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Las bragas de Takashima por Tsundere Chisamu-chan

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Notas del capitulo:

Buenas! pues... es la primera vez que excribo un fanfic de esta banda aunque hace bastante tiempo quería hacerlo ya que me fascina! sin más dejaré que lo lean! espero que les guste! no olviden comentar!

Y todo empezó en aquella particular gira, si tengo que culpar a alguien por supuesto que sería a él, por ser tan idiota e incorregiblemente sexy, y yo, pues tengo mis necesidades corporales y emocionales que no me han permitido sacarme aquella imagen obligándome soportarme en un estado terrible calentura que no se me baja por más pajas ni parejas de una noche, la solución es simple, lo quiero a él.

Mi nombre es Tanabe Yutaka, pero la gente me conoce como Kai, en primer lugar quisiera decir que no soy un enfermo sexual ni nada por el estilo,  esto que me ha venido pasando fue ocasionado por un incidente sucedido después del último concierto en aquella gira que sucedió hace más o menos un mes, y no me siento orgulloso de decir que ha influido por completo en mi estilo de vida, mis pensamientos, mis deseos, ya no puedo ni siquiera asistir a los ensayos de la banda con tranquilidad, porque cada vez que lo veo, esa forma sugestiva que tiene de moverse, (cuando menos a mi me parece sugestiva), sus cara, su contextura, su todo, simplemente me vuelve loco y no puedo evitar imaginármelo en mi cama, lo peor es que cuando una imagen como esa llega a mi mente, no hay forma de hacerla desaparecer, incluso he tenido que salir en medio ensayo para jalármela en los baños y bajarme la calentura y después sentirme la persona más mierda del mundo por tener esos pensamientos y ver de esa forma a uno de mis compañeros de banda.

 

Todo sucedió cuando después del último concierto de la gira volvimos al hotel en el que nos hospedábamos, para nosotros era una costumbre sin importar lo muy cansados que estuviésemos; salir a celebrar nuestra última noche de cada gira, sea cual sea la ciudad en donde nos encontremos, siempre lo hacemos sin falta, es una forma para despejarse, hablar sobre los conciertos, las cosas que debemos mejorar como grupo y pues premiarnos un poco ya que es bastante cansado viajar día y noche de un destino a otro para dar conciertos. También de esa forma hemos llegado a conocer muchos lugares y personas interesantes, culturas, comidas.

Pues la cosa fue que llegamos al hotel en el que nos hospedaríamos esa noche, bastante exhaustos, así que rápidamente solo recogimos las llaves y nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones dejando que el staff se ocupara de lo demás, era un hotel distinto a todos en los que habíamos estado durante la gira y por ende llegamos aún sin nada de equipaje, aún después del concierto todos andábamos con el maquillaje en el rostro, completamente sudados, mi brazos estaban adoloridos y me había colocado sobre el esplendoroso atuendo un suéter color gris de Aoi ya que hacía un poco de frío al salir y no deseaba resfriarme, me veía terrible y no me importaba, los otros chicos estaban en condiciones similares a las mías, nos dirigimos sin conversar al elevador,  ahí Taka presionó un botón y empezamos a movernos, nos habían entregado solamente dos tarjetas de habitación, en ese momento era lo menos importante, descansaría en el piso o junto a cualquiera en ese momento, de hecho solamente me recosté en la pared del fondo y estaba a punto de quedarme dormido de pie,

 

-están en diferentes pisos- escuché decir al vocalista, -¿Cómo vamos?-,

 

-yo voy con Yuta- habló Shima, yo no dije nada, me imaginé su razón, Reita, Aoi y en ocasiones también Ruki solían alborotarse de vez en cuando en los hoteles y les gustaba hacer bullicio, gritar, reírse, molestar a los que estaban a punto de dormir, en fin, si lo que pretendías era descansar, lo mejor era no dormir con ellos, seguramente vio mi estado y asumió que yo no lo molestaría,

 

-de acuerdo, quédense ustedes con ésta entonces, está el piso 17 y nosotros estamos en el 14-

Le extendió la mano con la tarjeta en ella, Shima la tomó,

 

-¿a qué hora nos veremos?- preguntó Reita, yo ya estaba entrando en un estado Zombie,

 

-¿siempre saldremos?, Yuta se vé cansado- preguntó Yuu mirándome, después de él todos clavaron sus miradas en mí y yo me reincorporé pareciendo lo más despierto que podía,

 

-no se preocupen por mí, yo también quiero salir, solo necesito descansar un par de horas- me sonrieron y mirándose de nuevo entre ellos asintieron,

 

