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:;:;Porque en el amor nadie decide;:;: por uchiuzuma lover

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Notas del capitulo:

MUAHahAHAHAHAHAHAHnjsndjsndiv cof cof. *se atora*

 

Muchas gracias a mi amado befo, fundashi, futuro médico, amigo, camilo, quien me ayudo a terminar este capitulo mucho antes de lo previsto.

Disfruten.

 

PD: EL afan fue tanto que perdón SI LA HISTORIA TTIENE ALGUNA DESCONTINUIDAD LÓGICA.

 Naruto lo abrazó por la espalda, haciéndolo tensarse y arrugar la frente. Su cuerpo no respondía a la orden de alejar al rubio.

 

- ¡tienes que escucharme, sasuke¡- El pelinegro notó desesperación en sus palabras. De verdad naruto no quería que se fuera. -Eso que hicimos… para mí no fue solo algo carnal, fue una muestra de lo que sea que siento por ti. – hablaba el rubio sin parar, aferrándose a los fuertes hombros del azabache, temiendo que lo dejará solo sin poder terminar de disculparse- no me dejes… por favor. No soportaría verte y saber que…-naruto hiperventiló, dando a entender que hacía lo que podía por no colapsar en lágrimas. – y saber que nunca podré besarte, ni decirte lo tarado que eres. No me dejes…- No pudo evitar suplicar sin que sus traicioneras gotas cayeran por sus ojos. Lo consolaba saber que se confundían con la lluvia. Sasuke no decía nada y eso lo ponía terrible. Tenía una leve esperanza de que él lo…

 

-mmmg…- gimió naruto, correspondiendo instantáneamente el inesperado beso que le estaba dando el uchiha. Sasuke sintió las saladas lágrimas de naruto colándose por sus bocas, haciendo el momento aún más emotivo. Abrazó al rubio con fuerza, temiendo que en cualquier momento despertará en su cama, sin naruto en sus brazos. Ahora que sabía que naruto lo quería, la coraza había terminado de romperse, dejándolo temerosamente vulnerable.

 

-Hoy dormirás en mi casa- Ordenó sasuke, intolerante ante cualquier negativa. Naruto no se molestó en responder, en ese momento era capaz de lo que fuera con tal del perdón del Uchiha.

 

Llegaron en cuestión de minutos. Sasuke casi arrancó la ropa del rubio, dejándolo en interiores, aventándolo a la cama. Naruto gimió, preparándose para lo que fuera que quisiera hacer su azabache con él.

 

 El Uchiha solo se tiró a la cama, él ya estaba enpijamado.

 

-Este es tu castigo…- le dijo sasuke, volteándolo para pegar la espalda del rubio en su pecho, abrazándolo posesivamente de la cintura; Los dos cayeron rendidos casi al momento.

 

Había sido una semana intensa y probablemente su madre lo mataría al día siguiente… pero valdría la pena.

 

 

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-¿pero… y si… un rayo cae y nos tuesta a los dos? No te preocupes, yo me sacrifico; iré primero. – El azabache soltó una risita de burla ¿Qué clase de excusa era esa para que el rubio no quisiera meterse en la bañera con él?

 

-naruto… tendremos bermudas, si no nos bañamos ya, vamos a llegar tarde. – El aludido suspiró, reteniendo en su mente sus bajos instintos. Naruto abrazó su sabana.

 

Naruto suspiró, aliviado. Al menos ya no estaba tan reacio como en la mañana, había tenido que hacer ojitos para que el bruno dejara de mirarlo indiferente.

 

-está bien… ve yendo al baño, llego en un momento. -sasuke asintió, demasiado contento como para demostrarlo (:v). El azabache empezó a despojarse de sus ropas sin importarle la presencia del rubio… o más bien dándole muchaaa importancia.

 

 Lo hacía apropósito, quitaba sus prendas con una lentitud endemoniadamente apropiada; mientras, con sus ojos pícaros, lo miraba sin pestañear un segundo.

 

Naruto casi gritó, ruborizándose hasta las cejas. Agarró una almohada y se la lanzó al teme.

 

-¿¡Qué crees que haces, bastardo pervertido!?- Sasuke sonrió y atrapó la almohada tapándose su intimidad mientras cambiaba sus pantalones por la ropa de baño. Le guiñó un ojo antes de entrarse al baño, dejándolo solo en el cuarto.

