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El reino de los Dioses Malditos por Syna-chan

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Notas del fanfic:

Hola a todos, soy Syna-chan, soy nueva en esto de publicar un fanfic, normalmente lo que hago es leer, pero por una vez una musa me inspiró y me dio por escribir uno y si resulta, seguir haciéndolo.

Este fanfic está creado con el fin de entretener sus pervertidas mentes.

Los personajes son de Eiichiro Oda, al cual admiro.

Este fic contendrá Zoro X Sanji, Marco X Ace y Law X Luffy

Notas del capitulo:

Espero que disfruten el primer capítulo de esta historia, y como se suele decir, nos leemos abajo :3 

Era de madrugada en el Thoussand Sunny, y nuestro querido cocinero empezaba a preparar el desayuno para satisfacer a la tripulación y a su glotón capitán. Al rato de empezar a cocinar la carne para el capitán, entró Robin a la cocina a por un café mientras leía uno de sus libros hasta que fuera la hora del desayuno.

-       Robin-chwaaaaaaan~, buenos días mi bella dama~ ¿en qué puedo servirte?- saludó Sanji a Robin mientras hacia uno de sus bailes alrededor de la arqueóloga.

-       ¿podrías hacerme un poco de café Sanji?- preguntó Robin con una sonrisa.

Sanji dejó la carne a un lado y preparó gustoso el café de Robin mientras cantaba “mellorine-mellorine~” rodeado de corazones. Una vez hecho se lo sirvió a Robin, quien se quedó a tomarlo mientras Sanji terminaba de preparar el desayuno.

Uno por uno, todos los miembros de la tripulación y Law se fueron despertando, y el barco se fue llenando de gritos de su capitán clamando por comida.

-       SANJIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, COMIIIIIIDAAAAAAA-   entró Luffy a la cocina, llevándose una patada de Sanji al tirarse encima de la mesa, dispuesto a arrasar con todo.

-       CUANTAS VECES TE TENGO QUE DECIR QUE NO ENTRES ASÍ A LA COCINA, IDIOTA- le gritó Sanji enfadado.

Todos se fueron sentando en sus sitios, y empezaron a comer mientras protegían la comida de los brazos ladrones de Luffy. Law ya se estaba acostumbrando a las comidas salvajes de aquella loca tripulación.

Una vez terminado el desayuno, cada uno se fue a hacer sus tareas: Usopp y Franky fueron a reparar el Mini-Merry, Robin y Law fueron a leer a la biblioteca, Nami a dibujar uno de sus mapas, Luffy y Chopper se pusieron a pescar, Zoro y Sanji se pusieron a fregar los platos, Brook se puso a tocar una de sus nuevas composiciones, Kinemon escuchaba a Brook y Momonosuke fue con Nami a verla dibujar. En la cocina se escuchó el sonido de un plato al romperse, seguido de gritos del cocinero y de intentos de disculpa (fallidos) del peliverde.

-       SI SERÁS TORPE MARIMO AHÕ* AHORA TENDRE QUE COMPRAR MAS VAJILLA, BAKA MARIMO.

-       CALLATE ERO-COOK, SOLO ERA UN MÍSERO PLATO, YA TE DIJE QUE FUE UN ACCIDENTE.

Detrás de ellos apareció Nami para dejarles dos bonitos regalos con todo el cariño para que dejaran de discutir (N/A: dos preciosos chichones a cada uno xDD).

-       Sanji-kun, la próxima vez que me interrumpas mientras dibujo, te tiraré por la borda y no podrás subir hasta que lleguemos a la próxima isla; Zoro el plato te lo sumo a la deuda que tienes pendiente conmigo- declaró la pelirroja con un gran enfado y una aura asesina.

-       Como digas Nami-swaaaaaaaaaaaaaaaaan~~

-       Maldita arpía- murmuro Zoro por lo bajo.

En aquellos mismos instantes, y aprovechando que Sanji estaba distraído peleando con Zoro y bailando alrededor de la navegante, cierto monito glotón trataba de saquear la despensa. Por ahora había sorteado todas las trampas del cocinero, y por fin había logrado su objetivo de saquear el pan de la despensa. La arqueóloga escuchó unos sonidos en la despensa, y usando su habilidad averiguó que era el capitán mugiwara el que estaba saqueando. La razón del saqueo no era por el eterno apetito del pelinegro (que también), sino que era porque a Law no le gustaba el pan, y quería comérselo el para que no tuviera que probarlo el pelinegro mayor. La arqueóloga lo dejó hacer, mientras seguía leyendo su libro “Betania, la isla que nunca existió”**

La navegante salió a cubierta y miró el log pose, cuyas agujas señalaban la misma dirección.

