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La casa de atrás por Mero-Mero-San

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Notas del fanfic:

Necesitaba subirlo, ustedes diran como saben, si no va bien, lo borro :)

Notas del capitulo: De nuevo yo...bueno, espero que lo disfruten

Las reglas que puse son un asco XD

Los derechos son del Gran Oda-sama
Al fin viernes por la noche, algunos hombres de negocios y jóvenes salen a disfrutar de la fresca noche que les ofrece este ultimo día de la semana; un joven delgado y elegante se arreglaba sus ropas para salir, un amigo de su padre lo ah invitado a un lugar que dijo “era un sueño” no se pregunto nada, solo se imagino millones de piernas y grandes pechos para admirar, al ajustar su corbata el timbre sonó a la hora exacta, de un grito se despidió de su padre y salió con aquel conocido, Mihawk, ese hombre era un inversionista que llevaba una buena vida, era amigo de su padre debido a que le agradaba sus comidas, elegante y muy serio, este tenía un particular cariño al rubio, decía que era un buen muchacho.

Tomaron un taxi y el mayor dio una dirección, el chico, cocinero, no sabía a dónde iría, pero si se trataba de Mihawk nada malo le sucedería, el lo conocía desde que tenía 10 años y ciertamente lo quería como un segundo padre, pero siempre habría esa frialdad entre medio de ambos, en quince minutos llegaron a una casa quinta, el pelinegro de inmediato le explico que era un lugar para caballeros, allí habrían mujeres que lograban encender al más tímido, apenas cruzaron la puerta varias mujeres con disfraces de sirenas, en bikini, de colegiala y de cualquiera que uno se podría imaginar los atendieron con caricias y susurros

-Gasta lo que quieras, acuéstate con cuantas quieras, yo lo pagare, me iré hacia atrás-

-¿A dónde?- era la primera vez que el mayor se alejaba de su lado, recorrieron muchos lugares juntos y jamás había quedado solo entre la muchedumbre –sé que hay mujeres, pero no quiero que te alejes- le rogo sonrojado

-Entonces sígueme- caminaron entre medio de muchas parejas que disfrutaban de la compañía de otra, luego salieron hacia el patio trasero donde había una casa un poco mas diminuta que la de adelante, toco tres veces la puerta y un muchacho de cabellera negra abrió vestido de gato, la cara del rubio fue de un asombro indescriptible, tenía unas enormes pata de gato en sus manos y pies, una cola, una cinta que cubría sus “pechos” una minifalda, un collar con cascabel y las orejas

-Señor Mihawk, bienvenido ¿un cliente nuevo?- se pregunto mirando al rubio

-Sí, es novato en esto- el muchacho que resultaba casi ser de su edad los guio hasta un sillón donde ambos pidieron algo para beber, Sanji se sintió algo horrorizado al ver hombres bastante guapos vestidos como mujeres, de sirenas y colegialas, etc. -¿estás incomodo?-

-A-Algo, no sabía que usted tenía estos gustos-

El mayor solo se limito a reírse un poco y no decir nada más, ojeaba a cada hombre que se le cruzaba por la vista, pero su preferido no estaba entre la muchedumbre, el chico que anteriormente los atendió se acerco con sus respectivas bebidas

-Que lo disfruten-

-Dime Mugiwara- el menor lo miro -¿Dónde está Oni?-

El chico se mostro incomodo y apretó la bandeja contra su pecho, no debería mentir y menos tardar en su respuesta con alguien tan respetado –esta con un cliente ahora-

-Entiendo, llámalo-

-Pero…-

-¡Ve!- casi corriendo Mugiwara se fue –cielos, se supone que el servicio aquí es de primera ¿Qué pasa con ellos?-

Sanji se vio intimidado por la actitud tan violenta del amigo de su padre, pero era mejor guardar silencio, eso le pasaba por aceptar la propuesta de salida, aunque no sabía nada del destino, fue culpa del mayor, bebió su ron con tranquilidad esperando ver al tan llamado Oni, troto su mirada por toda la sala, hombres de negocios, estudiantes y ancianos se encontraban allí disfrutando de la compañía masculina; una pareja cayó en el sillón de al lado en plena acción, el de abajo no paraba de gemir y el de arriba solo se satisfacía en empujar y empujar

-M-Mihawk, creo que me voy-

-tranquilizante, es muy común ver parejas teniendo relaciones en cualquier parte- miro la puerta principal y tal como decía el pelinegro, había otra pareja que se estampaba contra la entrada, otra cerca de la barra en el suelo, eso no es un paraíso, era el infierno, es vergonzoso y humillante –ahí viene-

