Harry se removía inquieto en su cama del número 12 de Grimmauld Place soñando, recordando…
Departamento de misterios; Juicio de Draco Lucius Malfoy Black.
-El Wizengamot ha decidido la sentencia en contra del acusado, por la colaboración con el que no debe ser nombrado y ser un motifago reconocido se le declara culpable, gracias a la declaración que presento el señor Potter no entrara en Azkaban por el contrario es condenado al exilio del mundo mágico bajo la supervisión de un auror capacitado, se cierra la sesión.
El rostro de Draco surcado de lágrimas, miedo y conmoción en la silla del acusado atado con cadenas mediante magia cuando dictaron el veredicto, le dejaron una sensación extraña en el estómago.
Oficina del jefe de aurores.
-Tu nueva misión Potter-le extendió una carpeta, la abrió encontrando el caso Malfoy.
-Debe ser una broma-replico el moreno.
-Ninguna broma- el jefe negó con la cabeza-te harás cargo de Malfoy por los próximos dos años.
-Pero…
-No no eso te ganas por testificar a favor de un mortifago.
Resignado Harry salió en busca de quien ahora sería su responsabilidad.
En algún lugar del Londres muggle.
-¿Qué se supone que voy a hacer aquí?-pregunto desdeñoso Draco.
-Puedes empezar buscando un empleo y una casa-sugirió Harry.
-Empleo, casa-repito y asintió el rubio.
Cafetería Allpress Espresso Roastery
-Entonces Draco ¿tienes experiencia?-pregunto coquetamente una chica guapa, alta, delgada y pelirroja que no le quitaba sus ojos color marron de encima al rubio.
-¿Limpiando mesas dices? Pues claro que no eso es para elfos domes…-Harry le dio un codazo a Draco.
-Solo bromea claro que tiene experiencia en la escuela solía hacerlo todo el tiempo-agregó Harry recibiendo una furibunda mirada por parte de Draco y una interesada por parte de Dánae que era como se llama la pelirroja.
-Contratado-sonrió la chica-también la habitación en el piso de arriba esta libre por si les interesa.
Un insistente repiqueteo despertó a un Harry confundido por los sueños que acababa de tener, se levantó aun adormilado de la cama encontrando a una lechuza fuera de su ventana, afuera todavía estaba oscuro, le dejo pasar tenía una carta del jefe de aurores.
Auror Potter recuerde que hoy es su último día con Draco Malfoy. Se han verificado todos los reportes que usted redacto. Como nos ha descrito Malfoy ya se integró por completo en el mundo muggle, no representa ninguna amenaza y el periodo de prueba termino. Le espero en mi oficina mañana al medio día para la asignación de su siguiente misión.
-Ultimo día con Draco Malfoy- leyó en voz alta Harry-se supone que debo estar feliz de librarme por fin de él, pero lo único que siento es pena, que ridiculez.
Y es que él había sido testigo de cómo contra todo pronóstico Draco se había abierto camino en el mundo muggle a pesar de ser un niño mimado, había pasado de mesero a gerente en solo unos meses, el sin duda hizo gala de lo tenaces que pueden llegar a ser los Black. Harry sacudió la cabeza como queriendo deshacerse de la idea. Se arrebujo nuevamente en las mantas tomando un anticuado celular que había adquirido para esta misión, vio la hora 5:40am. ‹Enserio ¿qué les pasa a estas personas? ¿Por qué trabajan tan temprano?› pensó Harry quedándose dormido otra vez.
Mientras tanto en el segundo piso de Cafetería Allpress Espresso Roastery.
-Es mi última oportunidad-susurro Draco-tengo que decírselo hoy.
Y el rubio pulso el botón de enviar desde su iPhone esperando que Dana y su intuición femenina estuvieran en lo correcto.
Harry sintió una vibración en su estómago, exasperado reviso la pantalla del celular encontrando un mensaje de Draco, el corazón le dio un vuelco.
Buenos días Potter
Cafetería Allpress Espresso Roastery 10:15am
Viste casual
El moreno suspiro decepcionado, solo era un mensaje de los muchos que acostumbraba enviarle Draco, con la información de a donde tenía que ir con el fin de monitorearlo, pero hoy sería la última vez. Miro la hora 7:23am ‹¿Es que están empeñados en no dejarme dormir? ¡Por Merlín!› y se durmió un rato más.
La pelirroja salió de la cafetería esperando que Draco no la oyera. El tono de llamada se escuchó varias veces antes de que una adormilada voz le contestara.
