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A tu lado por Kirauchiha

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Notas del fanfic:

Ya saben los personajes no me pertenecen y blabla bla ^^

 

Pido perdon por no actualizar los otros finc >< pero iba a hacerlo cuando se me ocurrio esta linda historia y no me pude detener. Así espero y la disfruten

Notas del capitulo:

Este fin es un Sirius x Severus mi pareja favorita ^^

y tal vez ponga un poco de James y Remus :P

espero y les guste

Eran las 8pm en el castillo Hogwarts de magia y hechicería. Los magos conocidos como los merodeadores se encontraban en la sala común de Gryffindor. Mientras que el más calmado de todos, un chico delgado de cabello castaño y ojos color miel, observaba al resto de su grupo con una sonrisa burlona

-Remus- pidió el chico de anteojos- por favor deja de burlarte de nosotros

-No puede hacerlo, porque es el único que se ha salvado del castigo- hablo otro de los merodeadores, Sirius Black

-Les advertí que no se involucraran en esa pelea-se defendió Remus-pero nunca hacen caso, bien por ustedes, ahora pasaran un bonito castigo de McGonagall junto a Snape

-Compadécete de nosotros-chillo el último de los merodeadores

-Lo siento-continuo el licántropo-pero el castigo se lo merecen y si no están dentro de 10 min en el despacho del director McGonagall se enfadara

Los tres chicos se miraron entre ellos y se encogieron de hombros, resignados se dirigieron al despacho del director Dieron la clave a la estatua de fénix y entraron al despacho; el director, la profesora McGonagall y Severus Snape los estaban esperando

-Adelante jóvenes- hablo el director en un tono serio. Los tres Gryffindor se adentraron a la pequeña sala frente al director y la profesora McGonagall

-Está el sexta vez que los cuatro- dijo el director mirando a chicos- son descubiertos en medio de una pelea por los pasillos del castillo

Ninguno contradijo las palabras de Dumbledore. Era verdad que desde que había empezada el año los merodeadores (a excepción de Remus) habían molestado mucho más ese año a Severus, según Sirius el Slytherin se mostraba diferente y no se equivocó, a la primera que los merodeadores intentaron algo contra el posionista éste ataco sin pensarlo dos veces y así los duelos entre los pasillos comenzaron.

-Veo que tengo razón- continuo el director- La rivalidad entre ustedes sobrepasa las diferencias entre Gryffindor o Slytherin, supongo que no queda otro remedio que un castigo. Una noche sin magia limpiando les hará bien.

Sirius y James iban a responder algo pero la mirada del director los congelo en su lugar

-Esperen afuera-ordeno McGonagall

-Antes de eso, tomen un dulce, les hará falta, la noche es muy larga-el profesor Dumbledore les ofreció una pequeña canasta con cuatro enormes dulce de limón, paso uno a cada uno

-No me gustan los dulces-se quejó el Slytherin

-Que sorpresa quejicus- se burló Sirius que recibió una mirada asesina por parte del Slytherin

-Severus, los dulces son especiales para que puedan pasar esta noche-insistió el director y al final todos comieron el dulce- muy bien, por favor esperen afuera

Cuando los cuatro alumnos estuvieron afuera McGonagall se acercó muy preocupada al director

-¿Estás seguro de esto Albus?-pregunto la mujer – esos dulces contenían veritaserum

-No hay nada que preocuparse Minerva, tienen más cosas en común de lo que ellos creen

-espero y no te equivoques Albus- dijo la profesora para después salir del despacho    

********************

La profesora McGonagall guio a los cuatro chicos hasta la biblioteca.

-Aquí se quedaran el señor Potter y Pettigrew- dijo la profesora- Dentro les darán las ordenes a cumplir

-¡¿Qué?!-se quejó Sirius- No puede dejarme con Quejicus

-¡Black no me obligue a bajar puntos a su casa!

