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Luna mañanera -2min- por Sou-Tan

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Notas del fanfic:

Esto salio luego de ver el corto gay "Los dioses prefieren a los hombres" es ver tantos gifs del querido Khal ;D

Notas del capitulo:

Se que tengo abandonado todo, pero se me borro todo, osea, capitulos casi completos de como siete fanfics y como cinco mil palabras en material que ultilizaria para un nuevo ecrito *muy importante*. Bale berga la bida TT TT aun no lo supero. 

 

Disfrutenlo, es muy inesperado hasta para mi.

En la mañana, era  simplemente el recuerdo de mil sonrisas, un deseo traído de la tierra de los sueños. Era nada más que el susurro del viento y el rumor del bosque. En ingles, era un pecado, en mi idioma, el de un enfermo de amor, su nombre era una canción susurrada en mi oído durante horas y horas. Venía a mí en las noches, con esos ojos que asemejaban espejos y con sus frases a medias.

Pobre de mí, un simple mortal, un hombre que iba a morir un día inevitablemente, porque desde la cabeza hasta los pies pertenecía a sus brazos, su voluntad era la mía y nada más tenía yo. Aunque fuese rico, el no necesitaba cosas como esas si era el rey del cielo, tenía la oportunidad de hablar con las estrellas y una capacidad increíble para narrar historias fantásticas.

Maldecía al sol por quitarme a mi Luna en la mañana y, al caer la noche, cuando miles de pequeñas farolas adornaban el cielo, el venia hacia mi correteando a través del espeso bosque, riendo y escondiéndose, deseoso porque  lo encontrase.

El color de su piel se asemejaba con el pelaje de los pequeños conejos que habitaban en el bosque, sus ojos tan claros y brillantes parecían haber tomado un baño de estrellas, su cabello plateado solía hacerme cosquillas cuando le encontraba y le abrazaba desde atrás, suspirando en su cuello el dulce nombre que había escogido para él.

-Taemin…

Entonces ya no jugábamos a las escondidas, solo a amarnos. Le encantaba cuando mi cabeza descansaba en sus piernas y podía enredar sus dedos en mi cabello cómodamente, luego me hablaba de las tantas historias que tenía para contar.

-Su nombre es un secreto, porque si alguien lo pronuncia, corre peligro de ser encontrado. Es el cuidador de estrellas, mi viejo amigo. Solía ser solo un niño humano, con su sonrisa inocente y cabellos dorados como el sol, hasta que se enamoró de las estrellas así como yo me enamore de ti. Su amor lo convirtió en inmortal, ahora su hogar es el cielo donde puede perfectamente escuchar a las estrellas reír. Si él fuese encontrado y forzado a volver a la tierra, me pregunto, ¿Qué sería de las estrellas, reirían de nuevo, sin su amado cuidador?

Acariciaba mi rostro y me miraba con devoción en ese momento, y yo tuve miedo de perderle, a mi adorada luna plateada que me acompañaba en las noches frías.

-¿Qué  sería de mí, brillaría de nuevo, sin mi amado Minho?

La angustia se reflejó en sus suaves facciones, estábamos frente a frente, haciéndonos la misma pregunta de siempre. Tome su rostro en mis manos, mientras pequeñas lágrimas brotaban de sus brillantes ojos al tiempo que  sonreía.

-Muchos fueron antes que tú, ame a otros y los olvide conforme se fueron. Morir y ser olvidados, una existencia trágica para los humanos pero, para mí, en estos momentos, cuando pienso que voy a olvidarte, es la mía la más miserable y trágica  existencia.

Lo estreche entre mis brazos en un abrazo apretado, como si el tiempo que nos quedaba fuese corto. Y es que Sin, mi querido Taemin, se había metido tan dentro de mi ser que la única razón por la que  despertaba era para recordar que en la noche yo tenía a alguien esperándome, esperando para ser encontrado.

Nadie  sospechaba que era yo el dueño de la luna, de sus noches.

Bese sus labios, rojos como la sangre. Sentí sus manos aferrarse tan fuerte a mi cuerpo  que creía poder desvanecerme ahí mismo. No importaba si era un sueño, si estaba loco. No quería despertar, no quería curarme de él.

*

*

*

Cuando desperté casi pude  sentir su cuerpo junto al mío,  pero yo estaba solo en mi cama, la ventana estaba abierta y las cortinas ondeaban en el aire.

Sin embargo, ahí estaba, mi luna mañanera, posado frente a mí. Esa mañana el parecía nada más que un fantasma, yo podía ver, literalmente, a través de su cuerpo. Me ofreció una de sus preciosas sonrisas que yo guardo como un tesoro.

-Volveré por ti. – Dicho esto se acercó hasta donde yo estaba, agachándose para poder estar a mi altura y acariciar mi rostro – Volveré por ti cuando ya no puedas respirar, cuando tu corazón se canse y cuando puede que me ya no me recuerdes. – Dejo una beso en mis labios antes de ponerse en pie – Volveré por ti para llevarte conmigo cuando para ti sea tarde y la vida se te escape, entonces te la devolveré toda e iremos a casa, para siempre…Yo volveré por mi sol, yo volveré… - Dicho esto desapareció.

Desde entonces nunca más volvió y, cuando despertaba, podía ver la luna en el cielo de la mañana, como un reflejo, como un fantasma, tal como aquel ultimo día. Mi luna mañanera estaba ahí para mí.

 El sabor de aquella promesa perduraba aun en mis labios.

Ahora aquellos días me parecen lejanos, todo ha cambiado desde 1902, casi un siglo ha transcurrido y nuestros días de gloria aún están grabados en mi memoria. Mi luna mañanera sigue ahí para mí y, un día de estos, volverá por mí, tal vez esta noche yo tenga algo de suerte…

*

*

*

-Minho. Minho, ¿Dónde estoy, Minho?

Su voz me deja sin aliento, puedo estar seguro, es el, es Taemin.

-¿Minho? ¿Qué pasa, ya no puedes encontrarme?

Yo solo daba un paseo por el jardín trasero de mi vieja casa de campo, jamás imagine que este momento llegaría de esta  forma. Oh, cuando tiempo le he esperado, entre amores que vinieron después y muchas despedidas.

Esto significa que… ¿Estoy muriendo? Si esto es morir, entonces no quisiera volver a vivir nunca.

Mis cansados pies caminan lentamente, dirigiéndose al bosque, donde una indiscreta melena plateada delata a quien fallidamente intenta esconderse detrás de uno de los árboles.

Parece que todo es como antes, ya no estoy cansado, mi cuerpo vuelve a ser el mismo de hace  sesenta años atrás, tan rápido y joven. Corro hacia él, abrazándolo como siempre, suspirando su nombre en su cuello y dejando que  se lance a mis brazos dejando caer todo su peso en mí.

-Sabía que estabas muy lejos, pero deseaba todas las noches, incluso si alguien ya estaba a mi lado, que por favor volvieras.

Solo ríe, como si mi dolor fuese divertido para él, y toma mi mano, llevando a rastras mientras corre.

-Oye, ¿Dónde me llevas?

Ríe aún más corriendo aún más rápido. Y responde como si la respuesta fuese la más obvia de todas: - Vamos a casa.

 

Notas finales:

._.


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