CAPITULO 1
México estaba Feliz, está iba a ser la primer conferencia Mundial a la que iría, y estaba emocionado.
- ¡Va a estar de poca!- Dijo mientras se ponía su sombrero de charro y le disparaba al reflejo del espejo con su mano.
Salió hacia New York.
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Entro un poco nervioso y miro alrededor.
El panorama era increíble, puesto a que él creía que iba a encontrar todo en orden y que se molestarían porque había llegado muy tarde, sin embargo...
Inglaterra peleaba con Francia mientras Estados Unidos empeoraba dicha discusión añadiendo defectos de ambos.
España bebía café instantáneo mientras que Romano le gritaba en el oído.
Alemania mantenía una charla con Japón mientras Italia se escondía tras del ultimo lloriqueando, pues Alemania lo estaba ignorando.
- ¡Me siento como en casa!- Dijo, feliz, México mientras entraba.
Busco lugar, girando el rostro y encontró a Canadá.
- ¡Canadá! ¡Por aquí!- Grito mientras hacía señas hacia su persona.
Canadá, aquel chico ignorado por todos, se sorprendió cuando escucho que lo nombraban.
- Ah... ¡Hello México!- Camino hacía el moreno y lo saludo de mano- ¿Qué tal?
- Pues aquí, ya vez... Oye, ¿no sabes dónde puedo sentarme? Esta llenísimo aquí...
- Pues...- Paseo la mirada por la sala- Sí..., hay un lugar al lado de Rusia.- Con temor lo señalo.
México observo un momento el chico con el que se sentaría. Era muy alto, pues a pesar de estár sentado, los superaba en altura y tamaño a todos. Tenía puesta una bufanda y sonreía de forma tierna.
- Ah..., Ta´ bueno Canadá, nos vemos.- Se despidió México.
- A-adiós...- Respondió el otro, volviendo a ser invisible.
México se sentó con aíre confiado al lado derecho de Rusia, miro un letrerito en su lugar de la mesa y leyó "Ucrania"
- Ella no está- Le dijo una voz profunda y dulce- Dijo que le dolía la espalda.
México se giro y vio que Rusia le hablaba.
- Ah... esté... perdón ¿puedo sentarme aquí?- Preguntó nervioso México.
- Bueno...- El aura cambio súbitamente y ahora era un poco depresiva- Si quieres, ella no vendrá de todos modos...
México lo miro fijamente.
- Tienes pedos con ella ¿verdad?- Dijo el moreno mientras sonreía pícaramente.
- ¿Qué?- Era obvio que Rusia no entendía lo que le dijo.
- Ohh, Que sí tienes problemas con ella, pues...
- ¿Yo?, claro que no...
- Anda- Lo abraso de lado, cosa que nunca le habían hecho al ruso, causándole nervios- Segurito que andas con ella y ella está con otro tipo ¿verdad? ¿Di en el blanco?
- ¿Con Ucrania?- El rostro del ruso mostraba que estaba asustado ante la repentina frase del mexicano- ¡Claro que no! es mi hermana...
- Ah, `tonses son cuates...- Aseguro México mientras se separaba de Rusia.
- No te entiendo... Además... ¿Quién eres?
- ¡Yo soy...!
- ¡Nueva España! ¿Qué tal te va?-Pregunto España mientras abrazaba por la espalda a México.
- ¡México, España, me llamo México! Y no me hablases así ¡No soy joto!
Lo siguiente fue algo que pasó muy rápido y que no tiene sentido:
España abrasaba a México mientras esté forcejeaba y Romano había llegado golpeando a España, se notaba que estaba celoso.
- ¡Soy México!- Grito mientras que alejaba el rostro de España de el- ¡Riqueza natural, tequila y tacos! ¡A su servicio!
Rusia lo miro fijamente y luego soltó una risilla, eso asusto a Romano, pero a México le gustó.
Hablaron durante mucho rato, Rusia le conto sobre sus hermanas a México y esté sobre su riqueza.
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Al terminar la conferencia, México había hablado un poco con Rusia y pensó que sería bueno hacerse su amigo
-¡¡¡ARGENTINAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!- Gritó México llegando a casa de Argentina sin tocar, solo gritando.
- ¡¿Que quiere boludo?!- Respondió Argentina desde el segundo piso
- ¡¿Cómo llego a casa de Rusia?!
- ¡¿Y yo que voy a...?
De la puerta salió Chile, con aspecto cansado.
- Deja de hacer weadas y metete de una vez, México... México entro a la casa y se aventó a un sillón. Chile le ofreció bebida, Argentina lo corrió de la casa, pero México ignoro todo eso y les platicó lo que había pasado en la conferencia.
- ¿Para eso venís?- Pregunto Argentina sopeando una galleta en su café
- A huevo- Fue la respuesta que México dío mientras le ponía tequila a su café
- ¿Por qué quieres que sea el tu amigo?- Pregunto Chile ignorando la mirada de "¡No le preguntes!" que le mandaba Argentina.
México se puso un poco serio y sorbio de su café, luego miro hacía Chile y dijo.
- Cosa que a tí te vale madres
Chile se levantó, casi tirando el café, dispuesto a pelear.
- ¡En la concha de tu madre México! ¡No vengas a joder si no vas a decir la información completa!
- Ni que fuera tu casa...
- Pero si es mía,- Confirmo Argentina- y como la entidad más hermosa del mundo te digo que te largues!
- Pues ya se jodieron, me quedo porque quiero...
La discusión fue un poco extraña, a continuación se empezaron a tirar las galletas, y al poco rato, los tres estaban tumbados en el piso riendo a carcajadas.
- Bueno, par de boludos- Dijo Argentina levantándose- Ya hablando en serio, tengo que salir... Chile, te quedas a cargo, México... jodete-Y así, salió de la casa con un suéter.
Se sentaron de nuevo, Chile comenzó a limpiar la sala en silencio, mientras México tatareaba una canción.
- Ya se fue Argentina- Dijo el chileno al fin- Ahora si puedes decirme por qué quieres ser su amigo.
México sonrió y miro el techo.
- Es un sentimiento muy extraño ¿sabes?
- ¿Que?
México se sonrojo, sin darse cuenta.
- El... es serio, aparenta ser lindo pero... es...- Suspiro- Su personalidad da miedo... Chile se sintió aún más confundido.
- No te entiendo.
- Es así porque a sufrido.-Dijo de repente México- Lo note en la forma en que habla de sus hermanas.
Ambos se quedaron en silencio.
- Si crees que puedes llegar a la casa de Rusia en camión estas todo imbécil weon- Dijo Chile sonriendo- Mañana mismo te doy un boleto para Rusia.
México miró impresionado a Chile. Sonrió y se colocó su sombrero de charro, le disparo con su mano y dijo.
- Te debo una, compadre