Eran pasadas las siete, con el típico clima de abril, y por lo mismo no tenía la menor intención de salir de la cama, la oficina estaba a diez minutos pero en esta época donde los ciruelos enseñando sus flores dejan atrás el invierno las inmundas parejas abarrotan las calles con su exagerada melaza. No me malinterpreten; yo amo a los humanos, pregunten a cualquiera, pero el amor de entre ellos me resulta repulsivo. Mi amor es puro, ver esas hermosas expresiones cuando sufren es simplemente un sueño, y ser yo quien se las provoque es aún más deleitable; en cambio su amor… No está sujeto a reglas, así que no puedo predecir nada, no es leal, sus corazones son volubles, se enamoran y desenamoran más fácil que la tabla del uno; y por las cosas irracionales que hacen nunca sabes cómo terminara todo.
Mi amor es mucho más simple, los amo a todos por igual, nunca dejare de amarlos y mucho menos los traicionaría, como mi amor no es irracional puedo manipular a mis humanos; por eso detesto esta estación. Porque al menos por ahora, es difícil salir a jugar con ellos; el calor sumado al aburrimiento me obligan a salir a jugar con el único juguete que más odio y más aprecio Shizu-chan.
Siempre mire a la bestia como un juguete del cual perdí el manual de instrucciones, por eso me atrae tanto, porque no tengo idea de cómo haga las cosas que quiero, creo que nunca la tendré, es cuestión de apretar todos los botones a ver qué pasa; como no sé cómo reaccionara siempre es divertido, después debo devolverlo a su estantería donde lo guardaré para jugar con el más tarde.
Necesito sexo, la primavera me hace pensar estupideces, igual pienso que es normal, cualquier hombre saludable de 24 tendría necesidades, aunque a estas alturas dudo que una prostituta me sirva de algo; francamente mi abstinencia voluntaria nunca me molesto, al fin y al cabo ese tema dejo de interesarme desde siempre, a mis ojos todos son juguetes.
Supongo que el calor, la primavera, y el aroma a tabaco me hacen caer en los bajos instintos.
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Una calada al último cigarrillo de la cajetilla, no es como si estuviera cansado, es solo mi cuerpo que comienza a hartarse, en total hemos hecho siete “visitas” a ciertos sujetos que debían favores a Tom, no pasan de las nueve y ya parece que ha sido un largo día.
Con esa última visita el trabajo de hoy por fin concluyo, no suena correcto y de decirlo en voz alta seguro me despiden; pero ahora está bien, ya que no tengo más que hacer ira por un poco de leche y después a casa.
He notado algo extraño, tal vez sea solo yo; pero… me parece que ahora hay muchos más jóvenes paseando por el distrito comercial, como distribuidos simétricamente van de dos en dos, bueno quizá realmente soy solo yo. Ahora que lo pienso nunca he visto a la pulga con alguien más, siempre anda solo, como si alguna chica fuera a fijarse en él, de cualquier forma no tengo idea ni de porque lo pienso ha de ser la falta de calcio, será mejor que me apresure a ir por la leche, pensar en la pulga me enferma.
- Fíjate por donde vas!!!
- D-disculpe… -pero que carajos!! Como no me di cuenta- Izaya maldita pulga!!!!
- Are? Ah… Shizu-chan ha pasado tiempo
- ¡Nada de “ha pasado tiempo”! ¡¿Qué haces aquí?! –“Pulga”, que bien le queda el nombre, ni siquiera me percate que había chocado con él- ¿¡y qué es eso de “Fíjate por donde vas”!? debería ser tú quien tenga cuidado
- Si como sea, me tengo que ir –voy a matarlo!!!! Si algo detesto es su actitud de indiferencia cuando sabe perfectamente que encontrarse conmigo no significa un saludo matutino, ahora sí, no sé porque siento como la energía del universo fluyera por cada fibra de mi cuerpo, hoy será el día en que muera
- IZAAYAAA!!!!
- ¿Te sorprendí? – Q-que…!!!??? Qué es esto???!!! Porque hace esto, como si fuera una garrapata se aferra de mí, maldita pulga usando artimañas de otros insectos, esto es… ¡¡¡¿un abrazo?!!!
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- ¿te sorprendí? –agrego entre carcajadas mientras se aferraba aún más al dorso del más alto, había bajado la palanca para dar vida a su nuevo experimento, en su rostro se veía como disfrutaba ese momento de frustración y confusión del rubio- dime, ¿te gusto?
- Ah??!! Sí, me gustas, me gustas mucho ¿no te habías dado cuenta antes? –el más alto que había deshecho el abrazo ahora sujetaba con fuerza del cuello al moreno, levantándolo del suelo asfixiándolo lentamente, a pesar de ello no había un dejo de preocupación en el rostro del azabache que difícilmente seguía riendo- ¿te divierte morir¿
- M-me d-divert-te qu-e admit-tas que te g-gusto…
Dejando caer al piso abrió desmesuradamente los ojos, no podía creerse las palabras que habían salido de su boca, aun cuando fueran solo por responder, ¿no podía haber inventado algo mejor? ¿O porque no simplemente apretó su cuello? En lugar de andar diciendo tantas estupideces
- No quise decir eso!!! Sabes a lo que me refiero!!!
