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Conservando el corazón por Rukia Matsuoka

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Notas del fanfic:

Naruto y sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto

Notas del capitulo:

¡Hola! ¡He vuelto! Y con una nueva trama que, espero que les guste :3

 

Habían pasado cuatro años desde que se graduó de su carrera de marketing y hace un año su hermano menor también se había graduado de la misma profesión. Habían tenido una rara suerte de haber llamado la atención de sus ahora esposos, los populares hermanos Uchiha…

—Itachi, creo que es suficiente… —Deidara, un doncel de veintiún años de edad de cabello largo rubio con un singular flequillo tapando uno de sus ojos celestes, termino jadeando.

— ¿Seguro? —Itachi, un hombre de veinticinco años de edad de cabello largo azabache amarrado a una coleta baja color roja, dejo de lamer una de las tetillas rosas de su esposo.

Deidara asintió sonriente, hace unos días hablan decidido dar el segundo paso en su matrimonio, tener un bebe. Además, su hermano menor Naruto estaba ansioso en saber los resultados, ya que trataba de convencer a Sasuke de también tener uno, aunque tengan solo unos meses de haberse casado.

— ¿Estarás embarazado? —Itachi se recostó en su pecho dispuesto a dormir.

Deidara se rio—Acabamos de hacerlo, hay que darle tiempo a tu…—se sonrojo al no saber que decir—a eso…

Itachi le miro burlón para darle un beso, a la mañana siguiente debían de trabajar y de seguro aguantar a sus adorables hermanos recién casados. Aunque no se quejaba, tenía a su hermano que fingía seriedad pero, sabía que estaba más que feliz por su matrimonio con su cuñado y además, de tener aquel lindo doncel de gran corazón como su esposo, Deidara Uchiha quien estaba radiante de felicidad por tener a su hermoso bebe.

Al día siguiente, el primero en salir de la gran mansión Uchiha fue el azabache. Deidara apenas se levantaba de la cama con sus caderas entumidas, se tomo un relajante baño y luego se vistió con su camisa de botones blanca, unos pantalones negros y zapatillas del mismo color. Al igual que su hermano menor, trabajaba para las empresas Uchiha las cuales se dedicaban a la industria de cosméticos y debía de encargarse que los productos llamaran la atención de los clientes o todo lo que girara en la venta del producto.

Se suponía que ese día llegaría su hermano menor de su larga luna de miel de aproximadamente seis meses, aun le reprochaba a su esposo por el largo periodo de vacaciones que le había regalado.

Bajo a la cocina a desayunar, llegando cansado por la cantidad de escaleras y pasillos de aquella mansión. Le había insistido a Naruto que decidiera vivir con ellos ya que no tendrían problema con su privacidad por que el lugar era demasiado amplio y ni de decir las habitaciones junto con el jardín, solo convivían con uno de los primos de su esposo. Sonrio al recordar la manera tan emocionada con la que Naruto había aceptado su propuesta.

Salió de la mansión en busca de la parada del auto bus, al estar esperando el transporte había recordado una de las primeras peleas como matrimonio con Itachi, el azabache se había molestado al saber que él no tenía la necesidad de tener chofer que le llevara y solo aceptaría el auto bus o que él mismo le llevara, e Itachi al ser el jefe de la empresa debía de ser el primero en estar en el edificio y sus horarios de entrada no coincidían así que, a regaña dientes su esposo había aceptado la primera opción.

La mansión estaba en un seguro residencial y la parada del auto bus estaba a unas calles, así que no podía pasarle nada. Llego a la empresa y se dirigió a su sector de trabajo y fue donde se encontró con un chico de cabellera corta rubia, de ojos azules y las tres curiosas marquitas en cada mejilla, ahí estaba su adorable hermano menor.

— ¡Dei-Nii! —Naruto de diecinueve años de edad se emociono al ver a su hermano mayor.

