*Ojos Azul Cristal*
Voces sin coherencia es el primer recuerdo que poseo, eso, junto a la oscuridad que me inunda, siento que puedo nadar claramente en aquel mar de oscuridad, no, no tengo miedo, solo... me siento sola... ¿en donde se supone que me encuentro?...
Se escucha a lo lejos las alarmas de un laboratorio genetista que se encuentra en los límites de Ciudad Dominó y posteriormente explosiones se hacen notar, dentro de aquel lugar un caos se forma y de entre el bullicio y el fuego, un auto policiaco sale disparado del lugar llegando a la carretera y manejando a la misma Ciudad Domino
El conductor de aquel vehículo maneja con muchos problemas, no sabe manejar y aun así, sabe que tiene que escapar antes de que sea tarde, mientras conduce para buscar una escapatoria ve que en cielo nocturno las nubes retruenan y a sus espaldas escucha a las diversas ciernas de los policías persiguiendo el auto, gruñe con molestia mientras trata de llegar a otra parte, tratando de escapar de aquellos que quieren hacerle daño, es todo lo que sabe *tengo que escapar antes de que me atrapen* es todo lo que sabe de sí misma y de los demás
En cuanto logra llegar a los inicios de aquella ciudad los disparos que recibe el vehículo son demasiados, ya han destruido el vidrio de la parte de atrás y han logrado hacer estallar una de las llantas traseras, logro de milagro llegar a una parte de la ciudad, dejando estacionado el auto "si se le puede decir a dejarlo estampado entre un poste cercas de un callejón"
Aun así, las balas aun no cesaban, rápidamente fue herida en un hombro, sujetándose con fuerza, sintiendo por primera vez el dolor, corrió, aun entre la lluvia, aun entre la gente, corrió hasta que sus piernas no pudieron mas, corrió hasta que sus pies sangraron al no traer zapatos para andar, y aun así, siguió corriendo, hasta que dejo de escuchar a las patrullas perseguirles con aquel terribles e irritante sonido ensordecedor...
Continuó caminando sin rumbo alguno, la noche junto a la lluvia le pesaban, ya no podía mas, el dolor en su hombro era demasiado... así que, viendo su única prenda, una bata de laboratorio sucia y manchada, se dejo caer en un callejón oscuro y oculto del bullicio de la gente, dejándose dormir un poco para recuperar las energías perdidas...
Por otra parte iba un rubio junto a su amigo Yugi corriendo con todas sus fuerzas para poder volver a casa, habían olvidado las sombrillas, por suerte Yugi hoy tenía pensado quedarse en casa de su amigo para que la tormenta no los empapara más de lo que ya de por si estaban; ambos iban corriendo mientras de cuando en cuando se ocultaban de la lluvia que arreciaba, hasta que, en un rápido movimiento de sus ojos Joye pudo notar movimiento en el callejón que estaba del otro lado de su acera y que, justamente sería un gran atajo para ellos en ese momento
-mira Yugi, por ahí- dijo señalando el lugar, Yugi asintió a su idea y corrieron con todas sus fuerzas, mas en cuanto llegaron al callejón Yugi quien iba primero se frenó en seco haciendo que su amigo chocara con él, Joey iba a reclamarle por haberse detenido así de la nada pero Yugi solo señaló un costado del callejón donde una sombra se removía un poco, Joey, entendiendo la petición de su amigo se fue acercando lentamente junto a Yugi
-¿hola? ¿estás bien amigo?- preguntó Joey preparado para atacar o para brindar ayuda a quien lo necesitara, mas, al no percibir respuesta tuvieron que dar algunos pasos mas, Yugi sacó de sus bolsillos una pequeña linterna que traía para emergencias y gracias a ella pudieron notar unas bonitas piernas muy sucias con lodo y otras coas mas que no querían averiguar, al subir la linterna encontraron una bata de científico empapada y manchada de suciedad, al seguir subiendo Joey pudo encontrarse con la clara mancha de sangre empapando ya todo el hombro izquierdo, mientras que notaba un rostro pálido y una melena castaña junto a mas suciedad por todo su cuerpo
-¡Yugi ven ayúdame!- gritó Joey en cuanto notó que era una mujer y que estaba lastimada, Yugi corrió a su lado sin tardar, entonces tomo el maletín de Joey mientras veía que este tomaba con cuidado a la chica de forma nupcial, notando ambos como el rostro de la otra se contraía por el dolor, Joey no pudo tomarle importancia y ambos salieron del callejón con la misteriosa chica en brazos
-¡¿a dónde vamos Joey?!- preguntó Yugi corriendo al lado del otro, haciendo que los demás transeúntes se apartaran y los vieran extrañados