-ok, pasaremos dentro de dos horas a su habitación entonces- dijo Reita cuando se abrió la puerta en su piso y los chicos bajaron, quedamos Shima y yo en el elevador, él presionó el botón hacia nuestro piso, yo volví a recostar en la pared y  cerré los ojos dando un gran suspiro,

 

-fue un buen concierto, ¿no crees?- me dijo con una sonrisa percibida en su voz, yo sonreí y asentí sin abrir los ojos, -¿te vas a dormir ahí?- preguntó ahora soltando una risilla sonora,

 

-tal vez- respondí y escuché las puertas abriéndose de nuevo,

 

-vamos- abrí los ojos con cansancio y salí caminando tras él, ni siquiera sabía el número de habitación en el que nos había tocado, solamente confié en que él lo sabía y la encontraría, caminamos por los pasillos del hotel, la alfombra era color vino con algunos diseños y las luces eran tenues y amarillas, me escalofriaban los pasillos de hoteles siempre me parecían escenarios de películas de miedo, caminé un poco más rápido para alcanzarlo y lo tomé de su gabardina blanca con la que se había presentado en el concierto, así como un niño en la calle agarrado de la blusa de su mama, él me miró extrañado, soltó un bufido pero no dijo nada, agradecí a Dios no tener que ir solo,

 

-es aquí- dijo al fin deteniéndose frente a una puerta, pasó la tarjeta y giró la perilla para por fin dar paso a aquella gran habitación, había solamente una cama tamaño matrimonial caminé hasta ella y me dejé caer, de inmediato mis parpados se cerraron, Shima cerró la puerta de la habitación que yo por mi estado zombie olvidé cerrar, y entró directamente al baño, yo me dormí casi inmediatamente, con ropa, zapatos, peinado y maquillaje, al rato me desperté por un golpeteo en la puerta,

 

-maldición- susurré cuando escuche el ruido de la ducha, Shima todavía no salía y yo tenía que levantarme a abrir, ¿es que no había un rato de paz en esta vida?, caminé tambaleándome, mis piernas parecían no querer reaccionar, cuando llegue a la puerta la abrí y vi entre la nubosidad de mis ojos a una mujer,

 

-disculpe que lo moleste Kai-san, traemos su equipaje- cuando parpadee un poco vi a un hombre detrás de ella cargando una gran cantidad de maletas en un carrito,

 

-claro, adelante- y abriendo la puerta de par en par lo dejé entrar, el dejó las maletas y volvió a salir,

 

-buenas noches que disfrute de su estadía- me dijo finalmente la chica de forma muy amable,

 

-si- fue lo único que pude pronunciar antes de cerrarle la puerta casi en la cara, no quise hacerlo, de hecho yo no acostumbraba a ser grosero, pero mis sentidos me abandonaban, y cuando ella dijo eso yo en serio, en serio olvidé cual debía ser la respuesta amable, sin darle más vueltas volví a la cama, me acosté boca abajo  y dormité un rato, esa interrupción me había quitado el impulso a seguir durmiendo, aún así seguía muy cansado y me mantuve con los ojos cerrados, los músculos de mi espalda estaban contraídos y dolían, en eso escuché que la puerta del baño se abría y Shima caminaba de un lado a otro, no le presté atención, conociéndolo seguramente andaba rondando desnudo por la habitación, sentí la cama hundirse detrás de mí y lo escuché suspirar, yo me revolví un poco acomodándome y dándole espacio,

 

-lo siento, ¿te desperté?- preguntó,

 

-no, ya estaba despierto, ya trajeron el equipaje- respondí sin abrir los ojos,

 

-sí, me di cuenta- y me abrazó por la espalda, sentí su cabello húmedo, y su calor corporal me indicaba que se encontraba desnudo,

 

-ponte algo de ropa ya que la trajeron, no andes por ahí desnudo-

 

-pero no estoy desnudo-

 

-mmm- gruñí indiferente,

 

-en serio, mira- volví solamente mi cabeza ya que me encontraba boca abajo, y ahí estaba él, sonriendo traviesamente cubierto solamente con una pequeña toalla en su parte inferior, volví a cerrar los ojos, maldito hablador,

 

-de todas formas estoy muy cansado, me vestiré más tarde- y estirándose se acomodó por fin en la cama, en ese momento me volví a dormir, y por Dios que maldije a todos los cielos cuando el golpeteo de la puerta me despertó una vez más, aunque esta vez Shima se levantó rápidamente y fue a abrir, dejando entrar a Aoi, Ruki y Reita, completamente mudados y maquillados, en otras palabras; listos para salir a festejar, hice un puchero invisible, se me había acabado el tiempo y yo quería dormir más,

 

-Hola Tanabe, ¿seguirás durmiendo?- me habló Ruki tirándose sobre mi cama,

 

