Una vez terminadas las clases, hinata y yo fuimos a la cafetería que quedaba al lado de la escuela. Deseaba algo dulce para poder olvidarme del día tan estresante que tuve hoy.
-descanso…- dije sentándome-tirándome a la silla. Mire la pantalla de mi celular, nada. Desde ayer he estado muy pendiente de la panela porque me llego un mensaje anónimo diciendo que venían a visitarme y quería creer que seguirían enviándome más.
-¿Qué tanto buscas con ese celular?- pregunto hinata sentándose en la silla del frente y dejando su bolso entre sus piernas.
-nada en especial, solo esperaba tener algún mensaje- hinata puso una cara de… yo sé que tú quieres que te llegue un mensaje de ESE.
-hinata, estaría loco si quisiera que sasuke me enviara un mensaje- chille coloreándome un poco. Hinata rió y tuvo intenciones de decir algo pero se decidió por llamar a la mesera con una mano.
-¿Qué es lo que piensas?- le pregunte al ver como su sonrisa juguetona aumentaba de tamaño hasta dar miedo, me le acerque casi subiéndome a la mesa para ver sus ojos, como si tratara de leerle la mente.
-si sabes que yo me refería a yutakata ¿no?-
-¿Qué es lo que insinúas, hyuga?- pregunte señalándola vil mente con la cara roja, esa mujer no estará pensando que…
-nada narutin, nada- canturreo guiñándome un ojo.
-y todos me miran, me miran, me miran, porque sé que soy linda porque yo soy divina-ya iba a empezar a gritar y quejarme cuando sonó el timbre de hinata, que timbre más… peculiar.
-alo…- en lo que hablaba hina por el celular volví a llamar a la mesera, que estaba hablando con el dueño del local. Recorrí el lugar con la mirada, era colorido sin dejar de ser simple, con varias mesas y sus respectivas sillas.
Pedí dos tazas de café con leche y una bandeja de ponquesitos con crema mixtos, la mesera se fue y hinata colgó el celular.
-demonios…- murmuro mordiéndose la uña del pulgar.
-¿sucede algo malo?- hinata solo come uñas cuando está muy asustada, nerviosa o cuando le da hambre, lo cual es ilógico en este momento ya que en unos momentos nos van a traer comida.
-lo siento Naru, mi hermana hanabi viene de visita y mamá me llamo para decirme que íbamos a cenar con ella y su esposo- ya entiendo el problema.
-¿aún?- le pregunte fuera de contexto, obviamente entendió.
-no lo puedo evitar, ese hombre es tan ardiente…- dijo soplándose con la mano. Sonreí y mordí un ponquesito, que acababan de llegar en una gran bandeja.
-pero si tiene como veintiocho y tú solo diecisiete. Se llevan… diez, once años- dije apenas entendible. Bebí un poco de mi café y mire a la puerta, que acababa de sonar por las campanas que colgaban enfrente de estas.
-naruto, ese hombre lo hace apropósito, él sabe que me atrae y siempre se me está insinuando-dijo atrayendo de vuelta mi atención a ella, pues miraba al muchacho que acababa de entrar, que casualmente conocía por mi amigo kiba. Sí, era shino y venía acompañado de neji.
Trate de no imaginarme nada y evitar sacar conclusiones apresuradas. Devolví la mirada hacia hinata. Ella estaba mordiendo su ponquesito con cara de cachonda mientras se soplaba más fuerte, al parecer sin darse cuenta de lo que yo veía, quien sabe que se imaginaba esa cochina.
-hinata, cálmate o tendrás un orgasmo- le sugerí. Ella empezó a reír y dejó de soplarse.
Llame a la mesera y le pedí la cuenta, ella asintió y nos dejó un papelito con todo lo que habíamos pedido.
Después de comer y hablar, hinata y yo decidimos ir a mi casa para ver una película de drama que había comprado el fin de semana pasado. Nos encantaba ver películas tristes. Comíamos palomitas con nutela y sal mientras llorábamos a chorro y luego empezar a reclamarle a todo el mundo la razón por la que moría el personaje principal.
Antes de salir, mire por última vez a neji y shino, quienes hablaban animadamente en una mesa alejada de los demás, podía ver como el plástico se le restregaba descaradamente bajo la mesa a shino, y él contento de tenerlo ahí, tengo que hablar seriamente con kiba
-hola mami- dije apenas entramos a la casa. Estaba frente al espejo maquillándose, creo que iba a salir.
-hola mi vida, hola hinata, no vayan hacer mucho desorden, tengo un importante viaje de trabajo y estaré llegando pasado mañana en la noche ¿listo mi amor?- asentí algo deprimido, mama siempre se esforzaba por darnos una buena vida, por lo que siempre se ofrecía para los viajes de trabajo, que eran los que más ofrecían dinero. Me sentiría algo solo.