—Hola, Naruto…

— ¡Sasuke es un insensible! —le interrumpió con un puchero— ¿Sabes? En nuestra noche de bodas quiso usar protección para no embarazarme.

Deidara se sonrojo ante la escena sin vergüenza que hacia el rubio menor— ¡Naruto! —Grito exaltado—No digas esas cosas aquí—le dijo en un susurro para que sus compañeros de trabajo, quienes le miraban con rareza, escucharan su vida privada—Me lo cuentas cuando lleguemos a casa…

—Querrás decir,  mansión—el rubio menor sonrio burlón sacándole otra sonrisa al otro.

~*~

Itachi se encontraba leyendo papeles sobre propuestas y ventas de productos, a su lado se encontraba su hermano Sasuke, el vice jefe de la empresa o como el graciosamente le llamaba…su ayudante, luego estaba el gerente de la empresa, Zabuza Momochi uno de sus hombres de confianza, después Sai Uchiha abogado de la familia y la persona más bromista con un raro sentido del humor de todos los Uchiha y por último los inversionistas. Tenían planeado sacar a la venta un producto para donceles que, había estado saliendo defectuoso en muchas empresas de su competencia y estaba seguro que podían tomar la delantera.

—Bien, entonces que los químicos comiencen a trabajar…—Itachi dio la orden haciendo moverse a los demás.

Zabuza un hombre de piel morena, cabello corto negro y ojos marrones de veinticinco años de edad  se dirigió a los laboratorios donde les entregaría la descripción de lo que se quería para el producto a los químicos. Este iba seguido por Sai un hombre de piel pálida de cabello ojos negros de veintiún años de edad arreglándose el cabello lo mejor que podía mientras llevaba un ramo de rosas rojas.

—Haku, aquí tienen los datos—Zabuza le entrego el folder con las copias necesarias de la información al doncel que vestía de bata blanca y prácticamente su esposo.

—La decisión fue tomada muy rápida…—el doncel de ojos marrones y piel nívea con cabello largo negro amarrado en una moña dejando dos mechones al lado de su fino rostro.

Zabuza se encogió de hombros para luego robarle un beso a su doncel. Por otro lado Sai trataba llamar la atención de un doncel de cabellos cortos rojos y de ojos turquesa de diecinueve años de edad quien miraba con atención unos tubos de ensayo.

—Gaa-chan te traje estas rosas, aunque son incomparables con tu belleza…—le mostro las flores con una galante sonrisa.

El aludido se sonrojo al escuchar aquella frase a sus espaldas y se volteo hacia el borrando aquel color rosa de su rostro al ver las flores.

— ¡Sai! ¿No sabes que si la esencia de las rosas logra enlazarse con los átomos de las muestras la van a alterar?

Zabuza negó con la cabeza mientras que Haku sonreía nervioso al ver lo desentendido que había quedado Sai por el comentario de Gaara. El pobre Uchiha solo traba de encontrar el significado de las palabras del que pronto seria su novio.

—No es por ser grosero pero, debemos empezar a trabajar—dijo Haku. Zabuza asintió jalando con él a Sai quien salió de nuevo con las rosas en manos—Creo que heriste de nuevo las buenas intenciones de Sai—le dijo a Gaara después de verlos salir del laboratorio—Se que te encanta la química y a la vez amas a Sai pero, controla tus emociones.

Gaara asintió mientras hacia una reverencia y salía del laboratorio. En realidad sabia que se había pasado con aquel comentario y pudo notar la cara de incomprensión de Sai por sus palabras, por más que intentaba hablar con palabras comunes y corrientes, siempre encontraba una forma de hablar como si tratara de la materia. A lo largo podía ver a Sai caminar tras Zabuza.

— ¡Sai! —El aludido volteo encontrándose con su amado doncel. Gaara le quito el ramo de rosas—Para la próxima vez, debes empaquetarla—Se coloco de puntillas y le regalo un beso en la mejilla sonrojándose—Gracias…—Susurro casi inaudible para luego correr hacia su puesto de trabajo.