-si- esbocé con pereza tapándome la cabeza con una almohada,

 

-no lo molestes Taka, déjalo dormir en paz- de vez en cuando Akira me parecía muy maduro,

 

-¿entonces no saldrás con nosotros?- añadió el chibi subiendo sobre mi espalda y zarandeándome, -vamos, Yuta, ¡por favor levántate!- maldito Takanori y su poder de manipulación,

 

-ya, ya está bien- me di vuelta y me senté sobre la cama, tallándome los ojos,

 

-idiota, te estás manchando toda la cara- me dijo Taka apartándome la mano de la cara, había olvidado el maquillaje en mi rostro, aproveché ese momento para analizar la situación, vi a mi alrededor como Reita y Aoi conversaban animadamente entre ellos, Shima revisaba las maletas, y Takanori estaba simplemente a la par mía viendo también a los chicos, en serio quería salir a conocer la ciudad, tal vez si me quedaba un rato  despierto se me iría el sueño, bufé y me intenté levantar para ir al baño,

 

-Yuta creo que estamos en problemas- me dijo Shima divertido,

 

-¿porqué?-

 

-verás… creo que… ninguna de estas maletas es nuestra…-

 

-¿Cómo?- me levanté por fin y caminé hasta él, -¿de qué hablas?-,

 

-por lo menos ninguna es mía- me dijo despreocupado, -¿tu reconoces alguna?-

 

Las miré detalladamente, no sé por qué razón cuando llegaron a dejarlas no noté que eran maletas totalmente desconocidas para mí,

 

-no, ¿revisaste las etiquetas?- respondí con el ceño fruncido,

 

-sí, todas son de una tal “Shirley”- dió una gran sonrisa el bastardo como si fuera muy gracioso, -eres un idiota, ¿que no las recibiste tu?-

 

-sí pero estaba un poco dormido cuando lo hice, lo siento- pues sí había tenido un poco de culpa, pero definitivamente no era como que si se pudiera solucionar solamente de haberme dado cuenta,

 

-¿y ahora?- se cruzó de brazos mirándome desafiante, él seguía vestido solamente con una toalla, era un desvergonzado,

 

-pues habrá que llamar a alguien del Staff para que encuentren nuestro equipaje- me dirigí al teléfono de la habitación y lo tomé, siempre debía solucionarlo todo yo, que rutina tan agotadora, cuando sentí que una mano me lo arrebataba, era Takanori,

 

-yo llamaré, tu ve a lavarte la cara que no soporto verte así- suspiré y caminé hacia el baño, allí cerré la puerta y me lavé la cara con el jabón que se encontraba ahí, no era precisamente humectante y limpiador como los que solía utilizar siempre, pero era mejor que andar con los ojos manchados estilo mapache, escuché que los chicos seguían haciendo escándalo y se carcajeaban, salí sin mucha energía esperanzado porque mi equipaje fuera encontrado pronto,

 

-¿y?-pregunté, Takanori estaba sentado con el teléfono en su oreja y aguantando la risa, los otros tres se carcajeaban sin vergüenza, -¿Qué pasa?- caminé un poco más y vi a Shima intentando colocarse un sostén, me reí también,

 

-¿Qué haces?- pregunté acercándome a ellos, definitivamente siempre lograban hacer que cualquier problema resultara divertido,

 

-oh mira Yuta, ¿crees que será de mi talla?- fue gracioso ver cómo le habían quedado los tirantes totalmente arrollados y mal puestos, las copas quedaban totalmente descuadradas de su cuerpo dejando sus pezones por fuera, me imaginé que su espalda ancha era la causante de que quedara de esa forma, aún así era una prenda bastante bonita y sensual, supuse que la persona que la usara sería una linda chica y se vería muy bien,

 

-definitivamente no, eso no es tuyo Shima, no deberías revisar la ropa de otra persona- dije entre risas fingiendo molestia,

 

-vamos Yuta, no seas aburrido, seguramente Shirley estará probándose tus Boxers- abrí los ojos avergonzado de solo imaginármelo, los chicos estallaron en risas,

 

-ssshhh, chicos, silencio- habló Takanori hablando por el teléfono, nosotros no prestamos atención pero bajamos el volumen,

 

-de acuerdo, este no me queda, veamos- se quitó por fin la prenda la volvió a tirar a la maleta y rebuscó buscó allí, -oh, oh, miren esto- sacó un vestido negro y azul, lleno de lazos por todas partes, y en la parte de abajo tenía una falda estilo tutú, su estilo parecía un Gothic lolita, lo colocó frente a su cuerpo calculando el tamaño, -me quedará hermoso- dijo dramáticamente acentuando su “hermoso” y se rió,

 