-Lamento la espera Mihawk, aquí esta Oni- el rubio quedo petrificado

-Tú eres…-

En cuanto Oni se dio cuenta de quién era esa persona tomo una de las patas de Mugiwara y se la puso en la cara de la vergüenza -¿lo conoces Sanji?- ambos pelinegros miraron al rubio que rebalsaba de la ira

-Si, como olvidarme de esa cara ¡Este maldito apuñalo a mi padre una vez y además venia robar al restaurant cuanto podía!- trato de lanzársele encima pero fue detenido por la amenaza que se le presento, el chico llamado Mugiwara ya tenía lista una navaja para defender a su compañero -¿Por qué lo defiendes? ¡El me hizo mucho daño y a los que quiero!-

-Disculpe señor cliente, pero los asuntos personales están prohibidos aquí- le aclaro el menor –si quiere pelear vaya afuera, pero cuando termine el horario de nuestro trabajo- se tranquilizo un poco y volvió a sentarse –bien- guardo el arma blanca y se sentó junto al rubio en el sillón –regrésame mi pata- el muchacho le lanzo la pata arrebatada –por cierto, hoy te ves bien de sirvienta- el típico traje de la sirvienta blanco y negro, con las medias hasta el muslo y el bordadito en la cabeza -¿mañana vamos al karaoke?- la sirvienta asintió -¡qué bien!-

-Esta es tu paga ¿feliz?- apretó el fajo entregado -vamos- lo tomo de la muñeca llevándoselo a uno de los cuartos del piso de arriba

Sanji confundido vio la escena –Aquí uno paga y el otro da- respondió el pelinegro mientras llenaba su copa –los que estamos aquí trabajamos por el dinero- dejo la botella y apoyo sus puños en su regazo –esto es la salvación para muchos-

De un trago bebió el contenido –en pocas palabras se prostituyen- quería golpearlo, pero un uke jamás debía golpear a un cliente que tal vez se convirtiera en seme –que manera más vulgar de caer-

-¡Tú no sabes las razones de uno, no hables así!-

-¿Razones? Veamos, ese maldito nos robaba para venir aquí, divertirse, pero luego quedo en deuda con este lugar y no tuvo más opción que pagar con su cuerpo por que no sabe hacer otra cosa- el chico negó -¿entonces qué es?- solo guardo silencio, dejo de mirarlo con interrogación, ahora quería saber más del lugar –dime, aquí uno paga y el otro sirve ¿es así?-

-Sí, debes pagar lo que se te antoje, pero debe ser justo ¿estás interesado en alguien?-

Asintió -Oni-

Inclino su cabeza con pena -¿Quieres vengarte de todo lo que te hizo?-

-Exacto, quiero que pague- saco un cigarrillo y estaba por encenderlo, pero el menor se le adelanto –que atento- dio una lenta calada y suspiro con más calma –debe pagar lo que hizo ¿Mihawk hace mucho se acuesta con él?-

-Sí, no sabría cuanto tiempo, le gusta mucho su actitud-

-¿Cómo se llama el idiota cabeza de marimo?-

Al sentirlo tan cerca Mugiwara se incomodo, otro muchacho que estaba por ahí lo empujo –señor cliente, si no paga no se acerque y además está prohibido saber el nombre de alguien de aquí, nos manejamos por seudónimos-

-¡¿Qué te pasa maldito?!-

-Nada, soy el pelirrojo, un gusto- lo dijo con tanta grandeza, pero el disfraz de animadora se lo quitaba en un instante –disculpe, no quise ser agresivo, pero no me gusta que molesten a mi pequeño- tironeo las mejillas del chico –se ve que eres nuevo, así que te doy las reglas- le entrego una hoja

1 - no debes lastimar a un uke a menos que te haya hecho algo
2 - debes pagar lo justo
3 - nunca trates de saber nada del uke
4 - aquí si te insinúas y no pagas es mejor que te largues
5 - no maltratar y menos matar

-¿La última regla va para los ukes?-

-No, en general, bien, me voy, recuerda la regla 4, adiós- le pareció un buen hombre el pelirrojo, pero no dejaba de ser vergonzoso que se entregara a cualquiera que le pagara, miro al chico a su lado que disfrutaba comer una picada de jamón y queso

-¿Cuántas horas tenemos para que Mihawk salga?-

Quedo pensativo mientras masticaba un pedazo de queso –unas dos horas- fue por un pedazo de jamón, al final se termino el plato el solo -¿quieres estar conmigo para pasar el rato?-

