Historia en forma actual en negrita
FLASH BACK EN CURSIVA
Let me kiss you
By NuriNeko
Ya se hacía de noche y el tren aún no llegaba a su destino. No llevaba ni 30 minutos ahí dentro y ya se me hacía eterno. Mi mente seguía pensando en cómo había llegado a estas alturas... al límite de incluso huír...
Todo había sido por ti...
-Sophie- Dije apoyando mi cabeza en la ventana. ¿Cómo había comenzado todo? Lo recuerdo como si hubiera sido ayer...
-Mi nombre es Yamazawa Hikari-Saludaba con toda la energía posible-A partir de ahora y durante todo este año seré su profesora de Literatura.
Era mi primer año como profesora. Estaba tan feliz, tan realizada. A mis 25 años ya había alcanzo mi mayor sueño... enseñar.
-Como primer día me gustaría que alguna de ustedes me describa que significa desde su punto de vista, lo que es “escribir”.
Y entre todas las presentes se alzaba una mano; tu mano. Sonreías con nerviosismo mientras esperabas a que te diera la palabra. Y así lo hice.
-Para mí, es la expresión más hermosa de sentimientos después del amor. Por que a partir de un simple lápiz y una hoja podemos dar a conocer nuestras emociones y así permitir que los demás las lean. Y para mí... el que los demás sepan lo que siento a través de mis escritos, es una de las cosas más gratificantes que me podrían pasar- Dijiste con sinceridad. Yo sólo me limité a mirarte.
-¿Cuál es tu nombre?-Te pregunté sin siquiera prestar atención a tus compañeras. Esas palabras habían sido tan hermosas.
-Montang... So... Sophie Montang- Cabello castaño largo. Ojos grises que brillaban con alegría.Y siempre de mirada inocente y soñadora.16 años. Siempre se te veía sonriendo. Eras tímida pero a la vez muy madura para tus cosas. No recuerdo verte visto alguna vez sin sonreír. Tenías la cualidad de alegrar a cualquiera... Pero lo mejor de todo, era tu capacidad de escribir. Tal y como lo habías dicho en esa ocasión.
-Pues, déjame felicitarte por tus palabras, Sophie- Y supe, desde ese día, que tu nombre y tu rostro serían difíciles de olvidar.
Y así lo fue.
Cada clase que pasaba iba notando tus aficiones por la literatura. Tenías el don de expresar tus emociones a través de la escritura. Y eso era de admirar.
Pero poco a poco dejé de fijarme en tus capacidades literarias, y comencé a fijarme en ti. En tu carácter, en todos y cada uno de tus rasgos. Mis clases comenzaban a hacerse cortas. Necesitaba pasar más tiempo contigo, cerca de ti. Enseñar ya no tenía sentido si tú no estabas ahí.
Suspiro y me acomodo en mi asiento. No me hace bien pensar tanto a estas alturas. Pero no puedo evitarlo. Mis pensamientos viajan cada 5 segundos a los instantes que pasé en esa escuela.
El tiempo pasaba y pronto me di que lo mío iba empeorando. Ya no deseaba sólo estar contigo. Ahora soñaba con besarte, hacerte feliz, hacerte mía (No sé como, pero lo deseaba). Mis sentimientos eran una bomba de tiempo que estallaría en cualquier momento.
¿Y tú... qué hacías? Nada. Por que no lo sabías. Yo me maldecía por quererte mientras tú te dedicabas a vivir tu vida. Era simple, yo era tu profesora. Estaba más que claro que nunca sentirías algo por mí.
El final del primer semestre se acercaba y yo ya no daba más.
Me había enamorado.
De mi alumna.
De alguien 9 años menor que yo.
De una mujer.
Y necesitaba decírtelo.
-Y así fue como nació el...
-Señorita Yamazawa.
-¿Si?
¿Usted tiene novio?- Todavía recuerdo esa ocasión. Nunca pensé que llegaras a preguntarme eso. Eras tan inocente, tan curiosa.