-¿no te pondrás pantimedias?- preguntó Ruki que se había acercado con sigilo,

 

-hey, ¿qué te dijeron?- pregunté yo interesado por mi equipaje,

-que harán lo posible, pero que por hoy probablemente nadie contestará y no habrá solución, tendremos que esperar a mañana- mi cara se transformó a desesperada,

 

-nooooooo, ¿Por qué a mi?- grité,

 

-bueno, tal parece que si me pondré pantimedias, ya que no tengo ninguna prenda propia- buscó en la maleta y encontró unas cuadriculadas, todos se empezaron a reír, -esperen, esperen- sacó unos zapatos negros, altos y se levantó(se encontraba agachado ya que la maleta estaba en el piso),

 

-ya verán lo fabuloso que quedaré- y dio una gran carcajada para introducirse al armario,

 

-creo firmemente que Kouyou se hará travesti- dijo Reita mientras se sentaba en la orilla de la cama igual que Aoi, yo me subí y me recosté a la cabecera mientras Ruki estaba sentado en el suelo con sus piernas extendidas y apoyando sus codos en el suelo, como si estuviera en la playa,

 

-así podremos ganar más dinero después de los conciertos- añadió Ruki riéndose, desde el fondo del armario se escuchó la voz de shima, -si se me ocurre venderme por dinero, sería MI dinero, ¡no les daría ni un centavo!-

 

-oh Kou, ¡no seas avaro! Debes compartir con nosotros, es tu obligación- habló ahora Aoi, esbozando una sonrisa, estábamos en medio de risas cuando la puerta del armario se abrió, y las risas fueron frenando de a poco, mirábamos la figura de Shima caminando hacia afuera y el silencio que se formó fue tan incomodo que estuve cerca de sonrojarme,

 

-te ves bien- interrumpió Ruki por fin,

 

-¿verdad que si?- brincó Shima como una típica chica linda de anime, y es que sin duda, se veía como una chica linda, me imaginé que el vestido le quedaría muy tallado debido a su contextura masculina, pero no fue así, le quedó realmente perfecto, la forma en la que tallaba su cintura, sus mangas largas de encaje, la forma en la que la falda rodeaba su cadera, principalmente sus hermosas piernas cubiertas por esas medias y sostenidas con ligueros, parecía una chica real excepto por su pecho plano, yo sin verlo venir me sonroje, no era una sorpresa saber que Shima tenía una figura espectacular, siempre había sido adulado por todos, especialmente por sus piernas lisas y tersas, sin embargo yo nunca imaginé llegar a sentirme así solamente por verlo con un vestido, desvié mi mirada mientras los otros chicos le hacían cumplidos, él parecía satisfecho con eso,

 

-de verdad se te bien, pareces una chica, si no fuera porque te conozco seguramente me hubiera acercado a hablarte en un bar-  le dijo Reita demasiado serio para estar bromeando,

 

-sí, salgamos así y puedes fingir ser mi novia- habló ahora Aoi mientras sonreía avergonzado,

 

-eso alejará a las fans Bakaoi- regaño Ruki, Shima se sentó en el suelo y siguió revolviendo la maleta abierta, de pronto a otro dio un grito de regocijo,

 

-wooow, ¡miren!- y sacó del equipaje ajeno una caja de cartón colorida,

 

-¿Qué es?- pregunté,

 

-¡un twister!-gritó Ruki acercándose a él, lo tomo y entre los dos lo sacaron de la caja, -oh por Dios, siempre quise jugar esto- añadió dando brinquitos de la emoción, los otros dos chicos se unieron y se sentaron sobre el suelo,

 

-¿Cómo se juega?- preguntó el rubio desnarizado mientras lo extendían sobre el suelo, yo me quedé inmóvil, todavía estaba atónito por mi reacción de hace un rato, ¿de verdad era posible que ver a Shima con un simple vestido me había excitado de esa forma?, incluso mi ritmo cardiaco había subido y mi respiración estaba algo agitada,

 

-yuta, ¡ven a jugar!- me gritó el chibi rebosando emoción,

 

-no, yo paso, no deberíamos jugar con eso, no es nuestro- respondí bajito haciéndome el que estaba en desacuerdo,

 

-por favor Kai, únete, no pasará nada, solo jugaremos y lo devolveremos sano y salvo a la caja- agregó Kouyou sonriendo, yo fruncí el entrecejo, ¿Por qué putas pensaba cosas como esas cuando lo veía?,

 

-bueno- y me baje de la cama caminé hasta que quedé en la orilla de esta y allí me senté, -¿Qué tengo que hacer?- dije de mala gana, aún así nadie le tomó mucha importancia ya que estaban muy emocionados,

 