-¿Diga?
-Hola Harry solo quería saber si ya venías en camino porque bueno ya es un poquito tarde.
Dicho eso colgó el celular, en los últimos dos años Harry no había faltado a ninguna cita si se trataba del rubio, pero nunca estaba de más asegurarse. La pelirroja no entendía porque habían dejado pasar tanto tiempo si se les notaba a leguas que se gustaban. Negó con la cabeza y entro de nuevo en la cafetería.
Harry miro la pantalla de su celular desconcertado, ¿Dánae le había llamado por teléfono? Y más aún ¿Le había colgado?, dejo esas preguntas para después notando que ya eran las 10:17 am, se había quedado dormido ‹Mierda Draco va a matarme› pensó recordando la única ves que había sido impuntual y el rubio casi le arranca la cabeza porque por su culpa perdieron la función del cine. Se arregló frenéticamente y salió de Grimmauld Place para desaparecerse en una calle colindante a la cafetería, pudo distinguir a las dos personas con quienes se reuniría, parecían tan absortos en su conversación que no se dieron cuenta que él se dirigía a ellos.
-…eso es lo mejor, no quiero decírselo-decía Draco.
-¿¡Que!? ¿Pero porque? Pensé que ya lo habías decidido-respondía la chica.
-No lo entiendes…él no es…normal…
-¿De qué rayos estás hablando?
-No estará dispuesto a dejar su mundo, su trabajo, a sus amigos…por alguien como yo…-susurro Draco-él es una especie de celebridad de donde viene, ya te lo había dicho.
-Me parece que solo eres cobarde e inseguro-soltó enojada Dánae parecía que iba a agregar algo pero se percató de que los escuchaban- Harry.
El rubio se volvió y lo miro irritado.
-Llegas tarde.
-Bueno yo no vivo encima del lugar de encuentro-repuso Harry gruñendo.
-Esa no es excusa-le recrimino Draco mirándole a los ojos y sin quererlo se sumergió en ellos, esos esmeraldas que lo hacían suspirar eran su perdición ‹¿Habrá escuchado nuestra conversación?› pensó preocupado es rubio.
-Yo creo…
-Muchachos suban al taxi-interrumpió la pelirroja.
-No vi cuando paraste el taxi-le dijo Draco a Dánae.
-Pues claro que no, estabas demasiado ocupado desnudando a Harry con la mirada-sonrió con picardía y subió al taxi seguida de un sonrojado Draco y un descolocado Harry.
Dentro del taxi se instaló un incómodo silencio, Harry solo podía pensar en la intensidad de los ojos plateados sobre él y pensando en la conversación que habían tenido antes de que el llegara ‹Estaban hablando de mi sin duda, no Harry ya se te está pegando la vanidad…pero aun así parecía que hablaban de mi› Después de un rato se le ocurrió algo.
-¿A dónde vamos?
-Un amigo mío va a hacer un examen, es el último y luego se graduara, me invito a verlo, como no quería venir sola los invite-dijo encogiéndose de hombros.
Draco resoplo indignado.
Dana soltó una risita.
Harry continúo preguntando.
-¿De qué es el examen?
-De baile por supuesto-la pelirroja se inclinó en su asiento para ver mejor a Harry a los ojos como si la respuesta fuera la más obvia del mundo- danza contemporánea, ¿habías visto algo así antes?
-No
-Yo creo que te va a gustar, también a ti Draco.
-Jum yo no lo creo-dijo el rubio enfurruñado.
Dana puso los ojos en blanco y se acercó al oído del rubio susurrándole algo que Harry no alcanzo a escuchar. Draco soltó una risita y negó con la cabeza.
-Eres una tonta.
-¡Que va!-dijo sonriéndole al rubio y dándole un codazo.
-¡Oye!-refunfuño Draco con su sonrisa aun en los labios golpeando cariñosamente a la pelirroja en el hombro.
Harry los observo con algo parecido a los celos, sin embargo estaba satisfecho con Dánae, gracias a ella pudo ver a Draco de manera diferente y acercarse más a él, si bien no eran los mejores amigos ya no se hablaban como completos extraños, porque a pesar de que al principio el rubio se comportaba como un verdadero patán con todos los que lo rodeaban, ella le dio un ultimátum diciéndole que si no podía sonreír de vez en cuando lo despediría alegando que los clientes se quejaban de él y agrego “no porque seas increíblemente guapo las personas van a soportar tu actitud” esto hizo reír al rubio, pero no una risa sarcástica o irónica sino una de verdad, después de esa primera risa le siguieron muchas más y así Harry se olvidó poco a poco del Draco frio, presumido y mimado conociendo al amigable, sonriente y encantador. Sin darse cuenta ‹Me enamore de él› entendió entonces el moreno.
