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Un Hijo por Sabaku_No_Akemi

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Notas del fanfic:

 ¡¡¡Holaaa a todas!!!

¿Ustedes que dijeron? Esta ya se murió xD (Sasuke: Ojala) Pues casi

Creo que aún  estoy a tiempo así que paso a dejarles este fic, es mi 1º mpreg… y es mi regalo para el bastardo.

Espero que les guste 

Notas del capitulo:

Disclaimer: Los personajes de Naruto no son de mi propiedad… ya quisiera yo Que Kishimoto -sensei me los regalara 

Con la habitación a obscuras. Sobre la cama un par de siluetas eran iluminadas por los rayos de la luna, que se lograban colar por las rendijas que dejaban las cortinas de la ventana.

Sobre el cuerpo de un rubio, se encontraba un azabache besando cada parte con fervor. Ambos en su total desnudes consumaban, una vez más, su amor.

-          Sas-Sasuke… Sasuke – trató de hablar el rubio – N-No... dentro…

Por respuesta, las embestidas aumentaron de ritmo, acercándolos al tan deseado e inevitable orgasmo.

Con delicadeza, Sasuke se dejó caer sobre el desnudo pecho de su amante mientras ambos trataban de recuperar el aliento. Para cuando el azabache logró calmarse, salió con delicadeza del cuerpo de su pareja.

-          Imbécil… te dije que dentro… dentro no.

-          ¿Por qué no? – Inquirió Sasuke al tiempo que se acomodaba en la cama.

-          Puedo quedar embarazado – reclamó.

-          ¿Y? – se incorporó un poco- Llevamos tres años de casados, lo más normal es que tengamos hijos.

-          Aun no es tiempo – respondió Naruto en voz baja.

-          ¡¿Y cuándo lo será?! – Gruñó el otro- Tú mejor que nadie sabes que yo sueño con tener una familia grande, y lo aceptaste cuando nos casamos - Sasuke comenzó a levantar la voz- ¡Quiero hijos!

Naruto bufó ante aquello, esa discusión cada día se volvía más frecuente, a partir de unos meses atrás.

-          No quiero dejar las empresas solas – trató de excusarse por fin.

-          Solo será temporal… además, dudo que Minato-san se moleste si vuelve al mando unos meses por esa razón. – Sasuke no daría su brazo a torcer y Naruto lo sabía.

-          ¿Podemos dejarlo por hoy? – pidió, no viendo otra salida.

Sasuke solo se limitó a girarse al tiempo que se cubría para poder dormir.

 

 

A la mañana siguiente ambos desayunaron en total silencio. El ambiente se sentía pesado entre ellos, pero no por ello insoportable.

-          Pronto será tu cumpleaños – Dijo el rubio mientras engullía un poco de comida.- ¿Qué es lo que quieres de regalo?

-          Nada en especial – Sasuke le imitó.

El silencio volvió a reinar entre ellos.

Tomando sus platos y colocándolos en el fregadero, el moreno tomó su maletín.

-          Me voy – habló mientras se calzaba los zapatos- Nos vemos en la noche – y sin decir más, Sasuke salió de su hogar.

Siendo él el primero en partir, el rubio soltó un suspiro. ¿Hijos? Por un momento cruzó por su mente la imagen de varios pequeños rodeándolo mientras le daban los buenos días. Sonrió ante la idea. No es que él no quisiera hijos, es solo que se sentía un poco ¿Asustado? ¿Inseguro? Más bien, poco preparado.

-          Aunque estoy seguro de que el teme sería un gran padre – se dijo Naruto en voz alta.- Y quizás así, Sai deje de molestarlo y decirle impotente –comenzó a reír al recordar eso.

Con una diminuta sonrisa el rubio también partió a su trabajo. Solo por ese día reconsideraría la idea. Después de todo, él también quería hijos, y sobre todo, hacer feliz a su Uchiha-bastardo.

Conforme los días fueron pasando, el humor de Naruto se hacía cada vez más cambiante: unos días amanecía de malas, y otros del mejor humor del mundo. Algunos días no podía salir de la cama cuando estaban juntos, y otros no soportaba que el otro lo mirase. El Uchiha se lo atribuyó a que su marido se encontraba mal de salud.

-          ¿Otra vez? – Preguntó Sasuke al asomarse al baño y ver al rubio con la cabeza prácticamente metida en el inodoro - Tenemos que ir al médico Naruto, no es normal que no soportes la comida.

