Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

:;:;Porque en el amor nadie decide;:;: por uchiuzuma lover

[Reviews - 318]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Se prendióooooo ESTA MIERDAAAAAAAAA

 

ajusten sus cinturones sumercé.

 

A LEER...

 

“¿Qué se siente saber que me ayudarás a acabar con el pequeño bastardo…?”

 

Ignoralo, sasuke…

 

Intenté no hacerle caso al mensaje. Llevaba una hora dentro del lugar y ya quería escapar junto a naruto.

 

-¿estás bien? Empiezo a creer que todos saben algo que yo no…- espetó en tono de broma. No podía estar más en lo cierto…

 

-solo son nervios ¿quieres bailar conmigo?- pregunté, aprovechando que acababa de empezar una balada lenta.

 

Él asintió después de mirarme intensamente, intentando convencerme con sus ojos. Dejamos los vasos de ponche –ahora vacíos- sobre la mesa.

 

Lo lleve a rastras tras la gente, manteniendo mi tacto firme sobre su muñeca. El resto de los amigos de naruto habían desaparecido a penas ingresamos, por lo que solo estábamos nosotros, en medio de muchas caras insignificantes. Lo tomé de la cintura, acercándolo más a mi cuerpo.

 

Me encantaba como mi mano encajaba a su alrededor. Se veía tan hermoso…

 

En realidad no había forma en que no pudiera verlo como una deidad, con su peluca negra; su ojos delineados, acentuando el color cielo en sus orbes; ese disfraz, que abrazaba su cuerpo de tal manera que me provocaba celos.

 

-no me acaba de convencer esa ropa…-bromeé para aligerar el ambiente. Más era cierto; a veces, cuando naruto se movía de cierta forma, sus pezones alcanzaban a entreverse y su ombligo quedaba expuesto. O que esos pantalones de cuero se extendían por sus curvas de una manera perversa.

 

Me bullía la sangre el notar que todos miraban a naruto con hambre, desde hombres hasta mujeres… incluso algunos donceles que buscaban experimentar.

 

-lo siento, no he encontrado algo más emo que esto. Quizá si hubiera estado en tu cuarto podría haber buscado algo más adecuado…- respondió con una sonrisa. Podía sentir sus manos alrededor de mi cuello, enredados ligeramente en algunas hebras.

 

-si hubieras estado en mi cuarto… habríamos hecho de todo menos buscar ropa.- susurré, acercándome a su oído. Su agarré se intensificó y lo sentí estremecerse entre mis brazos; incluso podía sentir como su piel se ponía de gallina.

 

-pues, los profesores siempre han dicho que hay que ver el colegio como una segunda casa…- acarició mi pecho mientras acomodaba sus labios en mi cuello. –Entonces los salones pueden hacer de dormitorio ¿verdad?- él decir que mi miembro seguía intacto era una vil mentira; este se alzaba como si fuera una mano que estaba de acuerdo con naruto. (poia de sasuke: oie zi, eso tiene musho zentido…)

 

Naruto jaló de mi mano, indicando ruta hacia algún lugar lo suficientemente desierto como para que pudiéramos intimar en paz.

 

-adelántate un momento, iré al baño por un segundo…-le pedí cuando nos alejamos lo suficiente del bullicio. Sabía que íbamos al salón de artes, que era el más alejado, así que no había inconveniente alguno.

 

En realidad solo quería prepararme para decirle la verdad. Así fuera solo refrescarme el rostro y darme ánimos, ayudaría. El miedo de los mensajes de texto estaban ahí, intactos, cada vez más cerca de volverse realidad. Prefería ser yo quien dejara la verdad a la luz.

 

-dale… y no te preocupes por la protección que hoy yo invito- sacó de sus ajustados bolsillos traseros un sobrecito muy familiar, en su cara se disfrazó una sonrisa traviesa.- es sabor a fresa…- se acercó el sobre a su boca, mordiendo ligeramente una esquina. Se veía inhumanamente provocativo

 

Joder, cómo me daban ganas de secuestrarlo y follarlo 24/7.

 

Claro… en caso que no me perdonara después.

 

Lo empuje ligeramente para incitarlo a caminar y le di una rotunda palmada a uno de sus glúteos, provocando que me mirara con cizaña. Reí con sorna, haciéndome el inocente.

