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La libertad no es gratuita por Litziar

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Notas del fanfic:

Makoto x Haru

Rin x Haru (muy poco)

Los personajes de free no me pertenecen a mi, ya me gustaria que asi fuera ):

Notas del capitulo:

Hola, este es mi primer fic, la verdad es que no hubiera podido subirlo sin ayuda de una buena amiga, asi traten de darle una oportunidad.

Gracias y disfruten la lectura

Capítulo 1: El principio de algo largo

Era un dia lluvioso y húmedo en la preparatoria Iwatobi. Nuestro pelinegro se hallaba distraído en clases como siempre, este trataba de ver la alberca de la escuela por la ventana que tiene justo a un lado, no le habían permitido nadar estos últimos días a causa del mal tiempo que había.

-Haru - susurro de forma dulce la voz del castaño de ojos color esmeralda el cual se hallaba sentado a  lado derecho de el – te recomiendo poner atención, estamos viendo tema de examen –.

El pelinegro no respondió a su sugerencia solo volteo su cabeza hacia el frente, pero no hiso contacto visual con el castaño.

El pelinegro se dio cuenta de que estos últimas semanas había estado tratando a Makoto de esa forma, indiferente y cortante, aunque el realmente desconocía el porqué de sus acciones. Solo sentía como su corazón se aceleraba cada que estaba cerca de él y que su sonrisa hacía, por alguna razón, hacía que él se sintiera alegre.

-“Últimamente me he comportado de manera extraña con Makoto”- pensaba el pelinegro.

 

A la hora del almorzar Haru y Makoto se hallaban sentados compartiendo el escritorio de Haru.

-Haru, ¿qué has traído hoy para comer?- Preguntaba el castaño con una sonrisa cálida mientras dirigía con un pedazo de alga a su boca.

Haru nuevamente no respondió, solo había clavado la mirada a algún punto del escritorio.

-Últimamente ha estado lloviendo mucho- agregó Makoto al ver que Haru nuevamente no respondía.

Pero nuevamente no hubo respuesta ni contacto visual con el castaño.

-¿Te sucede algo?- el castaño pregunto logrando que el pelinegro volteara a verlo – Haz estado actuando de forma extraña-.

- ¿Ah, sí?- el castaño respondió de forma indiferente y seca

Makoto se había percatado de que algo andaba mal por aquel tono con el que contesto, pero se decidió a no hablar más sobre el tema y el resto del tiempo de almorzar reino el silencio entre ellos dos. Las clases continuaron de la misma forma.

Cuando dio el toque de termino de clases Haru apresuro a guardar sus cosas y retirarse de manera veloz dejando a Makoto atrás quien no había podido seguirlo ya que la maestra llamo para pedirle ayuda a llevar algunas cosas a la sala de maestros.

El pelinegro se encontraba casi corriendo entre los pasillos y escaleras para llegar rápido a la planta baja donde se encontraba la puerta principal, ignoro a Rei y a Nagisa quienes lo habían saludado cuando paso en frente de su salón. Cuando por fin llegó a la planta baja se apresuró a buscar su paraguas entre todos los demás pero después de haber buscado por un pequeño momento, no logro encontrar el paraguas y para su mala suerte Makoto se hallaba corriendo hacia él.

-Haru!- Gritaba el castaño- ¡que cruel eres, no me esperaste!-.

El corazón de Haruka empezó a latir aún más fuerte al escuchar a Makoto se acercaba a toda velocidad. Este no encontró otra solución más que salir corriendo a la lluvia sin ningún paraguas en sus manos. El castaño le imito y salió sin buscar su paraguas.

Una pequeña persecución empezó entre ellos, el pelinegro se dirigía a su casa mientras era perseguido por el castaño, el cual no paraba de llamarlo.

-¡Espera!-Gritaba Makoto en tono de súplica – ¡Haru!-.

El pelinegro ignoraba sus gritos y seguía corriendo, el sentía que no debía detenerse o algo malo pasaría.