-si, a mí tampoco me han explicado el juego- reclamo Akira,

 

-es muy sencillo, miren- tomó algo parecido a una ruleta, -alguno deberá girar esta ruleta y dar las indicaciones que aparezcan, y todos los demás deben obedecer, por ejemplo, si lo giras y sale, mano derecha y en el color rojo, todos debemos poner la mano derecha en el color rojo, no se vale que dos personas utilicen el mismo circulo y no pueden quitarla hasta que cambie la indicación, ¿de acuerdo?- el rubio asintió sonriendo,

 

-bien yo giraré primero la ruleta- añadió Taka mientras se sentaba sobre la cama a mi lado con la tabla  de cartón en las manos, -ve con ellos Yuta- me señalo, yo me puse de pie con cansancio mientras ellos saltaban de la felicidad alrededor del plástico de colores extendido,

 

-veamos- giró la ruleta, -pie izquierdo en azul- y ahí empezó el verdadero juego, Akira estaba en la orilla, a su lado estaba Shima después yo y a mi lado Aoi, me coloqué de modo para quedar viendo al lado contrario a donde estaba Shima pues no entendía como era que no le avergonzaba jugar con vestido, todos al mismo tiempo pusimos el pie izquierdo, y giró la ruleta de nuevo,  -pie derecho en rojo- con algo de dificultad acabaron todos de acomodarse y lo logramos, -mano derecha amarillo- y se empezaron a escuchar las risas,

 

-la otra derecha Yuu- le indicó Taka al pelinegro frente a mí burlándose de él,

 

-Kouyou, quita tu trasero de mi cara- le gritó Reita al guitarrista, yo me encontraba agachado con las piernas flexionadas mientras Aoi estaba casi sobre mí, y Akira y Shima tenían un enredo parecido, me empezaba a parecer divertido,

 

-es tu culpa por estar ahí, ¡muévete!-,

 

-como si pudiera jajaja… por cierto ¿en qué momento te pusiste esas Bragas?- preguntó Akira extrañado, yo lo miré de reojo admirando su sonrojo,

 

-pues cuando me cambié, ¿o con que crees que iba a abrochar los ligueros?- todos se rieron dándole poca importancia, yo intentaba calmarme, ya que no era suficiente ver al sexy castaño ese con un vestido si no que andaba con un liguero y con bragas,

 

-bien, a ver ahora- giró una vez más la flecha –oh oh pie izquierdo en el verde-

 

-oh rayos-

 

-deberíamos ser contorsionistas- comentó Aoi pasando su pierna por encima de mi cabeza mientras yo tuve que voltearme, ya que no tenía posibilidades con la posición que tenía y agachado estiraba mi pierna en busca de un circulo verde, grave error, golpee por un momento le pantorrilla de Shima y él se desequilibró,

 

-¡Yuta!- gritó antes de caer sentado en mi entre pierna, haciendo estallar en risas a todos,

 

-jajajaja perdieron, ¡que idiotas!- hablaba Taka entre carcajadas limpiándose las lágrimas, yo sudaba frío al darme cuenta que ese incidente había causado en mí una erección y Shima parecía no levantar su redondo y deseable trasero cubierto con encaje de mi entre pierna, hasta que cesó su risa,

 

-¡perdón Yuta!, ¿te lastimé?- se disculpó entre risas, alejándose de mí, cuando me miró a los ojos tuve que bajar la mirada,

 

-¡si idiota!- llevé mi mano hasta mi frente intentando desviar la atención de aquel lugar y me senté flexionando las piernas ocultando mi erección,

 

-¿de verdad?- se acercó de gatas a mí y me tomó la mano, yo lo aparté haciéndome el desentendido, y me puse de pie,

 

-me golpeaste tan fuerte que de seguro se me saldrán los mocos- dije bromeando mientras caminaba al baño con la mano en la nariz, -sigan jugando, ahora vuelvo- y me encerré en el baño, me miré en el espejo, estaba rojo hasta las orejas, toqué mi miembro por encima del pantalón y me mordí el labio, esa sensación del culo de Shima en mi miembro aún me envolvía,

 

-maldita sea- susurré abriéndome el pantalón para acabar con eso de una vez por todas, me tranquilice un poco cuando escuché a los chicos empezar otro juego, por lo menos eso haría que no sospecharan de mí, me masturbé desesperado y eyaculé cuidando que el semen no tocara mi ropa, especialmente el suéter de Aoi que aún tenía puesto, y salí con la mayor naturalidad que pude fingir, ahí estaban haciéndose un puño con piernas y brazos por todas partes, los miré sonriendo, apartando mi mente de aquello que me hacía excitar, pero, ¿Cómo rayos iba a apartar mi mente de eso si estaba ahí con el culo levantado a plena vista de todos?, bragas de color negro con un encaje color fucsia, dejando al descubierto casi la mitad de sus nalgas, desvié la mirada preguntándome si era el único pervertido sexual que pensaba cosas como esas con un compañero de banda, y pues Takanori no me daba muchos ánimos ya que se veía lo más natural, viendo el lado divertido y carcajeándose mientras se le salían las lágrimas,