-Llegamos-anuncio la chica saliendo del taxi.
Estaban por entrar a una escuela de danza muy bonita, el lugar se veía un poco vacío, entraron por una rampa que conducía a unas puertas de cristal, entraron por ellas y bajaron las escaleras encontrando varios pasillos y puertas Dánae se acercó a un policía.
-Disculpe ¿dónde se están realizando los exámenes?
-Entra por la puerta del fondo y pregúntale a la señorita.
-Ok gracias
Caminaron hasta donde les habían indicado
-¿Si?-pregunto una mujer de mediana edad
-¿Los exámenes de baile?
-¿De qué baile?
-Danza contemporánea
-Sigue por este pasillo a la derecha
-Gracias
-Si
Siguiendo las indicaciones llegaron a una especie de plaza con una escultura en el centro, varios salones alrededor de esta y al fondo una pequeña cafetería. Había varios jóvenes reunidos ahí, todos esbeltos con porte elegante y estilo moderno, el color de sus cabellos iban desde el pelirrojo hasta el morado, verde, rosa y naranja. Se sentaron en una mesa de la cafetería esperando que los llamaran dentro para ver la función.
-¿Es la primera vez que vienes aquí?-pregunto el rubio.
-Sí.
-Tengo hambre-soltó Harry mirando embobado un muffin de chocolate.
Draco resoplo.
-Típico de ti Harry eres igual a la comadreja-dijo Draco con tono bromista.
-Oye no desayune nada-replico el aludido sonriendo, aun recordaba cuando Draco insultaba y cargaba de veneno sus palabras cuando hablaba de sus amigos, ahora lo hacía en tono ligero.
-Voy a comprarle algo a Harry-miro significativamente al rubio-Draco.
-Si-dijo un poco incómodo el rubio.
Cuando la chica se fue los magos se miraron mutuamente, después de unos instantes Draco hablo.
-Entonces Harry hoy se termina ¿verdad? Ya no serás mas mi niñera.
-Así es Draco, has demostrado que puedes arreglártelas solo y sin causar ningún daño-el rubio sonrió para si-tus padres estarían orgullosos de ti.
-¿Cómo están? ¿Los has visto?-dijo Draco serio.
-Yo…no, pero Hermione está haciendo todo lo posible para poder sacarlos de Azkaban.
-No es necesario que hagan esto por mí, nosotros estamos pagando las consecuencias de nuestros actos, eso es todo.
-Tu no actuaste así porque quisieras-replico Harry.
-Te equivocas, al principio me sentía orgulloso de participar en el bando de la oscuridad, mi cobardía fue la que no me permitió terminar el trabajo y también mi ingenuidad al pensar que el trabajo sucio no me tocaría a mí, que solo sería un sangre pura recibiendo la gloria, me arrepiento ahora pero en su momento fue lo que quería, ¿pero sabes? Ya no voy a ser un cobarde.
Al decir la última frase miro con intensidad a Harry que se sonrojo y se sorprendió por todo lo que acababa de escuchar, era la primera vez que hablaban de esas cosas.
-E…es genial que ya no vayas a ser un cobarde-tartamudeo Harry.
-Sí y para empezar a no ser cobarde tengo que decirte algo, yo…
-Lamento de verdad interrumpir pero están entrando-señalo Dánae pasándole un muffin de chocolate y un café frio a Harry que los guardo en los bolsillos de su chaqueta negra.
Los chicos caminaron hasta el salón más grande Harry escucho como Draco le reprochaba que había llegado en el peor momento, la pelirroja se deshacía en disculpas. Entraron al salón que parecía estudio de ballet con pisos de madera y espejos en las paredes ahí estaban los bailarines en sus posiciones, había una zona alfombrada donde habían colocado sillas, una larga mesa con un mantel azul donde ya estaban sentados los profesores que calificarían el examen, un piano, una batería y un par de tambores. Los tres chicos tomaron asiento.
-¡Dana!-los tres voltearon a ver a sus espaldas, un chico muy atractivo se les acercaba en mallas-gracias por venir-dijo y le beso la mejilla haciendo que esta se sonrojara.