 

Mi expresión se llenó de angustia a penas los vi cruzar la esquina. Tengo miedo.

 

Me mojé el rostro una vez entré al baño, que al parecer estaba vacío; Miré mi reflejo, parecía completamente ajeno a como me sentía en realidad.

 

Gracias a Dios deidara me había prestado un poco de maquillaje… ayudaba mucho a tapar las ojeras; aunque claro, no había pensado claramente y ahora el agua colorada se regaba por mis dedos, dejando mis horas de insomnio expuestas.

 

Solté un gemido lastimero. No quería que naruto me dejara, no quería salir de ahí y tolerar su mirada de odio cuando le contara.

 

Posiblemente si me hubiera puesto a llorar dentro de un cubículo… quizá así hubiera provocado menos daño; pero la vida es cruel… y la primera plaga tenía que hacer acto de presencia tarde o temprano.

 

-no pensé que te afectara tanto…-me sobresalté al escuchar eso tras mi espalda. Era karin. Su piel amarillenta resaltaba considerablemente… y el que trajera lentes de sol a un lugar completamente oscuro dejaba en claro que quería tapar algún morado en sus ojos; además, se le notaban varios rayones por los brazos.

 

Aunque al igual que yo, lo disimulaba muy bien con maquillaje. Ella sonreía con maldad.

 

Traía un horrendo disfraz de enfermera…

 

Como quería saltarle encima y ahorcarla.

 

-no sé de qué hablas… y este es el baño de hombres, así que lárgate o te saco a patadas.- traté de sonar frío, pero el que la confrontara estando tan vulnerable me hacían parecer de todo menos intimidante.

 

-no vine a pelear, sasuke. Mira… todo lo he hecho por ti, por nosotros- se acercó moviéndose de manera “sensual”. –No te merece, ni siquiera tiene dinero…- su voz sonaba agria, como si solo hablar de naruto le provocara nauseas. – Solo es un pobre imbécil. En cambio mírame a mí. Soy rica, mi cuerpo es delicioso y…- apreté su muñeca con fiereza cuando lo acercó a mi rostro. Ella puso una mueca de excitación.

 

Que puto asco…

 

-Ven conmigo, te mostraré quien es uzumaki en realidad.- caminó hacía la puerta, meneando su cabellera. Que se comiera un cerro de mierda si creía que iba con ella. –iremos con naruto, no te angusties… solo quitaré las vendas en tus ojos.- extendió su mano hacía mí. No sé exactamente qué fue lo que hice, porque a pesar de no creer ni un poco en sus palabras, el que posiblemente naruto también ocultara algo me hacía sentir en paz.

 

Lo sé, suena estúpido… pero así quizá podríamos perdonarnos mutuamente y seguir adelante.

 

Pase de largo, corriendo bruscamente su mano al pasar por su lado. Ella solo sonrió como psicópata, acercando la mano que había tocado por segundos mi brazo a su nariz.

 

Empezaba  a creer que de verdad necesitaba ayuda psiquiátrica.

 

-vamos, sasu-chan. Disfrutarás mucho cuando te muestre esto…- Comentó con gracia. Empezó a caminar hacia el centro de la fiesta nuevamente. Ella volteo a verme cuando me detuve a unos metros suyos.

 

-naruto no está por allá…- espeté con rudeza. Lo suponía, todo parecía ser una trampa.

 

-cree y deja de subestimarme. Lamento decirte que conozco mejor a mi querido primo que tú.- esa expresión corrompida en sus ojos empezaba a incomodarme, parecía sacada de un manicomio. Ella volvió a caminar.

 

¿Por qué odiaría tanto karin a su propio pri…?

 

¿Qué…?

 

-¿primos?-  pregunté con incredulidad. Ella regresó su vista hacía mí, la luz violácea del lugar le daba a su rostro amarillento un aspecto siniestro.

 

Ella soltó una risita inocentona mientras tapaba su boca con expresión de sorpresa.

