Mi nombre es Annie, tengo 25 años, eh vivido en estos departamentos desde hace 5 años, mi vida es súper normal y rutinaria, en la mañana me voy a trabajar y regreso en la tarde-noche y el resto del día me la paso encerrada en mi departamento.
Tuve un accidente de auto bastante grave hace como 7 años por lo que a veces mi memoria falla y tengo ciertos recuerdos bloqueados de antes del accidente, solo recuerdo que en ese accidente alguien me acompañaba pero no logre recordar quien era, sentía que era alguien importante pero por más que intente recordar quien era no lo logre y decidí seguir con mi vida.
Todo era normal hasta hace un año que se mudó una chava a lado mío, bastante hermosa no lo voy a negar, al principio se me hizo conocida pero no logre recordar nada de ella.
No sé su nombre pero desde la primera vez que nos topamos siempre me ha saludado todas las mañanas cuando me voy a trabajar y cuando regreso lo vuelve a hacer, yo siempre le regreso el saludo por cortesía, pero no entiendo el por qué siempre lo hace ella, nunca hemos hablado más allá de los saludos pero supongo que ella también lo hace por cortesía pero ya se me hizo costumbre saludarla diario.
Algo que nunca entendí fue que desde que la vi siento un vacío dentro de mí, siento alegría pero a la vez tristeza cada vez que la veo. En mi mente han llegado imágenes que no logro reconocer solo sé que son del día del accidente y me veo con alguien y estoy feliz, luego el choque, luego unas personas que se llevan a una chava, no le veo el rostro pero supongo que era con quien yo estaba ese día, pero no puedo recordar nada más y todo esto me ha estado atormentando de nuevo.
No había podido recordar nada hasta el día de hoy, me eh levantado de la cama toda asustada de esa horrible pesadilla y ahora todo tomaba sentido, todos esos recuerdos que tanto bloqueo mi memoria ahora volvían a mí y ahora la recordaba ella, ahora recuerdo porque esta chava se me hacía conocida y es que ella era Emmy, la chava de la cual me enamore desde la primera vez que la vi, pero después del accidente sus padres me alejaron ella, no me dejaron verla desde ese día porque creían que había sido mi culpa, pero no fue así fue de esa gente idiota que no sé porque si toma se atreve a subir a su auto y conducir.
Desde ese día ya no sabía que hacer, mi vida había vuelto a cambiar, paso un mes y ella seguía saludándome cada mañana, cada que regresaba de trabajar y yo no sabía si ella también me recordaba.
Hoy quise sacarme esa duda y decidí preguntárselo cuando regresaba del trabajo.
- Oye tú porque siempre me saludas, acaso tú ¿me recuerdas? O ¿me conoces?
- Yo no lo sé… desde que te vi tuve la necesidad de saludarte siempre, aunque si te molesta ya no lo vuelo a hacer – me dijo un poco triste dirigiéndose a entrar a su habitación.
- No espera – la agarre del brazo para detenerla – es solo que yo sí te conozco pero antes no lo recordaba ¿tú no lo recuerdas?
- No, lo siento… pero hay algo que siempre me llamo a ti pero no sé porque sea ¿tú si sabes?
- Sí, ahora lo sé, pero no creo que sea algo bueno para recordar – trate de alejarme de ella, no quería hacerla sufrir como yo ahora lo estaba haciendo pero ella me abrazo por la espalda y me detuvo.
- Por favor, sí tú sabes algo de mi dímelo, mis padres me dijeron que tuve un accidente y por eso no recuerdo nada, solo recuerdo desde que desperté en ese hospital pero siempre eh sabido que me falta algo desde ese día y si tú lo sabes por favor dímelo.
- Yo no sé… no podría…
- Yo solo quiero saber la verdad de lo que me paso, sé que mis padres me ocultaron todo, por favor, tú no lo hagas – me dijo esta vez llorando abrazándome cada vez más fuerte, yo no sabía que hacer así que me voltee para quedar frente a frente y tratar de tranquilizarla.
- Está bien, si tú lo quieres te lo voy a decir, ese accidente lo tuvimos las dos estábamos juntas, pero hoy no ya es tarde, mejor trata de dormir y mañana temprano vengo contigo y hablamos, pero solo si me prometes escucharme y tratar de estar tranquila porque no va a ser nada fácil, así que prométemelo.
- Ok te lo prometo, yo solo quiero saber la verdad y el por qué tengo la necesidad de estar junto a ti.
- Lo sabrás pero por ahora duerme – le di un beso en la frente y nos despedimos.
