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NUESTRA PRIMERA VEZ. por Sangre Samurai

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Notas del fanfic:

Lo prometido es deuda y aquí está mi versión de la Primera Vez de Thor y de Loki, de como se hicieron amantes a pesar de que se pensaban hermanos.

Y las complicaciones que esto pudo traer a sus vidas.

Gracias a MARVEL por su CU y a la mitología nórdica, por sus dioses.

 

Notas del capitulo:

Espero que no les resulte muy enredado leer, así que solo aquí daré la explicación: El fic se divide en dos historias principales que tienen a nuestra pareja como protagonista,

En cada capítulo, la primera parte está en el pasado y cuenta todo lo que sucedió antes y durante la primera vez de Loki con Thor.

La segunda parte sucede en el futuro, cuando deben afrontar las consecuencias de su relación escondida hasta ese momento.

Dedicatorias al final! Que lo disfruten!

Cerró los ojos para sentir la caricia... eran unos labios cálidos, húmedos, que sabían a uvas, a vino tinto... a paraíso prohibido, los que se posaban sobre sus labios finos y frescos para depositar un beso tembloroso, tímido... un contacto apenas como el aleteo de una mariposa...

Se sentía como la gloria misma... un cosquilleo extraño y diferente le subió desde el bajo vientre, como una combinación de vida y muerte que le aceleró los latidos del corazón y comenzó a dejarlo sin aliento. Una mano grande y firme le tomó por la blanca mejilla, de piel tersa como durazno maduro y entonces reaccionó...

-Esto no está bien...- murmuró, recuperando el aire para respirar y alejandose un paso hacia atrás, mientras con sus dos manos, empujaba el pecho cuya cercanía lo estaba alterando demasiado- No está bien... vete ahora.

Un muchacho de largos cabellos rubios, alto y fuerte, se sintió desalentado ante el rechazo... también a él le costó mucho esfuerzo animarse a abrir sus sentimientos. Pero el depositario de su beso tenía razón... aquello no estaba bien.

-Perdóname, Loki... no sé que estaba pensando...- respondió, caminando de prisa hacia la puerta de entrada a sus habitaciones, dejando a solas a su hermano sentado en la banca de los jardines privados de los Príncipes de Asgard, sonrojado hasta las orejas y desconcertado acerca de lo que acababa de suceder.

Se trataba en realidad del segundo beso entre los dos... el primero, recordaba, había sido una noche de lluvia, mientras Thor Odinson lograba al fin levantar sin esfuerzo a Mjölnir, logrando desde ese día, ser llamado Dios del Trueno. El primer beso les había gustado mucho a los dos, Loki al menos, soñó por semanas con las desconocidas sensaciones que le había despertado... recordó también como se perturbaba al ver a su hermano, como ambos sonreían nerviosos al estar juntos frente a sus padres y como evitaban lo más que podían estar a solas.

De eso se había cumplido ya medio año... seis meses... y jamás lo habían hablado. Tampoco aquella tarde lo hablaron, sencillamente, Loki percibió que Thor estaba diferente. Que sus risas alocadas terminaban cuando él llegaba. Notó que el rubio se le quedaba mirando fijamente, con sus ojos tan azules como dos zafiros que se clavaban en su rostro, en sus movimientos, en cada gesto o palabra que decía... y que a veces, no le importaba estar frente a sus amigos, Thor igual se le quedaba mirando.

No se imaginaba que sucedía un extraordinario evento a su hermano, que con todo su cuerpo y su alma estaba reaccionando a su cercanía. Cuando Loki aparecía, o con solo pensar en él, en su esbelto cuerpo, en su aparente fragilidad, en aquella melena negra, en su piel blanca y suave de adolescente, en los grandes y enigmáticos ojos del color de las esmeraldas... cada célula del cuerpo de Thor anhelaba tocarlo, estar muy cerca, aspirar su perfume... Loki olía a algo que no podía descifrar y que lo estaba volviendo loco... muchas veces se reprochó aquellas sensaciones... ¡Por todo lo eterno! ¡Era su hermanito! Y era casi un niño.