Sai se quedo estático en su lugar mientras acariciaba el lugar besado de su mejilla. Su Gaa-Chan se había tomado la molestia de seguirle y aceptar su regalo. Y de paso le había dado un beso, en la mejilla pero, era un beso y se sentía el hombre más afortunado de aquel lugar.

—Quita esa cara de idiota y vete a trabajar—le dijo Zabuza al verle su cara de tonto y en medio pasillo.

Sai sonrio burlón— ¿Celoso?

—Para nada, para empezar yo si estoy casado…—Zabuza también le sonrio burlón dejando ver sus dientes afilados.

Sai acepto el duelo de palabras, cruzándose de brazos—Lo más sorprendente es que un doncel tan lindo se haya amarrado a un hombre tan estreñido.

Y así todos los trabajadores de la empresa que pasaban por el lugar veían con terror la molestia del gerente contra el primo de su jefe…

~*~

Pasaron tres meses y Deidara estaba que brincaba en un pie de felicidad ya que llevaba dos meses de embarazo. Ese fin de semana, Itachi miraba sonriente desde el marco de la puerta a su tierno doncel mirándose de perfil para ver al menos la casi notable curva de su vientre, esa noche lo llevaría a una cena romántica donde podría comer todo lo que quisiese aunque, esperaba que no la devolviese como hace algunas semanas hacia con cada comida que ingería. Fue así como habían descubierto el embarazo ya que, Deidara se alarmo al tener aquellas nauseas y vómitos, estaba tan asustado que su cuerpo estuviese mal y que su hijo no llegara a formarse que, ni siquiera había notado el síntoma más básico del embarazo.

Cuando llegaron al restaurante, Deidara comenzó a pedir la comida que más deliciosa le parecía dejando impresionado tanto a Itachi como al camarero al escuchar la cantidad de platillos, al parecer los antojos empezaban a aparecer.

Y fue así, a los cuatro meses de embarazo, el rubio comenzaba a despertar a muy altas horas de la noche y junto con él a su cansado esposo quien a como podía se levantaba de la cama a buscar en la nevera los antojos de su esposo e hijo, esperanzado a encontrar lo que pedían, aunque no podía negar que ver a su esposo comer con aquella notoria pancita valía la pena.

Al día siguiente se encontraban en el centro comercial. Itachi solo miraba enternecido a su rubio esposo quien caminaba feliz de un lado a otro viendo aquellas cosas tan adorables que seguro usaría su pequeño hijo.

— ¡Itachi! ¡Mira!—Itachi se acerco a su esposo quien le mostraba unas pequeñas botitas de lana lila— ¿A que es la cosita más bella que has visto? —Asintió ante lo emocionado que estaba el rubio tomando cada cosilla pequeña que veía.

El azabache se dedico a mirar algunas cosas como los biberones, el bolso para bebes, la cuna; ya que al parecer Deidara se había olvidado de ellos por buscar ropa adorable para su bebe sin saber aun el sexo pero, al menos le veía escoger ropa con colores neutros…

— ¿No crees que molestas mucho a Ita-Nii? —Le pregunto Naruto mientras estaban sentados en las mesas silvestres del jardín. Deidara le miro confundido.

—Naruto, eso sonó muy grosero—Dijo Gaara, quien se había hecho amigo del rubio embarazado ya que llevaban casi el mismo tiempo de trabajar para las empresas Uchiha y sus enamorados eran familia.

—Solo olvídalo Deidara…—le dijo Haku con quien había compartido algunas clases en la universidad.

El aludido asintió aun no muy convencido, no sabía a qué se refería su hermano mayor. Itachi no le renegaba nada por lo que consideraba que no se molestaba. Así que ese día intento hablar esa noche después de que llegara del trabajo sin embargo, no conto con que le ganara el sueño en uno de los sofás de la casa hasta que lo despertó el sonido de un celular que identifico que era de Itachi. Se dirigió a la cocina donde se escuchaba el aparato e iba entrar pero, la voz de su esposo le detuvo.