No sabía cómo iba a contarle todo esto, en el fondo me alegraba un poco porque sabía que tal vez no me había olvidado pero tenía miedo, miedo a que no me creyera lo que le iba a decir y se alejara de mí.
Por suerte hoy había pedido unas vacaciones en mi trabajo, les dije que no me sentía muy bien últimamente y como sabían de mi accidente me dieron dos semanas para descansar y así podía estar todo el día tranquila con ella mañana.
No podía dormir pensando en todo eso, me fui durmiendo como a las 4 de la mañana y vaya que me quede dormida porque me levante a la 1:30 de la tarde, me fui a bañar y me prepare de comer, estaba a punto de servirme cuando alguien toco mi puerta, solo para ver que era ella.
- Emmy ¿qué haces aquí?
- Es que como me dijiste que ibas a ir conmigo en la mañana y no llegaste pensé que te habías arrepentido y vine a verte, pero si quieres regreso después.
- No pasa, es solo que me quede dormida y no hace mucho me levante e iba a comer algo antes de ir contigo, de seguro tú tampoco has comido, así que ven vamos a comer algo.
- Está bien, así empezamos conocernos aunque tú ya me conozcas.
La invite a sentarse y comenzamos a comer, le dije que me llamaba Annie y casi se ahoga cuando le dije mi nombre.
- ¿Tú te llamas Annie? – me dijo algo sorprendida.
- Sí ¿Por qué?
- Llámame loca si quieres pero ese nombre es lo único que recuerdo antes del accidente, le pregunte a mis padres si sabían de alguien con ese nombre y me dijeron que no aunque sentí que mintieron, ahora entiendo porque quería conocerte, aunque bueno sigo sin recordar más allá de eso.
- No como crees, aunque me alegra que por lo menos mi nombre siempre estuvo presente.
- Aunque no sabía quién eras.
- Pero ahí estaba no – las dos reímos.
- ¿Y qué hay tú familia?
- Me separe de ellos cuando se enteraron de enteraron de mis gustos.
- ¿Tus gustos? – me pregunto algo confundida.
- Bueno cuando se enteraron que me gustaban las mujeres, no lo tomaron muy bien que digamos, así que mejor decidí venirme a vivir aquí hace como unos 5 años.
- Oh ya y entonces ya no los ves.
- No, aunque de vez en cuando ellos me hablan o al revés pero hasta ahí, ¿Y qué hay de tú familia?
- No, yo también me aleje de ellos porque querían casarme.
- ¿Y tú no querías?
- No, es que bueno el chico no estaba mal, pero les dije que tenía que encontrar a alguien primero y no precisamente un chico y para que no siguieran insistiendo me mude aquí.
- Mmm… ¿Y ya la encontraste?
- No lo sé… ¿tú dime?, ¿Eras tú a la que tenía que esperar?
No sabía que decirle, deseaba contarle lo de nosotras pero primero tenía que saber lo del accidente y esperar a que me creyera.
Terminamos de comer, ella insistió en ayudarme a lavar los platos y nos fuimos a sentar a la sala.
- Bueno pues llego la ahora de la verdad- me dijo ella esperando a que le contara.
- Está bien, pero recuerda lo que me prometiste ayer, lo vas a cumplir verdad.
- Sí, te voy a escuchar hasta el final y voy a estar tranquila.
- Ok, como empezar, bueno tú y yo éramos muy unidas, todo eso fue hace 7 años cuando yo tenía 18 años y tú acababas de cumplir 15, ese día habíamos ido a una fiesta, yo ya manejaba así que yo pase por ti y te iba a regresar a tú casa.
En fin termino la fiesta, tú y yo no habíamos tomado, yo porque nunca me gusto tomar y tú bueno porque sabías que a mí no me gustaba y querías estar conmigo.
Íbamos ya de regreso a tú casa ya era muy tarde y todo fue muy rápido – estaba tratando de evitar llorar pero mi voz empezaba a quebrarse – un carro se acercó a gran velocidad, no tenían el control aunque después me entere que iban bastante tomados, pero bueno yo no pude hacer nada porque estaba tan oscuro y no los vi y cuando trate de esquivarlos ya era muy tarde.
Después de eso empezaron a movernos para sacarnos del carro, llegaron tus padres y los míos y aunque no tenía fuerzas la que me preocupaba eras tú, así que quise ir a verte pero tus padres me lo impidieron, me echaron la culpa de lo que paso, pensaron que yo era la que iba tomada y me dijeron que no me iban a permitir volver a verte y ya después de eso me desmaye y ya no desperté hasta una semana después y ya no recordaba nada, no me acordaba de ti, por favor dime que me crees todo lo que te estoy diciendo.
