues abra que quitarla entonces…-- susurra sobre mis labios y muerde mi labio inferior jalándolo suavemente tomándome de la cintura, me levanta logrando con ello que suelte el ramo para poder agarrarme de sus hombros y enrede mis piernas en su cintura

 

--las flores, espera se me cayehmmm-- no me deja terminar de hablar porque asalta de nuevo mis labios con los suyos ansiosamente

 

--déjalas, te necesito ahora-- dice demandante y vuelve a besarme sin opción a replicarle nada además, no es como si quisiera hacerlo, ¿Cuánto hace que no me toca? ¿Cuánto hace que no me siento deseado como ahora?, eso ya no importa, enredo los dedos de mis manos en su negro cabello y correspondo el beso con ansias, jugando con su lengua, lamiendo y saboreando el sabor de mi pareja. Escucho una puerta cerrarse y me percato que estamos en nuestra habitación, ni cuenta me doy cuando llegamos acá, el afloja el agarre en mi cintura y yo bajo mis piernas colocándolas en el suelo sin dejar en ningún momento de besarnos.

 

Su boca ahora recorre mi cuello el cual besa, lame y muerde a su antojo mientras sus manos se  pasean por mi cuerpo sin escrúpulo alguno, acariciándome y desvistiéndome de paso ante lo cual yo solo gimo quedamente sintiéndome muy excitado y con ganas de verle a él también desnudo junto a mí, así que sin más, empiezo a desvestirle igualmente, su corbata, saco y camisa quedan en el piso junto con mi ropa en un instante, mis manos acarician su fuerte pecho y me pego completamente a él frotándome contra su cuerpo mostrándole así mi deseo, gimo sobre su oído sabiendo que a él le gusta que lo haga al sentir el rozamiento de nuestras entrepiernas

 

--Naru… hmmmm… te deseo…ngh…-- jadea roncamente al sentir mi mano sobre su entrepierna masajeándola, estimulándola, mientras sus manos se cuelan en mi pantalón y boxers tomando mis nalgas en cada una de sus manos magreandolas a su antojo

 

--yo tam… yo también…ngh… te amo-- le beso ansioso y dejándome llevar a la cama a tropezones hasta que por fin llegamos y caemos sobre ella, el sobre mí, abro mis piernas para que se acomode entre ellas y llevo mis manos a su pantalón tratando de quitárselos, retiro el cinturón y desabrocho su pantalón bajándoselo lo que me es posible al igual que sus boxers y el al ver que no logro sacárselos lo suficiente se levanta y se los quita ante mi atenta y anhelante mirada, el me mira y sonríe de lado llevando su mano a su propio miembro empezando a masturbarse, muerdo mis labios enormemente sonrojado, el suelta una risita a lo que yo hago un puchero algo molesto --no te burles-- intento sentarme en la cama pero él me lo impide jalando de mis piernas haciendo que quede acostado de nueva cuenta

 

--es que me encanta como me miras-- desliza sus manos por mis caderas quitando mis pantalones e interiores en el proceso entreteniéndose acariciando y besando mis piernas, sube hasta quedar frente a mi rostro y me besa vorazmente pegando su pelvis contra la mía haciendo que soltemos un gemido que muere en nuestras bocas por el roce

 

--Sas… ahhh… se siente… hmmm… bien..ahhh-- el mueve sus caderas simulando embestidas mientras yo acaricio y rasguño su espalda sintiéndome en éxtasis, lleva dos de sus dedos a mi boca y yo sabiendo lo que tengo que hacer los empiezo a lubricar concienzudamente hasta que él los retira y dirige a mi entrada empezando a dilatarla con cuidado

 

--¿estás listo?-- yo asiento en afirmación y poso mis manos en sus mejillas acercándolo hacia mí para besarle cerrando mis ojos y arqueando mi espalda al sentirle invadirme de una sola estocada. Con el paso del tiempo sus embestidas se hicieron más rápidas, certeras, enloquecedoras y el sudor, gemidos, jadeos, nuestros nombres escapándose de los labios contrarios, las caricias, besos, expresiones de amor y demás resonaron con fuerza en las cuatro paredes que conforman nuestra habitación. De esa manera consumamos una vez más como muchas otras, nuestro amor y nos entregamos el uno al otro sin pensamientos demás, sin dudas ni titubeos.