-          Yo… solo es la gastritis Sasuke, creo que el poco descanso de estos días no me ayudó. – Una vez más devolvió el estómago- En un par de días estaré mejor, lo prometo.

-          No me interesa – dijo Sasuke mientras le ayudaba a levantarse- Esto no es normal y punto.

5 días antes del cumpleaños de Sasuke, el rubio se hartó de aquel malestar, pues si bien el tomar algunos suplementos le habían ayudado considerablemente a soportar un poco más los alimentos, aun no podía comer nada más que un poco de fruta.

-          En efecto – dijo el médico revisando al rubio -  mientras no se controle la irritación de su estómago no podrá comer como es debido.

-          ¿Me recetara algún medicamento doctor? ¡Yo no quiero inyecciones! – se alteró Naruto- ¡Dígame que no me las recetará! Prometo que tomaré lo que me pida, pero inyecciones no – lloriqueó ante el hombre

-          Tranquilo- el medico sonrió- No te recetaré medicamentos, mucho menos inyecciones… en su estado eso no es posible…

-          ¿En mí estado?

Durante la noche, cuando Sasuke llegó del trabajo, encontró al de ojos azules recostado en la sala con el televisor encendido. En un principio pensó que estaba dormido o que el programa era tan bueno que no le escuchó llegar, pero cuando notó que su mirada estaba atenta a la pantalla y que en ésta se reproducía un documental sobre el apareamiento de los pingüinos emperador, supo que algo andaba mal.

-          Oe, Dobe. Estoy en casa – se acercó a él para saludar.

-          ¡Ah! Sasuke… Bienvenido, no te escuché llegar – trató de sonreír.

-          Lo imaginé, los pingüinos te tenían atrapado con su hipnotizaste caminar – bromeó para después cambiar su expresión por una seria - ¿Qué te dijo el doctor?

-          Nada importante –suspiró- solo que debo continuar con los suplementos.

-          ¿Solo eso? – El azabache no era idiota, él sabía que algo pasaba - ¿Qué más?

-          No… - el rubio se puso cabizbajo- Él… Él… ¡¡Me prohibió el ramen, Sasuke!! ¡¡
¿Puedes creerlo?!! Dijo que era demasiado condimento y que hasta no recuperarme, no podré comerlo – comenzó a llorar Naruto.

-          Lógico – lo atrajo hacia su pecho – Sé que algo más pasa… pero ya me lo dirás.

Los siguientes días el Uzumaki se dedicó a realizar los preparativos para la fiesta de su  esposo. Solo sería una reunión con sus familias y algunos amigos, nada ostentoso.

Para el día 23 de Julio todo estaba listo, muy temprano en la mañana había llegado Chouji con Shikamaru para ayudar a preparar la comida (Aunque el 2º se dedicó a vigilar que el 1º no se la acabara toda), Ino, Sakura y Hinata ayudaron con la decoración mientras que Shino y Kiba, habían ayudado con la música y todo lo demás.

Así que cuando comenzaron a llegar los invitados, todo comenzó a tomar forma. Cuando dieron las 3:00 de la tarde, el festejado llegó.

-          ¡¡Feliz cumpleaños!! – las serpentinas comenzaron a caer mientras Sasuke era abrazado por su madre, la de Naruto, su suegro, hermano, cuñado, y el resto de los invitados.

-          Gracias… Supongo.- Dijo cuando decidió dejar su bolso en su lugar correspondiente.

Todos comenzaron a dispersarse, mientras tanto el Uchiha buscaba con la mirada a su esposo, el cual aún no daba señales de vida. Para cuando el azabache llegó a la sala, lo encontró en la mesa robando algunos de los bocadillos que Chouji preparó.

-          Parece que alguien ya puede comer. – comentó con sarcasmo, acercándose por detrás.

-          ¡Sasuke! – exclamó dando un respingo- Y-Yo… ¡¡Feliz cumpleaños!! – le besó.

La reunión se desarrolló entre risas, chistes y un ameno habiente. Para cuando Lee intentaba besar a Neji, y Kiba trataba de cargar sobre su cabeza a Akamaru, decidieron abrir los regalos.

-          ¡¡Yo primero!! – gritó Itachi mientras se ponía de pie – Espero que te guste Otouto-baka.

-          Yo solo espero que no sea otra de tus bromas, Itachi-Idiota – dijo abriendo el paquete.

Una sonrisa asomó por los labios del primogénito de los Uchiha y un tick en el ojo izquierdo de Sasuke.

