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Videojuego. [BaekYeol] por Stephi

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Notas del fanfic:

Bueno, este One~Shot, es mas bien como un... Experimento. Se me vino a al cabeza hacer un Fanfic BaekYeol y bueno, me dije a mi misma: "Haré un One~Shot, y si a la gente le gusta, hago el fanfic, incluyendo este One~Shot como un capítulo."

=3.

Notas del capitulo:

Sé que debo actualizar "Enfermedad", pero ¿Cómo me explico? El One~Shot ya lo tenía terminado desde hace mucho, y no me siento en condiciones emocionales para actualizar (por ahora) "Enfermedad", ya que yo lo hago para entretener y lo hago porque me gusta, así que cuando siento que no me siento en condiciones estables, no lo hago porque el capítulo me puede quedar muy aburridos o lo puedo "infectar" con mis emociones y no sería bueno. xD.


Así que, subo esto como para no estar inactiva y para ver si les gusta ^^.


¡A leer!

VIDEOJUEGO.

 

Chanyeol caminaba con toda la rapidez posible, sin llegar al punto de correr. Se le había hecho tarde para llegar al departamento, el cual se encontraba en todo el barrio de Gangnam.

 

Se había tardado por culpa del profesor, quién le ordenaba que se quedara dentro del salón, aseándolo: y él, a regañadientes obedeció. Si hubiera sido otro día en el cual debía hacer aquella labor, no abría problema alguno, ¿pero precisamente ese viernes? ¿Cuándo su mejor amigo y compañero de apartamento estaba enfermo? ¿Cuándo Baekhyun lo esperaba en agonía acostado en la cama con fiebre casi en los cuarenta grados? Vaya día.

 

Si ese día no hubiera tenido aquella exposición que le definiría si se podía graduar o no, se hubiera quedado en casa cuidando de su hyung; pero él hubiera no existe, así que por ahora sólo quería llegar, atender a su amigo y quién sabe, tal vez jugar uno que otro videojuego.

 

Apenas llegó al departamento, no dudó ni un segundo en abrir abruptamente la puerta de su habitación, sabiendo de sobra que Baekhyun se encontraría en su cómoda y enorme cama; y no se equivocó.

 

El castaño dormía inconformemente, con el entrecejo levemente fruncido, su respiración un poco irregular y leve sudor en la frente. Chanyeol se acercó a él con rapidez, arrodillándose al pie de la cama e instintivamente, posó su mano en la frente del mayor, sintiendo el calor que emanaba su cuerpo; bufó por lo bajo y se levantó, dispuesto a ir a la cocina por unos trapos con agua.

 

— Cha… Channie…—llamó el mayor en un susurro y la voz entrecortada, haciendo que el pelinegro se detuviera solamente para mirarlo—. Tardaste —sonrió débilmente. El menor soltó un suspiro y, dirigiéndose a la cocina; tomó un balde llenándolo con agua, y buscó dos trapos.

 

Cuando volvió a la habitación, encontró al castaño revolviéndose en la cama notablemente incómodo. Se acercó a él, dejando el balde con agua justo al lado de la cama, y él se sentó en la misma.

 

Tomó a Baekhyun de los hombros, haciendo que se quedara inmóvil mientras observaba el techo con la mirada nublada a causa de la fiebre. Chanyeol mojó uno de los trapos con aquella fría agua, lo apretó un poco, solamente lo necesario para que el exceso de agua saliera, y ubicó el trapo en la frente del más bajo, quien se quejó por el contacto helado que sintió en su cuerpo.

 

Hizo el mismo procedimiento por más o menos media hora, cambiando el trapo cada cinco minutos, hasta que la fiebre del mayor bajó considerablemente. Respiró agotado, cerrando sus ojos con cansancio.

 

Chanyeol rodeó la cama, dejando sus implementos de sanación en el suelo.

 

Buscó con la mirada aquel aparato negro con botones de colores que lo hacía tan feliz. Sonrió. Halló el mando de su Xbox One junto a unas revistas algo porno que tenía su hyung, y riendo por lo bajo, decidió encender su consola de videojuegos, esperando a que el televisor lo leyera.

 

Buscó en un cajón de la mesa de noche que estaba al lado derecho de su cama su videojuego favorito: Gears Of War: Judgment. El cual, después de buscarlo arduamente en toda su colección de juegos, lo encontró, justo en el fondo del cajón y debajo del juego de Dead Island. Lo insertó en su consola y tras esperar unos segundos comenzó con una partida multi jugador, siguiendo con una partida que tenía guardada para dicha ocasión, concentrándose en hallar aquel convoy y destruir a las larvas, para que al final, pudieran hacer explotar el famoso misil de masa ligera que el profesor de Sofía, Eliot, tenía en el laboratorio.

