POV’s naruto
Fue la tarde más espantosa de toda mi vida. No puedo creer los dolores que puede padecer una mujer para mantenerse bien, yo que creía que las plásticas de mi instituto solo nacían para dar dolor a los demás, ahora las compadezco… bueno es mentira, siguen siendo perras y no las compadezco pero eso no entra en el tema.
Lo primero que hicimos al entrar fue comprar ropa. Viera donde viera solo había ropa estilo putas, acaso la sociedad no puede pensar con el cerebro en vez de las hormonas… ¡huich! Enserio todo se está yendo al caño. Cuando compramos lo más decente, pero bonito a la vez, fuimos a comprar zapatos… incomodo, puedo resumir cómo la pasé con esta frase, ahora aprecio mucho más mis tenis. Las baletas, aceptables; los tacones, x con esas mierdas por lo horriblemente incomodas que son; zapatos de plataforma (los que van con ropa fina), según hinata, muy elegantes; convers, los que más me gustaron.
Después de terminar, fuimos a dejar las bolsas en el auto, luego hinata me llevo a comprar maquillaje… oh oh. Estuvimos un buen rato metidos en la tienda de cosméticos, hinata no dejaba de hablar con la dueña del local sobre cuales colores combinarían más con mi cabello, mis ojos y mi piel, no entendía una sola palabra de lo que decían y lastimosamente tendría que haber un evento realmente importante para siquiera echarme un poco, pero después de esperar un buen rato, hinata y yo salimos del local con una bolsa ENORME, no estoy exagerando, esa cosa me llegaba hasta un poco más de las rodillas y estaba completamente llena.
Luego de eso nos sentamos en una pequeña pastelería a comer algo, yo pedí una botella de agua y un pedazo de pastel de chocolate, hinata pidió una taza de café y un sándwich integral. Después de habernos desocupado hinata me llevo a un local gigante, por el nombre del local pude ver lo que venía “Fashion Fasini” era más que obvio que era uno de esos locales franceses extremadamente buenos pero MUY costosos.
-no creo poder pagar esto, hinata- dije admirando el interior del local, por lo que podía ver era una especie de peluquería-spa. Hinata me sonrió y me jalo del brazo hasta una de esas sillas que usan los peluqueros.
-no te preocupes, esto es mi regalo- me dijo sonriendo.
-de que hablas…- no entendía a qué se refería, estos tipos de lugares valen lo mismo que una casa y ahora viene a decirme que me costeara una sesión ¡ja!
-¿te comente que mi madre es dueña de este lugar?- juro que si no me hubiera sostenido de la silla me hubiera ido de espaldas. Hinata alguna vez menciono que su madre era millonaria, pero casi no hablaba con ella desde la separación de sus padres.
-p-pero… dios santo, hina.-me debían una muy buena explicación.
-jejejeje- reía nerviosa, al parecer ya sabía que después de terminar todo esto va a tener un serio interrogatorio-¡candi!-grito hacia una puerta x de ese lugar, de inmediato apareció una muchacha de unos 19 años, cabello rubio, ojos grises, piel morena… atractiva-candi, podrías ayudarme, quisiera una sesión A-doncel para mi amigo- ella asintió y empezó a mirarme.
-mmmm…-movía la cabeza negativamente tocando mi cabello, mi piel, mis manos… me sentí tan feo que hubiera querido esconderme en un hueco- tiene el cabello peor que una escoba, quizá por eso lo tiene así de puntiagudo; piel seca y apagada, su ropa no combina con su cabello ni sus ojos… será duro pero no imposible- dijo mirando a hinata, ella tenía cara seria y luego asintió.
-lo primero será un baño de lodo, eso le dará brillo a tu piel y la dejara menos tensa- me decía la tal candi llevándome a través de varios pasillos, nos detuvimos ella y yo frente a una y hinata menciono- iré a bañarme en el spa, nos vemos naruto- dijo antes de meterme en esa puerta que mencioné.
Se sentía raro más no desagradable, tener lodo resbalando por tu piel podría parecer asqueroso, pero fue extrañamente delicioso cuando me metí desnudo a una tina llena de este viscoso líquido con una toalla que protegía mi cabello.
-naruto, ponte esto en la cara- me dijo candi extendiéndome un pequeño tazón con una extraña crema verde-marrón, le deslice suavemente por mi cara, cuando me la termine de colocar casi vomito por el olor, era como tener una especie de fertilizante bajo mi nariz.
-oye, por pura casualidad ¿esto me dejara la cara con este olor?- vi que ella presintió mis temores y sonrió.
-no te preocupes, después de esta sigue otra, esa deberá quitarte el olor a…-
-¿fertilizante de caballo?- pregunte al ver que no encontraba una palabra que determinara el olor.
-me iría más por el de humano, pero sí, digamos que es de caballo- palidecí ante sus palabras, no podía ser cierto ¿¡tenía mierda de otra persona sobre mi cara!? Ella empezó a reír y entendí que era una broma.