 

-Ups, no debí decir eso…- balbuceó exageradamente, encogiéndose de hombros; parecía querer dejar en claro que lo había soltado a propósito. En cuestión de segundos sus ojos volvieron a inyectarse de locura. –Pero no creas mi pequeña mentirita. Naruto no es mi primo…-

 

Y a pesar de que en el fondo me lo esperaba, una oleada de desconcierto se originó en mi interior al descubrir a la autora de los mensajes delatándose a sí misma:

 

-es la pequeña cucaracha a la que tengo que aplastar…-

 

 

Naruto´s POV

 

-hinata, ¿qué haces aquí?- intenté disimular la decepción al saber que no era “otra” persona quien cruzaba la única puerta en la instancia. Le acomodé el pelo sudado que se pegaba a su rostro, el maquillaje lo tenía levemente corrido y parecía bastante desaliñada.

 

-tienes que irte… ¡Ahora!- su repentino grito me hizo saltar hacia atrás. Ella se acercó a paso veloz y me tomó por los hombros. Podía ver sus ojos perlados llenarse de lágrimas. –Va a pasar algo horrible si te quedas…- Un ruido hueco se escuchó a las afueras del salón. Nos alertó a los dos. Hinata corrió hacía la ventana, abriéndola de sopetón, atenta a cualquier movimiento al otro lado de la puerta.

 

Nadie parecía estar afuera.

 

-¿qué sucede? ¿Ha pasado algo? ¡Por favor, hinata…!-

 

“SE LE SOLICITA A TODOS LOS ESTUDIANTES REUNIRSE EN EL SALÓN PRINCIPAL. EL REY Y LA REINA DE LA GRADUACIÓN SERÁN ANUNCIADOS EN UNOS SEGUNDOS”

 

Hinata gruño con lo que creí sería impotencia.

 

-Naruto. Mañana no querrás saber nada de mi… y solo quiero decirte… que eres la persona más hermosa y llena de bondad que jamás he conocido…- su voz parecía romperse mientras se sentaba en el marco de la ventana, dándome la espalda; solo tendría que impulsarse para caer hacia un matorral, huyendo de un peligro que yo desconocía.- fuiste mi primer amor cuando éramos tan solo niños. Me desconsolaba darme cuenta que nunca podrías llegar a sentir lo mismo; tuve que forzarme a olvidarte…-

 

No sabía que estaba pasando, ni siquiera podía procesar todo lo que me decía; parecía todo sacado de una estúpida telenovela… y aun así no podía evitar que mis ojos se humedecieran por sus palabras. Era una despedida…

 

¿Por qué se despedía?

 

-Haré lo que esté en mis manos para protegerte y, pase lo que pase, no confíes en…- Miró alerta hacía la oscuridad de la entrada. No le dio tiempo a terminar, saltó con prisa al escuchar pasos que corrían en su dirección.

 

Me hubiera gustado ir hacía ella y exigirle que dejara las estupideces y me confrontara como yo lo merecía…

 

Pero solo me puede quedar estático, con la boca abierta y los ojos llorosos al ver a utakata cruzar el umbral. Su pelo despeinado y su ropa normal -ajena a la fiesta- alteraron mis sentidos con fuerza.

 

No como hubiera pensado que lo haría: con mariposas en el estómago y un arranque bruco por querer besarle; en vez de eso… solo había… nostalgia.

 

Él tenía una mueca que intentaba hacer pasar por una sonrisa.

 

La mezcla de emociones en mi cabeza me provocaron nauseas… e hice exactamente lo que buscaba evitar: me lancé a sus brazos, buscando un falso auxilio en su persona.

 

Pero sus brazos no me calmaban, no me daban la calidez que buscaba, no me daban lo que sasuke sí.

 

El sonido de los aplausos resonó por todo el lugar, interrumpiendo el rencuentro por unos segundos. Desde lejos se escuchaban los alaridos que parecían ir hacía el nuevo rey de la graduación.

 

-naruto… perdóname.-susurró acercando sus labios a mi oreja, no estaba seguro si de verdad lo había dicho o solo lo había imaginado… tanta tensión me estaba alterando los sentidos.

 

Su tacto ahora no me quemaba deleitosamente, como antes lo hacía; ahora solo me incomodaba el pensar que sasuke podría aparecer y malentender la situación.

 

Gimoteé con sorpresa al sentir sus labios sobre los míos con desesperación, con brutalidad.