-James -Sirius se giró hacia su amigo para pedir ayuda

-Lo siento hermano- James se encogió de hombros y después entro a la biblioteca siendo seguido por Peter

McGonagall no espero más y guio a los otros a su castigo, después de un rato de andar caminando llegaron hasta el salón de trofeos

-¿Quiere que limpiemos todos…

-Y cada un Black-termino la mujer-Entréguenme sus varitas

-¿Qué?-dijeron al uniso Sirius y Severus

-Su castigo es sin magia pasaran toda la noche juntos y no quiero ningún accidente

De mala manera Sirius y Severus entregaron sus varitas y comenzar con su castigo. Entre más rápido comenzaran, más rápido acabarían. Pasaron tres horas y al parecer los trofeos no se acababan sin ninguno de los dos se dirigiera la palabra.

Sirius maldecía por su mala suerte al quedar solo con Quejicus pero por otro lado siempre había querido estar a solas con el hacerle miles de preguntas. Le intrigaba de cierta forma su personalidad y aunque sus amigos lo negaran Severus estaba muy raro desde el comienzo del año y no es que le pusiera demasiada atención, no claro que no, lo que sucedía era que tenía que saber de sus enemigos. Después de un rato se cansó, tiro el paño para limpiar y se dejó caer en el suelo frio. Sintió como algo húmedo y liviano lo golpeaba en la cara

-Black, no estás de vacaciones- le dijo Severus. Sirius no contesto, se quitó el trapo que Severus le había arrojado, se incorporó y lo observo. No se sorprendía que vieran a Severus como una persona débil; tenía un cuerpo frágil, piel blanca y no era muy alto, apenas le llegaba a los hombros pero Sirius sabía que no era para nada débil. Lo único que quería era pasar desapercibido lo que lo llevo a ser una persona solitaria, aparte de Lily y Malfoy no conocía a nadie más que fuera su amigo -Los trofeos no se limpiaran solos

-Lo sé, lo sé- Sirius se encogió de hombros-Solo me preguntaba varias cosas

-¡Es sorprendente que estés interesado en algo!- dijo Severus con burla, y se dispuso a seguir con su duro castigo pero Sirius lo sostuvo por el brazo y lo hiso girarse hacia él

-Suéltame Black-rujió mientras intentaba zafarse. Sabía que sin la varita estaba en gran desventaja de fuerza física

-Cállate-ordeno Sirius mientras tomaba a Severus y lo llevaba detrás de una estantería –Escucho algo raro

Severus guardo silencio durante unos segundos y por un momento creyó escuchar algo que se acercaba

-También lo oyes- puntualizo Sirius –Alguien intenta que no lo oigan pero no es muy bueno.

-Tal vez sea McGanagall…

Sirius negó con la cabeza

-Para que quiere MaGonagall pasar desapercibida- dijo Sirius. Severus se quedó pensando un momento, tal vez era otros alumnos pero descarto esa idea eran  las 11 de la noche y se suponía que debían estar en sus salas comunes

Sirius observo mejor a Severus. No había gran cambio pero sabía que ahora era diferente a antes de las vacacione. Estaba un poco más alto, su piel nívea seguía siendo la misma al igual que el oscuro de sus ojos y del cabello pero su semblante era diferente, se veía más relajado, mucho más seguro que antes y eso ponía loco a Sirius. Sin pensarlo se acercó más y olio el sabor a menta que desprendía el cuerpo

-¿Escuchaste eso?-pregunto de pronto Severus sin sospechar ningún pensamiento - Creo que hay alguien afuera

Severus comenzó a caminar hacia la puerta pero Sirius lo detuvo y lo mando hacia atrás. De pronto la puerta se abrió de un golpe mostrando a tres chicos vestidos completamente de negro con las varitas levantadas

-Vaya Black-hablo uno de ellos-Justamente estábamos hablando de ti

-Marcus, ¿Qué demonios haces aquí?

