Estaban reunidos en la Torre Stark mientras merendaban algo que llegó aquella extraña carta. En esos tiempos ya era algo totalmente anticuado, pero Tony no se negó a leerla en voz alta al ver que era del mismísimo Dios del Trueno y buen amigo Thor. Hacía ya bastante tiempo que no se veían y todos esperaban ansiosos a que Stark leyera el mensaje. Llegó como por arte de mágica, literalmente. Los vengadores charlaban animadamente cuando un extraño y pequeño pergamino se apareció a mitad de la gran sala. Tony no esperó más y comenzó a leerla para todos.
“Queridos amigos de Midgard:
El orgullo de informarles de mi boda real con el amor de mi vida. Todos están invitados a presenciar y acudir al día más hermoso de mi vida…”
Por supuesto que el mensaje continuaba, pero el castaño no pudo continuar leyendo. Estaba sorprendido al leer esas palabras. Thor se iba a casar. Todos se miraban entre ellos, nadie sabía nada del dios rubio y ahora saltaba con que iba a contraer matrimonio. El resto de la carta explicaba que el Bifrost estaría abierto para ellos un día antes del gran evento.
—Me alegra que Thor se case –Comentó Steve bebiendo un sorbo de café.
—Sí, pero en la carta no menciona con quién –Acotó Tony algo indignado releyendo la carta pero sin encontrar nombres claves en ella.
—Bueno, tal vez sea de alguien de por allá –Habló tranquilo Bruce, también poniéndole atención a su taza de té.
—Pues yo no iré – Natasha se puso de pie chistando un poco molesta, desapareciendo de la sala y ganándose una mirada extrañada de parte de todos.
—¿Y ahora qué le pasa? –Preguntó Stark intentando tomar una rosquilla entre sus dedos, de no ser porque el rubio lo miró de forma reprobatoria. Sabía que Tony había comida demasiadas donas y era tiempo de parar de consumir tanta azúcar.
—Preferimos no ir –Respondió Clint serio.
—¿Hay muchas posibilidades de que Loki esté por ahí? –Steve también se puso serio al entender por qué ninguno de los dos agentes deseaba asistir a la boda.
—Bueno, son familia… - Respondió Banner, pero se vio interrumpido por Tony.
—Cuernitos es adoptado, pero dudo que esté allí presente –Dijo sin interés el hombre de acero. Después de eso decidió que debía pensar en un buen regalo de bodas. Y conociendo la mentalidad de Stark iba a ser algo muy grande.
…
Cuando el día de viajar a Asgard llegó los tres hombres estaban emocionados de conocer a la dama que había aceptado ser esposa del poseedor del Mjolnir. Tony, Steve y Bruce llevaban ropa casual, y a pesar de que sólo iban a quedarse allí tres noches el primero había hecho de las suyas para que llevaran la mayor cantidad ropa posible, tanto formal como informal. Salieron del Bifrost para apreciar la enorme y brillante ciudad de Asgard. Pero apenas pisaron la tierra asgardiana se dieron cuenta de que la seguridad allí era poderosa. Había guardias reales por donde miraban. Thor los esperaba con una sonrisa. Estaba usando su clásica armadura, pero sin la pesada capa roja, aunque eso no quitaba el hecho de que se veía imponente ante los ojos de cualquiera.
—¡Amigos! –Exclamó un contento Thor para luego apretujarlos entre sus brazos, pero cuando vio que faltaban dos de sus amigos miró a los presentes con tristeza.
—Clint y Natasha no pudieron venir por temas de trabajo –Steve y los demás habían acordado decirle una mentira piadosa al rubio. Lo último que querían era amargarle el día de su boda.
—Ya veo –Respondió un poco más aliviado, pero sin quitar una sonrisa triste del rostro. En verdad quería que todos estuvieran con él en su día.
—¿Quién es la suertuda, Ricitos de oro? –Preguntó sugerente sin dejar de lado una sonrisa coqueta –No lo mencionaste en la carta.