-Ehm... No ¿Por qué la pregunta?
-Por que... Por un momento pensé que... alguien tan linda como usted quizá debería tener a alguien cerca.
Sentí como mis mejillas comenzaban a arderme. Y al parecer las demás lo notaron, ya que todas estallaron en una gran carcajada. De seguro se escuchaba hasta la oficina del director. Pero hubo algo que me hizo sonreir. Tú tambien estabas con ese leve tono carmesí en tus mejillas. Bajabas la cabeza en señal de vergüenza.
-Haber, niñas... ¡Silencio!- Jajaja, a veces esto de tener el poder entre tantas me es divertido.- No es bueno que se burlen de su compañera. Ella tenía una duda y no siempre es bueno guardárnoslas.
-...
Creo que se tomaron lo de callarse demasiado en serio.
-No, Sophie. No tengo pareja.- “Por que tú eres la única que en este momento ocupa mi cabeza”- Pero no pierdo la oportunidad de que algún día aparezca la persona que me pueda hacer feliz- Y la habia encontrado. O creí haberlo hecho. Pero no podía decírtelo, al menos no con 39 alumnas cerca de nosotras. Así que busqué el momento perfecto para decírtelo.
Pero éste llegó solo...
*Toc Toc*
-Pase
Era el penúltimo día y se acababa el primer semestre. Yo me encontraba en la sala de clases viendo las últimas notas del curso. Dios, pobres padres... ya me imagino las caras que pondrán...
La puerta se abrió dando paso a...
-¿Sophie? ¿No deberías estar en recreo?- Se me hacía demasiado raro que estuvieras ahí, caminando hacia mi escritorio y sentandote en frente mio.
-Señorita Yamazawa, quisiera... que me ayudara en algo...
-Lo que tu quieras- Te sonreí. Y era segunda vez en mi vida que te veía sonrojarte. Quizás por la forma en que te mire o por lo que querías decirme.
-Pero.... ¡Prométame que no se lo dira nadie!
-Te lo prometo. Palabra de profesora.
-¿Es malo sentir atracción por alguien del mismo sexo?
-...- ¿CÓMO? No supe que contestarte... O sea, ¿Qué tenía que decirte yo?
“No, para nada. Ya que te amo y eso que eres de mi mismo sexo”
Errrrrrr.... no, mala respuesta.
-Depende en qué sentido lo di...
-Creo que me gusta alguien.
-¿De tu mismo sexo?- Asentiste. ¿Sería posible? ¿Albergaba la posibilidad, por muy pequeña que fuese, de que sintieras lo mismo por...? ¡Arrrg Hikari concéntrate!
-E... es alguien mayor que yo- Tu segundo sonrojo del día. ¡De verdad no lo podía creer!... ¿Acaso era un sueño?
-No tiene nada de malo sentir lo que sientes. Uno se enamora de la persona en sí, no de su sexo.
-...
-¿Y se puede saber quien es? Digo, no es tu obligación- ¡¡SI LO ERA!! ¿O acaso querían que muriera por la curiosidad?
-U... U...
Empieza con “U”... ¿Usted?... Por favor, no me hagas esto Sophie!
-U... Usagui Hikawa...
-...- Esto era una broma, ¿verdad? ¡No, no no! –Ya, ya veo- Usagui Hikawa. No le voy a negar que la chica esa es bastante bonita y tiene excelentes notas. 17 años, ¿Y decía que era alguien mayor? Joder, que solo es un año de diferencia.
-Señorita Yamazawa ¿Por qué llora?- ¿Llorar? No estoy llorando. Es solo una basura llamada “Resígnate, no tienes oportunidad” que me entró al ojo.
Creo que durante esos 5 minutos ninguna de las dos se atrevió a hablar. Después de todo estaba más que claro que no podía ser de otra manera.