-Andábamos por estos lugares y solo pasamos a saludar. Los tres chicos se soltaron riendo de una forma que Severus interpreto como sarcasmo, claro que buscaban a Black. Otro de los chico se asomó más al interior de la habitación revisando cada rincón hasta verlo-Black no sabíamos que estabas tan ocupado-dijo apuntando hacia Severus- ¿Dónde dejaste a tu novia Potter?-Más risas volvieron a sonar

-Definitivamente no les gustaría que él estuviera aquí-dijo desafiante Sirius

-Suenas muy valiente para no tener tu varita Black.  A alguien se le escapo decir que MaGonagall los había castigado sin magia

-Con que es eso-Sirius se burló-¿Quieren venganza de lo del otro día? Por mi bien

-Planeas enfrentarte tu solo contra tres sin Potter

-No lo necesito para vencer a unos estúpidos como ustedes-se burlo

Sirius se lanzó contra ellos con los puños cerrados. Golpeo en el rostro al chico de en medio pero antes de girarse para golpear al otro, el de la derecha le lanzo una maldición que lo hizo volar de regreso al salón estrellándose contra una de las estanterías

Cuando Severus  vio volar a Sirius tuvo el impulso de mandar él mismo maldiciones a los tres sujetos pero recordó que no tenía su varita, además no quería meterse en más problemas, giró de nuevo hacia la puerta y los tres chicos que reconoció como Ravenclaw de ultimo año lo miraban. Severus se encogió de hombros dando a entender que no le importaba lo que pasaba

-Eso te enseñara Black-rugió uno de ellos para después volver a cerrar la puerta con magia- Espero y pases una agradable noche con las heridas

Desde el otro lado de la puerta se escucharon risas de los Ravenclaw y después pasos alejándose. Sirius se incorporó de golpe pero a causa del dolor volvió a caer en el suelo haciéndose ovillo. De su cuerpo comenzaron a salir manchas moradas como golpes con algunos días pero lo peor fue que de pronto su nariz comenzó a sangrar a chorros

-¡Joder!-maldijo inclinándose hacia adelante tapando su nariz inútilmente con una mano

-No hagas eso-dijo de pronto Severus acercándose a él- Solo lograras que sangre más

-Bravo genio, ¿Qué se supone que debo hacer para pararlo sin magia?-pregunto Sirius con ironía su mano estaba llena de sangre. No podía soportar que Marcus se saliera con la suya. Se la cobraría tres veces, claro que sí.

Severus frunció en ceño

-Está bien, por mi muérete desangrado- concluyo Severus enfadado, por un momento se había preocupado por Sirius y el muy idiota descargaba su ira con él. Giró para alejarse pero Sirius lo sostuvo por el brazo.

-Lo siento-dijo de pronto Sirius sin saber porque –No debí desquitarme contigo

-No hay problema-Severus se quedó anonadado por la reacción extraña y demasiado sumisa. Tenía a Sirius vulnerable, podía vengarse de todas las cosas que le habían hecho él y los merodeadores en el pasado e incluso podía dejar que se desangrara ahí mismo pero no, por alguna extraña razón estaba preocupado por Sirius.

-Levanta tu cabeza hacia atrás y no presiones con fuerza tu nariz- ordeno Severus

Sin protestar Sirius obedeció, se sintió menos mareado y la sangre no corría a chorros como antes. Severus tomo un pañuelo, lo mojo con un poco de agua y después se lo puso a Sirius en el rostro

-Aunque no creas, esto ayuda un poco-comento Severus- ese Ravenclaw no te mando ninguna maldición, solo fue un hechizo para que te sangrara la nariz normalmente, en un rato se quitara

-Gracias, me siento un poco mejor-dijo Sirius para después patearse mentalmente. ¿Pero que jodidos le estaba pasando? Comportándose amablemente con Quejicus.  Algo malo le estaba pasando, soltaba lo primero que se le venía a la cabeza sin pensarlo y eso lo estaba jodiendo. No podía ser posible que Snape y él pudieran siquiera entablar una conversación mucho menos que lo ayudara. Aunque no podía negar que ese Severus amable era algo sorprendente y ¿tierno? Si, podía ser, la manera en que se había arrodillado junto a él para examinarlo y sus dedos finos tocando su rostro para colocar el pañuelo eran de una manera tierna. ¡Joder!