—Me casaré con Loki –Contestó sonriendo con todos los dientes el semi dios.
Hubo un momento de silencio de parte de los tres invitados –¿Eso es una broma, Thor? –Preguntó un poco nervioso Bruce.
—Por supuesto que no. Loki cambió mucho, chicos –Contestó Thor sin aflojar la sonrisa –De verdad lo amo.
—¿Cambió? –Rió Tony –Eso quiero verlo…
—¿Por qué hay tantos guardias? –Preguntó casi susurrando el Capitán América. Y no sólo estaba eso, también llamaba la atención la presencia de una especie de barrera protectora.
—Asgard recibió una amenaza anónima, queremos ser precavidos –Respondió Thor mirando preocupado la barra –Pero no hay que alarmarse por nada.
…
Recorrieron la ciudad hasta llegar al castillo, que dejó sin aliento a los vengadores amigos de Thor. Era la primera vez que veían un lugar como ese, aunque Stark negaba diciendo que estuvo en hoteles mejores que ese. Thor los siguió a cada uno a su respectivo cuarto, diciendo que se pusieran cómodos. Pero Tony no iba a quedarse quieto, deseaba explorar a fondo aquel enorme castillo, por lo que acompañó al portador del Mjolnir hasta llegar a un ancho pasillo que regalaba una hermosa vista de la ciudad.
—¿Cómo pudieron perdonar a Loki después de lo que pasó? –Soltó repentinamente pensativo el castaño. Obligándolo al semi dios a parar en seco a mitad del pasillo.
—Odín le quitó su magia y él cambió –Respondió feliz y con simpleza –Lo amo.
Stark iba a acotar algo. No podía creer así como así un cambio tan radical. Sin embargo, cuando abrió la boca para hablar una tercera voz lo interrumpió.
—Thor –Era suave, como un ronroneo que podía erizar el vello de cualquiera. El castaño al voltear miró impactado al azabache que estaba a sus espaldas. Sin dudas era Loki, continuaba teniendo el cabello como la última vez que lo vio, sobre los hombros. Sus ojos verdes eran filosos y fríos, intimidantes. Tenía una ligera armadura verde con detalles plateados.
—Hola, Cuernitos –Saludó en forma de burla. Tony no iba a quedarse con los brazos cruzados y dejarse intimidad con facilidad.
—¿Quién eres tú? –Preguntó sin verdadero interés, descolocando un poco al hombre de hierro.
—¿Es una broma? –Preguntó sin creerse lo que había escuchado del azabache, pero éste ni se inmutaba –Tony Stark…
Anthony iba a continuar alardeando buen nombre, pero nuevamente se vio ignorado e interrumpido –Ajá… -Pasó a su lado y se dejó abrazar por su futuro esposo. Aun recibiendo caricias de Thor, Loki miraba al castaño con el ceño ligeramente fruncido –¿Podemos hablar? –Susurró luego al oído del rubio.
—Claro, nos vemos más tarde Tony.
El extraño comportamiento de Loki había paralizado a Tony. ¿Ese era el cambio que había obtenido el azabache después de todo? Porque hasta creía que era más desagradable que antes. Indignado y con dudas en su cabeza fue en busca de sus amigos.
…
Como cortesía de Thor, los tres vengadores se podían dar el gusto de recorrer a sus anchas el palacio. Hasta que llegaron a la cocina donde todas las cocineras preparaban el tan esperado banquete de bodas. Iban a continuar paseando, pero Tony se había quedado observando al ver que Loki ingresaba allí. Todos los empleados hicieron una reverencia en forma de saludo, mientras que el azabache los miraba de arriba con desprecio, pero no parecía ser de importancia para los demás.
—¿Le gustaría probar uno de los bocadillos dulces, Su Majestad? –Preguntó una de las jóvenes pasteleras de la cocina con una simpática sonrisa.