 

-por favor… no hay condón, naruto, no hay condón- repetía mentalmente para conservar el control y no atacar a lametones el cuerpo del azabache. Aprovechó que estaba solo para cambiarse rápidamente. Afortunadamente había podido esconder su erección mañanera de los ojos de sasuke, que solo había empeorado después de semejante númerito del pelinegro. Miró la ropa interior del Uchiha en el suelo…

 

¿a qué olerían…?

 

 

¡CONCENTRATE, NARUTO!

 

Caminó hacía la bañera, con su problemita un poco menos notorio. Sasuke lo esperaba ya metido en la bañera, con los ojos cerrados, ayudándolo a ocultarse mientras se introducía en el otro extremo de la bañera. El agua estaba tibia.

 

- ¿Me acompañas a un lado después de clases? Quiero mostrarte algo…- la pregunta lo tomó por sorpresa. ¿sasuke lo estaba invitando a una cita? La sola idea hacía que quisiera gritar de emoción…

 

¿desde cuándo se había convertido en otra fan de sasuke?

 

-supongo…- respondió seco, tratando de conservar un poco de dignidad. No salió tan bien con la sonrisa de colegiala impresa en su rostro.

 

Sasuke rio un poco al notarlo, más no dijo nada. Tomó del brazo al rubio y lo giró de tal manera que quedara la espalda del contrario en su pecho.

 

Podía oler el aroma de su pelo…

 

-no hay condones, naruto, no hay condones…- escuchó susurrar al menor; Sasuke alzó la ceja, divertido y excitado por la curiosa revelación del rubio ¿debería decirle que estaba pensando en voz alta?

 

Tomó la esponja y empezó a tallar el pecho del rubio, profundizando ligeramente el contacto en los pezones, que ya estaban tan despiertos como su dueño. Una punzada de excitación atacó su miembro cuando el rubio empezó a suspirar, contento con las caricias que recibía.

 

-Abre un poco las piernas…- le aconsejó cuando deslizó la esponja bajo el agua, por las pantalonetas, hasta llegar a más piel. Naruto obedeció, demasiado ido para tener idea del significado de la frase “no hay condondes…”.

 

 ¿qué era un condón? ¿con qué se comía?

 

Sasuke tallo sus piernas, subiendo y girando hacia sus muslos internos, acariciando lo necesario para dejar al rubio viendo estrellas.

 

-s-saasuke…- murmuró avergonzado, deseoso de más; algo que, probablemente, no saldría de su boca por ahora, por muy cachondo que estuviera.

 

El Uchiha bajó un poco la mano, acariciando superficialmente y sobre la tela esa estrecha entrada que tanto quería profanar. Naruto se sujetó de sus piernas, en busca de apoyo, sintiendo como un grueso bálano (curioso sinónimo que apareció en Google XD) separaba el contacto entre su espalda y el pecho del Uchiha.

 

Sasuke no paró cuando el ojiazul se lo pidió en un último susurro de clemencia; en vez de eso, acariciaba la virilidad del rubio con una mano, mientras con la otra le daba caricias al orificio ajeno.

 

(thu y io sabemos a qué me refiero ( v5;° v0;b2; v5;°))

 

Aceptaba que estaba siendo cruel; pero se sentía tan bien…

 

Sasuke corrió un poco al rubio hacía delante, dándole suficiente espacio para seguir con sus mimos; solo que ahora con su necesitado falo de carne.

 

Muchos suspiros se hicieron presentes, demasiados mordiscos y lamidas de por medio, tanta carga emocional para poder aguantar más…

 

-mgh…- gimieron casi al unísono, eyaculando juntos bajo las tibias fauces del agua. Naruto recostó su cabeza en el hombro del contrario; gozaba plenamente de esa paz interior post-orgásmica.

 

-Pues al final terminaremos llegando tarde igual, no sirvió de nada haber compartido ducha…- El rubio rodó los ojos al notar el tono cómico en la voz del pelinegro. Iban exactamente 17 minutos desde que la primera clase había empezado y jamás en su vida había estado tan feliz de haberse levantado tarde.

