GULA
{SungyeolxSunggyu}
Bebería hasta desmayar, se lo prometió. Quería perder la razón, olvidar, por lo menos una noche. El dolor se apoderaba cada vez más de su ser y quería liberarse. ¿Sólo una noche no estaría mal, cierto? Por supuesto que no. Era de las primeras veces en que el castaño consumía hasta desfallecer. Tambaleándose torpemente, caminó por todo el bar con una botella de vodka en la mano, no tenía idea de a quién se la había quitado, pero la traía consigo y era sumamente feliz por eso. Jamás se había sentido tan lleno de vida, el alcohol sin dudas era bueno, muy bueno, para el dolor en su interior. Llegó a un lugar seguro en el cual sabía que nadie le molestaría y podría terminarse la botella e ir por otra con todo gusto. Hablaba consigo mismo y brindaba para sí.
–Yeol… sabes que eres especial –arrastró las palabras mirando la botella entre sus manos, sonrió embobado y dio un trago aclarándose la garganta por el fuerte sabor que pasaba por ella, por más que hubiese consumido, aún no se acostumbraba.
Un hipido misterioso y casi silencioso llamó su atención, por un momento creyó que estaba loco o ya se le había subido el único vaso de whisky que tomó en toda la noche. Buscó con la mirada el lugar de donde fuese que proviniera aquel sonido, alzó los hombros restándole importancia, definitivamente ya se le había subido el poco alcohol consumido. Se dirigió a la parte más “tranquila” del lugar para poder, así, intentar bajar un poco el alcohol. Una botella vacía rodó hasta chocar con su pie, el traqueteo de la botella contra el suelo era leve pero molesto. Con la mirada siguió el camino que había tomado la botella llegando hasta un bulto oscuro. Se acercó cuidadosamente y el rostro del muchacho castaño se dejó ver. La mirada perdida y las mejillas sonrosadas, más la sonrisa de idiota en su rostro le dieron al mayor claras pruebas de la ebriedad del conocido. Al acercarse más vislumbró la cantidad de botellas que rodeaban el cuerpo del castaño y se alarmó. ¿En serio todo eso se lo había tomado él solo?
– ¿Sungyeol? –dijo con la esperanza de que el susodicho lograra prestar atención. Distinguió al otro alzar la cabeza al mencionar su nombre.
– ¿Huh? –entrecerró los ojos intentando hallar forma a la sombra frente suyo, pero las luces coloridas no le dejaban distinguir nada, hasta que logró relacionar la voz con alguien conocido. –Sunggyu… –susurró medio ido. La sombra asintió haciéndole sonreír como un idiota. Completamente ebrio y tembloroso se levantó sin cuidado abalanzándose sobre el mayor, pasó los brazos por el cuello del contrario.
–Oh, Sunggyu… qué bueno verte –apenas y lograba entender lo que le susurraba el castaño, cuyo aliento estaba más que inundado con el olor al alcohol fuerte. El chico estaba diciendo algo, pero le era imposible comprender lo que decía por el estado en que se encontraba.
Balbuceaba cualquier tontería que se le venía a la cabeza, hasta que algo hizo clic en su cerebro y sonrió con malicia.
-Hey… Suunggyuu, pueds traermmas voddddkaaa –había logrado pronunciarlo con satisfacción, se sintió orgulloso de sí mismo. El mayor le negó simplemente alejándolo con una sonrisa forzada. Frunció el entrecejo, quería más y más, no podría quedarse así, ¿qué sería de él si no perdía la conciencia como quería? Todo se haría completamente peor. Tomó del cuello de la camisa al chico con una ira incontenible acercándolo y por alguna extraña razón tuvo una hermosa visión, Sunggyu se había puesto más hermoso, eso no estaba bien. Gruñó y por algún extraño impulso depositó sus labios sobre los del mayor, tomándolo por sorpresa. Estando entre la inconciencia y conciencia, profundizó el beso sintiendo cómo el otro se dejaba hacer e inclusive intentaba seguirle el ritmo. Se separó con brusquedad pasando la lengua por sus labios, el delicado sabor de la boca del otro combinado con el sabor del alcohol le había gustado, sabía exquisito, delicioso. Más. Definitivamente quería más. Sonrió como idiota de nuevo tomando a Sunggyu por la cintura y volvió a juntar sus labios en un beso.
La mordida que le propinó el castaño le hizo jadear. Con algo de fuerza logró zafarse de los brazos del muchacho. Tocó su labio inferior con una de sus manos y miró perplejo al otro. Era obvio que Sungyeol estaba demasiado ebrio como para darse cuenta de las tonterías que estaba haciendo. Suspiró para intentar alejarse e ir a buscar ayuda, más el castaño no le dejó ir, tomó con fuerza su muñeca. Le dio mal augurio.
–Quiero más –Le escuchó murmurar entrecortado, ¿a qué se refería?
{Gula: deseo desordenado por el placer conectado con la comida o la bebida}
{Consumir bebidas alcohólicas hasta el punto de perder control total de la razón}