 

 

Baekhyun se había despertado veinte minutos después de que el menor había comenzado con su juego, y acostado a su lado, lo miraba atentamente, todos los movimientos y expresiones que el pelinegro hacía, la mente del castaño los grababa, ya que según él, se veía tierno. Pero esa ternura terminó cuando Chanyeol comenzó a maldecir por lo bajo a las putas larvas. Baekhyun rió por lo bajo, y siguió observando al pelinegro, quién de vez en cuando se mordía el labio inferior por la pequeña desesperación que sentía cuando caía herido al suelo y nadie apretaba la jodida X para salvarlo.

 

— Channie —llamó el castaño al menor, tratando de obtener su atención. Pero éste lo ignoró olímpicamente. Baekhyun abrió la boca indignado—. Channie—volvió a llamarlo, está vez un poco más fuerte, pero sucedió exactamente lo mismo.

 

Fue ignorado.

 

Su frustración creció al notar que Chanyeol tenía unos auriculares con micrófono; lo que significaba que no estaba escuchando absolutamente nada a su alrededor, sólo a esas personas con las cuales estaba jugando. Baekhyun se movió un poco en la cama, pero no consiguió ni un solo amague por parte del menor de tan siquiera notarlo. Buscó algo a su alrededor, algo pequeño para lanzarle en la cabeza y que no le llegara a dejar algún dolor o algo por el estilo; pero no encontró nada. Lo único que vio a su lado era una lámpara de noche considerablemente grande y lo suficientemente pesada como para dañarle el cráneo de un solo golpe y a la distancia en la que él se encontraba del pelinegro, casi un metro.

 

Movió casi todo su cuerpo de manera exagerada, pero aún no conseguía la atención de Chanyeol. El castaño bufó y por un momento, sólo por un pequeño momento, reconsideró la idea de romperle la cabeza al más alto con aquella lámpara blanca; pero segundos después, no toleró aquella idea, una vida sin Chanyeol no se podía llamar vida, o al menos no en su caso.

 

— Kkaeb Song~—soltó en un suspiro, levantándose de la cama con un poco de dificultad, aún se sentía mal, pero si Chanyeol no lo quería ayudar, por él estaba bien; es más, ni le importaba. No le insistiría.

 

Salió de la habitación a paso lento, veía todo de una manera lenta, como si sus ojos procesaban la información tres veces más lento de lo que deberían. Se sintió mareado, pero no le prestó mucha atención al tema. Caminó hasta la cocina, abriendo la nevera y sacando una botella de té helado sabor a limón, le encantaba. Rebuscó por toda la cocina algo de comer, algo no saludable, que contuviera grasas saturadas, azúcar, y calorías. En ese momento no le apetecía comer cosas saludables, como ensalada o ese tipo de cosas.

 

Abrió uno de los gabinetes que contenía comida, y rebuscó con la mirada en aquel estrecho lugar, movió unas cuantas cosas hasta que en el fondo, bajo unas bolsas de m&m, se encontraba un tarro de Nutella completamente nuevo. Lo tomó con sus ojos brillándole, había encontrado el paraíso —literalmente—. Cerró el gabinete y sacó una cuchara, comenzando a degustar de aquel delicioso chocolate en aquella cocina.

 

Una vez que ya se había asqueado del chocolate, lo guardó donde estaba anteriormente y se dispuso a caminar hacia al baño, se lavó las manos y, al salir, le dio un leve mareo. Sosteniéndose de la pared, caminó lentamente hacia la habitación en la cual se encontraba su mejor amigo, e ignorándolo por completo tomó su celular, el cual se encontraba en la mesa de noche que estaba a su lado izquierdo de la cama. Lo desbloqueó y navegó un poco en internet, leyendo los mensajes que sus amigos le habían enviado por haber faltado ese día, preguntándole dónde se encontraba o qué le había sucedido.

 

Dejó el celular en la cama y escuchó una maldición por parte del menor, seguido de una conversación por parte de él con un tal Shindong, dónde le decía que se acercara al nido de las larvas y que le cubriera la espalda. Baekhyun suspiró y se dedicó a mirarlo, al tiempo que profundizaba su mirada y entrecerraba los ojos, tratando de que el pelinegro sintiera su mirada y volteara a verlo.

 

Pero jamás sucedió.

 

— Park Chanyeol —lo llamó con fuerza, poniendo un tono de voz amenazante, ideando una plan de separarlo de aquel control. Notó que Chanyeol lo miró de reojo y se rió. El castaño supo entonces, que él menor lo ignoraba a propósito.

 

Hijo de puta. Pensó.