-          Muy gracioso – Y así comenzó el maratón “Itachi, corre por tu vida” de todos los años.

-          Sasuke ya debía esperarlo – comentó Deidara con gracia.

Los demás regalos fueron abiertos de uno en uno, siendo todos agradecidos de una manera amable por el menor de los Uchiha. En verdad se habían esmerado y se sentía un tanto agradecido por ello.

-          Yo soy el último – Dijo Naruto para ponerse de pie.

-          ¿Naruto? – Kushina notó algo raro en su hijo, cuando este simplemente no se movió.

-          ¡¡¡NARUTO!!! – gritó Sasuke con desesperación al verlo caer y estrellarse contra el suelo.

Para cuando el rubio abrió los ojos, todo se encontraba  en penumbras. Con pereza trató de moverse, notando la superficie acolchonada de su cama.

-          No te muevas – pidió Sasuke, al tiempo que se sentaba en la orilla de la cama

-          ¿Qué paso? – se incorporó siendo ayudado por su marido -¿Dónde están todos?

-          Te desmayaste… - Sasuke le acarició la mejilla con delicadeza- Se fueron hace un rato, dijeron que necesitabas descansar.

-          Lo siento- desvió la mirada bastante apenado- no fue mi intención arruinar tu cumpleaños.

-          Eso no importa… lo importante es que estas bien. – le sonrió

Ambos se abrazaron y sin previo aviso Sasuke le besó. Fue un rose tierno y delicado, sin segundas intenciones. Cuando se separaron el Uchiha le miró con severidad, al tiempo que preguntaba:

-          Ahora si me dirás ¿Qué fue lo que sucedió? – Dijo el Uchiha; el de ojos azules asintió.

Acto seguido se puso de pie y sacó una pequeña caja de su armario. Estaba forrada con un brillante papel azul cielo, siendo adornada por un moño de color blanco.

-          ¡Feliz cumpleaños! – Le sonrió Naruto, al tiempo que le tendía el obsequio.

-          Gracias – Sasuke lo tomó mientras sonreía con ternura… definitivamente Naruto era el #1 en sorprender a la gente.

Sin prisa, comenzó a retirar la envoltura que crujía al contacto.

-          ¿Q-Qué es…esto? –sin notarlo, el azabache comenzó a temblar… -No… No puede ser cierto… - pensó.

-          Bueno… estuve mucho tiempo preguntándome que sería bueno regalarte. ¡Eres tan gruñón que es misión imposible! Pero… hace unos días la respuesta llegó por si sola… Feliz Cumpleaños – susurró de nuevo mientras se sonrojaba.

Sasuke con delicadeza tomó su regalo… lo sostenía como si fuesen de cristal. No existía nada más perfecto y hermoso, que el rubio pudiese obsequiarle… Nada que le hiciese más feliz.

En la palma de su mano reposaban un par de zapatitos, unos pequeños zapatos verdes hechos de estambre. Eran tan perfectos…

-          ¿Es verdad? ¡¡Dime que no estás jugando!! – sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas involuntarias.

-          ¡Yo no jugaría con eso! Yo… tengo un mes de embarazo – le dijo el rubio haciendo un puchero- Sasuke… Vamos a ser padres.

Sin contener sus lágrimas, ambos comenzaron a llorar. Sasuke levantó a su esposo en el aire para comenzarlo a girar.

-           Un hijo… un hijo tuyo y mío... ¡¡Es perfecto!! Gracias….Gracias Naruto – y dicho eso, un beso comenzó, uno lleno de amor.

 

 

1º EXTRA*~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

A sus ya 6 meses de embarazo, Naruto comenzaba a mostrar una barriga no muy prominente, pero una que ya le impedía hacer ciertas cosas.

-          ¡No puedo amarrarme los zapatos! – se quejó Naruto mientras intentaba ponerse uno de sus tenis.

-          Trae acá, Dobe – Sasuke se lo arrebató para ser él quién se lo pusiera – Si no te das prisa, llegaremos tarde al ultrasonido.

Aquel día por fin conocerían el sexo de su bebé.

-          ¡¡Llegan tarde!! – gritó Tsunade cuando los vio entrar.

Un puño se dirigió a la cabeza del azabache, dejándole un chichón.

-          ¡¡Fue culpa de Naruto!! – trató de defenderse Sasuke. Sin duda la abuela de su rubio era muy temperamental.

-          Yo no tengo la culpa de ya no poder ponerme los zapatos ¡No puedo agacharme!