Camino enfrente junto con los demás, la mayoría eran chicas por lo que el muchacho destacaba. La maestra se puso al frente y les dio la bienvenida a todos, leyó los propósitos del curso y les dijo a sus chicos que comenzaran. Los músicos empezaron a tocar y los muchachos a bailar. Momentáneamente ambos muchachos se olvidaron de la conversación que mantuvieron instantes antes.
En el pálido rostro de Draco se empezó a formar una sonrisa, estaba gratamente sorprendido con aquella actuación, Dánae tenía razón definitivamente le había gustado esa danza muggle, a veces cuando veía ensayar a su amiga en las clases a las que lo invitaba, le daba curiosidad la manera en la que movía su cuerpo con tanta soltura y sentimiento justo como lo estaban haciendo los bailarines frente al escenario, solo que con diferente ritmo. Ella siempre se había referido al baile como su vida y siempre admiro su pasión. Aunque nunca lo admitiría en voz alta, para Draco Dánae era una persona especial.
Harry mientras tanto podía apreciar como los cuerpos delgados y musculosos se movían, veía cada una de sus partes flexionarse cuando realizaban un movimiento y sus frentes perlarse de pequeñas gotas de sudor que les daba una apariencia sexy según él, mantenían sus rostros serios aunque de vez en cuando entreabrían sus labios o se pasaban la lengua por ellos, le presto más atención al chico que se acercó a Dánae de cierta forma se parecía un poco a Draco, de pronto ya no era el amigo de la pelirroja quien se movía en la pista sino Draco, el rubio estaba ahora en mallas moviéndose al ritmo de la música, sensual y sugerentemente, hubo un momento en el que los bailarines se acostaron boca abajo dejando su respingado trasero al aire, eso fue demasiado para Harry que soltó un gemidito ahogado por la música del piano.
-Necesito ir al baño Dana-dijo con voz ronca.
-Está al lado de la cafetería –susurro ella, sonrío al ver que a Harry le estaba creciendo un bultito en la entrepierna-Draco ve con él.
-No quiero-refunfuño no despegando la vista de los bailarines.
-Que vayas te digo-exigió está empujándolo fuera del asiento.
Los chicos salieron del salón para entrar en el baño que estaba limpio, espacioso y olía muy bien.
-Joder Harry solo a ti se te ocurre salir al baño a mitad de la función.
-Lo siento, puedes esperar afuera si quieres-dijo con nerviosismo Harry.
-¿Por qué?-pregunto el rubio alzando una ceja.
-O podrías regresar a la función, creo que me tardare un rato.
-Harry ¿Qué…-pero no termino de hacer la pregunta pues noto el sonrojo del moreno bajo la luz blanca del baño y como trataba de ocultar su entrepierna con la chaqueta, soltó una risita y se acercó a Harry.
-Enserio ¿podrías esperar afuera?-pregunto aún más nervioso Harry al sentirse tan cerca de Draco.
-Me parece Harry que eres muy sensible al arte-dijo en tono jovial el ojiplata pasando su mano por encima de la entrepierna de Harry quien soltó un pequeño suspiro.
-¿Draco que estás haciendo?-pregunto y lo miro a los ojos, Draco se acercó al oído de Harry y le susurro.
-Estoy dejando atrás la cobardía.
Eso fue demasiado para Harry quien tomo el rostro de Draco con ambas manos y beso sus labios sintiendo la mejor sensación del mundo y pensando por cuanto tiempo había deseado tener en su boca esos deliciosos y finos labios para saborearlos. Delineo con su lengua el labio inferior de Draco haciendo que el abriera la boca para que sus lenguas se encontraran, se besaron apasionadamente hasta que les falto el aliento.
-Espero no sonar muy cursi pero…te amo desde la primera vez que escuche tu cantarina risa y desde que vi a tus mejillas sonrojarse-soltó el auror atrayendo una vez más a Draco para besarle el cuello, sintió como vibraba su garganta al soltar una risita.
-Sonaste todo lo cursi que se puede ser estando en un baño público de una escuela, por cierto yo también te amo y eh estado intentando decírtelo durante todo el maldito día y ahora tu vienes y lo dices primero.