Igual salió a los jardines... sabía que a las seis de la tarde, cuando los dos terminaban sus clases con tutores particulares e iniciaban su tiempo libre, el pelinegro tomaba un libro y se iba a leer a solas. Loki buscaba la soledad todo el tiempo. Thor se encargaba de llevarlo con él a la fuerza con sus amigos, de obligarlo a ir de fiestas o de cacería, de aventurarse en lo más profundo del bosque y nadar sumergiéndose en las aguas cristalinas, radiantes de luna, del lago que parecía un espejo y cuyos reflejos plateados se les quedaban impregnados en el cuerpo.

Loki no quería acompañarle, no le agradaba que aprovechando su edad, Volstagg llevara siempre un tonel de hidromiel y que todos bebieran. Thor terminaba ebrio y ebrio sin control... a veces se ponía violento, buscando pelea sin razón o a veces se ponía necio, discutiendo hasta el hastío temas frívolos que lo exasperaban. Y eso podía tolerarse, excepto que en las últimas tres ocasiones, Thor se le quedaba mirando con ese gesto que lo ponía nervioso y que no sabía como interpretar... Ebrio y además, siempre mirándolo...

Es que al final, el resto del grupo sabía interpretarlo demasiado bien y las murmuraciones comenzaron, aunque se cuidaba muy bien de no decir nada frente al rubio, cuyo carácter sobreprotector con su hermano pequeño era bien conocido.

-Pues entonces no saldré yo tampoco.

-Me parece bien, Thor. Que para variar te quedes en casa y hagas algo de provecho con tu tiempo libre...

-¿Puedo leer contigo?

-Claro. Ve por un libro a la biblioteca... supongo que encontrarás alguno a tu gusto.

-Pero yo quiero leer del mismo que lees tú.

-Es un libro de magia... ni siquiera comprenderás lo que está escrito...

-Entonces tú lo lees y yo te escucho- puntualizó el mayor, acercándose aún más a Loki y extendiendo sus brazos a lo largo del respaldo, de manera que uno de ellos quedaba atrás de los hombros y la melena azabache, mientras cruzaba su pierna con desparpajo y echaba atrás la rubia cabeza… esperando.

-Estás bromeando...

Thor negó con la cabeza y cerró los ojos, dispuesto a concentrarse en la voz modulada del adolescente. Ante esa actitud, Loki dejó a un lado el libro de magia que se proponía estudiar (por indicaciones de Odín, no tenía tutores formales, y su instrucción estaba completamente en manos de Frigga, la Reina, para asegurarse que el menor de sus hijos aprendiera de forma correcta) y tomó de la mesita frente a él un volúmen antiguo y empastado en piel, lo abrió donde tenía señalada una página y comenzó a leer:

-“Decididamente es un hombre de ingenio - murmuró Athos.-Y ahora que estáis juntos, señores - dijo D'Artagnan-, permitidme que os presente mis excusas. A la palabra «excusas», una nube pasó por la frente de Athos, una sonrisa altanera se deslizó por los labios de Porthos, y una señal negativa fue la respuesta de Aramis.
-No me comprendéis, señores - dijo D'Artagnan alzando la cabeza, en la que en aquel momento jugaba un rayo de sol que doraba las facciones finas y osadas: os pido excusas en caso de que no pueda pagaros mi deuda a los tres, porque el señor Athos tiene derecho a matarme primero, lo cual quita mucho valor a vuestra deuda, señor Porthos, y hace casi nula la vuestra, señor Aramis. Y ahora, señores, os lo repito, excusadme, pero sólo de eso, ¡y en guardia!”

-¿Qué cosa, por todos los elfos oscuros, me estás leyendo, hermanito?

-Es una historia de Midgard, y es una escena de un duelo con espadas.

-¡Duelos con espadas! ¡Me agrada! Continúa por favor…- exclamó el rubio, echándole el brazo al hombro a Loki para acercarse y poner más atención.

-“A estas palabras, con el gesto más desenvuelto que verse pueda, D'Artagnan sacó su espada. La sangre había subido a la cabeza de D'Artagnan, y en aquel momento habría sacado su espada contra todos los mosqueteros del reino, como acababa de hacerlo contra Athos, Porthos y Aramis…”

Loki guardó silencio, nervioso al sentir la respiración, cálida y pausada de Thor tan cerca de su sonrosada oreja. Bajó lentamente el libro y volvió el rostro también con lentitud... se topó de frente con dos zafiros que lo abrasaban al mirarlo. Se quedó quieto... muy quieto... escuchando tan solo los latidos de su propio corazón amenazando con salírsele del pecho...

Entonces cerró los ojos y Thor lo besó.