 

Al termino de dicho acto nos alistamos rápidamente para llegar a tiempo a la comida ya programada, íbamos algo tarde, pero no es algo que en estos momentos me importe lo más mínimo. Por suerte la ropa no quedo tan maltrecha como supuse así que no hubo necesidad de cambiarnos por otra.

 

.

.

.

 

Llegamos rápidamente al lugar de la cena que es ni más ni menos una enorme mansión que cubre por lo menos tres cuadras, tiene unos enormes jardines por lo poco que puedo apreciar debido a la oscuridad de la noche, noto que su fachada es blanca debido a unas luces que están dirigidas a la susodicha iluminándole y haciéndola brillar en todo su esplendor. Parqueamos el auto y Sasuke toma mi mano la cual estrecho sin esperar un segundo y nos dirigimos a la entrada donde un mayordomo nos saluda y nos pide la invitación muy amablemente a lo cual mi pareja se la entrega y el personaje de la puerta haciendo un ademan con su mano enguantada nos da paso dándonos la bienvenida.

 

--es hermosa-- susurro refiriéndome a la mansión, miro a todos lados, viendo lo hermoso del decorado y lo amplia que es por dentro, hay mucha gente muy elegantemente vestida y con una copa o algún aperitivo en sus manos hablando afablemente con otras.

 

--ven, te presentare a alguien-- escucho que me dice Sasuke y a paso lento me lleva hacia un lugar donde hay varios varones con al parecer sus respectivas parejas.

 

Me siento algo fuera de lugar estando en medio de toda esta gente que cabe destacar me miran de arriba a abajo como preguntándose ¿qué hace una persona como yo ahí?, todas estas personas han de ganar en un día lo que yo en un año con mi trabajo de fotógrafo, me va bien, pero no como para permitirme tanta ostentosidad y despilfarramiento, aunque tal vez si yo tuviera tanto dinero me compraría una casa como esta, es muy bonita en verdad.

 

--buenas noches Madara-san, gracias por su amable invitación-- dice Sasuke a un varón algo más alto que el de cabello negro que cae hasta su espalda, de ojos negros profundos y sonrisa amable, al parecer dueño de la mansión

 

--buenas noches Sasuke-kun, un placer tenerte aquí al lado de tan bella compañía-- me siento algo avergonzado ante las palabras de la persona frente a mi ante su cumplido, no soy la gran cosa, así que no se a que vienen sus palabras.

 

–le presento a mi pareja Uzumaki Naruto-- veo como el dueño de la casa estira su mano buscando estrecharla con la mía y dando un respingo y un paso al frente hago lo mismo hasta que las entrelazamos y sonrió ampliamente presentándome

 

--mucho gusto Madara-san, Uzumaki Naruto, gusto en conocerle-- suelto su mano y vuelvo al lado de Sasuke retrocediendo el paso anteriormente dado

 

--el gusto es totalmente mío-- me sonríe y se inclina un poco hacia mí lo cual hace que mis mejillas se tornen algo calientes, tanta galantería me avergüenza, no estoy acostumbrado a que se porten así conmigo, exceptuando claro a Sasuke y si no estuviera tan ocupado sonrojándome habría notado el ceño fruncido de este ante aquello.

 

Después de esa situación un poco incomoda a mi ver, Sasuke junto a Madara-san y otros varones se retiraron a hablar de asuntos de negocios donde no tenemos nada que ver ni que hacer sus parejas, así que tome una copa de champagne que estaba repartiendo uno de los muchos meseros que habían en el lugar atendiendo a los invitados y me dirigí a un balcón que daba vista a un muy hermoso jardín. Bebía el líquido amarillento con lentitud pensando en muchas cosas, Sasuke hoy se ha portado menos frio y distante que todas estas semanas y eso me da un cosquilleo en el estómago, al parecer toda su actitud de antes la ha dejado atrás y ha vuelto a ser el mismo hombre del que llevo enamorado gran parte de mi vida. Lleve la copa a mis labios para terminar el líquido allí dentro pero no siendo muy consiente deje resbalar algo por la comisura de mis labios y respingue al sentir una tela suave limpiar dicha comisura a lo cual voltee rápidamente mi vista a su dueño enrojeciendo y sintiéndome muy apenado