Paso casi una hora en la que ninguno de los dos había hablado con el otro. Sirius no dejaba de darle vueltas a lo ocurrido y de vez en cuando mira de reojo a Severus, sabía que algo había cambiado pero no podía identificar que era. James y Remus le habían dicho que tal vez estaba demasiado “obsesionado” con Severus. Pero Merlín sabía que no era así ¿o sí?

-Creo que me siento mejor-hablo Sirius para romper el hielo. Intento ponerse de pie pero de pronto  las piernas le fallaron y se vio a él mismo caer al suelo junto a Severus.

-Ten cuidado Black-se quejó Severus

Se sintió mareado por la pérdida de sangre y cerró los ojos y Sin darse cuenta Sirius cayó sobre Severus,

-Black note desmayes ahora

 Sirius escucho la voz de Severus. Claro que no se iba a desmayar, había cerrado los ojos para no sentir el vértigo al ver todo dando vueltas a su alrededor. Estúpido Quejicus no tenía por qué preocuparse tanto.
Cuando abrió los ojos pudo notar que su rostro había quedo demasiado cerca. Y de pronto de fijo en los ojos de Severus, eran oscuros como la noche y muy profundos, se dio cuenta que su mirada decía mucho más de él que cualquier cosa, se vio perdido en ella y quiso por unos segundos eternos que Severus solo se fijara en él.
 Al bajar la mirada se encontró con los labios entre abiertos de Severus, se veían rosas y suaves. Poco a poco se fue acercando

-¿Que…que?-tartamudeo Severus nervioso

-Sabes, a veces pienso que eres genial-dijo Sirius perdido en la mirada oscura. Tomo con sus manos el mentón llenándolo de sangre y lo atrajo hacia él. Sintió la respiración acelerada de Severus sobre su rostro y el sabor que emanaba de su boca le lleno la cabeza, no podía pensar más, quería sentir en carne propia esos labios que se le habían atojado tanto. Atrajo más el rostro de Severus a su boca, sintió apenas el roce labios contra los suyos

-¡¡¡Sirius!!!

La voz de Peter se escuchó del otro lado de la puerta. Sirius y Severus se sobresaltaron asustados. Sirius se alejó un poco y por uno segundos se quedaron viendo en silencio

-¿Sirius estas bien?-pregunto Peter desde el pasillo

Con todas las fuerzas que Sirius encontró en él se levantó y se acercó a la puerta

-¿Peter eres tú?-pregunto-¿Qué sucede?

-Si ¿Te encuentras bien?-volvió a preguntar Peter-Marcus nos atacó a James y a mí, pero por suerte MacGonagall revisaba que todo anduviera bien y lo atrapo. Sospechamos que también había venido aquí.

-Joder también se atrevió a ir con ustedes-maldijo Sirius. Ese jodido de Marcus se le haría pagar en cuanto lo tuviera enfrente- Peter ¿Puedes sacarnos de aquí?

-Claro, MacGonagall me envió, aquí tengo tu varita y la de Snape. Apártate un poco

Sirius giró hacia Severus que se había puesto de pie y estaba atento a la conversación tenía un poco de su sangre en el rostro cuando lo había tomado. La puerta se abrió después de un clic y del otro lado estaba Peter con su varita levantada.

-Joder tío ¿Qué te paso?-exclamo Peter al ver a Sirius y su camisa llenos de sangre

-El maldito de Marcus-Sin decir nada más Sirius y Severus salieron del cuarto de trofeos, cada uno tomo de nuevo su varita.

-Sirius, MacGonagall quiere que vayas a su despacho-hablo Peter- Y si Snape no estaba herido puede regresar a su habitación

-Bien –fue lo único que dijo Severus para darse media vuelta y dirigirse a las mazmorras de Slytherin

Mientras Severus se perdía por el pasillo, Sirius no pudo evitar preguntarse ¿hasta donde hubiera llegado de no ser por la interrupción de Peter?

Notas finales:

gente bonita espero y les haya gustado. tengo otros dos finc de estos personajes ^^

saludos

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