-       Qué raro es esto…- pensó Nami mientras fruncía el ceño. Decidió preguntarle a Robin o a Law si era normal el comportamiento del log, cuando fuera la hora de la cena.

-       Franky, cambia el rumbo, nos estamos desviando- ordenó la pelirroja al ver esto.

Luffy salió de la despensa. Ya cumplió su objetivo de no dejar pan para que Law no lo tuviera que comer. Si alguien le preguntara que porqué le quiso hacer ese favor al doctor, no sabría qué responder; pero para la avispada arqueóloga no le fue difícil deducir que su capitán se veía atraído y sentía algo hacia el capitán de los piratas Heart.

Luffy se puso a pescar junto con Usopp, Chopper y Brook, y Sanji fue a servirles a sus damas unos aperitivos, preparados con todo su cariño, ya que para él sus damas eran sus hermanitas pequeñas a las que tenía que mimar. El corazón del rubio le pertenecía a cierto peliverde, a quien veía cada vez más atractivo, gracias a su entrenamiento, y quien cada vez que bajaba del gimnasio hacía sonrojar al rubio, quien a su vez en esos momentos se refugiaba en la cocina para que ni sus damas, ni sus nakamas lo vieran así por el marimo.

Lo que Sanji no sabía era que Zoro estaba enamorado, pero ni él mismo sabía de quien; de ello pensaba que con más entrenamiento se le pasaría. Pero ni él mismo estaba preparado para lo que se avecinaba.

La primera señal de su llegada a aquel lugar era el extraño comportamiento del log pose; la segunda era un extraño sopor que estaba afectando a cuatro personas, quienes pronto se debatirían entre la locura, la pasión y la razón, estas tres provocadas a su vez por aquel extraño sentimiento que no esperaron que hiciera mella en ellos…

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Un par de días más tarde, desembarcaron en la isla a la que señalaban las agujas del log pose. Llegaron sin apenas provisiones, además de con un cocinero enfadado con su capitán por haberlos dejado a todos sin pan, cosa que Law agradecía. Luffy, por su parte, estaba deseoso de emprender una nueva aventura en la isla, y quería que Torao se divirtiera con él, pero no le fue posible, ya que la navegante le prohibió a él y a Zoro moverse del barco, por razones obvias; no quería estar huyendo de la marina, en caso de que hubiera base de la marina en aquella extraña isla y tampoco quería estar buscando al peliverde por toda la isla.

Anclaron al Sunny Go en una pequeña cala rodeada de bosque y algunas ruinas, a las que inmediatamente se acercó la arqueóloga. Sanji se preparaba para investigar si allí había alguna aldea o algún sitio en el que abastecerse para la travesía hasta Dressrosa. Por otro lado, el resto se preparaba también para explorar la isla, siempre con cuidado por si había base de la marina o no. Una vez que todo estuvo listo, todos salieron en busca de aventuras. Zoro llevaba una cuerdecita que lo ataba a Sanji, a quien acompañaría para no perderse. Sanji, cuando la pelirroja le contó que él cuidaría de que Zoro no se perdiese de aquella manera, se sonrojó, y aunque intentó ocultárselo a Nami girando la cabeza y tapándose con su flequillo, para ella no pasó inadvertido. Además, Robin y ella ya conocían la atracción que Zoro ejercía sobre Sanji, y por ello trataban de ayudarlo en pequeñas tareas, como la de que fregasen juntos o que ellos fueran juntos a explorar. Esas cosas Sanji las agradecía, pero no sabía si el peliverde sentiría lo mismo por él.

Por su parte Zoro no entendía qué pasaba con él. No sabía por qué su corazón latía rápido cuando estaba cerca del rubio, y tampoco entendía qué era lo que pasaba cuando veía alguna parte del cuerpo del otro. Cada vez que veía parte del pecho del rubio mientras dormía tenía la tentación de besarlo, de acariciar su piel, de dejar su huella… tampoco sabía cuándo empezó a sentirse así con su nakama, y ahora no estaba tan seguro de que con disciplina se le pasaría.

No podía haber estado más equivocado, pues cuanto más tiempo pasaba con su nakama, más atraído se sentía por él.

En cambio, Law ya sentía algo por Luffy desde que lo conoció en la casa de subastas de Shabaody. Por aquella misma razón fue a Marineford, para cuidarle y curarle las heridas. Un tiempo después de aquello, cuando durante dos años se le perdió el rastro al pequeño mugiwara se dio cuenta de que en verdad lo amaba, y de que sacrificaría su sueño de ser el rey pirata sólo por ver feliz a su monito. Un par de horas después de desembarcar, Luffy se enredó en el cuerpo de Law, haciendo que éste se tropezase en mitad del camino.