Pero el encanto se rompió, pronunció aquel reclamo y reproche y el rubio se fue sin mayores explicaciones y Loki se quedó ahí, sentado, con la mirada perdida en el suelo, con la mente en blanco hasta que recuperó la calma. Y con su naturaleza rebelde, se fue a seguir a su hermano. Lo buscó por todas partes sin hallarlo, el guardia le informó que el Príncipe tomó su cabalo y salió a todo galope, sin duda con rumbo hasta el lago, donde habría ido en busca de sus amigos. Ahora, el menor necesitaba explicaciones y las iba a obtener a como diera lugar.

***

Thor rechazó el tercer tarro de hidromiel. Al menos conservaba la suficiente cordura para no empeorar los conflictos de su corazón...  Estaba inquieto, perturbado, no sabía que pensar ni que cosa iba a decirle a Loki la siguiente vez que se toparan. Y como si tuviera un sexto sentido avisándole, lo vió llegar al lago y supo que iba tras él. Su hermano jamás acudía por su propia voluntad hasta ahí, por muy gratas que fueran la compañía, la bebida y las diversiones.

-¿Has visto quien llegó?- le preguntó Fandral, con gesto de travesura- ¿No dijiste que Loki y tú habían discutido? Quizá viene a... disculparse...

-¿Y qué si viene a disculparse o a que yo le dé una disculpa?- gruñó Thor mirando con ojos asesinos a su  también rubio amigo- Deja de usar ese tono de imbécil y de mirarme con burla o te las verás conmigo.

Fandral alzó las manos en señal de paz. No quería un disgusto con el joven Príncipe. Hogunn y Volstagg le hicieron un llamado de atención cuando Thor se alejó: “Sabes que defiende a Loki incondicionalmente, es una locura si intentas burlarte o criticarlo, Thor sabe como se comporta y aún así no dudará en asesinar al que se atreva a decir algo malo sobre ese hipócrita”

Thor nadó hasta el otro lado del lago, donde su hermano lo esperaba, saltó del agua igual que un tritón, echando hacia a tras su dorado cabello y haciendo resaltar los bien marcados músculos que tenía a sus apenas quince años. Loki no pudo evitar mirarlo... todo... sus ojos se fijaron en la ropa interior mojada, que se pegaba al cuerpo del rubio y por supuesto, le delineaba la enorme entrepierna que poseía... se avergonzó de verlo y pensarlo y desvió la mirada, sonrojado.

-¿Qué te pasa? No estoy desnudo...- rió Thor, echándose encima una toalla seca.

-No es gracioso, podrías tener más decencia, por favor, estar con esa ropa es casi lo mismo que estar desnudo y eres muy grotesco... Vine solo para hacerte una pregunta: ¿Te parece correcto lo que acabas de hacer en el jardín? Además, me dejaste ahí solo y sin ninguna clase de explicación...

Los ojos verdes de Loki brillaban de rabia mientras hablaba, forzando a contener una lágrima furtiva que escapó a su pesar y que rápidamente limpió con un movimiento de su blanca y fina mano.

Thor se avergonzó mucho, no soportaba verlo llorar... desde niño, Loki le partía el corazón cuando lo escuchaba o lo veía llorar. Y esa vez no era la excepción.

-Hermano, ya te dije que me disculparas... Fue una estupidez, te aseguro que no volverá a repetirse, en serio...

-¿Fue una estupidez? ¿Relacionas algo que sucedió conmigo como una estupidez? ¡Me decepcionas cada vez más, Thor!

-¡No! Me refiero a que lo hice sin pensar que iba a hacerte sentir mal... Loki, en verdad lo siento... no sé que pasaba por mi cabeza... Era un impulso, algo que me daba curiosidad hacer... en serio, lo juro... no volverá a suceder...

Y concluyendo, el mayor tiró la toalla al suelo y con gesto de desespero, optó por volver a meterse al lago y alejarse de su hermano. Loki se quedó enmudecido... no tenía idea de para qué había forzado aquella conversación y tampoco sabía porque estaba más rabioso que antes. Eso no era lo que esperaba que Thor le respondiera...

Se quedó mirandolo con todo el coraje agolpado en el rostro, con los ojos inyectados, con los puños apretados, temblando de furia. ¡Ese tonto y enorme rubio se había atrevido a besarlo por simple curiosidad! ¡Por simple curiosidad! ¿Qué era él para Thor, un objeto, un muñeco, un juguete? ¡Por los demonios de Hel!

