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:;:;Porque en el amor nadie decide;:;: por uchiuzuma lover

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Notas del capitulo:

wow.

un año...

creó que se me olvido XD.

ya saben, estudiando medicina y tratando de ir al gym para no quedar como una uva... no me queda mucho tiempo para escribir :B

 

igual haré lo que pueda, ya adelante un poquito del prox cap.

 

 

Los AMOOOOOOOOOO!

-¡Mamá!- gritó entusiasmado al ver a la pelirroja cruzar la puerta. Ella se sobresaltó horriblemente ¿Quién no lo haría? No esperaba que su hijo la hubiera esperado como estatua en el comedor hasta las 2 de la mañana.

 

-naruto…-susurró, recobrando poco a poco el aliento que había perdido del susto.- ¿Qué haces a esta hora aun despierto?- dejó la pequeña maleta que llevaba y se acercó a abrazar a su hijo.

 

-esperándote ¿Qué otra cosa iba hacer?- dijo risueño. En realidad había estado muy preocupado, casi a un pelo de llamar a la policía, el FBI, los bomberos, incluso hasta prendía la “Bati-señal”, a ver si algún caballero de la noche (cof… cof… sasuke… cof) aparecía para salvar a su madre.

 

-no era necesario- dijo observando la cantidad de platos, cubiertos con otros platos, sobre la mesa- creo que debí avisar que llegaría un poco tarde- bromeó nerviosa, apenada por haber causado tanta molestia a su hijo.

 

-la comida es lo de menos, no he tocado nada así que mañana podemos calentarla ¿vamos, jovencita mamá?- preguntó burlón al ver pena en la mirada de su madre. Extendió su brazo en modo de oreja para que su madre le siguiera el juego hasta la cama.

 

-por supuesto, jovencito hijo- contesto riendo, correspondiendo al gesto de su hijo. Ya mañana desempacaría con más calma. Hablaron de algunos detalles en el viaje de kushina, como los lindos atuendos playeros que había comprado su madre o sobre el afanado bronceado que se había intentado hacer en sus 15 minutos de descanso.

 

-¿sabes que fue lo que más me gusto de suna?- pregunto kushina risueña. Un bostezo se escapó de sus labios.

 

-¿qué?- preguntó el rubio imitando inconscientemente la acción de su madre.

 

-su bajo precio en maquillaje- rio suavemente. Naruto no pudo evitar carcajear ante el pésimo chiste de su madre.

 

-pero ya hablando en serio… hace unos años que fui con tu padre había unas esculturas hechas de arena muy lindas, quizá algún día te lleve para que las veamos juntos- sugirió. Naruto asintió levemente. Los dos estaban demasiado cansados para lamentarse por la mención del difunto minato.

 

 

……………………………………….

 

 

 

-¡kiba!- gritó desde el final del pasillo. El peli castaño volteo su mirada hacia dicho lugar -¿cómo vas?- preguntó con tono maternal.

 

-diría que bien- dijo suavemente. Naruto asintió, no quería tocar algún tema que incomodara a su amigo.

 

-¿ya sales hacia tu casa?- empezaron a caminar hacia la entrada, ya habían finalizado las clases de ese día.

 

-no lo creo, la ciega me pidió que le llevara unos libros que dejo en mi casa la última vez que fue- explicó con una risita nerviosa. Naruto lo miro de soslayo, le entristecía que estuviera así, pues pese a todo y las risas, para naruto no eran más que pésimas mentiras.

 

-claro, yo tengo que ir hacer de novio del bastardo y en la noche me reuniré con uta-kun ¿hablamos luego?- preguntó naruto, ya tenía que tomar otro rumbo.

 

-dale, yo te llamo. Suerte.-naruto asintió, le pellizco juguetonamente una mejilla y salió corriendo. Kiba empezó a gritar agitando los brazos mientras naruto reía a la distancia.

 

Una vez el rubio estuvo frente a la mansión Uchiha hizo lo mismo de siempre, ignoró al baboso del portero, camino hacia la puerta, toco el timbre y le abrió el pelinegro en ropa interior… como todos los días.

 

 

-¡QUE MIERDA HACES EN CALZONES!- gritó escandalosamente el rubio mientras se tapaba su semaforizada cara (una palabra que su anfitriona invento XD)

-ah, iba a darme un baño…-explicó sasuke con tono de quien no quiere la cosa- ¿me acompañas?- agregó con una sonrisa inocente…

 

Está bien, de inocente no tenía nada.

 

-por supuesto que si- esa respuesta tomo de sorpresa al azabache, pero más el que naruto lo haya cogido de la mano y lo haya llevado como alma que lleva al diablo hacía su cuarto. El rubio entró por el hueco que antes era la entrada al cuarto de sasuke, azotó la del baño y lanzó a sasuke a la bañera como una muñeca de trapo- imbécil…- susurró mientras salía, escuchando al bruno quejarse sobre que le había partido la espalda o algo así.