—Por qué no… -Suspiró tomando un pequeño pastelillo de manzanas para darle un mordisco y masticarlo.
—¿Cómo están? –La joven cocinera preguntó ilusionada sin aflojar la sonrisa.
—Si… están muy ricos –Respondió con sarcasmo Loki, aunque no pareció ser entendido por las cocineras de allí y sólo atinaron a asentir satisfechas de su trabajo. Antes de salir de la cocina y sin importarle mucho ser visto o no, tiró a la basura el pastelillo. Tony lo vio todo y frunció el ceño, seguiría observando de cerca a esa serpiente.
…
Tony iba a volver a su cuarto para preparar el traje que usaría al día siguiente, pero sintió curiosidad al escuchar la voz de Loki cerca de allí. Siguió el sonido hasta llegar a otra habitación. Allí estaba él, con esa expresión hipócrita de hace un rato. Parecía que estaban viendo la ropa que usaría el dios del engaño para el día de la boda. Era del verde que siempre combinaba con los ojos del usuario, con una armadura dorada y al lado el típico casco dorado del que tanto se burlaba Stark.
—Estoy segura de que le gustará, Su Alteza –Había comentado la diseñadora, pero al ver una mirada reprobatoria en los ojos del Dios bajó la cabeza.
—Ya basta de tanto verde –Chistó molesto Loki –Es una boda, debe ser blanco y dorado.
—Yo creí que usted preferiría el verde, Su Alteza –Murmuró con tristeza mirando el traje que había sido rechazado.
—Olvídalo –Suspiró cansado poniendo las manos sobre su estrella cintura –Así está bien, no hay tiempo para hacer otro…
Tras decir eso salió del cuarto y se hubiese encontrado con Anthony de no ser que caminó a paso rápido para desaparecer de la vista del oji verde. Tony se había escondido dentro de otra habitación y cuando escuchó una voz por detrás se asustó. El hecho de espiar a Loki lo estaba poniendo paranoico -¡Thor! ¡No me asustes así!
—Lo siento –Se disculpó divertido y a la vez preocupado por la actitud de su amigo -¿Algo anda mal?
—Sí, tenemos que hablar – Respondió de inmediato, pero nuevamente, esa odiosa voz volvía a interrumpirlo.
—Thor –Apenas Loki entró al cuarto se abalanzó sobre el fuerte pecho de Thor para sonreírle coqueto –Estoy muy emocionado por mañana…
Al escuchar eso, Stark decidió salir de la habitación. No podía hablar con Thor si tenía allí al Dios del engaño. Además, cada vez que lo miraba a él siempre recibía una mala cara. Si, ese Loki había cambiado, ahora estaba peor que antes y Ricitos estaba demasiado enamorado como para verlo.
…
Estaban a mitad del último ensayo para la boda cuando Tony irrumpió. Todos, incluso Odín, lo miraban sorprendidos. Hasta sus amigos, que habían aceptado ser los caballeros que acompañarían a Thor durante la ceremonia estaban allí para ver cómo iba a ser la boda. Stark se acercó a Loki que lo miraba con un poco de miedo y nervios -¡Él es un villano! ¡Es malvado! –Exclamó señalando directamente al azabache.
—¿De qué hablas, Tony? –Preguntó Thor con el ceño fruncido. Por otra parte, Odín se mantenía al margen analizando la situación, pero preparado por si era necesario tener que interferir.
—¡Es un hipócrita, Thor! –Contestó el castaño –¡Actúa peor que una diva, peor que yo! ¡Es mandón y no para de fruncirme el ceño! Ustedes también lo creen ¿verdad? –Dirigiéndose hacia sus compañeros.
—Yo no creo eso, Tony –Comentó Steve, sorprendiéndolo al no tener apoyo –A sido muy amable con nosotros –Tras decir eso, Bruce atinó a asentir con una pequeña sonrisa.