 

-¿estás bien Yuta?- me preguntó el chibi una vez que se dio cuenta de mi presencia,

 

-sí, creí que tenía una lesión cerebral pero no fue nada- dije viendo como los chicos en el suelo intentaban mantenerse en una posición bastante incómoda,

 

-¿ya no tienes sueño?- añadió con ese tono inocente que derretía a cualquiera,

 

-no, todavía me siento cansado pero ya no tengo sueño-

 

-¡gira la maldita ruleta!- gritó un desesperado Akira,

 

-pues como yo soy el líder de la ruleta, la puedo girar cuando se me plazca, así que ¡cállate!- Ruki era el tipo de personas que logran manejar a grupos enormes de personas y utilizarlos de la manera que mejor les parezca, y no es porque obligue a nadie, lo que pasa es que su presencia es tan agradable que por instinto tiendes a seguirlo y cumplir cada capricho suyo, me senté a su lado, y él se recargó sobre mi hombro, yo le acaricié el cabello, como decía, es la clase de persona que se te antoja mimar, casi inmediatamente se separó de mí por el impulso de carcajearse ya que se habían caído de nuevo, esta vez Akira se resbaló y ocasionó la caída de los demás,

 

-¡perdieron otra vez!- les gritó señalándolos,

 

-no es tan fácil como lo haces parecer Taka, dame eso que es mi turno de girar la ruleta- reclamó Aoi,

 

Y así pasamos cerca de una hora, yo decidí quedarme por fuera del juego, más bien me recosté por completo en la cama mirando el techo e intentando apaciguar esos deseos impuros que surgían en mi mente relativamente sana, jugaron varias veces, se peleaban sus turnos por girar la ruleta, yo los veía de reojo como giraban la ruleta y salía una indicación pero daban una diferente con el objetivo de hacerlos caer rápido, especialmente Takanori que solía ser bastante tramposo, pues estaba ya dormitando cuando escuché que se calmaban y empezaban a conversar,

 

-a fin de cuentas, ¿no saldremos?- preguntó Akira,

 

-es un poco tarde ya- comentó Taka, -por lo menos para caminar por la calle-,

 

-podemos ir a una disco o un bar- interrumpió la voz de Shima,

 

-heeey si cuando llegamos vi una disco a la vuelta, podríamos ir a ver cómo está el ambiente- comentó ahora Aoi, todos afirmaron emocionados,

 

-olvidan una cosa- dije yo con voz poco entendible, todos hicieron silencio incitándome a seguir hablando, -ni Shima ni yo tenemos ropa- me senté para poder verlos,

 

Ruki me miró como si me quisiera golpear, -no te preocupes por eso Yuta yo te prestaré algo, y Shima…- el mencionado sonreía de oreja a oreja, -pues se ve muy cómodo así- agregó riendo,

 

-además las discos suelen estar muy oscuras, nadie lo reconocerá- dijo Aoi,

 

-¿es en serio?, ¿piensas salir utilizando ropa de mujer que no es tuya?- le dije recriminándolo, ¡él era el que estaba mal, no yo!, ¿verdad?,

 

-no entiendo porque es un problema Yuta, yo soy el que anda con vestido no tú-

 

-¡oh rayos!, de acuerdo haz lo que quieras, solo procura no meternos en problemas- dije con rabia pero finalmente accediendo a la petición de todos, ellos sonrieron, y se levantaron,

 

-vamos conmigo yuta, te prestaré ropa- se levantó Takanori y yo lo seguí a su habitación, ahí tomé una ducha muy rápida y me puse algo de su ropa más sencilla, su estilo de vestir era algo diferente al mío y exceptuando la altura, la talla era parecida, así que me prestó unos jeans negros que me quedaban algo cortos, pero me coloqué unas botas por encima y una camisa blanca lisa, habíamos quedado de vernos en el ovi del hotel ya que los desesperados de Reita y Aoi decidieron bajar inmediatamente, solamente Takanori se quedó conmigo, cuando salí del baño él aún se encontraba maquillándose frente a un gran espejo, me dedicó una mirada rápida y prosiguió con el delineador de sus ojos,

 

-¡ves!, te dije que te quedaría genial, ¿no piensas maquillarte?-

 

-no, mejor no- esa habitación poseía dos camas individuales y era ligeramente diferente, me senté en una de las camas mirándolo,