 

Paró en medio del pasillo ¿cómo no se había perdido? A veces pensaba que cuando se enojaba era poseído o algo así, porque que él supiera, no tenía ni idea de en qué parte de la mansión estaba. Empezó a mirar en todas direcciones a ver si encontraba algún cartel que le dijera donde quedaba cada cosa, así tipo supermercado. A lo lejos observó una cabellera negra que caminaba en su dirección mientras leía.

 

-shizune…- hablo suavemente. La niña subió la mirada del libro hacía él, bufó engreídamente y sonrió como toda una Uchiha.

 

-ya veo que hasta te invitó al cuarto y todo- naruto arrugó el entrecejo, confundido.

 

-¿si sabes que tu hermano me va a pagar mil dólares si finjo ser su novio mientras están tus papás, verdad? Creí que te lo había mencionado o algo- shizune lo miró como si tuviera un tercer ojo, al parecer aún sin entender.-y que si tu hermano llega a tocarme, cosa que no está en el contrato, me encargaré personalmente de decirle la verdad a mikoto-san y a fugaku-san- la niña suspiró aliviada, por un momento creyó que iba a tener que empezar a hacerle la vida imposible al blondo.

 

-debí sospecharlo…- susurró con voz nerviosa, cambiando completamente de actitud. Luego tacharía al rubio de su death note.-vamos, lisa quiere que lo paseen- la bruna le extendió la mano, la cual fue delicadamente sostenida por el blondo y caminaron tranquilamente por los pasillos hacia el jardín.

 

-¡naruto-kun!-chilló mikoto, quien estaba sentada en su banquita de siempre mientras se protegía del sol con una elegante sombrilla. En eso llegó el perro correteando hacia ellos.

 

-buenas tardes, mikoto-san- el rubio se reverencio ante la pelinegra, que como contestación le dio un coscorrón- itaaaa…- chilló naruto, cubriéndose la zona golpeada.

 

-¡miko-chan!, que me haces sentir muy vieja- exclamó mikoto, con expresión enojada. Se hizo a un lado para que sus “hijos” se sentaran con ella- vamos querubines, acompáñenme mientras termino de darle queso a los gansos- naruto arrugo los ojos confundido ¿había dicho… queso? en eso, lanzó un gran pedazo de comida al lago, que se quedó ahí flotando mientras era evadida por los patos.

 

-mamá, creo que se les da pan- sugirió la pequeña. Lisa ladró en son de afirmación. Mikoto agitó la mano, como si no fuera de importancia. Sacó un libro de su cartera que en su portada decía “los secretos veterinarios, alimentos adecuados para ellos”

 

-mikoto-sa… quiero decir, miko-chan- corrigió nerviosamente ante la mirada asesina de su suegra- ¿Dónde consiguió ese libro?- pregunto curioso. Tenía aspecto viejo y desgastado; además, la portada parecía que la hubieran escrito con crayones en un pedazo de cartón.

 

-lo conseguí en nuestro viaje a Italia, cuando compramos a lisa. Verás, aunque no lo parezca, soy un poco mala cuidando animales- naruto asintió nervioso, tapándose abruptamente la boca. Quisque aunque no lo parezca… tuvo que rogar a todos los Dioses del universo que mantuvieran la carcajada bien guardadita en su boca.- así que el dueño de la tienda me recomendó este libro, lastimosamente estaba en italiano, así que me tome la molestia de transcribirlo y traducirlo.-mikoto abrió el libro en la sección de “patos” señalándole la parte que estaba leyendo hace unos minutos- ¿ves? “el queso cabra ayudar a sostener el pelaje brillante y vitamina dotado de bien”-

 

-por pura casualidad ¿usó el traductor de google cuando lo transcribió?-preguntó el rubio. shizune empezó a reírse escandalosamente, ocultando su cara en el pelaje del akita para amortiguar el sonido.

 

-¿mi hija te enseñó como leer mentes? ¡lo sabía, tienen habilidades psíquicas!- exclamó la pelinegra, señalándola acusadoramente.

 

-no,no, es… solo intuición. ¿y el libro no dice nada sobre darles pan?- preguntó el rubio, cambiando de tema. No quería ser grosero con su “suegra”

 

-hijo, esas son leyendas urbanas, es igual cuando la gente dice que a los gatos les gusta el pescado ¿te acuerda de malteada, el primer gato que tuvimos?- shizune asintió quedamente, sin entender a que venía en la conversación- lo alimenté toda su vida con galletas oreo y mira… estuvo sus 5 meses de vida lo más de contento.-a naruto y a shizune les resbaló la gotita.