—¿Por qué dices esas cosas horribles de mí? –Preguntó con un nudo en la garganta el azabache, y poco a poco comenzaron a caer unas finas lágrimas con las pálidas mejillas de Loki. Éste corrió hasta salir de la gran sala del trono. Después de eso se ganó muchas miradas enfadadas de los presentes.
—Gracias, Tony –Gruñó el dios del trueno antes de salir a buscar a su futuro marido –Ni siquiera te molestes en aparecer en la boda.
Steve ni siquiera le dirigió la mirada y Bruce sólo comentó –Loki debe estar estresado por la boda, Tony… -Luego desapareció junto con el Capitán.
—Deberías reflexionar –La voz de Odín le caló hasta los huesos. Después de decir eso se retiró como el resto, hasta quedar completamente solo.
Tony, decaído, se sentó en las escaleras cerca del trono de Odín. No entendía qué había salido mal, porque él sabía bien lo que había visto. Pensando con que tal vez había mal interpretado todo, no se mosqueó al ver a sus espaldas a Loki –Lo siento… -Se limitó a decir. Pero se sintió incómodo al ver una sonrisa en los labios del azabache y un brillo extraño en los aquellos filosos ojos verdes.
—Mucho –Susurró mientras ampliaba su sonrisa. En un parpadeo divisó que en la mano derecha de Loki había un báculo con dimanantes verdes incrustados que brillaban con intensidad. Un fuego verde rodeó el cuerpo de Tony, obligándolo a pararse, pero sin lograr escapar.
…
Tuvo que parpadear varias veces para poder mirar con claridad en dónde se encontraba. Lo único que había a su alrededor eran cristales. Estaba en una especie de caverna donde su rostro se reflejaba a donde mirara y lo único que alumbraba el lugar era su reactor. Era eso, hasta que el rostro de Loki se podía apreciar en todos lados.
Reía con burla y hablaba con Stark, haciéndolo rabiar mucho más –Estás en las cavernas de cristal que se encuentran bajo Asgard. Te quedarás aquí hasta que Thor se case conmigo –Tras decir ello rió con fuerza. Tony tomó una roca pesada y cristalina y la arrojó con fuerza contra uno de los rostros reflejados. Causando que todos desaparecieran y que rompiera una pared de fino cristal. Cuando escuchó una especie de gemido miró atento hacia el lugar de donde provenía.
El hombre de hierro se acercó con cuidado y ni siquiera se sorprendió al verlo. Loki estaba frente a él y con fuerza se abalanzó en su contra hasta que ambos cayeron al suelo -¡Espera! ¡Soy yo! ¡Soy el real! –Gimoteó cubriéndose el rostro. Tony sin entender nada se apartó y al verlo con más detalles no le quedó otra que creerle. Ese Loki que tenía enfrente tenía el cuerpo golpeado y sus ropas con su verde característico estaban sucias, incluso su cabello era más corto, como el peinado de antes de salir a invadir Midgard.
—Si eres Loki… ¿Quién es el otro? –Preguntó sin saber exactamente qué preguntar, porque la cabeza de Stark no para de formularse diferentes hipótesis -¿Es tu gemelo malvado o algo así?
—No…Es Hela… -Respondió bajando la cabeza, pero de inmediato se puso firme y buscó con la vista alguna señal para salir de esa cueva –¡Tenemos que encontrar una salida y parar la boda!
—Creo que por allá hay una luz –Comentó Tony señalando hacia donde se podía apreciar una pequeña luz brillante, aunque se encontraba bastante lejos.
—¡Vamos! –Exclamó Loki tomando de la muñeca a Tony.
…
Loki, quien en realidad era Hela, se miraba con una sonrisa al espejo, peinándose el cabello hacia atrás. Ya llevaba puesto el traje que usaría en la boda y estaba a minutos de salir. Estaba inmensamente feliz de que el día esperado llegara…
[Hela]
Este día va a ser perfecto,
Desde pequeño yo esperé verlo llegar.