Claro que él tenía también algo de culpa... pudo haberse negado, pudo luchar e impedirle la caricia, incluso pudo romperle la boca de un puñetazo por insolente... pero no lo hizo... y eso era la causa del enfado más profundo y no reconocido del pelinegro: El beso le había gustado...

Thor le gustaba, le gustaba su cuerpo fuerte y elástico, sus ojos de zafiro, su sonrisa, la forma en que siempre lo cuidaba... en que siempre le creía cualquier mentira...

Pero era su hermano mayor. El heredero al trono. Tampoco era cuestión de hacer un escándalo público que llegara a oídos de Padre de Todo... tembló de miedo al imaginarlo... por que si había algo o alguien a quien los hermanos tuvieran un respeto que rayaba en el franco temor, era al poderoso Odín.

Cuando por la madrugada, Thor y sus amigos decidieron que ya era hora de regresar a dormir cómodamente en sus camas, el rubio pudo ver que en el mismo lugar, aún permanecía Loki. Sentado sobre la hierba, con la cabeza reclinada sobre sus rodillas, con el frío de la noche calándole en la espalda, pero sin volverse a mirar ni una sola vez al ruidoso grupo que se retiraba.

Todos supieron que cosa iba a suceder... Thor se dirigió directamente al adolescente, cayó de rodillas frente a él y lo abrazó... qué cosa le dijo, que palabras salieron de sus labios o si nada le dijo sería un misterio... daba igual. Muchas veces habían visto esa escena y solamente viraban los ojos hacia arriba, era el chantaje más recurrente de Loki a su hermano. Un par de lágrimas, hacerse el ofendido o el humillado y el mayor estaba bajo su poder. Su voluntad de hierro se transformaba en una frágil aguja de hielo bajo un sol abrasador cuando Loki quería. Thor se levantó, le dio la mano y ayudó a incorporarse, después, montaron sus caballos, separados de los amigos con que había llegado, ignorándolos porque siempre, siempre, siempre era más importante atender a Loki y los hermanos emprendieron el galope juntos de regreso a su palacio...

Junto a Thor, Loki volvió a sonreír... se había salido con la suya una vez más y su hermano estaba a sus pies una vez más, sintiendose culpable él solo por algo que obviamente habían hecho los dos. Subieron juntos por las escaleras de servicio... con la complicidad de los guardias de turno, que siempre veían llegar a los príncipes fuera de la hora del toque de queda que ambos tenían, los guardias congeniaban tan bien con los jóvenes, que no los delatarían con su padre.

Así que, ahogando las risas y gracias a lo eterno, sin tener que cargar a Thor ni soportar su aliento a hidromiel fermentado, Loki entró el primero por el angosto túnel de escaleras de piedra, con las vueltas de caracol más cerradas y angostas que habían visto en sus vidas, subirían cinco pisos antes de salir directo hasta sus habitaciones particulares.

Para Thor fue una clara tortura ir detrás de su hermanito... no solo veía su nuca, su espalda estilizada, el pequeño trasero y las largas piernas moviéndose frente a él... tan cerca, que podía rozarlo con más frecuencia de lo que cuidaba no hacer... sino que también podía percibir su aroma... no el aroma a maderas finas que emanaba de su ropa... era otro tipo de perfume, algo intrínseco de Loki, algo que solo él poseía y que no era sencillo describir... ese aroma que le enardecía la piel y sin duda lo haría flaquear en su propósito de portarse bien con él.

¡Qué delirio más grande! “No repetir la conducta de esa tarde” Si Thor se moría por abrazarlo, por apretarse a ese cuerpo esbelto, por morder ese cuello y besar esos labios... por arrancar mechones de azabache para acariciarlos a solas en su alcoba... ¡Cuánto le gustaba Loki! ¡Qué difícil era disimularlo después de probar el sabor de sus labios!

Pero se lo había prometido y sinceramente también creía que era lo mejor. Así que cerró los ojos, se mordió los labios hasta hacerlos sangrar, y se clavó él mismo las uñas en los antebrazos para evitar enlazarlo por la cintura... así esperaba subir los desesperantes cinco niveles.

También por llevar los ojos cerrados no se dio cuenta cuando Loki se detuvo. Y el rubio se dio de pleno contra la espalda, estrellando la nariz en los cabellos de la nuca, con tanta fuerza que casi caen los dos.