 

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“Necesito hablar contigo, te veré en el descanso. Terraza, detrás de la ventilación”

 

La frase aún resonaba en su cabeza, lo había hecho todo el día, como si fuese una de esas apestosas canciones que odias con toda, pero toodaaa el alma, y a tu cerebro se le ocurre hacerte tararearla y cantarla toda la vida.

 

(io cuando escuche “el taxi” XD)

 

Guardó todo en su locker, pues su bolso aún reposaba en la cama de su recamara, aguardando al dueño que nunca llegó a dormir.

 

 La campana acababa de sonar.

 

Caminó dubitativo todo el trayecto, pensando en qué necesitaba decirle Neji Hyuga que fuera lo suficientemente serio como para hacerlo recurrir a esa charla en un lugar “poco frecuente”.

 

 ¿y si era una artimaña de karin? Más valía que no; de lo contrario, apoyaría a la arpía en el barandal y con ninguna intención de pecar, nótese el sarcasmo, la empujaría accidentalmente hacía una caída de 15 metros.

 

Cerró la puerta a sus espaldas. Ya había llegado al lugar.

 

-No quiero que me interrumpas hasta que termine, solo lo diré una vez y fuera de este lugar, si me mencionaras algo acerca de lo que hablamos ahora, lo negaré hasta mi tumba. – Naruto solo pudo asentir. No supo de donde había aparecido el pelicastaño.

 

Neji cerró los ojos, conforme con la respuesta.

 

-Los padres de karin amenazaron a los de utakata. No sé qué hizo ella, no sé qué es lo que pretendía con dejarte vía libre con el Uchiha; pero sí sé que te odia más de lo que logro entender. Ella piensa hacer algo más, algo grande, estuvo hablando sobre eso ayer, será para la fiesta de graduación…

 

- ¿Qué quier…?-

 

-No estoy saliendo con shino, nunca lo he hecho, en realidad. Preparamos todo para que pareciese así. No me importa kiba, ni en lo más mínimo, pero creo que le gustaría saber que su galán no ha dejado de amenazarnos para que explicáramos las cosas. Karin lo amenazó de vuelta, por supuesto. - ¿¡Pero qué coño le estaba diciendo!?

 

Naruto afiló la mirada, dubitativo ¿Por qué confiaría en él? Después de todo, neji estaba del lado de karin… - Me vale un bledo si no me crees, yo solo quiero ver a esa perra pagar por lo que hizo. Eso ha sido todo. – El castaño se fue tan rápido como había aparecido. La conversación solo había durado un par de minutos, pero a naruto le costaba procesar la corta “charla”.

 

Apretó los puños.

 

 karin tenía mucho que explicar…

 

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-na…- Ella pagaría cada lágrima.

 

-naru…- No volvería a dejar que esa víbora causar daño.

 

-naruto, detente…- La mandaría a donde pertenecía…

 

Al puto infierno.

 

-¡NARUTO!- Detuvieron sus puños. Miró atrás, desconcertado; kiba sujetaba sus brazos

 

¿qué había pasado? ¿Dónde estaba?

 

Se tomó unos segundos para pensar, deshaciendo la presión en sus puños, haciendo que la sangre en sus nudillos escurriera hacia el interior de sus manos. Su respiración estaba agitada, dificultándole la posibilidad de rebuscar rápidamente en su cabeza.

 

Recordaba que había ido a confrontar a karin una vez se habían acabado las clases; su rabía había cesado un poco, solo quería aclarar si todo era verdad. Una vez la vio al final del pasillo, la jaló lejos del muchacho con el que coqueteaba, llevándola a las afuera del parqueadero con la intención de hablar como personas civilizadas.

 

Ella no se tomó la molestia en negar nada; es más, se había reído, había insultado a sus amigos y a utakata, lo había empujado haciendo que cayera el suelo y le había lanzado unos billetes mientras lo miraba con arrogancia.

 

La gente los rodeaba, expectantes por lo que pudiera pasar; más a él no le importó en lo absoluto. Una ira casi asfixiante apuñalaba su pecho, susurrándole que la única forma de cesar el dolor era dejándole tomar el control.

 

“Te dije que no te metieras conmigo, zorra asquerosa, no eres más que una escoria con los humos muy altos por la poca atención que antes no recibía. Deberías matarte, corazón, la perra de tu mami no merece cargar con una blasfemia capaz de matar a su propio padre. Me asegurare de dejarlos a los dos en las calles.”