Estaba a unas cuantas cuadras de la casa del  pelinegro, cuando, milagrosa mente el castaño logro detener al pelinegro. Había corrido con todas sus fuerzas para así poder lograr tomar el brazo del más pequeño, y de un solo movimiento terminar frente a frente.

Las mejillas del pelinegro se habían teñido de un ligero carmesí con el contacto del castaño.

-S-suéltame!- decía el más pequeño avergonzado.

- ¡No te soltare hasta que me des una explicación de lo que ocurre contigo!- insistió el castaño mientras alzaba la voz y la lluvia caía a cantaros.

-¡Solo te estas imaginando cosas, estoy perfectamente bien, ahora déjame ir!-.

-¡No mientas Haruka, te conozco muy bien y el comportamiento que estas teniendo no es normal en ti!

El pelinegro se sonrojo con aquellas palabras –“El me conoce muy bien”-pensaba. Pero en cuanto bajo un poco la guardia este aprovecho para soltarse de las grandes manos del castaño y así salir corriendo nuevamente. Pero para su mala suerte Makoto pudo atraparlo nuevamente tan solo dando un gran paso y estirando su brazo.

Nuevamente habían quedado cara a cara.

Fue de un momento a otro cuando el más grande inclino su cabeza tomando la nuca del contrario para hacer un suave y cálido contacto con sus labios.

Haru reacciono a esto y separo sus cuerpos con rapidez-¡¿Espera que estas haciendo?!-.

-Perdona, perdona no pude contenerme más-confesó el castaño mientras llevaba su mano derecha a su nuca-Aunque no lo creas siempre te he amado-.

El menor abrió sus ojos como platos-Makoto…-susurro de forma débil-.

-Te amo Haru, siempre lo he hecho-el castaño había declarado sus sentimientos- es por eso que me lastima verte actuando de esa forma-.

El menor había quedado impactado por aquello, después de todo el motivo de su extraño comportamiento era que sentía atracción hacia su amigo-Makoto…yo…también he estado pensando de ti…de esa forma- confesó con dificultad.

Al escuchar esto el mayor sonrió de oreja a oreja y no dudo en abrazar al menor rodeando su cadera con sus grandes brazos, el menor respondió al abrazo y rodio el cuello del más grande con sus brazos.

El mayor poso su cabeza en la frente del más pequeño y lo miro a los ojos- Haru, ¿aceptarías salir conmigo?-.

Al menor se le habían teñido de un carmesí intenso toda la cara-S-si...acepto- respondió mientras volteaba a otro lado para evitar contacto visual con el contrario.

El mayor sonrió nuevamente y con su mano izquierda tomo la barbilla del otro para darle un beso nuevamente. Esta vez el beso se fue de tierno e inocente a intenso y apasionado. La boca del menor se había abierto un poco permitiendo el paso de la lengua del más grande, la lengua del mayor empezó a entrar a la cavidad del contrario y la exploración de su lengua empezó, este recorrió cada rincón de la boca del menor, hasta que sus lenguas se toparon nuevamente y una pequeña pelea de lenguas se desato para ver quien tendría el control de aquel apasionado beso.

El castaño, ya excitado, empezó a dar un paseo por la espalda del menor con su mano derecha, la cual de alguna manera había logrado meterse entre su camisa para hacer contacto directo con su espalda, su mano empezó a descender hasta llegar a la zona donde la espalda empezaba a perder su nombre, para luego rodear sus caderas y llegar a la parte frontal donde ya se encontraba el miembro del menor notablemente erecto. El mayor empezó a sobar de manera suave el miembro del más chico, aun sobre su pantalón, mientras que el menor soltaba leves gemidos.

-Espera-interrumpió el pelinegro mientras separaba sus labios- este no es el lugar adecuado para hacer esto-.

-Nadie nos vera, la lluvia ahuyenta a cualquiera que haya estado cerca- respondió el castaño un poco molesto por la interrupción-.