 

Se subió a la cama, y a gatas, se dirigió hasta él, dónde se posicionó encima de él, pasándole las piernas por la cadera. Le quitó los audífonos con fuerza y le arrebató el control de las manos, lanzándolo a la cama. Lo miró con enojo y el pelinegro sólo rió con fuerza.

 

— ¿Seguirás ignorándome Park Chanyeol? —le preguntó con cierto desdén, y cómo el pelinegro sólo le respondió con una sonrisa y tomando nuevamente el control, la ira se apoderó de él—. ¡Chanyeol! —gritó con fuerza, y aunque el menor trató de quitárselo de encima, no lo logró—. ¡Ahora mismo te puedo confesar que estoy enamorado de ti! ¡¿Y aun así me ignorarías?! —volvió a gritar, respirando agitadamente.

 

El pelinegro lo miró sorprendido, con los ojos abiertos de la impresión. Baekhyun captó lo que dijo y palideció, dirigiendo rápidamente sus manos a la boca; y sin pensarlo dos veces, se iba a bajar del cuerpo del alto, pero este lo detuvo al instante.

 

— ¿Q-Qué dijiste? —le preguntó, sentándose con cierta dificultad debido al cuerpo del más bajo, quien sólo se movía bruscamente, tratando de escaparse de su mejor amigo.

 

La había cagado.

 

Y muy grande.

 

— ¡Suéltame, Chanyeol! —le gritó con cierta desesperación en su voz, y sus ojos se comenzaron a encharcar.

 

— Baekhyun… —lo llamó con cierta suavidad—. ¿Qué fue lo que dijiste? —volvió a preguntarle, pasando su lengua por sus labios, humedeciéndolos un poco.

 

— No… —las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos. ¿Ya había arruinado su amistad de años, sólo por decirle lo que sentía por él?; pues al parecer, así era.

 

— ¿No qué, Baekhyun? ¡¿No qué?! —esta vez el menor alzó la voz, demostrando su confusión ante lo que estaba sucediendo.

 

— No… Debías saberlo —el castaño se tapó los ojos con su mano derecha, tratando de no ver al menor, quien sólo lo miraba consternado.

 

— Baekhyun… —lo llamó nuevamente con suavidad, pero el mayor negó y lo abrazó fuertemente, pasándole sus brazos por el cuello.

 

— Te amo, Chanyeol. Te amo —le confesó; y un sollozo salió de sus labios, librando un potente llanto.

 

Sintió el abrazo del pelinegro.

 

Y se sorprendió.

 

¿Qué acaso no lo iba a golpear? Se suponía que el menor se burlaba de los homosexuales, pero ahí estaba, abrazándolo, o quizá… ¿Sólo lo abrazaba cómo disculpa? ¿Cómo despedida? ¿Él se iría de su lado y volvería con sus padres? Y lo más importante, ¿Volvería a hablarle?

 

— Baekkie… —le susurró, abrazándolo con un poco más de fuerza, haciendo el abrazo posesivo—. Mírame —le pidió, y redujo la fuerza del abrazo; y, lentamente, el castaño fue cediendo y tras unos segundos de evitar la mirada del pelinegro, lo miró.

 

— Lo siento —se disculpó, bajando nuevamente  la mirada, dejando que las lágrimas volvieran a hacer el camino por sus mejillas.

 

Sintió como Chanyeol lo tomaba de las mejillas, obligándolo a mirarlo. Subió la mirada y sintió los labios de Chanyeol sobre los suyos. Abrió los ojos sorprendido, y cuando sintió como el menor movía los labios, sintió miles de corrientasos eléctricos por todo el cuerpo y cientos de mariposas revolotear en su estómago.

 

Cerró los ojos con lentitud y correspondió al beso, lento y dulce. Aquellos labios que poseía el pelinegro hicieron que se sintiera en un sueño, como si la fiebre hubiera vuelto apoderarse de él. Posó sus manos en el cuello de él, y sintió como Chanyeol lo abrazaba, juntándolo más a él.

 

Comenzó a jugar con su cabello, y cuando ambos sintieron que les faltaba el oxígeno, se separaron con lentitud.

 

— ¿Eso significa…? —Baekhyun dejó la pregunta inconclusa, respirando agitadamente encima de los labios del pelinegro, quien sólo le robo otro beso, sonrió de lado y lo empujó a la cama, volviendo a tomar el control y siguió con su videojuego.

 

Baekhyun abrió la boca indignado.

 

Pero después de unos segundos, se llevó dos dedos a la boca y rozó sus labios, sonriendo, después, se mordió el labio inferior, feliz.

Notas finales:

Espero sus Reviews =3.

 

¡Los quiero! =33

 

Bay Bay.


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