 

Eso le había dicho, eso le había dicho…

 

Y se aseguraría de que fuera lo último que dijera.

 

Ahora, después de haber recuperado la consciencia, se daba cuento de lo que había hecho.

 

Karin estaba en el suelo, cubierta de rasguños, moretones y sangre, su uniforme estaba desordenado al igual que su cabello; estaba inconsciente.

 

Hubo mucho escándalo, policías de por medio, amenazas de expulsión y la madre de karin le había aruñado la cara; ahora parecía que hubiera dibujado un “tres en línea” en su mejilla derecha.

 

Afortunadamente, al menos en esta ocasión, los estudiantes habían hecho uso de sus repugnantes costumbres de subir a internet las desgracias ajenas, así que todos pudieron ver el porqué de la violenta reacción del rubio.  Eso, sumado a su buen comportamiento durante toda su vida escolar y que solo quedaban un par de días para que se acabara el colegio, lograron evitar que lo llevaran arrestado a algún reformatorio; sin embargo, tendría que pagar los analgésico y los cargos hospitalarios de la pelirroja, además de tener que venir los días consiguientes a la fiesta para limpiar, él solo, todo el desorden que dejaría esta.

 

Ahora estaba en casa castigado hasta nuevo aviso, sin celular, acostado en su cama mientras intentaba controlar las ganas de saltar por la ventana para dar con el Uchiha. Lo había visto remotamente en el parqueadero, antes de que kiba se lo llevara de ahí, con una ceja alzada mientras que, en dedicatoria a su valentía, palmeaba ligeramente la muñeca de su otra mano (típico aplauso de reina-diva-todopoderosa). Rio de recordar lo afeminado que había lucido al hacer eso.

 

Había hablado hace poco con deidara por su repentina desaparición y, después del sermón y los gritos de reprimenda, se enteró que al parecer itachi lo había llevado a un hotel de la zona famoso por sus aguas termales.

 

En cuanto a sus mejores amigos… Media hora después de su rotunda sentencia a encarcelamiento, lo habían llamado desde al frente de su casa y le habían lanzado por la ventana unos cuantos juegos de mesa y revistas de temas variados para que se entretuviera; quisieron subir a charlar, pero el miedo hacia el habanero sangriento pudo más.

 

- ¿En qué mierda pensabas al hacer eso, idiota? - el rubio retiró el brazo que tapaba sus ojos, sorprendiéndose al encontrar a la persona de sus pensamientos terminando de escalar la ventana.

 

-pues en realidad no pensaba…- aclaró el rubio, sentándose y palmeando el espacio a su lado para que el azabache pudiera sentarse.

 

-como de costumbre. - El Uchiha sonrió ante su propio chiste, ganándose un pinchazo en su costilla.

 

-Si viniste a consolarme déjame decirte que apestas. – Naruto se apegó a la pared, con la mirada perdida; parecía estar reflexionando intensamente. Sasuke se recostó en el hombro de Naruto. No acostumbraba nunca a hacer ese tipo de cosas, pero no le gustaba que el blondo no le prestara atención; además extrañaba pelear con él.

 

-lamento que no hayamos podido ir a donde sea que tu querías- Susurró naruto recostando su cabeza sobre la pelinegra. Aspiró profundo el aroma masculino de su compañero. Algunos rayos naranjas bañaban la habitación, anunciando que en un par de horas llegaría la oscuridad nocturna.

 

- ¿por qué no podemos ir? – preguntó divertido, haciendo que los ojos celestes chocaran con sus oscuros; sasuke sonrió de medio lado.

 

- ¿Es en serio? Deberías haber visto cómo se puso mamá… casi termino igual que la tarada- aclamó divertido, haciendo referencia a karin. Sasuke agrandó su sonrisa.

 

-Ya luego me agradecerás…-Sasuke sacó su celular, mostrándole los textos que habían intercambiado él y su madre.

 

-Suegrita: Esta bien, sasu-chan, pero me lo traes antes de las nueve o me voy a enojar. No olviden usar condón y feliz segundo mes :3

 

-Me: Tranqui, suegri, ya tengo todo preparado. Solo por ahora tomaré su recordatorio, imagine lo emocionante que será cuando nuestros hijos le digan “kushina-obachan”.