 

-¿Qué pasa contigo hoy Yuta?, has estado extraño- había terminado su labor y se dio la vuelta dedicándome una mirada que me dejó frío, creí que me había descubierto,

 

-¿de qué hablas?- pregunté fingiendo indiferencia, él sonrió y miró al suelo,

 

-¿sabes?, mejor olvídalo- y se levantó sacudiendo mi cabello mojado, -vamos ya, me llegó un mensaje de Aoi diciendo que nos esperaban en la disco, dicen que está rodeando la cuadra- caminó por la habitación alistando sus cosas, su billetera, la tarjeta de su habitación, su celular, introdujo todas sus cosas en las bolsas de sus pantalones ocasionando que se vieran totalmente cargadas e irregulares, me reí, y salimos juntos hacia el elevador, ahí takanori se miraba en el espejo de las paredes retocando su cabello, él era tan metrosexual, nunca, sin importar las condiciones, se le veía desarreglado, salimos del elevador y también del hotel notando la gran cantidad de gente que había en la calle a pesar de la hora, ya era pasada la media noche, ligeramente confundidos caminamos hacia la derecha sobre la acera, la ciudad era colorida, llena de luces de neón y tiendas por todas partes, doblamos en la esquina y luego la otra esquina, ahí encontramos el lugar, Takanori confirmó el nombre que le habían enviado en texto y entramos, la entrada estaba bastante restringida, nos revisaron, nos pasaron por detectores de metal e incluso nos solicitaron la cedula de mayoría de edad, yo sinceramente me sentí alagado, ya que hace mucho nadie la solicitaba, entramos y el enorme lugar nos dejó aturdidos, era demasiada gente en la pista de baile, habían mesas alrededor y con la mirada intentamos localizar a alguno de nuestros compañeros, pero era imposible, una luz blanca parpadeaba con la intención de dejarnos ciegos, habían luces de colores, y el humo cubría gran parte de la visibilidad, el ruido también era excesivo, vi a Takanori pronunciar algo, pero no tengo ni idea de que era lo que dijo, sacó su celular y empezó a escribir un texto, al cabo de 5 minutos parados como idiotas en el mismo lugar me tomó de la mano y empezó a llevarme rodeando la pista de baile, finalmente encontramos a los chicos ubicados en una mesa redonda rodeada por un solo sofá, estaba un poco alejado de la música por lo que con dificultad por lo menos nos podíamos comunicar, estaba oscuro pero se podían distinguir la cara de idiotas de cada uno de ellos, noté algo extraño,

 

-¿y Takashima?- se me adelantó Ruki a preguntar, vi a Akira señalar hacia la pista de baile, y lo que ví me dejó boquiabierto,

 

-no lo han dejado en paz desde que llegamos, en serio creen que es una mujer- dijo riéndose, Shima estaba en la pista de baile, se había recogido el cabello por lo que se veía más femenino todavía, estaba con la espalda pegada al pecho de un tipo que le rodeaba la cintura con sus brazos, si tuviera que describirlo sería un tipo alto, un poco moreno, sus ojos eran claros (no vi su color exacto), brazos y espalda tonificada, bastante apuesto tengo que decir y estaban balanceándose al compás de la música, mi estomago ardió al ver que ese trasero que me había ocasionado una erección antes estaba completamente adherido a la entrepierna del otro tipo que parecía querer cogérselo ahí mismo, lo tocaba de una forma cargada de deseo, la nariz del sujeto se paseaba por la nuca de MI compañero y de vez en cuando le besaba los hombros o el cuello, Shima solo se reía, en serio creí que en ese momento él solo quería torturarme porque sentí como la sangre me bombeaba directo a mi cabeza y mis dientes rechinantes me hacían vibrar de la rabia, estaba conteniéndome para lo explotar en un ataque de cólera, vi que se acabó la canción y Shima se separó se dio la vuelta y miró al tipo de frente diciéndole algo, él le estampó un beso en la mejilla y la mueca de Shima fue un poco incómoda, para después caminar solo hacia nosotros,

 

-hola nena, ¿se te ofrece algo?- le dijo sarcásticamente el bajista, Shima estaba de pie sonriéndonos,

 

-se puede saber, ¿Qué rayos estás haciendo?- no lo calculé, las palabras solo salieron de mi boca sin pedir permiso, él me miró extrañado,

 

-bailar, ¿por?- me respondió desafiante,

 

-debo decir que te veías super zorra- pronunció Ruki haciéndole campo para que se sentara(ya que era el que se encontraba en la orilla)

 

-¡callate!- le respondió con un golpe amistoso en el hombro,

 