-          Ya no importa – interrumpió la rubia antes de que comenzaran a pelear – mejor démonos prisa.

Naruto se recostó en la camilla mientras Tsunade le colocaba el gel. En la pantalla comenzaron a aparecer varias rayas y figuras, que para Sasuke no tenían forma alguna.

-          Ésta… – dijo la mujer mostrando una mancha en el aparato – es su mano, su cabeza está aquí – continuó señalando- ¿Quieren saber qué es?

El matrimonio asintió dándole carta libre para que les dijera.

-          Es un niño…

 

2º EXTRA*~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

-          ¡¡¡Muévete imbécil!! – gritó Naruto.

-          ¡¿Y qué crees que hago?!

El reloj marcaba las 3:15 de la madrugada. Sasuke tomaba cosas al azar a toda velocidad mientras las colocaba en una pequeña maleta. Las cobijas de la cama se encontraban mojadas y esa enorme barriga de 9 meses comenzaba a ser abrazada en un vano intento de Naruto por mitigar el dolor.

Tan deprisa como pudo, Sasuke arrancó su auto yendo directo al hospital. Aquella madrugada del 14 de Marzo por fin nacería su bebe.

En cuanto llegaron al hospital, el rubio fue recibido por la asistente de su abuela, Shizune, y llevado directamente al quirófano.

-          Si continúas así, dejaras un hoyo, mocoso – dijo Tsunade que había llegado a hacerle compañía, viendo a Sasuke pasearse de un extremo a otro– tranquilo, mi nieto es fuerte y estoy seguro que el pequeño también, dentro de nada los podrás  pasar a ver.

-          Creí que usted sería quién lo intervendría – comentó sentándose por fin.

-          No puedo… es familiar – sonrió- pero sé que Shizune hará un excelente trabajo, no hay nadie mejor que ella para atenderlos.

3 horas después la azabache salió con una pequeña sonrisa en el rostro.

-          ¿Cómo está Naruto? – Sasuke ni siquiera esperó a que ella terminara de hablar.

-          Esta estable, lo pasamos a una habitación y al bebé a los cuneros. En cuanto pase el efecto de la anestesia puedes verlos. 

Una hora después, por fin se le permitió a Sasuke pasar.

Sobre la cama se encontraba, aun dormido, Naruto. Su bebé pronto les sería llevado.

-          Sa…Sasuke… ¿Lo viste? – aun débil, Naruto trató de sentarse.

-          No… esperé para que lo viéramos juntos.

La puerta fue tocada un par de veces antes de dejar pasar a Tsunade, cargando un pequeño bulto. Uno que fue depositado en los brazos de Sasuke.

Era tan pequeño… tan delicado… tan frágil y hermoso. Tan perfecto.

Después de contemplarlo detenidamente, se lo entregó al rubio, quién lo sostuvo con mucho cuidado y amor.

-          Debes alimentarlo, Naruto – Tsunade les dedicó una sonrisa maternal para luego salir.

-          Míralo Sasuke… ¡Es igualito a ti! – ni con el cansancio Naruto perdía su alegría.

Su piel era blanca y su cabello negro. Aquella respingada nariz solo le pertenecía a una persona. Sin lugar a dudas el rubio tenía razón, era la copia exacta de Sasuke.

-          Ryuuji… - se atrevió a llamarlo por fin el azabache.

Por respuesta, sus ojitos, aquellos que habían permanecido cerrados, se abrieron mostrando un par de perlas negras. Si, Sasuke había vuelto a nacer.

-           Creo que alguien reconoce a papá – Naruto comenzó a reír

Oh si… ese era el comienzo de su gran familia. Aquella que tanto soñó… 

Notas finales:

Y bien ¿Qué les pareció?

Yo estoy feliz de final mente volver a esta bella sección, que de ser por mi jamas la dejo.

En verdad espero que les gustara ¡¡¡Espero su opinión!!! Onegai… llevo mucho sin escribir y aun mas de no escribir SasuNaru… y aunque ellos son mi todo me siento muy insegura de lo que hice. Así que espero sus opiniones ¡Todas son bienvenidas!

¡¡Gracias a Pazhy-san por revisarlo!! y mas aun Yui-chan (Sora:Aunque sabemos que no lo vera) ¡¡¡Gracias por todo!! sobre todo por hacerte un tiempito para darme tu opinion. ¡¡Arigato!!

Enn fin… espero leerlas pronto y cuídense mucho ¿Zaz? Yo espero ya no abarndonarlas mas... n.n


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