—Si Zabuza, leeré los papeles mañana estoy muy cansado—escucho un silencio—Si, los leeré en la mañana, si es que Deidara no se le antoja algo a media noche…

Deidara se alejo de la cocina mientras subía las escaleras hasta su habitación y se acostaba en la cama brindando la espalda hacia donde se acostaría su esposo. Sus lágrimas comenzaron a correr más rápido de lo que creía, las hormonas le hacían más sensible de lo normal. Su hermano menor tenía razón, era una molestia para Itachi y ni siquiera se había dado cuenta de lo cansado que llegaba a casa.

A los pocos momentos sintió el movimiento de la cama que indicaba que Itachi se había dignado a dormir. Al parecer había caído dormido ya que ni siquiera le había abrazado ni preguntado si estaba despierto o al menos notar si respiraba. Intento dormir pero, un antojo de comer helado y fresas le invadió. Se levanto de la cama y miro al durmiente Itachi, quería comer pero no quería despertarlo, así que ha como pudo se levanto de la cama y se dirigió a la cocina. Cuando abrió la nevera se encontró con verduras, frutas, algunos dulces y algunos postres pero, nada de helado y fresas. Miro hacia la ventana pensando que podía salir de la mansión a comprar pero, hacia frio y le daba miedo salir solo; así que miro de nuevo la nevera y se encontró con un vasito de yogurt de fresa y lo tomo.

Tomo una cuchara y dio el primer bocado que escupió no mas tocar su paladar al causarle asco pero, volvió a probar otro bocado mientras sus ojos se vidriaban al sentir asco aun sin dejar de comer. Termino el vasito de yogurt sintiendo una acidez en su estomago al obligarlo a digerir algo que no quería. Se tomo un vaso de agua y después de esperar a que la comida le bajara se fue a la habitación tratando de dormir, siendo visto por su hermano menor.

Pasaron los días y Deidara se sentía peor, el único consuelo que tenia eran las pocas horas de sueño que conciliaba en el día sin tener que pensar que era un estorbo para su esposo. Aquel día era la cita con su ginecóloga acerca del estado del bebe.

— ¿Te has sentido bien, Deidara-San? —Le dijo Sakura Haruno, su ginecóloga de cabellos rosas y ojos verdes.

Eso llamo la atención de Itachi, alarmando a Deidara—Claro que si Haruno-San ¿Por qué lo dice? —fingió su mejor sonrisa.

—Pues el estado del bebe estaba mucho mejor el mes anterior y tu aspecto también…—Le dijo para luego voltear a ver a Itachi— ¿Deidara-San ha comido o a actuado raro ultimadamente?

Itachi miro a su esposo quien solo aparto su mirada—Pues no ha tenido antojos desde hace días…—Itachi siguió viendo a su esposo quien no se dignaba a verle—Solo eso…

—Es extraño, los antojos no deberían de parar aun…—El silencio abarco el consultorio así que Sakura decidió cambiar de tema—Entonces ¿Desean saber el sexo del bebe?

Deidara por fin levanto la mirada topándose con la sonrisa de la ginecóloga y una alegría le invadió al poder saber lo que sería su adorado bebe y se giro a ver a su esposo para preguntarle si lo sabrían o lo dejarían sorpresa pero, su alegría se borro al saber que podía considerarlo un estorbo incluso para una pregunta…

—Sera una sorpresa—Fingió de nuevo su gran sonrisa logrando engañar a Sakura pero no a Itachi quien le veía serio.

Salieron del hospital en silencio y subieron al auto negro de Itachi. En todo el trayecto a casa pudo sentir la mirada de su esposo en él a través del retrovisor así que fingió tranquilidad lo más que pudo. Al llegar a la misión no le dejo abrirle la puerta y entro a su hogar para encerrarse en la habitación y dormir.