-       Shishishishi Toraoo~ acabo de encontrar algo que seguro que es muy divertido- dijo el monito con una gran sonrisa.

-       Está bien mugiwara-ya veamos que es eso tan divertido- Law no le podía negar nada a esa gran sonrisa de su amado Luffy.

Llegaron a un claro en el que había unas ruinas de lo que parecía una iglesia gótica, de muros grises oscuros, con ventanas apuntadas, y los arranques de los pilares, otrora majestuosos. Pequeños y grandes vanos con arcos apuntados señalaban las entradas y salidas de las estancias y de las naves; lo que quedaba relataba en gran medida un pasado maravilloso. En esas ruinas se respiraba paz, tranquilidad, parecía el lugar perfecto para que se creara un lugar de culto y de meditación como lo fuera aquel edificio. Pasaron y vieron todo lo que aquellas ruinas les podía ofrecer.

-       Shishishishishi a Robin le encantaría ver este lugar- dijo Luffy subido a uno de los muros

-       Ten cuidado mugiwara-ya, aún no sabemos si por aquí hay alquien cerca.

-       Tranquilo Torao no creo que aquí viva nadie- dijo con una gran sonrisa.

Encontraron la biblioteca con el scriptorium***, en la que los antiguos habitantes de aquel lugar de paz copiaban textos clásicos y religiosos. Allí Law vio en las estanterías algo interesante. Cogió aquél libro dorado, y pudo ver que no tenía título ni en el lomo ni en la portada. Lo depositó en una de las mesas de aquel lugar y lo abrió. Nada. Nada había escrito en aquella joya dorada. Al cerrarlo para devolverlo a su sitio se extrañó. Cuando lo abrió no tenía aquel dragón grabado.

Decidió entonces guardar el libro para investigarlo más tarde en el barco junto con la arqueóloga. Luffy estuvo corriendo por toda la biblioteca hasta que encontró algo escalofriante: un líquido granate cubría el suelo y parte de las paredes, como si hubieran masacrado a todos los pacíficos habitantes de aquel lugar.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

En otra zona de la isla, Sanji y Zoro encontraron una ciudad bulliciosa, con un gran mercado. Cuando llegaron dieron una vuelta por los puestos para ver las mercancías y para comprar algo que valiera la pena para el viaje que aún les quedaba por realizar. Llegaron al puesto de un hombre ya mayor, quien enseguida notó que eran extranjeros, por sus ropas y por sus peinados. La verdad es que ellos llamaban mucho la atención.

-       Oigan muchachos, ¿no sois de por aquí no?- les habló el tendero amigablemente.

-       No, vinimos a abastecernos para continuar el viaje. Dígame, ¿Qué tipo de mercancías vende señor?- inquirió Sanji, curioso.

-       Dejad que os dé la bienvenida a Betania. Sois los primeros visitantes en 500 años ¿sabéis?

-       ¿Cómo es que nadie ha visitado este lugar en 500 años?- preguntó esta vez el peliverde.

-       La razón es obvia señores; les ruego den un paseo y al atardecer les invito a ustedes y a vuestros nakamas lo que conozco de la historia de la isla.

---------------------------------------------------------------------------- To be continued

Notas finales:

*ahõ: creo que se escribe así, significa estúpido, imbécil, idiota, etc.

** el nombre del libro se me ocurrió por un libro que me leí hace tiempo, en la que salía la orden de los caballeros de Lázaro de Betania, el libro que me leí se titula “el descubrimiento de las brujas”, para el/la que le gusten los libros de vampiros, brujas, alquimia e historia. También como habréis notado es el nombre de la isla en la que desembarcaron, y como lo leí en un contexto medieval, por así decirlo, deje que mantuviera ese mismo “tinte”, además de tener mitología griega, que fue la idea original de que la isla fuera griega, pero cuando se me ocurrió el nombre lo cambie.  

***vano: hueco, puerta, ventana en lenguaje arquitectónico. Se usa normalmente en los análisis de edificios arquitectónicos en historia del arte. 

La foto de la iglesia es esta http://eukleria.files.wordpress.com/2012/07/iglesia-en-ruinas.jpg

Espero que os haya gustado leerlo tanto como a mí escribirlo. dejen su rewiew con su crítica, maldición gitana, alabanza o virus... okno, pero una buena crítica a esta novata es bien recibida. 

 


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