-no te preocupes mi cielo, prometo que cuando llegue te voy a traer algo lindo de suna- asentí y me acerque a abrazarla. Suna era una ciudad que estaba al otro extremo del país, más que todo era una isla gigante con demasiada arena.
-te quiero ma- le dije dándole un beso.
-yo también mi querubín- me dijo dándome un beso en la frente- bueno me tengo que ir- nos soltamos y ella me quito el labial que había quedado en mi frente. Al parecer ya había subido las maleta, porque solo le dio un beso a hina y salió por la puerta- ¡hay comida en el horno, te la comes toda naruto!- me advirtió mientras prendía el auto, luego me lanzo un beso con las manos y acelero perdiéndose por la acera.
-vamos- le dije a hina que estaba sentada en las escaleras de la puerta.
Cuando terminamos de ver la película, hina y yo recogimos los millones de pañuelos desechables untados de mocos y lágrimas, las palomitas que se caían y los vasos con gaseosa que había en el suelo; y TODO mientras charlábamos como loras sobre la malvada bruja que había puesto ese veneno en la leche del bebe… insensible.
-bueno Naru, creo que me tengo que ir, la cena iniciara en media hora y no quiero estar así para cuando vayamos a cenar- me dio un beso, cogió su bolso y salió de mi cuarto, luego escuche la puerta principal cerrarse y volví a quedar solo.
Hoy no fui donde shizune por lo que paso con sasuke, así que le envié un mensaje a ella pidiéndole excusas y que mañana iría todo el día ya que no tendría que ir al instituto por las jornada pedagógica que se hacen una vez al mes, donde los profesores de cada materia se reúnen para discutir los problemas escolares y bla bla bla.
Me quite mi ropa y me puse algo cómodo para dormir, me cepille los diente, me quite mis lentes de contacto y el maquillaje, me cepille el cabello y luego me acosté.
Al día siguiente, me levante y baje con pijama y todo a la cocina, me prepare una ensalada de frutas y le eché yogurt, me prepare un huevo tibio y una rebanada de pan con mermelada.
Cuando termine de comer deje los platos y me puse a hacerle aseo a la casa, lave los baños, barrí, limpie el polvo y de más que no contare para no aburrirlos.
Cuando termine, me bañe y luego empecé a buscar ropa en mi nuevo armario. Me decidí por unas bermudas pegadas a las piernas, una camiseta tipo polo y unos tennis, cuando iba a salir de la casa, mi celular timbro y leí en la pantalla “kiba”
-¿kiba?- pregunte apenas conteste.
-kiba, si hablas así no te puedo entender.
-¿¡¡¡¡Qué que!!!!?
-per… ¿Cómo paso?
-no kiba, ahora tengo que ir a trabajar y no puedo pedir el día por que ayer lo pedí. No, solo respira y prometo ir después del trabajo- colgué y me sobe las cienes con los dedos, le arrancare los huevos a shino.
END NARUTO POV’S
-podría abrirme por favor- dijo naruto reteniendo las ganas de golpear al celador, que se había quedado mirándole las piernas mientras babeaba todo el piso. El señor se corrió y naruto entró fulminándolo con la mirada, atravesó el jardín y llegó a la puerta.
DING DONG
Timbró.
Luego de esperar un rato le abrió la puerta una de las amas de casa. Entró y llamó a shizune a su celular.
-hola shizune- dijo- ya llegue a tu casa, estoy en la sala.
-hola naruto- dijo shizune- en un momento voy.
-está bien, no te demores mucho- naruto colgó y se sentó en unos de los mueble. Siempre que venía a la casa tenía que llamar a shizune, ya que siempre que intentaba llegar a su cuarto se perdía y terminaba caminando en círculos toda la tarde.
-llegaste…- dijeron desde las escaleras. Naruto bufó y sacó su celular intentando ignorar al tarado que aún lo miraba desde las escaleras.
-podrías seguir con tu vida, uchiha- le dijo naruto mirándolo fulminante, ya su mirada estaba incomodando al rubio.
-hmp- sasuke caminó y se sentó en el sofá que había frente a él.
-¿por qué tan arisco naruto?- pregunto con una sonrisa burlona.
-no le incumbe- dijo naruto levantándose del sillón y abandonando la sala. Camino unos minutos por donde creía que era el camino, hasta que vio a shizune a lo lejos.
-no me esperaste en la sala- dijo haciendo un puchero.
-lo siento, me encontré con el idiota de tu hermano- dijo naruto con una sonrisa apenada.
-no importa, solo no caigas- dijo shizune- sasuke solo está jugando, créeme que no me importaría si fuera otra persona, pero tú eres especial para mí- dijo está sonriendo sin mostrar los dientes.
-no necesitas decírmelo, ese es el peor hombre que he conocido en mi vida- dijo naruto acercándose a la pequeña.
-además, le tiene miedo a la arañas y aun se hacía en los calzones cuando tenía trece- dijo shizune reteniendo la risa. Naruto se tapó la boca para no reír tan fuerte, esa niña la iba a matar si le decía cosas así.