 

-Suegrita: KYAAAAAA!!!! ¿sabes que…? No me molestaría que lo hicieran a lo natural, así que… ejem-ejem-quieronietos-ejem

 

- ¿Has chantajeado a mi madre con nietos, bastardo? - Preguntó el uzumaki, curioso al notar que ahora su madre y sus suegros pensaban que llevaban tanto tiempo juntos. No sabía si sería más razonable echarse al suelo de la risa o enojarse por la confabulación de esos dos, así que decidió hacer las dos: Jaló del pelo al uchiha mientras reía estrepitosamente.

 

- ¿¡Pero qué haces, mierda oxigenada!? Estás arruinando mi peloooo, estupida…- El comentario solo hizo que el rubio comenzara a llorar mientras suplicaba un poco de aire. Amaba ese extraño humor del Uchiha.

 

 

 

 

- ¿d-dónde vamos? -preguntó curioso, quitándose el exceso de humedad que había en sus ojos. Sasuke se había apresurado en llevarlo el convertible estacionado frente a su casa.

 

-Tiene que ser sorpresa…- canturreó, vendando sorpresivamente al rubio, quien dio un leve respingo al sentir bloqueada su vista por una suave tela oscura

 

-esto es tan cliché -bromeó el ojiazul, liberando una risa al escuchar el gruñido del conductor.

 

-calla, insecto desagradecido. -naruto rodó los ojos, algo imposible de ver para sasuke. -es gracioso porque te imagine rodando los ojos. -fue turno del Uchiha de reír.

 

-saaaaasukeeee… llevó 10 minutos con los ojos vendados ¿esto es un secuestro? Me vere forzado a partirte la madre- el rubio hizo un puchero, ya estaba aburrido de solo sentir la brisa en su cara; además de que el pelinegro a penas y hablaba.

 

-sí, naruto, es un secuestro. Y yo te quiero partir otra cosa…- susurró lo último medianamente alto, esquivando el derechazo que iba hacia su cara.

 

-Te salvaste solo porque no quiero que nos estrellemos, pervertido- Naruto volteo hacia la ventana, esquivando la invisible mirada de sasuke; por el cosquilleo en su cara debía estar como un semáforo.

 

-llegamos…- Escuchó el rubio, junto a el ruido del auto deteniéndose con cierto sonidillo característico; habían estacionado en césped. Sasuke detuvo las manos del rubio al ver sus intenciones de retirarse la venda. -ven conmigo. – naruto bufó, irritado por el trato de damisela que sasuke le estaba dando.

 

-seré pasivo; pero sigo siendo un hombre, sasuke. – Sasuke acaricio la espalda baja del rubio, casi derritiendo la piel al paso de sus dedos. Naruto trató de disimular lo que causaba el contacto del Uchiha en él; pero sus repentinas piernas de gelatina y la estúpida mueca de calentura, no hacían más que delatarlo.

 

-y eres todo mío…- le susurró el uchiha, retirando pausadamente la venda, dejando fuego al tacto de sus dedos. Naruto tuvo que aguantar la respiración, no muy seguro de si por las palabras del bastardo o la increíble vista que tenía al frente.

 

-¿pero qué…?- Definitivamente no estaba seguro por cuál cosa estaba mojando cuco.

 

Estaban en un observatorio, en el balcón, para ser más específicos. Un camino de piedras llevaba de la puerta corrediza hacia un mantel cubierto por rosas, vasos, cubiertos y una canasta llena de comida.

 

Sasuke tomó de la mano al rubio, guiándolo hasta su lugar, o de lo contrario estaría parado toda la noche con cara de retrasado; en realidad mataría por ver esa esa expresión en la cara de naruto todos los días: Sus ojos brillantes, contrastando con los últimos rayos naranjas que el sol les enviaba; sus mejillas sonrojadas, dando un fondo espectacular a su boquita medio abierta…

 

¿Cómo podía ser tan jodidamente hermoso?

 

-gracias…- Sasuke abrió un poco la boca, sorprendido por el repentino abrazo que le daba Uzumaki. Correspondió un poco cohibido el gesto.