 

Me dejé llevar por un instante, solo unos segundos, tratando de buscar así fuera un indicio de lo que siempre llegué a pensar que sería un beso en los labios de utakata, mi primer amor…

 

Sí, este era mi primer beso en los labios con él y… no sentía nada.

 

Absolutamente nada.

 

Apoyé mis manos en sus hombros y lo empuje con cautela. El beso había durado más de lo que me hubiera gustado.

 

-y-yo, no puedo… lo siento.- Susurré, negando culpable. Utakata debía estar odiándome.

 

-Me alegra saberlo.-alcé mi mirada hacia él. Sus ojos eran una mezcla de felicidad y tristeza, pero no había rabia ni confusión.

 

¿Por qué no estaba bravo?

 

Ya me he preguntado tantas cosas desde que entré a la fiesta…

 

Por ridículo que suene, quería creer que en algún momento todos saldrían gritando diciendo que era tan solo una broma para un programa de televisión.

 

Por favor, salgan ya que me van a matar de la angustia.

 

Nada cambio ante mis súplicas…

 

-Por favor… no me odies.- Soltó repentinamente Utakata. Se tiró pesadamente al suelo, llorando desconsoladamente, abrazándose a sí mismo.

 

¿Ahora qué estaba pasando? Cada vez entendía menos.

 

No voy a aguantar más. Paren. Paren.

 

¿Y dónde demonios estaba sasuke? ¿Por qué llevaba casi media hora sin aparecer…?

 

-Se solicita a la Reina de la graduación, la zorra de uzumaki, en la tarima principal. Repito. Se solicita a la perra en la tarima para que venga por su corona. –Miré con estupefacción el parlante, por donde salía esa voz robótica.

 

El sonido del eco resonaba por los pasillos, dando a entender que el mensaje había sido transmitido por todo el instituto. El aparato volvió a pitar, diciendo lo mismo una y otra vez.

 

La música que antes ambientaba el lugar ya había sido apagada; ahora solo se escuchaba ese horrible tono computarizado junto con el alarido de los estudiantes gritando mi nombre.

 

-¿¡Q-qué haces!?- El shock me había dejado en blanco, por lo que no había alcanzado a reaccionar cuando la persona que lloraba hace unos segundos se abalanzaba sobre mí.

 

Opuse resistencia ante el tacto brusco de Utakata. Pedí desesperadamente que me soltara. Grité por auxilio a la gente en los pasillos… pero nadie hacía nada al ver a mi exnovio arrastrándome con rudeza por el pasillo.

 

Tenía miedo. Estoy aterrado; Alguien…ayúdeme.

 

Podía escuchar a Utakata susurrar una y otra vez “Perdón. Perdón.” Parecía imitar la secuencia de los parlantes, repitiendo entrecortadamente lo mismo. Su brazo sujetaba el mío con fuerza, llevándome a rastras hacía donde sea que fuéramos. A él no parecía afectarle que su brazo sangrara de tanto arañazos y golpes que le daba para que me soltara.

 

Mis uñas estaban llenas de sangre mezclada; de él por los rasguños y mía por intentar sujetarme de cualquier cosa en el suelo que me ayudara a liberarme. Las baldosas y la ropa de los estudiantes parecían escapar de mis dedos con rudeza, evitando mi tacto, partiendo mis uñas y lastimando mis manos en el proceso.

 

-¡Auxilio, por favor! ¡Alguien que me ayude!- ya casi llegando se acercaron unos tipos que me sujetaron por las piernas, extinguiendo mi posibilidad de huir. -¡NO! Utakata, para. ¡Te lo suplico!- más no opuse resistencia a los rostros desconocidos que me agarraban por las piernas, alzándome como si de un cadáver se tratase.

 

Solo procuraba arañar y luchar contra el pelinegro que lloraba con la mirada perdida; el mismo que me estaba ofreciendo en contra de mi voluntad. Quería dejarle en claro que el odio, el miedo y la desolación que crecían en mi interior era por su culpa.

 

La gente se abría a mí alrededor. Solo reían maravillados por lo bien que estaba saliendo esta sorpresiva “obra de teatro”; por algo aplaudían y observaban con fascinación como el ensangrentado tiraba de su exnovio al frente de la tarima.

 

Los parlante se callaron y el lugar se quedó en completo silencio.