-bueno, cambiemos de tema, ya no podre quitarme esas cosas de la cabeza- dijo naruto- vamos y jugamos algo- propuso el rubio dándole la mano a la niña.
-está bien-
-vamos, contesta…- suplicaba naruto. Se suponía que kiba iba a venir en la noche en su auto a recogerle, pero ya era muy de noche y nada que este llegaba.
-¿nada?- pregunto shizune sentada en el sofá, no quería parecer muy egoísta pero quería que naruto se quedara a dormir en esa casa.
-no, voy a llamar a mi novio, quizá pueda…-
-yo puedo llevarte- propuso sasuke arrebatando repentinamente el celular de naruto de sus manos, quien sabe de dónde había aparecido.
-¿¡qué crees que haces!? Devuélveme el celular, bastardo inútil- dijo naruto dando saltos tratando de recuperar su celular.
-ya te lo dije, vamos y te llevo a tu casa-
-¿acaso no ven lo peligroso que es salir ahora? Miren afuera, no ven la tormenta que esta cayendo- dijo una de las mucamas. Naruto miro a través de la ventana, todos los árboles se movían violentamente y el agua hacia charcos velozmente.
-ella tiene razón- dijo shizune- vamos naruto, quédate en la casa, mañana puedes decirle a tu novio que venga- propuso shizune saltando en el cojín.
-no puedo, en serio que no- se negó logrando quitar el celular de las manos de sasuke- saben que… mejor me voy en un bus-
-¡claro que no!- grito sasuke- si no quiere que lo lleve entonces quédese esta noche, mire que no le molesta a nadie- dijo con voz educada. Naruto bufo, quizá le hubiera creído si no le estuviera mirando las piernas.
-en serio gracias, pero no puedo quedarme acá. Sasuke, si no le molesta, le ruego que me lleve a casa- le pidió con una reverencia. Naruto tuvo que tragarse todo su orgullo, hasta la más mínima gota de orgullo para poder decir esas simples palabras.
-sí, está bien- dijo con lo que parecía una sonrisa inocente.
-muchas grac…- de repente un rayo calló y las luces se apagaron como una vela ante un soplido.
-bueno ¿quiere que le preste alguna ropa cómoda para dormir?- propuso sasuke. Que mejor manera de tener al candente rubio gimiendo su nombre, que con la GRAN colección de juguetes que había dentro de su cuarto.
-no puede ser posible…- chilló naruto, ojala nada de eso estuviera pasando.
NARUTO POV´s
-naruto, no lo hagas- me dijo shizune arrebatando la ropa que me había dado el bastardo.
-pero no tengo nada más, además no importa, voy a dormir en el sofá- dije extendiendo la mano para que me devolvieran lo que misteriosamente se consideraba una pijama.
-pero es que…-
-no confías en mí shizune- le pregunte mirándola dudosamente, ella en serio piensa que apenas me lo encuentre me le voy a desnudar.
-no es eso naruto, no es que no confíe en ti, es que no confío en mi hermano- me dijo agitando los brazos.
Agarré mi pijama y le acaricie la cabeza.
-prometo partirle los huevos a tu hermano si llega siquiera a tocarme- le dije en un tono suave, como si estuviera aceptando hacer uno de sus caprichos.
-por favor, no olvides sacarle los ojos- dijo con una mano en el pecho en tono orgulloso.
-claro que no lo hare- dijo dándole un beso en la mejilla, me despedí y Salí de la habitación.
Afuera me estaba esperando una de las mucamas, seguramente siguiendo las órdenes de sasuke.
-el joven uchiha me pidió que lo escoltara a la habitación de él, dice que quiere hablar con usted- dijo la muchacha, se notaba que estaba más que celosa. Era alta, con pelo rojo, piel blanca y ojos azules, tenía buen cuerpo y era muy guapa. Esa mujer podía conseguirse un hombre mucho mejor.
-espere un momento me cambio- le pedí metiendo al baño. Me quite toda mi ropa y me puse la que me dio. Era un camisón para donceles color negro y unos shorts estirables color gris ¿de dónde sacara esta ropa sasuke?
Salí del baño y trate de evitar la mirada de la mucama, que me miraba aún más rabiosa que antes y no dejaba de murmurar cosas probablemente groseras mientras miraba mi cuerpo.
-muchas gracias- le dije frente a la puerta del idiota. Ella sonrio forzosamente, se reverenció y camino lejos de la puerta.
-¿necesita algo?- le pregunte una vez entre a la habitación. Todo estaba oscuro y apenas podía ver mi mano, para que quería que…
La puerta se cerró.
Me voltee y vi al uchiha echándole llave a puerta, luego sonrió sensual (lo que para mí fue más como una sonrisa sádica) y se me acerco hasta quedar a unos milímetros de distancia.
-hora de jugar- me susurró en los labios, creo que tendría que partirle los huevos mucho antes de lo que pensaba.