Ambos rieron y juntaron sus bocas en un casto beso para luego mirarse a los ojos queriendo trasmitirse por ellos todo lo que no podían decir en palabras y lo mucho que habían esperado estar juntos. Draco recorrió el cuerpo del auror desde el pecho hasta la entrepierna, ahí desabrocho el botón de su pantalón y también la cremallera acariciando su pene por encima de la ropa interior, Harry abrazo al rubio llevándolo hasta la barra donde se encontraban los lavamanos y se sentó en la orilla de está abriendo las piernas para que Draco se colocara entre ellas.
-Quítatelos-le susurro el rubio en el oído a Harry refiriéndose a sus pantalones y ropa interior, para después morder el lóbulo de su oreja.
Harry se los quito mientras Draco se humedecía las manos con el agua del lavamanos que tenía al lado, Draco se colocó nuevamente entre las piernas de Harry y admiro el pene semi-erecto de este, se besaron una vez más mientras Draco tomaba el pene de Harry, este al sentir el contacto un poco frio soltó un respingo que se convirtió en jadeo cuando empezó a mover las manos masturbándolo, cuando el pene de Harry estuvo erecto Draco se inclinó y metió por completo el pene de Harry en su boca, Harry se estremeció.
-Draco…
El rubio no perdió contacto visual en ningún momento haciendo que Harry se sintiera cada vez más excitado por sumergirse en sus ojos plateados, el rubio paso la punta de su lengua desde la base del pene hasta la cabeza, siguió moviéndola en círculos por debajo del glande, con cada movimiento Harry se sentía más fuera de sí gimiendo , soltando gritos ahogados y susurrando el nombre de Draco, mientras la boca de Draco se encontraba focalizada en lamer y chupar la cabeza del pene movía su mano de arriba abajo en el tronco del pene logrando una combinación de una masturbación y una chupada. El moreno arqueo la espalda y se sujetó del sedoso cabello de Draco para después correrse en su boca, El rubio trago todo el semen de Harry y también se corrió en sus pantalones.
La función había terminado y a Dánae solo se le ocurría un lugar en donde podrían estar los muchachos, fue al baño de hombres y se acercó cautelosa a la puerta escuchando algunos gemidos y grititos de placer ‹¡Oh Dios! ¡Están haciéndolo en el baño!› pensó quedándose en la entrada de la puerta cuidando por si alguien venia, después de unos minutos se acercó un grupo de chicos.
-Los siento están fuera de servicio ¿pueden volver más tarde?-dijo con una sonrisa de disculpa la pelirroja.
Los muchachos asintieron y luego se retiraron, alcanzo a ver a su amigo Aarón que conversaba animadamente con varias chicas y un muchacho, al poco rato las chicas se fueron dejando a los muchachos solos, ya no quedaba casi nadie en la pequeña plaza así que sin más Aarón y el otro muchacho se besaron ‹¡No! ¡Mierda!› pensó Dana, en ese instante sono su celular.
-¿Diga?-respondió de mal humor.
-Halo Dana, quería decirte que se acabaron los vasos de café ¿puedes pasar a comprar más?-le dijo una voz femenina al otro lado de la línea.
-Claro, no hay problema-respondió secamente.
-¿Qué haces?-pregunto curiosa la interlocutora por el tono de su amiga.
-Estoy haciendo de guardiana para que el chico que me gusta y su novio tengan sexo en el baño de la escuela y veo como Aarón besa a su novio.
-Rayos te dije que Aarón era gay y bueno lo de Draco, el mismo te lo dijo.
-Todo es tu culpa-le recrimino.
-¿Mi culpa?
-Sí, me pegaste tu rara enfermedad de que todos los chicos que te gustan son gay
La aludida soltó una risa.
-No es tan malo ¿sabes? Deberías tener cerca una cámara de video.
-Pervertida.
-Te dejo Dana llegaron clientes.
-Bien te veo después Diana.
Los chicos salieron del baño ya limpios gracias al hechizo de limpieza que lanzo Harry soble ellos, encontraron en la puerta a una enojada pelirroja.
-¿Terminaron?
Los chicos se sonrojaron como tomates.
-Lo…siento-dijo Draco.
Ella resoplo.
-No importa, tengo que comprar algunas cosas así que los dejare en el taxi ¿ok?
-Si
-¿Y bien?-Dánae los miro interrogante.
-¿Tienes una cama extra?-dijo Harry-porque me mudare al piso de Draco.
La pelirroja les sonrío y negó con la cabeza.
-Creo que estarán muy cómodos en una matrimonial.
Dijo simplemente y salieron de la escuela abrazados los tres.