Ja, por un momento pensé que tu podrías sentir lo mismo hacia mi. Que increíble es el pensamiento humano, capaz de pensar en cosas que nunca sucederán.
De pronto mis ojos se abrieron sorprendidos. Me estabas, ¿Abrazando? Si, así lo era. Me estabas abrazando como queriendo consolarme. De seguro si hubieras sabido la razón ahora no lo estarías haciendo. Por favor, no me sueltes, no vuelvas a hacerlo, eres tan cálida, dejame por un segundo más tenerme así, como te tengo ahora.
Y la idea llegó tan rápido que no lo dudé, era ahora o nunca.
-Sophie, ¿Quieres saber lo que me pasa?
Solo asentiste. Yo me dediqué a secar mis lágrimas.
-Entonces, mírame a los ojos-
Me hiciste caso.
-Ciérralos- Y así lo hiciste
“Túm-Túm” Escuchaba como mi propio corazón latía de forma acelerada. Me armé de valor para tomar tu rostro entre mis manos. Nunca lo había hecho, tu piel era suave, siempre me lo había imaginado de esa forma. Acerqué mi rostro al tuyo. Y te besé. No, no lo hice. Al menos no de la forma en que yo quería. Solo un roce de labios, lo suficiente como para sentir tu boca chocar con la mía.
-Te amo- Fue todo lo que te pude decir.
“¡¡¡RIIIIIIIIIIIIIIIIIING!!!”
-Se... será mejor volver a las clases- Dijiste con la cabeza gacha. Y saliste corriendo de la sala. Me habías dejado con la duda de tu respuesta y con el sabor de tus labios en mi boca.
El día siguiente era el último de clases y se finalizaba el primer semestre. No te había visto por ningún lado. Sólo te vi cuando mi hora de clase comenzaba en tu sala. Aunque no quería, debía hacerlo y permanecer callada, indiferente hasta el recreo.
-Les recuerdo que el próximo semestre comienza un concurso de literatura. Las interesadas en participar les informo que al recreo estaré anotando a todas las que deseen participar.
Y así comenzó la clase más larga que había dado en mi vida.
“¡¡RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIING!!” La campana había sonado y con ello la mitad de las alumnas comenzaron a salir de la sala. Unas cuantas se me acercaron dándome sus nombres para participar en el famoso concurso.
-Recuerden que tienen plazo hasta la vuelta de vacaciones de invierno- Decía mientras anotaba en una pequeña libreta. Al finalizar la fila. Mis ojos se acercaron hacia los asientos, dejándome ver tu cuerpo sentado aún en su silla.
-¿Ocurre algo?
-Deseo participar en el concurso- Dijiste levantándote de tu asiento y acercándote hacia el mío.
-So... phie... Mon... tag. Listo, ya estas anotada- Quería preguntarte sobre ti, de lo que había pasado ayer. Incluso hasta en disculparme, aunque no me arrepentía de nada.
-¿Por qué lo hizo?-
-¿Qué cosa?
-Lo de ayer- Noté que estabas seria. Sabía a lo que te referías. Pero tu forma de mirarme parecía decir una cosa que no lograba entender.
-No… No sé por que lo hice.- Mentira.
-Entonces, ¿lo que dijo tampoco supo por qué?-
-… - Permanecí callada mientras sentía como tu mirada me recorría de pies a cabeza.
-Yo sí tengo algo que decir- Cerré mis ojos y bajé la cabeza. Estaba esperando la frase final. Creo que ya había admitido mi rechazo.
Mis pensamientos se vieron omitidos cuando sentí como tus labios se juntaban con los míos. ¿Qué era eso? ¿Otra broma? No supe que hacer. Bueno, hice lo que hace toda persona cuando la persona a quien quieres te besa… le respondí.
Mi lengua dio paso por tu boca, buscando la tuya. No sabía lo que hacía, todo era por instinto. Tus brazos envolvieron mi cuello mientras que los míos te recorrían la cintura.