-Por supuesto que no ¿Qué edad tienes?-

-Soy más joven que tú creo, vamos, pasemos el rato, de seguro me pagaras bien-

El chico hablaba con tanta naturalidad sobre el sexo con desconocidos que lo atemorizaba, saco de su bolsillo un caramelo y luego un fajo de billetes –solo hablemos ¿te parece? Ten, la paga para dos horas ¿te pague bien?-

-Sí, con esto basta ¿de qué quieres hablar?- suspiro el humo de su cigarro y comenzaron una agradable platica, en la que dijeron cosas mínimas y además hablaron de cosas en las que estaban y no de acuerdo, temas de importancia no habían en esa alargada charla

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Se abrocho el cinturón y busco por el piso su camisa y zapatos, el peli verde permanecía en cama boca abajo totalmente quieto, cada sesión para Oni era una pesadilla, miro como pudo al hombre que otra vez lo había herido, que otra vez lo había hecho suyo

-Hoy estabas más estrecho que siempre Oni ¿Qué paso? ¿Te excite?-

-Ni mierda que me excitarías tu, me das asco- se sentó como pudo y cubrió su cuerpo con la sabana, no le gustaba que los clientes vieran sus marcas, a pesar de tener pinta del mas seme, el simplemente era el uke de todos –estoy cansado, quiero dormir-

-Recuerda que no puedes, eres una perra que satisface al que sea- se termino de abrochar la camisa y se calzo los zapatos –estoy seguro que tendrás más clientes, toma- le arrojo su traje de sirvienta –haz lo que más sabes- sin queja alguna comenzó a vestirse, fue tomado del mentón y un corto beso se planto en sus labios –volveré la próxima semana ¿vale?-

Asintió mientras se ponía las medias, apenas oyó la puerta cerrarse se recostó en la cama mientras apretaba sus puños, le dolía más que nada ser un maldito uke, pero con solo pensar en ella le era suficiente para seguir sacrificándose, mientras pudiera ver su sonrisa y su enfado todo estaría bien

-Allí viene- el pelinegro se puso de pie y se alejo un poco del rubio dejándole espacio al mayor –nos vemos- se retiro apenas Mihawk se sentó en el sillón; suspiro y se acomodo como pudo

-¿Qué le pasa?-

-¿No es obvio? Estoy agotado, ese chico me pone demasiado-

Volvió su vista al frente y vio a él peli verde caminando lentamente entre los hombres -¡Oye Oni!- el nombrado al ser llamado camino hasta el rubio y este se golpeo el regazo varias veces, acatando la muda orden se sentó sobre el regazo del muchacho –te veías tan macho, tan dominante cuando venias a lastimar a mi restaurant y ahora te ves como una puta- apoyo su mano en su cintura –vaya que escondías una mariposa en tu interior- acaricio su muslo y subió un dedo hasta su mentón –disfrutas que te la pongan ¿no es así?- se mantenía callado y de reojo podía ver que Mihawk sonreía –te gusta ser el de abajo- metió su mano bajo la minifalda y apretó una de sus nalgas -¿ropa interior femenina?- se aferraba a sus hombros mientras el rubio con dos dedos estiraba un poco de su tanga –excitante para un calenturiento- se coló bajo la ropa interior y metió sus dedos en su entrada de un sopetón logrando quitarle un fuerte gemido

Mihawk borro su sonrisa y se sintió extraño, un gemido como ese, un sonrojo como ese nunca había visto en el peli verde -maldito- tomo del brazo al chico sobre el rubio y sin decir nada le encajo un bofetada haciéndolo perder el equilibrio levemente –eres una sucia puta-

-¡Oye Mihi! ¡¿Qué hiciste?!- el pelirrojo se presento al instante empujando al mayor -¡sabes las reglas! ¡¿Por qué has hecho eso?!-

-Me provoco- metió como una excusa poco creíble –este chico quiso quitarme mi billetera-

-Eso es mentira, yo lo estaba viendo todo- lo apunto con su dedo –no podrás venir en un mes, ese será tu castigo más un pago por el daño- levanto su mano reclamando el dinero

Chasqueo la lengua y entrego su billetera por completo, se retiro pateando algunos muebles, sabia las consecuencias pero no pudo contenerse, el rubio seguía sus pasos en silencio, por un momento Mihawk le pareció un hombre diferente, volteo su cabeza a ver la escena que quedaba a sus espaldas, el pelirrojo y Mugiwara hablando con Oni, este tenía la cabeza gacha, pero se podía ver claramente que su labio estaba sangrando, podía verlo a la perfección…
Notas finales: Les gusto? diganlo, si no lo tendre que borrar, ustedes tienen la ultima palabra, un beso y los amo!

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