 

Miré con incredulidad a ese desconocido frente a mí, a quien le abrí mi mente y mi corazón por primera vez después del accidente trágico que marcó mi adolescencia.

 

Él solo seguía con sus ojos perdidos, llorando como si la vida se le fuera en ello.

 

La repulsión crecía exorbitantemente en mi pecho…

 

¿Con qué derecho se creía para llorar así?

 

Era yo quien estaba siendo mortificado. Era yo quien merecía estar llorando desconsolado, aguantando la humillación…

 

Pero no me verían así. Nunca. No les daré el gusto mientras respirara, aún si no supiera la razón por la que estaba siendo…

 

El sonido metálico de una pequeña pieza al caer interrumpió el hilo de mis pensamientos. Una pequeña tiara terminaba de rebotar ruidosamente frente a mí.

 

Se partió con fuerza antes de detenerse.

 

Mis ojos viajaron hacía los de la persona que había lanzado la pieza que ya había dejado de tintinear.

 

Era él…

 

-¡sasuke!- exclamé, alegre de ver a mi príncipe azul a unos metros sobre la tarima, mirándome intensamente. Por un segundo había olvidado la situación en la que me encontraba. La emoción exaltaba mi tono de voz… y la corona que posaba sobre su cabellera negra podría parecerme graciosa si no estuviera muerto de miedo – ¿esto es una broma? Por favor, ayud…-

 

-¿Quién eres?- su pregunta detuvo mis palabras. Su voz sonaba grave y siniestra. Mi pecho dolía de tan solo escucharlo.

 

Mi labio tembló y mis ojos se cristalizaron en segundos.

 

Hasta ahora no había notado que su mirada estaba completamente sumida en el desprecio y la decepción. Sus ojos me juzgaban con tal ímpetu que sentía mi corazón siendo atravesado.

 

Las lágrimas cayeron con sorpresa, tan indignadas como yo al ver la escena -en una persiana ubicada tras sasuke- donde utakata me robaba un beso.

 

Y yo le correspondía…

 

El vídeo acababa y volvía a reproducirse. En cambio la desesperación no hacía más que aumentar en mis entrañas.

 

-no es lo que crees…- Intente decir. Hice el amago de levantarme, pero al apoyar mis manos sobre el suelo resbalé hacia delante, golpeando mi frente contra el suelo con un dolor espeluznante en mis manos.

 

Miré mis temblorosas palmas desde el frío suelo: estaban completamente agraviadas… el cuero levantado y las uñas partidas eran una muestra de ello.

 

-Eres la peor basura que jamás he conocido…- soltó.

 

Gemí con fuerza desde el suelo. El dolor en mis manos no podía compararse con el de mi corazón.

 

Iba a intentar defenderme, pero el sonido del parlante obstruyó mi voz:

 

-solo hay que presionar el botón verde sobre el reproductor… eso bastará para que todos sepan quién es en realidad el pequeño inepto frente a ustedes.-

 

-¿Quién eres?- repitió, con los ojos rojos de cólera; sus dedos se deslizaron con velocidad hasta dejarlo posicionado sobre el interruptor.

 

Yo solo negué desesperadamente, en un intento de apaciguar las lágrimas de impotencia que mojaban mi desaliñado rostro; estas caían ennegrecidas, por el rímel, sobre mis brazos.

 

Que la pesadilla termine ya.

 

Y entonces, el amor de mi vida presionó el botón…

Notas finales:

¿Les gustó? * se esconde dentro de una capsula para evitar ser asesinada por sus lectores. Mete a su mejor amigo que le ayudó a escribir* jejejejejejje

 

¿Lo sintieron? Ya saben, procuramos que se pongan en los zapatos del personaje.

 

ahora... MI COMENTARIO O MATO A NARUTOOOO MUAHAHAHAHAHAHAHHAHAHAHA *su amigo le da con una chancla* 

 

Lo siento, me dejé llevar por la emoción...

 

Iré a visitar a mi familia en unos días, así que es muy probable que la proxima conti tarde dos semanas; a menos que tuviera un super amiguis que me ayude con posiblemente el capi final. *le alza la cejas a cami con perversión* XD

 

Agradecería que dejaran muchos RW, a veces me inspiran tanto que en 2 horas ya he escrito 1200 palabras.

 

Besos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).