-tenemos que llevarla a un hospital rápido o morirá desangrada- dijo Joey sin soltarla, por alguna extraña razón, ahora que podía ver un poco mejor sus facciones se le hacían de cierto modo parecidas, casi como si fuera cierto castaño mojigato que siempre gustaba molestarlo y humillarlo; rápidamente desechó aquellos pensamientos, sabía que Seto solo tenía por familia a Mokuba y dudaba mucho que apareciera así de la nada una chica que fuera justamente su hermana gemela desaparecida
-a... ¿a dónde...- escuchó una suave voz murmurante, al ver hacia abajo notó que aquella chica se removía y era ella la que le llamaba
-descuida, estas en buenas manos, te estamos ayudando- dijo Joey sin aliento por estar corriendo con una chica en brazos "aunque se veía de buen cuerpo era bastante liviana" aquella castaña giró su cabeza poniéndola en el pecho de Joey, agarrando con fuerza su pecho y gimiendo un poco adolorida
-por cierto ¿cómo te llamas? yo soy Joey Wheeler mucho gusto- dijo sonriendo para tratar de calmarla, ella alzó su mirada colindando por fin ambos la mirada, unos ojos azules como el cristal eran los que miraban fijamente a los melados del rubio, entonces, volvió a caer inconsciente en los brazos del mayor
-oye... resiste, ya casi llegamos- trato de despertarla pero supuso que era por el agotamiento de perder tanta sangre
-¿cómo está Joey?- preguntó Yugi quien iba unos pasos detrás de ellos tratando de seguirle el paso
-creo que mal, se volvió a desmayar- dijo Joye
-apuremos el paso Yugi- grito mientras hacía lo que decía, Yugi asintió y continuaron corriendo hasta poder llegar a su destino
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Abrió sus ojos con pesadez, le dolía todo el cuerpo pero en especial los pies y el hombro izquierdo, no sabía dónde estaba pero podía escuchar el trinar de las aves a lo lejos, sin contar que comenzaba a sentir calor en todo su cuerpo, al lograr visualizar sin que fuera borroso pudo ver un techo blanco junto a un insistente *bip* que comenzaba a desesperarle, al levantarse pudo notar que estaba encima de una camilla, tomándose la cabeza con sumo dolor trató de recordar que era lo que había pasado ayer, mas todo aquello que recordaba era borroso y sin sentido alguno... recordaba gente vestida de blanco... recordaba frío y luego mojado... dolor junto a la oscuridad y luego... una voz varonil llamarla... un par de ojos de un hermoso color que no sabía definir y posteriormente, una gran calidez que hacía desaparecer el frío de su cuerpo y el miedo de su corazón...
-aun no debes de levantarte- al girar un poco mas atrás de su visión pudo ver un par de cabellos rubios como el sol, al verse a los ojos pudo reconocerlo a una gran velocidad, era el sujeto que lo había ayudado en la noche, aquellos ojos tan hermosos y brillantes eran cálidos y llenos de vida y alegría
-¿cómo te sientes?- su pregunta la hizo salir de sus propios pensamientos, así que giro su mirada al frente y pensó en si misma
-aun me duele el cuerpo... ¿dónde estoy?- fue lo que pregunto mientras miraba el lugar por completo
-estas en un hospital, fue una suerte que no te pasara nada grave, los médicos dijeron que solo había sido un rasguñó, que no había nada por qué preocuparse- dijo tranquilo con aquella sonrisa radiante que hacía saltar su corazón
-ya veo... Wheeler ¿cierto?- pregunto algo fría "pero sin desearlo" Joey al verla sonrió mientras con un dedo se rascaba suavemente la mejilla mostrando un ligero rosa en sus mejillas
-así es, Joey Wheeler para servirte- al ver aquella amble sonrisa de nuevo el corazón de la chica volvió a dar un vuelco mientras sentía sus mejillas calentarse, asintió a sus palabras mientras continuaba examinando la habitación en la que se encontraba
-por cierto, aun no me has dicho tu nombre- volvió a decir Joey mientras la miraba insistente tratando de autoconvenserse de que aquella chica no era nada de Seto Kaiba
-¿mi nombre?- giro a verlo, una vez más, melado contra cristal colindaron y un fuerte dolor se acuno en la cabeza de la chica mientras se repetía una y mil veces la misma pregunta
-mi nombre... ¿cuál es mi nombre?- se decía mientras se tomaba con mucha fuerza la cabeza haciendo una expresión de dolor preocupando a Joey quien rápidamente se acerco a ella y tomo ambas manos suyas para que se vieran, la expresión de dolor de aquella chica castaña desapareció para ver con duda a Joey
-está bien, no es necesario que lo recuerdes ahora, no tengo prisa por saber tu nombre - le dijo con aquella sonrisa característica, aquella chica solo desvío la vista al frente y luego a sus piernas cubiertas por las sabanas del hospital
-no lo recuerdo... no puedo recordar mi nombre, lo siento- fue todo lo que dijo, Joey al ver el problema de la castaña sonrió con ternura y en un mero impulso acaricio su cabeza con dulzura, aquella castaña se giro para verlo con sorpresa