El beso terminó, mis mejillas estaban teñidas de un leve color rojo al igual que el tuyo. De mi boca no volvió a salir otra palabra. No dejaba de mirarte a los ojos. Si esto era un sueño, no desearía nunca despertar.
-Sí-
-¿Si?- Pregunté sin entender a la vez que tu embozabas una sonrisa.
-Significa que yo también… la quiero-
¡¡Jajajajajaja!! Lo sabía, sabía que me rechazarí… un momento… ¿Qué había dicho?
-Pues… te deseo lo mejor en el concurso- Si, lo admito. No soy la mejor diciendo frases bonitas, pero era lo único que se me había ocurrido. No alcance a decir otra palabra, sus brazos habían vuelto a atravesar mi cuello y sus labios nuevamente se unieron con los míos.
Después de que el día terminara, estuve dos semanas pensando en lo que haría cuando comenzaran las clases. Dios, esas dos semanas se me hicieron eternas. Justo el última en el que te vería, tu te me declarabas.
Bueno, las clases no había tardado tanto en comenzar y pronto me preparada para un nuevo semestre. 4 meses más de clases, junto a Sophie, y terminaría mi primer año como profesora.
Pero cuando llegó el día de comenzar el nuevo semestre. Algo había pasado… No estabas.
Dejaste de ir, de la noche a la mañana tu nombre ya no aparecía en mi lista. Le preguntaba a tus compañeras que qué te había pasado y ni ellas lo sabía. Mi última oportunidad era averiguarlo en la oficina general de la escuela.
Te habías marchado. Ese día en el que creí dejar de serte indiferente, habías anunciado a dirección que te ibas de la cuidad… a otro colegio… a otra vida…
Durante esos cuatro meses de clases dejé de enseñar con la alegría que me caracterizaba. Me había acostumbrado tanto a ti. Incluso me dije a mi misma que aunque no sintieras lo mismo por mí, hubiera dado lo que sea para al menos haberte visto una vez más.
No me lo habías dicho. ¿Acaso habías jugado conmigo? Te habían descalificado del concurso por que tu trabajo nunca llegó. ¿No habías dicho que deseabas ganarlo?. Me habías dicho que me querías. ¿Acaso era para hacerme sentir mejor?
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
-Señorita, despierte. Ya hemos llegado.- Un guardia que abordaba el tren me sacudía el hombro, sacándome de mis sueños.
Y así era como había llegado hasta aquí. Ese año había terminado hace una semana, no daba para más. Cada rincón de esa escuela me recordaba a ti. Era mucho para mi cabeza ya maltratada por el recuerdo.
“Aquí venía a comenzar una nueva vida”
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
4 años después…
Caminaba de manera tranquila por las frías calles de la cuidad. El invierno se acercaba en su momento culmine. Hikari Yamazawa se encontraba recorriendo como de costumbre, su pequeño viaje de su nuevo trabajo como profesora hacia su hogar.
Se había propuesto comenzar de nuevo. Y así lo había hecho, quizás nunca pudo olvidar su primera escuela, ni a su querida alumna. Pero no se había podido dar de otra manera.
De pronto, al pasar por una librería, algo había llamado su atención... un libro...
No supo en qué momento lo hizo. Pero ya se encontraba en su casa, en su pieza, con el mismo libro que había visto anteriormente ahora en sus manos. La primera hoja la leyó una y otras vez. Mientras sentía como sus ojos se humedecían de lágrimas...
“Por que a pesar de todo el tiempo...
Yo te seguiré queriendo...
Déjame Besarte... por Sophie Yamazawa”
FIN
Listo!!... Mi Primer fic Yuri acabado T_____T!! Quisiera dedicarle el fic al "Clan Flojera" (aunque no tengan nada que ver xDD) y... eso >.>U ojalá les haya gustado ^^U.... Dejen review =D
Owari!