 

Pasaron el rato, acostados mirando el paisaje, contando las traviesas estrellas que comenzaban a salir en el astro; rieron, olvidando por un efímero momento que la vida no siempre era rosa… que el futuro no estaba completamente de su lado; se lamentaron, temiendo que todo solo fuera un sueño que se rompería cuando sonara la alarma.

 

Ese momento no pudo haber sido más perfecto.

 

-así que… frutas, papitas y soda; eres todo un experto en las artes culinarias. -comentó naruto, sonriendo mientras acercaba la última rodaja de piña a los labios del pelinegro. Sasuke mordió, sonriendo engreídamente.

 

-soy una caja de sorpresas, rubiecito. – los dos rieron ante el comentario, en realidad sasuke no sabía cocinar. La sonrisa de naruto desapareció espontáneamente, alterando un poco la paz del pelinegro.  Naruto se irguió, abrazando sus rodillas, echando un vistazo amargo al nocturno paisaje frente a él. La realidad le había dado una pequeña bofetada para que dejara de soñar.

 

- ¿por qué te tuve que conocer ahora…? - sasuke imitó la pose del ojiazul, un poco desconcertado por la pregunta. Los ojos del segundo destellaban tristeza.

 

-tú seguirás con la empresa de tu padre y yo me iré al otro lado del mundo para estudiar psicología…- Sasuke atrajo al rubio hacia él, acostándose, poniendo a naruto sobre su pecho. Naruto pudo sentir los nerviosos latidos del Uchiha.

 

-No creas que te librarás así de fácil de mí, teñido, soy asquerosamente rico y si quiero podría ir todos los días a visitarte. – naruto sonrió tímido, pellizcando juguetonamente un pezón del más grande- ¡Auch! – exclamó, reteniendo la lógica excitación que le produjo ese toque. Naruto se burló; solo lo había hecho en modo de juego.

 

-No me gusta lo cliché, sasuke- comentó de la nada. Sasuke alzó la ceja en signo de duda.

 

-¿qué tiene que ver? – naruto rodó los ojos, agarró la venda que anteriormente estaba en su cara y se la puso al azabache. Con una zorruna sonrisa se levantó de su “almohada”, se acercó rápidamente al vidrio que servía como barandal y gritó “aprieta esa cosa”, cerciorándose que sasuke hiciera caso; Sus mejillas se sonrojaron al ver el resultado, no muy seguro de mostrárselo al otro.

 

-Mira ahora…-  decir que sasuke no estaba nervioso era la mentira más grande del universo.

 

-los pasivos también podemos hacer esto…- susurró el uzumaki (Poder femenino-ukerino!!! :v)

 

¿escucharon eso?

 

Era el corazón del Uchiha tratando de salir de su pecho para violar al rubio.

 

En el barandal, haciendo uso de su aliento, naruto había escrito con su dedo “¿Quieres ser mi “más que amigos”?

 

y sasuke sabía la respuesta… más si al lado del mensaje estaba su rubio, ofreciéndole una sonrojada sonrisa.

 

-Sí quiero – contestó. naruto colapsó, entre risa y llanto se acercó a abrazar a sasuke… su sasuke.

 

-ahora somos super-ultra-recontra-mejore-amigos, sasuke – el mencionado gruñó, no muy contento con la respuesta. Por eso decidió marcar territorio, besando lentamente la boca del contrario, acariciando de paso su cintura por encima de la ropa. Naruto correspondió complacido.

 

- ¿adivina qué? – naruto se separó levemente, esperando el comentario que estaba seguro arruinaría el momento: Era taaaan típico. -esta vez sí hay condones, naruto, si hay condones. – El Uchiha imitó el mismo tonito que había usado el ojiazul al principio del día. el rubio abrió cómicamente la boca, avergonzado por la ironía con su, según él, frase.ultra.secreta.que.se.supone.debía.saber.solo.él.

 

El azabache se apresuró a besarlo, distrayendo las ganas del rubio de castrarlo.

 

De la que se había salvado…

Notas finales:

Les ha gustado? casi 4000 palabras!!!

 

AMARÍA LEER SUS RWS, NO SE RETENGAN EN NADAAA.

 

¿PREFIEREN UN FINAL FELIZ CLICHÉ OOOO... ALGO UN POCO MÁS INCOGNITO?


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