-casi me matas- dije en un tono aliviado, si no hubiera reído pude ya haber armado un show o hasta demandar al presidente por dejar que el excremento humano tenga alguna misión que no fuera viajar a través del WC.
-ya se secó, quítatela con esto y después ponte está- dijo extendiéndome agua tibia para quitarme la crema y luego me extendió otro tazón con una crema color rosa pálido. Fue un poco complicado quitarme la crema verde, era como si se hubiera adherido a mi cara. Cuando me coloque la rosada pude percibir el delicioso olor a claveles y rosas, se sentía una delicia, es como tener pompis de bebe resbalando por tu piel.
-no la dejes mucho tiempo, puede colorearte la piel- me informo estando de espaldas al parecer sacando una bata blanca- póntela, iremos al spa-
-que sigue- pregunté colocándome la bata aprovechando que estaba de espalda sacando unas cosas que no supe identificar, odiaba que me vieran desnudo, era como si pudieran leerme y me sentía muy vulnerable, sin contar la vergüenza.
-lo siguiente es “la depilación”-
Ni por un millón de yenes…
En el instante que escuche “depilación”, no dude en salir corriendo como un gato que va a ser bañado, no duro mucho mi escape al ser agarrado por dos señoras muy robustas.
Bien hecho naruto, sufre las consecuencias.
Vi la sonrisa inocente de candi, nótese mi sarcasmo, mientras me guiaban hasta un lugar desconocido.
-dolerá un poco- me informo candi. Gracias chica, eso me hace sentir mejor ¬¬.
Cinco minutos después no paraba de gritar. Recordé las palabras que siempre me decía mi madre cuando era pequeño:
“para ser bella hay que ver estrellas”
Ahora entendía esa frase a la perfección. Era verdad, vi muchas estrellas de dolor al sentir como desprendían todo bello que estuviera por debajo de mis cejas.
-dime por favor que ya todo termino- suplique metiéndome en la tina con agua tibia. Juro que si alguien volvía a tocarme mis “partes personales”, aunque fuera para la depilación, no dudare en usar mis conocimientos de artes marciales.
-no te preocupes, después de esto solo sigue el masaje y la preparación- me decía mientras masajeaba mi cabello untándolo de algo espumoso-
-¿la preparación?-
-es una sorpresa- no estaba para misterios, estaba física y psicológicamente mal, solo quería ir a casa y ya. Ella me quito la espuma con un poco de agua y luego me hecho con una pistola rociadora un agua que olía a abuelito, después agarro dos toallas enrollándome una en la cabeza
-bien, amárrate esto a la cintura, sigue el masaje- escuche decir a candi, cuando abrí mis ojos (pues los había cerrado por el cansancio) vi que me extendía la otra toalla, la tome y trate de hacerla entender con la mirada que me sentía incómodo estando desnudo frente a la gente.
-aghhh- suspiro con burla volteándose. Después me llevo hasta que paramos en una habitación con una camilla en el centro y muchos estantes llenos de diferentes cosas.
-bien, acuéstate- me indico la rubia, salió un momento y yo me acosté en la camilla, después de unos poco minutos llego con una hombre de una avanzada edad (40,45), me presento con el hombre, quien creía que no notaba sus miradas “inocentes” ¿acaso hacia lo mismo con toda mujer y doncel? No me incumbe, pero si ese hombre llega a tocarme más de lo permitido le daré una patada tan fuerte que hasta sus bisnietos lo sentirán ¬¬ *.
El hombre empezó con un suave movimiento de hombros, luego bajo un poco y así hasta la espalda, sentía como toda tensión se iba de mi cuerpo, luego el señor unto un aceite en sus manos y me pidió que abriera las piernas…
Maldito viejo depravado… -.-*
Le obedecí a regañadientes, estaría pendiente de todos sus movimientos, TODOS. Empezó a masajear mis pies, empezó a subir y a subir masajeando toda la extensión de mis piernas, volvió a mis hombros y luego masajeo mis brazos y antebrazos.
-hemos terminado- le escuche decir al hombre, ya había olvidado su nombre.
-muchas gracias- dijo candi, me ayudo a levantarme y me guio hasta que nos encontramos a hinata, estaba siendo masajeada por una mujer algo mayor.
-terminamos hina, solo falta la preparación- dijo candi, hinata pareció haber despertado de un bonito sueño pues se sobresaltó un poco y no pude evitar reír.
Payasa…
-gracias misumi- dijo hinata colocándose la bata. Candi me extendió la mía y cuando me la puse nos guio hasta donde habíamos estado al principio, me sentaron en una silla para peluqueros y esperamos hasta que candi regresara pues había ido a buscar personal desocupado.
-bien naruto, lo siguiente es la preparación, solo te prepararemos para hacerte el doncel más hermoso del planeta tierra.