-¡Lo siento, hermano!- exclamó- ¿Por qué te detuviste?

En el angosto pasadizo, en medio de la semipenumbra, un par de ojos con brillos de esmeralda se clavaron en el rostro del mayor, con las pupilas dilatadas, como pantera al acecho. Loki lo miraba con ese gesto enigmático que lo acompañaría para siempre, no sonreía, pero sus labios delgados se entreabrieron quería decir algo, aunque ninguna palabra salió de su garganta... Thor observó la respiración del pelinegro pasar de la suave y calmada a la rápida y agitada respiración que delataba su ansiedad... era evidente que deseaba algo y no tenía el valor para expresarlo... o para atreverse a tomarlo.

El mensaje estaba recibido... Thor acompasó su propia respiración a la de su hermano menor. Sus ojos de zafiro también se abrieron, como si quisieran grabar para siempre el momento, el rostro de inocencia y al mismo tiempo de deseo que Loki tenía... y era que sin decirle nada, lo estaba incitando... lo provocaba... lo retaba...

-¿Qué vas a hacer?- le preguntó, con voz ahogada cuando Thor lo tomó por los hombros y lo acercó a su pecho.

Sus labios volvieron a unirse, Loki se resistió y Thor solo sujetó con más fuerza, abrazándolo para tenerlo más cerca y más quieto, para poder saborearlo por completo. Poco a poco dejó de intentar salirse de aquella prisión, solo buscó acomodarse mejor para poder respirar mientras respondía por vez primera a aquella caricia, subió sus manos finas por el pecho del rubio, provocándole un suspiro ronco y corto, semejante a un gruñido... luego subió más hasta tocar la quijada que se cerraba sobre su boca y que parecía no querer separarse de ahí... finalmente, Loki echó sus brazos alrededor del cuello de Thor y redoblaron sus besos. Entreabrió los labios y permitió la intrusión de una lengua caliente y ávida que le recorrió y degustó con lentitud, pasando por sus blancos dientes y trabandose con su propia lengua, en un beso que comenzó a tornarse lascivo y juguetón.

***

Pero eso había sucedido tres años atrás... cuando el amor parecía solo un juego delicioso e inofensivo. Loki recordó con un suspiro sus catorce años... Thor y él pensaban que tomarse furtivamente de las manos, sonreírse con complicidad, encontrarse de cuando en cuando en los rincones menos visitados de Valhalla y regalarse un par de minutos labio a labio era todo lo que sucedería y ninguno perdía nada, eran sensaciones que les gustaban y de las que eran adictos sin saberlo... y como toda adicción, ellos se negaban a aceptar que cada vez exigían más y más... y que cruzaban umbrales cada vez más profundos, cada vez más complicados y emprendían caminos que no tenían retorno... ni salida alguna...

-Thor, necesitamos hablar...- le dijo a su hermano, interrumpiéndolo en el medio del entrenamiento del equipo de football americano de la universidad a la que asistían en Midgard.

-¿No puedes esperar? Todavía me falta una hora y sabes que el entrenador es estricto... si me ve aquí conversando, me dejará corriendo hasta que me caiga de cansancio...

Sin otra opción, Loki subió a las gradas, donde varias chicas de la clase del mayor sonrieron al verlo. El pelinegro era muy popular entre sus compañeras y algunos compañeros de escuela. Llamaba la atención por ser el hermanito consentido de Thor, aquel rubio alto, fuerte, atractivo y musculoso que tenía enamorado a medio campus, y también por ser él mismo... el misterioso, bromista y elocuente Loki.

Fueron los minutos más lentos y angustiosos de su vida. Observando a Thor colocarse el casco y atrapar el ovoide para emprender la carrera, esquivando rivales, hasta ser detenido varias yardas adelante. Un deporte de contacto y violencia, aunque no violencia real, pero muy del agrado guerrero de su hermano. Era la versión mortal correcta a los torneos y peleas que tanto extrañaba de Asgard... Por supuesto, era más complicado medir su fuerza para no delatarse frente a nadie... tenían un año viviendo como dos simples estudiantes universitarios y no podían, ni querían ser identificados como los hijos de un Dios nórdico, que en aquel mundo era practicamente una leyenda y no alguien real... tan real como ellos mismos.