 

- “quizá por eso solo vivió 5 meses”- pensó naruto ¿Cómo alguien que estudia medicina alimentaba con queso y galletas oreo a sus animales?

 

-es por eso que yo cuido al perro- le susurró la pelinegra, haciendo reír a naruto.

 

-¡DESAGRADECIDOS ¿SABEN QUIEN VA A VOLVER ALIMENTARLOS? LO HARÁ KAMI-SAMA POR QUE YO NO!- gritaba mikoto hacia los patos lanzando el queso como si fueran cañones. Los animales montaron vuelo tratando de alejarse de la loca psicópata que les lanzaba comida para mamíferos.

 

-vámonos, está distraída- susurró una voz desconocida desde atrás. Naruto y shizune saltaron asustados de la banca, pues sus bocas habían sido tapadas por un par de manos albinas.

 

-gracias, papá.-susurró la niña una vez dentro de la casa. Fugaku, el héroe, había entrado en acción salvando asombrosamente a nuestros niños.

 

-ya sabes, el cambio de horario la pone mal. Lo que es irónico, porque estamos viajando cada tres días.-naruto carcajeo un poco, no supo porque antes pensaba que su suegro no tenía sentido del humor.

 

 

 

 

 

……………………………………….

 

 

-naruto…- escuchó a través del aparato- ¿puedo pasar un momento por tu casa?- el rubio abrió los ojos sorprendido, era uta-kun; había olvidado que ayer le había dicho que pasaría justo ahora por su casa. Tragó nervioso, que cosa hacía que su novio hablara con tanta preocupación.

 

-claro que sí, uta-kun. Haré una merienda para cuando llegues.-a pesar de que él pelinegro no dijo nada se lo imaginó asintiendo, como solía hacer cuando le preguntaban algo y no se acordaba que nadie  podía verlo.-nos vemos en un rato- pero ya nadie estaba al otro lado de la línea, se asustó un poco al escuchar como sonaba el timbre de su casa.

 

Sí que tenía afán utakata.

 

Se puso unas bermudas y se arregló un poco en el espejo. Mucho mejor. Bajó corriendo las escaleras y abrió la puerta, inclinándose suavemente en el marco.

 

-llegaste muy temprano uta-k…-frenó en seco su frase al ver al bastardo parado frente a su puerta con un peinado ridículo (el copete dividido a la mitad apuntando en diferentes direcciones) y un vestido un tanto formal- ¿vas a una fiesta de payasos o qué onda?- pregunto risueño el rubio. Sasuke arrugó el entrecejo.

 

-fue mi madre, insistió en que viniera a verte… y cuando digo que insistió quiero decir que me sacó a patadas de la casa y me babeo mi hermoso pelo.

 

-pues deshazte de esa vagina capilar que me perturba los ojos- bromeó el rubio entrando a la casa, dejando de paso la puerta abierta. Sasuke rio y entró ante la silenciosa invitación.- Te advierto que uta-kun viene en unos minutos así que no te acomodes much…- Dios mio, buena suerte la suya.- ¡escóndete!- le susurró con una mirada asesina a sasuke mientras veía a utakata parquear frente a su casa.

 

DING DONG.

 

Oh! El sonido del timbre, se supone que él debía abrir. Miró por última vez a sasuke, quien estaba detrás de la lavadora, con una mirada de “un ruido y te mato”, se arregló el pelo y se apresuró a abrir.

 

-uta-kun ¿cómo est…?- ¿por qué tantas interrupciones el día de hoy? Correspondió el salvaje beso que le estaba dando su novio, ya ni saludaban…

 

-lo siento, naruto- susurró en sus labios. Naruto lo miró confundido, pues parecía que el pelinegro estuviera muy preocupado.

 

-tranquilo, me gustó el bes…-

 

-eso no…- y ahí vamos con otra interrupción.- ya es hora.- naruto seguía sin entender ¿qué tal si dejaba el drama y le decía que tanto sentía? De verdad que ya lo estaba poniendo nervioso. Utakata agarró sus manos y las apretó fuerte, casi lo suficiente para hacerle daño, pero el rubio no dijo nada.-mañana me voy para Italia…-le dijo sin dejar de mirarlo fijamente. Naruto aflojó las manos, sin asimilar la situación.

 

-¿Qué..?- retrocedió unos pasos, siendo seguido por el bruno.-pero… no me dijis…- no pudo terminar, se le había formado un nudo en la garganta, ansiaba el momento en que su novio se tirará al suelo y gritará que era una broma.

 

-en un par de horas debo salir hacia la capital, solo quería…- utakata cubrió con su mano la mejilla que había abofeteado naruto ¿en qué momento se había soltado de sus manos?

 

-por favor… vete- pidió naruto, al borde de las lágrimas. Con sus dedos cubrió su rostro, tratando de controlar la ira que se apoderaba de él.