-descuida, te pondremos un nombre provisional hasta que recuerdes el tuyo ¿vale?- ella solo pudo asentir mientras era hipnotizada por la sonrisa amable del rubio
-Joey ¿cómo está la señorita?- de la entrada llego el tricolor amigo del rubio, Joey en cuanto lo vio se separo de la chica y le sonrió
-ha, Yugi, ella está bien, pero parece que no puede recordar su pasado, tal vez se golpeó o le paso algo malo... de todos modos ayúdame a decidir un buen nombre que le guste- dijo Joey y, por alguna extraña razón (que solo las mujeres entenderemos) aquella chica castaña se molesto
-no quiero nada de ustedes dos, así que déjenme sola- dijo muy molesta mientras se cruzaba de brazos y desviaba la vista hacia el otro lado de los otros, tanto Yugi como Joey se miraron extrañados y a Joey se le ocurrió una buena idea
-¡Ryoko! ¿qué te parece el nombre? creo que te quedaría ¿qué te parece?- comenzó hablando solo asustando a los otros dos que se encontraban en aquella habitación, Yugi miro a la chica y como miraba solo a Joey, fue entonces que ligeramente comprendió lo que sucedía
-¿qué te hace creer que ese es un nombre adecuado para mi Wheeler?- preguntó mientras levantaba una ceja sin dejar de verlo cruzada de brazos a la altura de su pecho haciéndolo notar mas, tanto Joey como Yugi giraron la vista por unos momentos y luego Joey reaccionó “tratando todo lo posible por poner atención a su rostro y no a su cuerpo
-Ryoko es el nombre de una chica y significa dragón, yo creo que tú tienes el espíritu fuerte de un dragón, por eso pensé que sería un buen nombre, haammm... aunque, si no quieres puede s llamarte Hana o... Midori o... Yugi ayúdame- le pidió al ver que se le acababan las ideas, y mientras Yugi y Joey trataban de recordar mas nombres la chica hablo
-está bien...- ambos amigos giraron la vista a la chica concentrando su atención a esta, ella ya había bajado sus brazos y ahora desviaba tiernamente la mirada hacia otro lado
-perdón, ¿dijiste algo?- preguntó Joey
-dije que el nombre de Ryoko está bien para mi... me... me gusta cómo suena en mi- dijo mientras desviaba mas la vista dejando ver un suave rosa en sus mejillas, tanto Joey como Yugi sonrieron
-por cierto, olvidaba presentarlos, Ryoko-chan este es mi amigo- dijo el rubio señalando a su amigo al tiempo que lo tomaba por el cuello, luego de soltarlo el mencionado se inclino suavemente *¿Ryoko-chan?* se pregunto mentalmente viendo únicamente al rubio quien parecía que había dicho aquel nombre como si nada, suspiro un momento mientras cerraba sus ojos y sonreía suavemente *supongo que el podría llamarme así*
-mucho gusto soy Yugi Motou- la ahora Ryoko se inclino suavemente viéndolo y respondiendo del mismo modo aunque un tanto más frío “a gusto de los varones presentes”
-ahora que lo pienso, Ryoko-chan ¿tienes a donde quedarte?- preguntó Joey sonriente "pero sin maldad" Ryoko se sonrojo suavemente por ver su sonrisa y desvió su mirada, pero cuando pensó en su repuesta, tímida y algo molesta tuvo que negar
-entonces ¿qué te parece quedarte en mi casa? Vivo en un departamento pero es para 2 personas con habitaciones individuales ¿te gustaría quedarte conmigo en lo que recuperas tus recuerdos?- pregunto entusiasmado, razón por la que Ryoko no pudo negarse, solo... asentir...
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Por otra parte, lejos de aquel lugar se encontraban un grupo de científicos buscando entre aquel laboratorio lo rescatable, encontrando cadáveres calcinados y sin fin de cosas mas
-¿lo han encontrado?- preguntó un hombre vestido de traje negro muy elegante
-lo sentimos señor, pero parece que el experimento escapó- se disculpo uno de los científicos haciendo una reverencia demasiado pronunciada, aquel hombre de traje gruño con ira y estiro su mano en un brusco movimiento
-¡encuéntrenla! ¡no me importa como lo hagan! ¡¡¡La quiero de regreso!!!- grito iracundo asustando a todos los presentes que en cuanto asintieron corrieron a todas partes para encontrar algún modo de rastrear lo que se les había escapado
-¡señor, parece ser que la computadora principal aun funciona!- grito victorioso uno de los científicos mientras luchaba por encender el aparato frente suyo, en su búsqueda se le juntaron mas científicos hasta que lograron prender el dichoso aparato, una vez prendido vieron las grabaciones de lo que había sucedido en aquel lugar, incluso el momento en que aquel experimento lograba escapar en sus narices... una sonrisa oscura adorno el rostro del de traje
-te encontré... mi llave a la destrucción de Seto Kaiba... ... ...