Finalmente Thor se quitó el casco, se acomodó la empapada y desaliñada cabellera y levantó sus cosas para ir al vestidor. Casi anochecía y Loki casi se arrancaba los dedos de las manos retorciéndolos con nerviosismo.

-Estoy listo, vayamos a cenar algo y después a casa...- dijo el mayor, regresando luego de darse un rápido duchazo y cambiar su ropa de deportes por unos jeans desgastados, zapatillas y una ajustada playera color negro.

Caminaron en silencio por varios minutos, atravesando los campos deportivos y los edificios de las diferentes facultades. Fueron hasta la pizzería cercana, donde no tendrían la privacidad necesaria si llegaba toda la pandilla de amigos del rubio. Se sentaron en una mesa alejada de los bulliciosos grupos de estudiantes y solicitaron una pizza gigante de carnes, pasta y medio pay de manzana para Thor y un plato de pasta con tomate para Loki.

El mayor era capaz de comerse toda esa comida sin inmutarse, principalmente después de hacer ejercicio.

-¿Te sientes mal? No has dicho media palabra y no has probado tu cena, hermanito...

-Es que no es sencillo lo que deseo hablar contigo...

-Bien... Creo que sé de que se trata- dijo Thor, haciendo que Loki se quedara congelado y pálido- Ojalá puedas disculparme... Sé que prometimos volver a ser solo hermanos, te juro que he hecho lo posible por cumplir... Pero el hecho es que me enteré acerca del imbécil ese que quiso sobrepasarse contigo… no pude evitarlo, perdón.

-¿Le hiciste algo a esos tipos?- preguntó el de cabello azabache, abriendo los ojos con incredulidad.-¿Actuaste por celos, Thor?

-No fueron celos. Bueno... si… lo fueron… Pero comprende que te faltaron al respeto y nadie falta al respeto a uno de los hijos de Odín...

-Aquí no somos eso... solo somos mortales, sin realeza, sin poder...

-¿Te molestó que me entrometiera?

La verdad era que no le molestaba… es más, se sentía halagado... Sonrió solo un poco, haciendo que Thor le sonriera con entusiasmo también.

-Eso trae a mi mente cuando te pusiste celoso de Fandral... ¿Lo recuerdas?

-Perfectamente... pero recuerdo también que hace tiempo, como ahora, habíamos prometido portarnos como hermanos... Y ponerme celoso de Fandral logró que estuviéramos más juntos que antes...

Loki asintió sonrojándose... el episodio de celos había preparado el camino para convertirse en amantes... Suspiró mirando al cielo... ahora ya no quería hablar, sino seguir evocando aquel tiempo, pero no podía seguir viviendo de ilusiones... la juventud irresponsable estaba cobrando su primera factura.

-¡Ojalá nunca hubiésemos viajado juntos con los halcones!

-¿Te arrepientes, Loki? ¿Te arrepientes de todo lo que sucedió en ese viaje a Alfheim?

Loki no era el de siempre, eso era seguro... no había en su gesto la sonrisa traviesa, ni en la punta de su lengua las respuestas mordaces de siempre. No miraba nervioso a todas las esquinas como si temiera la aparición de algún oculto adversario... solo se limitaba a bajar su mirada, a dar vueltas y vueltas a la pasta con el tenedor sin probar bocado. Thor supo que algo grave le pasaba...

-No me arrepiento... Pero creo que actuamos sin pensar en las consecuencias...

-¿En las... consecuencias…? ¿Qué consecuencias?

-Escucha, hermano... Existe una posibilidad... ¡Admito que puede sonar a locura! Pero creeme que es cierto: Puede ser que yo esté esperando un hijo... un hijo tuyo...

Notas finales:

Pues Rossy... aquí está el capítulo que me faltó en "Mi Querido Loki" la historia de su primera vez... como era tan extenso, decidí reescribirlo para que hiciera un fanfic por sí mismo.

Te lo dedico, pues nunca olvidaste que se los debía... =)

Pero va para todos aquellos y aquellas que tan amablemente me leen... mientras ustedes gusten de mis historias, se las obsequiaré con gusto, con todo mi corazoncito asgardiano...

Las sugerencias para títulos las usaré en capítulos o en la historia, no crean que las he desechado... y será mi agradecimiento para ustedes.

Gracias desde ahorita por sus comentarios...

¡¡Espero que les agrade!!

Sangre Samurai.

http://ikolalvent.blogspot.mx/


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