 

-yo solo quería…- trató de terminar la oración que le habían interrumpido, pero solo logró hacer explotar al rubio.

 

-¡QUE TE VAYAS!- interrumpió nuevamente, tapándose los oído. Se acurrucó en la pared que estaba detrás de él. Imaginó cómo debería verse en ese momento, le dio vergüenza lo infantil que estaba siendo, pero su cuerpo parecía no obedecerle-  ¿TE COSTABA DEMASIADO DECIRME ANTES? AL MENOS ASÍ PODRÍAMOS HABERNOS DESPEDIDO, PERO SE TE OCURRIO LA TETRAMALPARIDA IDEA DE DECIRME UNAS PUTAS HORAS ANTES DE IRTE- sintió sus mejillas húmedas, pero no detuvo sus gritos para comprobar si eran lágrimas.

 

Utakata bajó la mirada, observando los delicados cristales bajar de los ojos de su novio, desahogándose injustamente. Naruto no lo sabía, pero él tenía sus razones; sin embargo, prefirió callar, al menos uno de ellos podría llorar las lágrimas del otro.

 

-debo irme, naruto. Te amo.- no recibió respuesta. Sintió el pinchazo en su pecho y el nudo que se formaba en su garganta “Solo una”, se dijo. Así fue como una pesada gota bajó por su rostro. Se dirigió hacia la salida y siguió su camino. Prometiendo que las cosas no se quedarían así.

 

Naruto seguía acurrucado en la pared, como si de eso dependiera su vida, sollozando como un niño pequeño en la soledad de su sala. Solo habían bastado unos segundos para que su vida hubiera caído en picada. Estaba solo, reconoció, así que no se retuvo más y lloró con todas sus fuerzas, susurrando el nombre de su, ahora, exnovio. Pronto sintió unos brazos rodear sus hombros y recostarlos sobre algo; no se molestó en averiguar quién era, pues solo le bastó degustar el olor que desprendía su, más que falso, “novio”.

 

Sasuke sonrió tímidamente cuando el rubio escondió el rostro en su cuello. No había escuchado muy bien lo que pasó, pero sabía que algo andaba mal cuando el rubio había explotado insultando tierra y mar. Él debía protegerlo, sentía que era su deber; sin embargo, él sabía que todo era un malentendido, pues mientras estaba escondido, debatiendo mentalmente si salir o no, había visto la forma en que el visitante miraba al rubio. Había algo, alguna cosa que le impedía decirle al rubio lo que había visto, que dejara de ser orgulloso y tratara de arreglar las cosas, pues de lo poco que conocía al rubio sabía que mínimo no habría dejado dar explicaciones y se habría encerrado egoístamente en su burbuja.

 

Se veía tan sereno… no supo cuándo, pero en algún momento en que él estuvo meditando naruto se había quedado dormido acurrucado a él. Lo alzó con una enorme delicadeza, espantado de que ese rubio pudiera romperse entre sus brazos, subió las escaleras y lo depositó en lo que él creía era su cama. Lo tapo con algunas sabanas, estaba tan indefenso…

 

Sus labios picaban, deseando arremeter contra los del pequeño; pero eso no estaba bien, absolutamente nada bien. Se conformó con darle un suave toque en la frente, sintiendo que así podría protegerlo más.

 

Y pensar que hace unas horas todo parecía ir bien. Camino hacía la puerta, con intenciones de abandonar la casa, deshaciendo su “vagina capilar”, como había llamado naruto a su extraño peinado… ya no parecía tan gracioso.

 

-no me dejes…- susurró el blondo entre sueños. Sasuke volteo, sorprendido, pensando que naruto había despertado; pero no fue así, seguía como un bebe entre sabanas, con esas ojeras que ya se habían marcado bajos sus, ahora tapadas, orbes. No supo por qué, pero sintió vergüenza, deseando que esas palabras fueran para él… solo para él.

 

-siempre estaré para ti- salió involuntariamente de sus labios, sorprendiendo al mismo bruno. Deseó que naruto lo hubiera escuchado, pues sabía que sus agallas no daban para repetírselo cuando estuviera consiente.

Notas finales:

Espero les guste, espero no haber perdido la chispa XD.

 

cómo siempre... dejaré una pregunta y la responderé de una vez:

 

¿CÚAL ES TU PERSONAJE FAVORITO EN "NARUTO"?

 

RTA: El mío es sakura. bueno... al menos desde el shippuden. No se, desde la pelea contra sasori algo despertó en mi que me decía "AL FIN HIZO ALGO ÚTILLLL"  y desde entonces me emocionó cada vez que la veo pelear, partiendo suelo y craneos <3 yeiiii. XD

 


no olviden dejar sus comentarios que los leere y respondere a todos.

 

UN BESOTE ENORME. LOS AMA, DAYA.


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