Chanyeol condujo hasta el desierto aparcamiento de un polígono industrial a las afueras de la ciudad. Mirasen donde mirasen no había nadie más fuera del coche. Mejor, así se ahorraban el ser molestado, no había sido tan mala idea tener que ir hasta tan lejos. Intimidad era lo que necesitaban en ese momento, así no podrían poner en peligro la vida de nadie.
El mayor había insistido mil y una veces que le llevase a un lugar donde no hubiese gente y le enseñase, porque Baekhyun quería aprender y quería saber. Quería ser mayor y hacer cosas de mayores. No en vano era adulto y el mayor en el lugar. Ya era hora de que empezase a hacer y a tener responsabilidades de mayores.
Después de suspirar profundamente Baekhyun se quito el cinturón de seguridad.
–Echa para atrás el asiento, necesito espacio para poder moverme.
Chanyeol le miro estupefacto. No comprendía bien aquella actuación de Baekhyun. Normalmente él se lo permitía todo, no era difícil hacerlo: a Chanyeol le gustaba complacer y a Baekhyun ser complacido. En ese aspecto se compenetraban del todo.
Para cuando se quiso dar cuenta el alto tenía a su amigo encima, incluso lo tuvo que agarrar por la cintura para que no se golpeara contra nada. El mayor había sido tan listo que en vez de no darse la vuelta para ponerse en el lado del conductor lo había hecho y ahora estaba cara a estomago con Park Chanyeol en un lugar diminuto (porque no había echado el asiento para atrás), golpeándose contra el volante del coche en la espalda, lo cual le obligaba a reclinarse sobre el cuerpo de Chanyeol y que este le agarrara porque el bajito no podía apoyar bien los pies en el suelo por su estúpida postura.
–Espera… –medio gruño Chanyeol al ver la que había montado su buen amigo. Abrió la puerta del coche y se encontró con la razón por la que Baekhyun no había salido del coche y dado toda la vuelta para meterse en su lado del coche: hacia mucho frio fuera.
Con prisa salió del coche para poder volver a entrar cuanto antes otra vez más para entrar en calor.
–¿Por qué siempre lo haces todo tan complicado mi pequeño cerdito? –preguntó Jongdae entonces mientras pellizcaba el moflete derecho de Baekhyun. Este le respondió pegándole un mordisco en los dedos, de esta manera los aparto de él rápidamente.
–Tú estás aquí también para enseñarme, no para meterte conmigo –le recordó.
–Ñeh –imitó el sonido de una bocina cuando alguien dice la respuesta correcta–. Estoy aquí para quitarle hierro al asunto y que la tarde sea más llevadera –le corrigió–. Además si pasa algo es mejor que estemos tres en vez de solo dos –esa última frase la dijo muy en serio, no como el resto de cosas que había soltado por la boca.
La puerta del copiloto se abrió y se cerró casi seguido. Los dos chicos que se encontraban dentro lo miraron fijamente, casi parecía que habían descubierto un extraño ser. Antes que nada Chanyeol se puso el cinturón. Sabía perfectamente cómo podía acabar la cosa. Baekhyun le ponía ganas a aprender a conducir, pero sus ganas no eran precisamente recompensadas con mejoras.
–Bien, la teoría te la sabes –le recordó lentamente mientras el bajo agarraba el volante con las dos manos con nerviosismo–. Ahora solo tienes que llevarlo a la práctica. Es fácil. Solo concéntrate y hazlo. No puede ser peor que la ultima vez –le recordó.
Baekhyun asintió y comenzó con la maniobra para poder arrancar el coche. Lo hizo todo de una manera lenta. MUY lenta. Tan lenta que sus dos amigos no estaban seguros de si se estaban moviendo o no. Jongdae miro por las ventanillas, para comprobarlo. El motor hacia el ruido propio pero ellos casi ni se movían.
–Baekhyun, puedes ir un poco más rápido –intentó animarle Chanyeol para que fuese apretando poco a poco el acelerador. Este asintió acelerando poco a poco, siguiendo aun ese movimiento tan suave que llevaban.
–Odio estas maquinas –murmuró para sí mismo. Bueno quería que fuese un comentario privado pero de lo nervioso que estaba no controlaba su voz como era debido–. Están hechas para matar –siguió a lo suyo mientras Chanyeol y Jongdae se miraban fijamente preocupados por la situación de estrés que estaba atravesando su amigo en común.
–¿Qué paso la ultima vez? –quiso saber él que estaba en los asientos traseros.
Por solo esa pregunta Baekhyun se puso rígido, alargo los brazos que a su vez se le fueron hacia la derecha y acelero de manera exagerada. Comenzó a ponerse más nervioso de lo que ya estaba y dirigió el coche hacia la farola más cercana: la que estaba en medio del aparcamiento y que a su vez tenía cuatro focos.
–¡¡FRENA BAEKHYUN!! ¡¡FRENA!! –le grito Chanyeol preocupado tanto por su nuevo coche como por sus vidas.
Con un movimiento brusco Baekhyun consiguió no empotrarse contra una farola, la única que había en todo el aparcamiento. Si no fuese por el cinturón de seguridad todos estarían muertos, casi ni se podían creer la suerte que habían tenido. Jongdae se palpo todo el cuerpo para verificar si estaba entero o alguna parte del cuerpo se había salido del sitio. Al ver que todo estaba en su sitio decidió romper el tremendo silencio incomodo en el que se había sumido el coche, pues Baekhyun y Chanyeol parecían estar en shock.
–No te darán nunca el carnet de conducir Baekhyun –aseguró intentando no parecer muy duro.
Sus dos amigos asintieron por inercia, lentamente aun en su mundo.
–Y Chanyeol tendrá que hacerte de chofer toda su vida –ambos volvieron a afirmar.
No fue hasta unos segundos más tarde que Chanyeol entendió que Jongdae se había desentendido de todo problema con Baekhyun y el coche. Se dio la vuelta rápidamente y fue a asestarle un pequeño puñetazo en el hombro. El atentado se echo para atrás mientras reía por la reacción de su buen amigo mientras el mayor seguía ensimismado, mirando al frente maldiciéndose por ser tan malo al volante.