Todos van a voltear,
Y mi atuendo admirarán.
Lo que ignoran es que los volví a engañar.
Mientras que Loki corría junto con Tony en busca de la salida para detener la boda con desesperación…
[Loki]
Este día va a ser perfecto,
Desde pequeño esperé verlo llegar
Pero en vez de celebrar,
Con mis amigos, las campanas
Para mí no sonarán ya nunca más.
Hela se paseaba, sin dejar de lado la apariencia de Loki de un lugar a otro dentro de la habitación…
[Hela]
No me preocuparé otra vez,
Por un atuendo y un pastel
Pues, yo en los votos mentiré.
En cualquier lugar del mundo,
Quiero que ya estemos juntos.
Confieso que él no me importa, no
Yo no lo puedo amar. En mi alma no hay lugar
Pero mío él siempre será.
Estaban a pocos metros de la salida, y Loki casi podía sentir el calor del castillo…
[Loki]
Debo encontrar la forma
De poder de aquí escapar.
Fe y esperanza ya no hay más.
Tengo miedo de perderlo
Y que ella logre hacerlo
Que no lo cuide ni lo quiera amar
Yo lo amo sin dudar
Y pienso en él no hay más...
¡Oh Thor, pronto voy a llegar!
Cuando Hela estaba caminando al ritmo de la marcha nupcial no podía evitar sonreír de la emoción, pero con un deje de maldad en su mueca.
[Hela]
El día esperado veo llegar
Para ser el novio ideal...
[Loki]
Una boda si habrá,
¡Pero todo esto no es real!
Thor será...
—Mío, sólo mío… -Masculló riendo con maldad en su interior una vez llegó al lado de un feliz Thor que no dejaba de mirar enamorado a su futuro esposo.
—¡No! –El grito de Loki hizo voltear a todos. Jadeaba e intentaba recuperar la respiración, pero con firmeza de acercaba a Hela –¡Él no es falso!
—Creo que estoy confundido… -Murmuró Steve. Y más de uno estaba igual que él. Por razones de seguridad los invitados fueron abandonando la sala, pero tales como los amigos guerreros de Thor se quedaron atentos a la situación.
Hela rió con energía, volviendo a su forma original. Una mujer de cabellos negros realmente hermosa, pero que de la cintura para abajo era igual al de un cadáver en putrefacción y de él despedía un olor nauseabundo que molestaba a todos los presentes –Creí que te gustaban las bromas, Hijo de Laufey.
—Hela, te sugiero que desaparezcas de mi vista –Clamó Odín golpeando su báculo contra el suelo.
—Claro. Me iré… pero antes de eso –Nuevamente, en un parpadeo apareció para sorpresa de todos, el báculo con cristales verdes, apuntando amenazante a Thor hasta que un poderoso rayo se disparó contra él. Sin embargo, antes de que cualquier pudiera reaccionar, Loki corrió para ponerse frente a Thor y hacer de escudo.
—¡¿Qué?! –Gritó hecha una furia Hela al ver que Loki había logrado usar magia para crear una barrera -¡Tú no tienes magia!
Incluso el azabache estaba sorprendido pero la voz de Odín volvió a resonar y hacer eco contra las paredes de la amplia sala –Le devolví la magia a Loki por buen comportamiento, sólo eso.
—¡Volveré! –Chistó indignada la mujer -¡Voy a vengarme, Hijo de Laufey!
Cuando un fuego verde envolvió el cuerpo de Hela, ésta desapareció ante los ojos de todos.
Thor abrazó a Loki de la cintura y ambos se sonrieron enamorados. Por supuesto que la boda se tuvo que posponer para el día siguiente, pero ésta transcurrió sin problemas algunos y Tony admiró que el azabache sin dudas era casi como otra persona. Además, el Hombre de Hierro estaba feliz al escuchar las disculpas de todos los que dudaron de él.
...