Llevo tres horas en este lugar y si no fuera porque hinata me costeo esto ya los hubiera mandado a todos a la p*ta mierda. Una señora con un raro peinado se acercó a nosotros, me extendió una carpeta donde estaban todos los peinados y cortes, había de todo tipo, pero no quería cortar mi cabello, por lo que pedí una disculpa y solo me peinaran un poco.
Cuando terminaron no creía lo que veía, ahora sí me parecía a deidara, pues al parecer mi cabello no era tan corto como parece, me llegaba unos cuantos centímetros por debajo de los hombros. Me habían echado fijador para mayor duración del peinado y me colocaron una simple hebilla para quitar el copete de mis ojos.
-bien, ya que terminamos peinado - me dijo hinata con una sonrisa en la cara, no se le había quitado desde que vio como había quedado.
-ahora la vestimenta- dijo hina cuando hubieron terminado.
-¡pa, pa, pa, pa!- nos detuvo candi, se acercó a mí y me observo como escaneándome- ¿tienes lentes de contacto?-ya sabía más o menos por donde iría la conversación solo esperaba que no terminara lamentándome por lo que pasara.
-no, pero…- no me dejo terminar cuando me arrebato los lentes de la cara y los partió-¡candi!- chille incrédula. Esos lentes no costaban demasiado, pero había sido yo quien los había pagado T-T.
-pues ahora tendrás que comprarlos- me dijo candi, le preguntó a hinata si podría conseguirme unos y ella asintió saliendo del local.
Me llevaron hasta un vestidor y me dijeron que esperara ahí hasta que me trajeran ropa, cuando llego, estuvimos horas y horas (según mi perspectiva) probándome cosas, lo peor de todo es que no podía verme pues hinata aún no había llegado con mis nuevos lentes.
-este…-escuche decir a candi emocionada.
-ya lleg…- esa era hinata, que al parecer había votado algo al suelo, un líquido, ya que se escuchaba como este se derramaba-no puede ser- susurraba incrédula y emocionada.
-¡ya dejen el misterio y dame los benditos lentes para poder ver como estoy!- vi como hinata rebuscaba entre unas bolsas y sacaba algo para luego destaparlo, no tenía tan mala vista, el oftalmólogo me había dicho que solo 2.0, pero no podía verme porque no había un bendito espejo- abre los ojos, grande- me decía, cuando al fin me los pude colocar, vi como hinata se alejaba un poco dándome espacio.
-¿puedes ver?- me preguntó hina, asentí y espere a que dijeran algo, creo que esperaban algo de mí-¿Qué?- pregunte a las mirandas intensas de las chicas.
-¿no piensas mirarte?- me pregunto candi impaciente.
-pero donde si no hay un espejo-
-en los vestidores- me dio obvia hinata…
Me sentí tan imbécil…
-claro- dije como si fuera lo más obvio del mundo, me voltee para verme, pues estábamos parados justo al frente del vestidor que use.
Dios mío…
Mi corazón paro de latir y casi me desmayo al verme en el espejo, ese no era yo… era un puto modelo.
-¿e-esto es cámara oculta o algo por el estilo?- pregunte cuando al fin logre emitir algún sonido.
-no naruto, ese eres tú- me dijo hinata divertida.
No lo podía creer, había alguien… supuestamente yo, al frente mío, que no aprecia de este mundo. Ese “yo”, tenía una camiseta gris ajustada, chaqueta de cuero negro que se acentuaba a “mi” cuerpo, jeans ajustado color azul rey, tenis negros que hacia juego con la chaqueta y un hermoso brazalete gris en forma de dragón con una gema negra en medio de esta, tenía una piel brillante y hermosa, además tenía en la cara un poco de rubor para ocultar las imperfecciones.
-naruto, ya es tarde deberíamos ir tú casa- me dijo hinata, no estaba seguro si quería salir así.- ¿pasa algo naruto?- me dijo, supongo que preocupada pues yo no había dicho una sola palabra, pero no era apropósito, simplemente me había quedado vacío.
-nada solo…- no sabía que decir, no tenía nada que decir excepto… me voltee con una sonrisa y di una reverencia a candi- muchas gracias candi- sentí como me abrazaban y correspondí el abrazo cuando note que era candi.
-fue un placer, me divertí mucho hoy- me dijo en medio del abrazo. Después de la despedida, espere a hina que estaba hablando con candi y luego salimos del local, trate de ignorar todas las miradas que me daban los varones mientras íbamos al estacionamiento, cuando llegamos a mi casa, me despedí de hina con un beso y le agradecí por todo, ella me ayudo a bajar todas las bolsas y a entrarlas.
-nos vemos mañana Naru- me dijo antes de cerrar la puerta, estaba muy agradecida, ojala esto sea lo correcto, quiero mucho a uta-kun y solo lo hice por él. Me dirigí al cuarto, me puse una pijama dejando extendida la ropa para usarla mañana, pues solo la había usado un tiempo, me quite el maquillaje y me puse a desempacar todas las bolsas. Cuando termine me acosté quedando dormido en cuestión de segundos, mañana sería jueves y tenía que ir a estudiar.
CONTINUARA.