—Deidara…—Itachi entro a la habitación para sentarse en el borde de la cama— ¿Qué te parece si cenamos en aquel restaurante que te gusta?

Al aludido le brillaron los ojos sintiendo como su estomago pedía ansioso a que aceptara la invitación pero ¿Y si ahora en lugar de considerarlo un estorbo lo consideraba un gasto? Trago grueso mientras mostraba una de sus sonrisas fingidas.

—Gracias pero, estoy un poco cansado y solo quiero dormir…—Se maldijo internamente al decir aquella frase, de seguro era lo que pensaba el azabache cuando le levantaba a media noche con la única diferencia que no le agradecía.

Así que se cubrió con las sabanas sintiendo como Itachi se levantaba de la cama y depositaba un beso en su frente. Aquello lo confundió un poco, tenía tiempo de sentir algún tipo de afecto de su esposo.

El quinto mes llego y tomo una decisión. Aprovecho que Itachi no estaba y se dirigió al hospital.

—Deidara-San… ¿Qué hace aquí? —Sakura se sorprendió al ver al sonriente Deidara en su consultorio cuando no era la fecha de su cita.

—Necesito un favor…

~*~

Después de salir del hospital se dirigió a la heladería, se sentía muy feliz así que por fin podía darse el lujo de comer un rico helado de una canasta de galleta con dos bolas de vainilla y fresa bañado en jalea de fresa y chocolate con muchos bastoncitos de galleta rellenos de chocolate. Disfruto lo más que pudo su postre para luego salir de la heladería rumbo a casa pero, el ver el auto de Itachi detenerse frente a él le detuvo.

—Deidara ¿Qué haces aquí? Deberías estar en casa descansando—Itachi le miro molesto—Entra…

Deidara solo asintió, entrando en los asientos traseros siendo observado por el azabache.

— ¿Por qué saliste de la mansión sin decirme nada?

—Lo siento…—Deidara se apego a la ventana del auto tratando de ocultarse de la mirada de Itachi sin lograrlo.

— ¡Ya basta, Deidara! ¿Se puede saber qué te pasa? Has estado raro hace días—El aludido se asusto al escuchar por primera vez aquel tomo de voz.

—Lo siento…—susurro, al sentir las lagrimas acumularse.

—No te pedí disculpas, quiero explicaciones—Itachi se volteo a verlo desesperado, sin prestarle atención al camino— ¿Sabes el problema que hubieses ocasionado si te pasaba algo?

Aquello disloco a Deidara, no podía creer que todo lo que había hecho sin ayuda de Itachi hubiese fracasado, ahora ya no era un estorbo o inútil…ahora era un problema… Deidara comenzó a hiperventilar por tantas emociones asuntando a Itachi.

—Deidara…

— ¡¿Un problema?! —Grito exasperado dejando salir las lágrimas— ¡Me levante en las noches a comer cualquier cosa con tal de no desvelarte! ¡Hice mis cosas solo sin pedirte ayuda solo para no serte un estorbo! ¡Tome decisiones por mi mismo para no parecerte un inútil! ¡Yo solo quería…!

Cayó al sentir un fuerte dolor en su cuerpo, todo comenzó a hacerse borroso hasta volverse oscuro, al final lo único que cruzo por su mente es que aquello que le estuviese pasando solo fuese una pesadilla y que al despertar Itachi estaría con una sonrisa mimándole como antes y haciendo las típicas compras a su bebe…

Notas finales:

¡Hola! De nuevo

¿Alguien noto que ya me dio por darle el trabajo permanente a Zabuza y a Sai? Y ¿que ya me dio por se muy sadica con el pobre Dei? Que mala soy, al final termino lamentandome... :(

Espero que les haya gustado...
Me dejan un Review ¿Si? Es para la celebracion de mi regreso XD

Nos vemos (n.n)/


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