 

--Ma-Madara-san que pena, soy un torpe-- por acto reflejo llevo mi mano a mi barbilla buscando retirar cualquier rastro de la bebida alcohólica que se escapó mientras me disculpaba

 

--no se preocupe Naruto-kun, a un doncel tan bello como usted se le perdona absolutamente todo-- dice mientras una sonrisa de lado se posa en sus labios y sus ojos no dejan de mirarme penetrantemente, lo que me hace sentirme algo intimidado, él parece darse cuenta de eso y cambia su mirada por una más amable --¿y Sasuke kun?--

 

-¿eh?, ¿no estaba con usted hace un rato?-- pregunte con duda a lo cual el asintió y luego respondió

 

--lo estaba en efecto, pero hace unos minutos terminamos de hablar lo que teníamos que hablar, así que me retire a hablar con algunos de los invitados y pensé que él estaría con usted-- termino contándome y mire a los lados buscando con mis ojos a Sasuke

 

--seguramente ah de estar saludando o conversando con alguien mas-- respondo convencido de ello

 

--pues que descuidado es, una belleza como usted Naruto-kun, es imperdonable el dejarla sola-- siento como su presencia se hace más cercana a mí y posa una de sus manos en mis mejillas dándome una leve caricia a lo cual yo retrocedo un paso chocándome con el balcón

 

--no-no se preocupe, estaba admirando su jardín, así que no hay problema, en serio-- doy una sonrisa nerviosa y levanto mi mirada ya que es bastante más alto que yo fijándome en su rostro,   percatándome que es muy atractivo a pesar de los años que se carga, unos 38, tal vez unos cuantos años más, ante su caricia en mi mejilla no hago nada por rechazarla pero no porque me guste, es solo que me desconcertó, nadie va y anda acariciando a las personas asi como asi, creo.

 

--hasta que te encuentro Naruto-- escuchar la voz de Sasuke me hace estremecer y retiro de un rápido pero sutil movimiento la mano de Madara-san que aún tenía en mi mejilla y me acerco a mi pareja quedándome a su lado

 

--hola Sasuke, estaba hablando con Madara-san sobre ti precisamente-- digo algo nervioso al notar la cara de molestia de Sasuke, está enojado y siento que malinterprete las cosas

 

--claro, es como dice el doncel aquí presente Sasuke-kun-- el mayor le sonríe a Sasuke y da un par de pasos alejándose de nosotros --ahora si me permiten tú y tu bello acompañante, los invito al comedor, ya deben estar por servir la cena-- dicho esto hace un leve reverencia hacia mí y se marcha, me inclino también dándole las gracias y miro de reojo a mi acompañante

 

--Sasu…-

 

--¿Por qué te estaba tocando Naruto?--  me interrumpe en un tono que pretende ser calmado pero que denota enojo a la vez que me toma de uno de mis antebrazos con su mano apretándolo

 

--no es lo que piensas-- le digo en tono calmado buscando tranquilizarlo y obviando el fuerte agarre a mi antebrazo

 

--¿Qué sabes tú lo que yo pienso eh?-- murmura y me suelta dándose la vuelta --vamos a cenar-- dice sin más y le sigo en silencio al enorme comedor. Discutir con él en este momento que está enojado no es buena idea, no estaba haciendo nada malo de todas maneras, así que espero que esto no sea un problema más tarde. Sasuke es una persona extremadamente celosa y posesiva. Eso en parte me alegra, me hace pensar que aún me ama, me hace pensar que soy importante para él y que me quiere, pero no quiero que peleemos por algo que sinceramente no vale la pena, no quiero que las cosas vuelvan a como estaban antes, no después de lo que paso esta noche entre nosotros, puede que sea algo muy normal entre las parejas el compartir la cama demostrándose su amor, pero como iban las cosas eso ha sido un avance a mis ojos, no quiero que la alegría de hoy se nuble por un malentendido.

 

Continuara...

 

Notas finales:

Como dije, va a ser muy corto, el siguiente capitulo en tres o cuatro dias, gracias por leer nwn


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).