-Lo sé, pero de igual manera no nos podemos arriesgar a que nos vean, además pescaremos un resfriado si seguimos baja la lluvia-.

-Entonces vayamos a tu casa- el más grande tomaba de la mano al menor mientras caminaba rápidamente a casa del menor.

Ya en casa del pelinegro, tan solo habían cerrado la puerta principal y el mayor ya se había balanceado a él para seguir con lo que habían dejado a medias en la calle.

El mayor y el menor se besaban con tanta pasión que cada que se separaban para tomar aire nuevamente  la respiración de ambos se notaba agitada y un hilo de saliva quedaba colgando de los labios de ambos haciendo un pequeño puente que se rompía después de un rato.

Sin dejar de abrazarse se dirigieron al cuarto del menor donde el mayor empezó a desvestirlo, empezó por el saco y la corbata del uniforme para luego empezar a desabrochar los botones de su camisa blanca y así dejando al menor expuesto de la cintura hacia arriba pero el mayor tampoco tardo en quietarse de manera agresiva su camisa y aventarla al suelo.

Cuando ambos ya se hallaban desnudos de la cintura hacia arriba, el mayor arrojo al menor a la cama para empezar besándolo en la boca para luego pasarse al cuello donde empezó a lamer y mordisquear y jugar con su oreja. Luego empezó a descender a él abdomen hasta toparse con los pezones del menor. Empezó a lamer el pezón derecho dando círculos al redor de el para luego terminar dándole chupetas y terminar mordiéndolo.

-Ah…Makoto!- el menor jadeo en señal de queja ante aquel mordisco que recibió.

El castaño ignoro al pelinegro y siguió jugando con sus pezones, ahora tenía su mano izquierda sobre el otro y su lengua jugando con el derecho de manera desesperada y un poco agresiva, mientras su mano derecha se encontraba acariciando el abdomen del pelinegro.

A todo eso el menor solo gemía cada vez más fuerte dependiendo de lo que el contrario tocara o hiciera.

-M-makoto, ve más despacio-reclamo el menor- no me voy a ir de aquí, así que podemos hacerlo con cal…mph-.

Los labios del mayor silenciaron al menor con un profundo beso-Perdón, pero he estado esperando este dia durante mucho tiempo, no creo poder contenerme-.

El castaño continúo jugando con los pezones de este y cuando ya estaban lo suficientemente duros los dejo en paz y nuevamente empezó a descender por el abdomen del menor, al llegar al ombligo de este solo lamio alrededor de este y beso bajo este último. Luego siguió bajando hasta que llego al pantalón.

-Tu pantalón está estorbando-susurro el mayor mientras desabrochaba el cierre de este.

El pelinegro reacciono ante eso y detuvo el castaño con sus manos-¿¡espera que estas haciendo!?-.

-Tranquilo, no te hare algo que no te guste-respondió el castaño-solo hare que sientas placer-.

-No creo estar listo…paremos por hoy-suplicaba el menor.

-Vamos Haru, conmigo aquí no pasara nada solo nos divertiremos un poco-.

-Bueno…solo porque eres tu-condiciono el pelinegro-pero solo será por hoy-.

Makoto continuo bajándole el pantalón para luego también bajar su ropa interior y dejarlo totalmente expuesto.

-Descuida, solo jugare un poco por aquí-.

Retomo su camino y siguió dejando un rastro de saliva por donde pasaba. Hasta llegar al miembro ya erecto del menor.

El más grande empezó acariciándolo suavemente y luego lamer delicadamente el miembro del menor.

-M-makoto...Ah…espera…ah!-gemía el menor con fuerza.

-Tranquilo, todo estará bien- insistía el mayor.

El castaño empezó a acariciar con más fuerza el miembro del menor. Haciendo que el menor gimiera con mucha fuerza.

-¡B-basta… ya no puedo más!-suplicaba el menor.