-¡es cierto!- en ese momento me empezaron a ignorar y a conversar entre ellos, de todas formas no tenía ganas de dialogar y la conversación de ellos no me tranquilizaba para nada,

 

-¿y no me vas a decir quién es el chico lindo con el que bailabas?- preguntó el vocalista con un tono de complicidad,

 

-sabía que te gustaría, es extranjero, se llama “Alex”- dijo con un tono sensual su nombre y mi voz pronunció un imperceptible “tsk” al escuchar esa voz pronunciar un nombre de esa manera,

 

-Alex, ¿eh?, ¿de dónde es?-

 

-brasileño, no le entendí ni gorra de lo que dijo, ¡pero puta!, ¡como se mueve!- casi gritó completamente desinhibido, Akira y yuu también estaban conversando entre ellos tomando cada una jarra de cerveza, me pareció ver que le estaban echando el ojo a unas chicas que habían en una mesa cercana, yo era el único idiota mirando a la mesa completamente serio y con un ataque de rabia contenido, vi que Takanori se levantó, pasó frente del “chico con el vestido” y luego de unos segundos tortuosos que Kouyou  ni siquiera me miró llegó con dos jarras más, las colocó en la mesa y puso una en frente mío, yo alcé mi mirada y él me sonrió, Shima estaba tomando un coctel color rojo con la pierna cruzada y mirando hacia afuera, ¿acaso estaba enfadado?, mis ojos se perdían en el movimiento de esos perfectos labios tocando el filo de la copa, suspiré y tomé la jarra dando un sorbo,

 

-bien creo que iré a ver a ese Alex- dijo Taka triunfante, todavía continuaba de pie, lo que me sorprendió fue cuando se inclinó sobre la mesa, de hecho casi se acostó boca abajo y llegó hasta mí, dejando su rostro a centímetros del mío, yo me asusté un poco pero él me tomó del cuello de la camisa y me jaló para susurrarme algo en mi oído;

 

-te lo dejo, hazlo bien idiota- y se levantó, tomó su jarra entre los dedos y se alejó de nosotros, yo miré a Shima que todavía tenía su mirada perdida en la pista de baile, bajé la cabeza y escuché la conversación de Akira y Yuu, hablaban sobre lo buenas que estaban las chicas que observaban y se las repartían entre ellos, “yo quiero la de cabello trenzado”, “no, esa la vi yo primero”, cosas como esas que no me interesaban, así que dejé caer mi cabeza sobre la mesa lamentándome sobre mi patética personalidad cuando los sentí moverse, se estaban levantando para ir de cacería por las chicas, “mierda” esbocé yo al percatarme que me quedaría solo con Kouyou, él volvió a verlos, me dedicó una mirada rápida y volvió a lo que estaba, yo sentía mi pulso acelerarse solo de admirar los movimientos que él hacía con la copa sobre sus labios, era hipnotizante, supongo que se dio cuenta de mi mirada acosadora así que me devolvió, incluso me sonroje, es como cuando estás haciendo algo malo, alguien te agarra con “las manos en la masa” y no puedes hacer otra cosa que quedarte inmóvil como idiota, así me pasó, él me miró y yo solo le sonreí de forma tímida recibiendo como respuesta una media sonrisa, un bufido y un parpadeo tan extremadamente erótico, sentí alivio al pensar que no estaba molesto conmigo, pero me tensé cuando se acercó a mí quedando justo a mi lado,

 

-¿también crees que me veo como una zorra?- dijo sin mirarme y sin dejar de pasear su boca por el cristal,

 

-no…, solo creo que estas siendo muy imprudente- respondí tímido mirándolo,

 

-pues yo creo que estás exagerando- me miró, probablemente era mi imaginación pero sus ojos castaños que apenas se veían tenían un brillo singular esa noche, lo que más me sorprendía era su actitud, Kouyou era una de las personas más maduras y centradas de la banda, era bastante serio aunque una vez que agarraba confianza era increíble lo muy charlatán que podía llegar a ser, sin embargo nunca pensé que haría una locura como ir a un bar en una ciudad extraña con un vestido de mujer, clavé mi mirada en la suya que parecía querer atravesarme y ni siquiera pude evitar el lento movimiento que hizo hacia mi rostro, lo vi todo en cámara lenta, me tomó del mentón con la mano contraria a la que sostenía la copa, y acercó esos anhelados labios a los míos, toda mi voluntad se desvaneció ante ese roce, sus labios eran adictivos, su aliento con sabor a licor me excitó, no me moví, ni siquiera lo abracé o tomé su mano, lo cierto es que no esperaba que eso fuera a pasar, se separó ligeros centímetros de mí, y sonrió,

 

-te quiero mucho Yuta…- susurró entre su sonrisa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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