- No, no lo sé –hizo una pausa para organizar sus ideas, y herir hasta el último rincón del orgullo del rubio- solo sé lo que escuche, y escuche que te gusto; pero tú no me gustas, se bueno y acepta el rechazo
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Por hoy me divertí lo suficiente, sabía que si me encontraba con él sería divertido, aunque no planee encontrármelo tan pronto y menos así, todo salió a pedir de boca, que extraño pensar que esta época con sus arrebatos cursis me ayudarían para cabrear a Shizu-chan, por eso no me canso de él.
Continuo mi camino recto, dejando atrás a Shizu-chan, creo que el shock aun le afecto y su cerebro de protozoo trata de asimilar la información; en todo caso por hoy es suficiente
- ¡¡¡¿¿¿A donde crees que vas??!!!
- ¿eh? –parece que su forma bestial ha despertado, pero detenerme por la muñeca, eso ni yo lo esperaba- Ah Shizu-chan, ¿nadie te ha rechazado antes? Dije que no me interesas déjame en paz
- ¡¿A quién le gusta quien!?? ¡¡Fuiste tu quien me abrazo de la nada!! –Acabo de darme cuenta de algo, Shizu-chan no sabe de bromas- ¿eh?
- Porque lo hiciste no lo sé, solo sé que te insinuaste como una perra en celo
- Shizu-chan, hay dos cosas que no tolero, la primera es las malinterpretaciones y la segunda –quizá sea mi culpa que esto se saliera de control; pero he sido arrastrado por la calle principal mientras una ameba me gritaba como si fuera algo suyo, y esta situación ya me harto, amiga navaja es hora de hacer tu trabajo- que me toquen!!!
- Muy lento –demonios! Se dio cuenta de lo que haría y me empujo contra el muro incluso solté mi navaja
- Como están las cosas podría matarte
- ¡¡¡Y por qué no lo haces!!!!
- Quiero que me digas con esa boca tuya todo lo que sientes cuando hago esto
- Shizu-chan no tenía idea que fueras un pervertido –Mierda! Mierda!! Mierda!!! No pensé que esto sucedería, no creo que él lo esté disfrutando, solo quiere ver hasta dónde puedo soportarlo, su mano intrusa bajo mi camiseta comienza a acariciar mis pezones, ¿A dónde quiere llegar con esto? Maldición empiezo a comprenderlo
- ¿dime que se siente? ¿Es por eso que siempre vienes a buscarme? ¿Por qué no sabes como pedirlo?
- Shizu-chan… p-por qué no te mueres –con una mano se ocupa de mis pezones mientras la otra acaricia sobre mi ropa mi miembro, quiero escapar, y es la oportunidad perfecta porque nada ni nadie me retiene, pero mi cuerpo no se mueve. Solo me quedo aquí parado sin hacer nada, viendo como mi cuerpo comienza reaccionar.
Mi respiración se acelera, y comienzo a jadear, no puedo creer que sea Shizuo quien me está tocando.
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¿Qué demonios estoy haciendo? ¿Qué es todo esto? ¿Por qué mi cuerpo se mueve solo? Mi idea inicial solo era asustarlo pero ahora…
Él está ahí frente mío y veo como su pecho sube y baja aceleradamente, no, no es solo es eso se cubre la boca tratando de impedir ¿gemir?
Acaso será… ¿que lo está disfrutando? Bueno, da igual. No esperaba algo mejor de este idiota, un miserable engendro a puesto que la perversión es parte de él.
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- ¡Qué sucede!!! ¡¡Nunca te di permiso para que te taparas la boca!!!
- ¡¡Y-ya basta Shi-zuo…!
- ¡Anda dilo!
De ninguna forma el informante diría algo así como “me gusta” pero ya había dicho “Shizuo” quizá el milagro ocurriera
- Tsk. T-te cree-s muy l-isto –aprovechando que no era sujetado reunió todas las fuerzas que le quedaban distribuyéndolas perfectamente en una mirada de puñal y un fogoso beso. Q-que sucede… ¿no dices nada?
- Maldita pulga!!!! –Shizuo pasando la manga de su camisa sobre sus labios le devolvía la misma mirada envenenada al moreno
- ¿Qué no te gusto?
Pero no hizo esperar su respuesta, sujetando con fuerza la camiseta de Izaya lo atrajo nuevamente para tomar la revancha de ese beso inicial
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Ya no entiendo nada, mi razón ha dejado de funcionar, solo puedo estar seguro de los hechos, Shizu-chan me está besando, y no es un simple beso, su lengua juega en mi boca y yo le sigo el juego; como una flauta me toca de arriba abajo ¡¡¡¡Maldito callejón!!!! Esta es la peor de las suertes!!!