Pero eso no era suficiente para el castaño él quería escuchar gemir con mucha más fuerza al pelinegro.

-¡Apenas estamos empezando!-contesto nuevamente el más grande mientras empezaba a bajarse los pantalones y la ropa interior dejando expuesto su miembro.

El mayor poso sus dedos en los labios del menor- lámelos-.

El menor se quedó callado sin hacer lo que este otro le pedía.

-Si no los lames te dolerá más, ya que no tenemos vaselina-.

El menor termino obedeciendo al mayor y empezó a lamer de forma desesperada sus dedos.

Cuando el mayor sintió que los dedos ya estaban lo suficientemente mojados los retiro de la boca del menor.

Acomodo las piernas del menor sobre su hombre y abriolas piernas de este para empezar a introducir el primer dedo en su pequeña entrada.

-¡Ah…Makoto…eso…duele!-quejo el menor mientras se aferraba fuertemente a las sabanas de la cama.

El mayor sonrío y empezó a mover el dedo dentro de la entrada del menor, haciendo que el menor se moviera un poco, luego de un rato de estar haciendo movimientos circulares con su dedo opto por meter el segundo dedo con el cual ya dentro empezó a hacer un movimiento similar al de unas tijeras. Este segundo dedo provoco que el menor arqueara su espalda en señal de dolor. Luego de unos momentos metió el tercer dedo en la entrada y empezó a moverse un poco más rápido para luego, después de unos momentos, retirar todos los dedos.

-Haru, necesito que ahora te relajes, si no te dolerá mucho-.

El menor trato de obedecer a las indicaciones del más grande.

El castaño abrió nuevamente las piernas del pelinegro y empezó a introducir su miembro en él, empezó despacio hasta llegar a los más hondo que pudo, luego empezó a hacerlo para atrás casi sacándolo pero volviendo nuevamente hacia adelante.

El menor se mordía el labio inferior tratando de no gritar para no llegar a alterar a los vecinos con sus gritos de dolor-¡M-makoto!-.

Después de unos momentos de haber repetido aquel movimiento con mucho cuidado, empezó a envestirlo con más rapidez.

-¡Makoto…para, para…duele!-gemía el menor con fuerza.

-T-tranquilo…ya casi terminamos-respondió el mayor con un poco de esfuerzo.

Fue entonces que empezó a envestir con más fuerza y la cama empezaba moverse con sus movimientos.

El castaño para por un momento-¿realmente quieres que me detenga?- pregunto con un tono serio.

El pelinegro ante eso quedo pensativo-No…quiero que lo hagas más fuerte-respondió con sonrojo n sus mejillas mientras dirigía su mirada hacia otro lugar de la recamara.

El castaño cumplió las suplicas de su amado y empezó a envestirle con toda su fuerza haciendo que nuevamente la espalda del menor se arqueara y gimiera con mucha fuerza.

-E-espera…si lo haces así de fuerte…terminare por córreme-decía el menor entre jadeos.

-Hazlo… quiero verte hacerlo-decía el mayor con esfuerzo.

-N-no, seria vergonzoso-respondió el menor mientras nuevamente dirigía la mirada hacia otra parte.

-Haru, mírame-el mayor bajo un poco el ritmo y tomo la barbilla del menor-…hazlo…-.

Inevitablemente el menor sintió como una ola de placer recorría todo su cuerpo y hacia que un líquido caliente fuera expulsado por su miembro salpicando el abdomen del más grande-¡Ah!-.

El mayor embarro aquel líquido a su mano derecha y lo lamio con placer en su rostro para luego caer rendidos en la cama junto al menor.

Makoto se acercó y al menor y lo abrazo para susurrarle en el oído-Te amo-.

El menor abrió sus ojos de par en par, estaba apenado, pero el no dudo en responder-yo también…-.

(Fin del cap.1)

 

Notas finales:

Este fue el primer cap. espro y les aya dejado picados XD

Subire un nuevo cap todos los Viernes

Hasta luego!


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