No estoy dispuesto a perder! Pero eso me hace actuar de forma contradictoria, mientras mi izquierda está sobre su pecho tratando de alejarlo, mi diestra lo sujeta de la camisa para que no escape.
El también actúa irracionalmente, si bien me tiene contra el muro sujetando nuevamente mi cuello al mismo tiempo la mano que tiene libre se dedica a manosearme, suena sucio, incluso viniendo de mí, y no puedo evitarlo por más que lo intento sigo gimiendo.
Por favor que nadie venga por aquí, esto es… esto es vergonzoso, no por lo que creen, y eso es lo que me molesta, porque a estas alturas no me produce asco ni siquiera me molesta, de hecho creo que empieza a gust…
¡Noo!!!
¡Esto solo es asqueroso!!! Por un momento casi pierdo la raz-
A quien engaño,
Shizu-chan…
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No es como si nunca estuviera con una mujer antes, pero esto, quiero decir el cuerpo de la malnacida pulga es mil veces mejor, no solo es su cuerpo, son todas sus reacciones la forma en que trata de contener esos suspiros, y la forma deliciosa en la que usa su voz para gemir. ¡Este idiota lo hace a propósito! Estoy seguro! Solo quiere que pierda el enfoque, realmente nadie puede gemir de esa forma por unas simples caricias pero de alguna manera esta forma de seducción está surtiendo efecto, parece que su voz me llama y obliga a mi cuerpo a reaccionar, no puedo evitar morderlo, porque es lo que más quiero. Antes he dicho que ver a la pulga me enferma, y ahora lo confirmo, esta cercanía tiene una enfermiza atracción, algo como querer dominarlo.
Algo me dice que nunca debí haber hecho esto, pero ahora que lo he hecho no puedo dar marcha atrás.
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El cuerpo rendido del moreno se encontraba de rodillas y sobre el asfalto de un callejón de quien sabe dónde, las piernas aun le temblaban y los puños seguían apretados con fuerza.
El rubio por otra parte le daba una nueva calada a su cigarrillo dando la espalda al informante, y ambos, solo acompañados solo de un silencio infernal permanecieron sin moverse.
- Hey Izaya, no dices nada?
- No me jodas, si ya terminaste aquí ¡vete!
- Y yo que pensé que dirías algo como “hazme más” con lo mucho que se te ve disfrutarlo
- ¿disfrutarlo? ¿acaso te golpeaste la cabeza? ¡¿o es que nunca usaste tu cerebro!? –pero a pesar de sus quejas seguía tendido en el piso, aunque odiara admitirlo esa situación era demasiado vergonzosa, incluso llamando a Namie para recogerlo habrían demasiadas preguntas que no podría contestar- ¡Tu, maldito idiota!!!!!!!!!
- ¡¡¡¿Cómo me llamaste??!!!!
- ¡i-d-i-o-t-a-a-a!!!!!! ¡¡¡¿¿¿Así o más claro??? –Como no tenía la menor idea de donde se encontraba su amiga navaja golpeo con los puños el pecho de Shizuo que se había hincado para estar a su altura- ¡Muérete!!! ¡¡¡Muérete de una vez!!!!
- Mejor empieza tú, como una zorra en un callejón –volviendo a ponerse de pie dio la espalda al moreno para después comenzar a caminar- eso será apropiado para tu, Izaya-kun
- En verdad eres lo peor!!!!!!!
Pero sus gritos no alcanzaron los oídos del guardaespaldas que ya había dejado aquel lugar, intentando huir de sus propios pensamientos, y aquellos temores que lo invadían al recordar la sensación de placer que sintió al tocar la piel del moreno.
Prefirió no decir nada, simplemente callo y siguió caminando. Entretanto Izaya que por fin había logrado que las piernas le respondieran se apoyaba del muro intentando no caerse, conforme daba los pasos más fácil le era andar, con la sangre aun hirviendo su mente comenzaba a fabricar un nuevo juego, ¿odio? ¿Venganza? Qué demonios era eso, seguramente los humanos pensarían cosas como esa, pero no él; se había dicho a si mismo que la venganza y el odio solo significa dar demasiada importancia a alguien, y Shizuo no la merecía.
No, para Shizu-chan tenía preparado un juego realmente esplendido, donde el único ganador sea él, donde las reglas por donde las mires siempre se inclinaban a su favor; algo como el juego de “Izaya siempre gana”
Auscultó su cuerpo, repasando esas mordidas, y aquellos lugares donde le había tocado, incluso sus labios limpiándoselos con el brazo.
- Creías que tenías el control… Pero al contrario… Me has rebelado tu debilidad –pronuncio por lo bajo- Está bien, así está bien Shizu-chan…