En ese momento ya las dos estábamos llorando, me quise acercar a ella para abrazarla pero ella se alejó de mí, eso me dio mucho miedo pero tenía que entenderla, sabía yo que esto no iba a ser fácil.
- Te entiendo si no me crees, pero te estoy siendo sincera, te estoy diciendo la verdad – me iba a parar para alejarme de ella pero ella me agarro la mano y volvió a sentarme.
- Sí te creo... es solo que... esto no es fácil para mí.
Me soltó y ella se levantó e iba a irse pero al empezar a caminar ella se desmayó, yo reaccione rápido y la detuve antes de que se callera, la lleve a mi cama y llame a mi doctor encargado de mi caso, al llegar le conté lo que paso, la reviso y me dijo que iba a estar bien, que solo fue por el golpe de los recuerdos, pero que nada más necesitaba descansar.
Ya era tarde así que el doctor se fue, me senté en una silla a lado de la cama y me fui quedando poco a poco dormida pero me desperté al instante ya que oí unos gritos que venían de ella supongo que había tenido una pesadilla, así que me acosté a lado de ella y la abrace para tranquilizarla.
- Tranquila, estás bien, yo estoy aquí contigo.
- Ahora recuerdo todo ese día, todo lo que paso, lo que me dijiste, fue como si lo hubiera vuelto a vivir.
- No te preocupes así lo recordé yo, pero yo estaba sola y tú no, tú me tienes a mí y no te voy a dejar sola – le di un beso en la frente y la abrace más fuerte y ella igual me abraso del mismo modo hasta que nos quedamos dormidas las dos.
Al día siguiente me levante antes que ella así que me metí a bañar, cuando salí ella ya estaba despierta, le dije que si quería tomar un baño y me dijo que sí, le preste algo de mí ropa y la deje bañándose, yo me fui a preparar el desayuno.
Minutos después ella me alcanzo y comenzamos a desayunar, ninguna de las dos decía nada y yo la entendía, sabía que fue un golpe muy fuerte y tenía que darle su espacio.
- ¿Tú y yo que éramos? – finalmente hablo ella.
- ¿Cómo?
- Tú y yo éramos amigas o éramos algo más.
De todas las preguntas que me pudo hacer precisamente tuvo que elegir esa.
- ¿Para qué quieres saberlo?
- Es solo que recordé otras cosas aparte de eso y siempre me veía contigo y vi como trataste de protegerme en el accidente, pero no logro recordar que éramos.
- Éramos novias, llevábamos saliendo oficialmente medio año pero nuestra relación se podría decir que empezó desde antes.
- ¿Y cómo nos conocimos?
- Ya no quiero que te esfuerces en tratar de recordar algo, no quiero que te vuelva a pasar algo, me gustaría mucho contarte pero me gustaría más que tú lo pudieras recordar sola.
- ¿Y qué tal si nunca lo recuerdo? – me dijo un poco alterada.
- Ahí estaré yo, te dije que no te iba a abandonar, que yo te iba a cuidar y estoy dispuesta a hacer todo lo posible para cumplirlo y si no lo recuerdas no hay problema, de todas maneras lo importante va a hacer lo que a partir de ahora pase.
Desde ese día seguimos saliendo como amigas, volvimos a ser muy cercanas aunque bueno yo siempre trataba de conquistarla y ganarme de nuevo su corazón. Decidimos vivir juntas para yo así poder cuidarla y ella pensaba que a mi lado sería más fácil para ella recordar y al parecer estar juntas nos ayudaba mucho porque a mí ya no me fallaba la memoria y ella un mes después recordó todo y fui tan feliz ese día aunque bueno seguíamos sin iniciar una relación como algo más.
Eso fue hasta un mes después de que ella recordó todo, le pedí que oficialmente fuera mi novia, pero le dije que yo no quería que me aceptara solo por los recuerdos si no que fuera por lo ella lo sintiera en estos momentos, ella me dijo que sí y que en verdad no era por los recuerdos que era porque a pesar de que no recordaba nada no la había abandonado y que seguí conquistándola día con día y que ella aún antes de recordar ya me había vuelto a amar.
Esa noche fue la mejor, ese beso que tanto había anhelado todo este tiempo al fin lo obtenía, nos besamos como nunca y yo me entregue en cuerpo y alma a ella y ella se entregó a mí.
Tres años después con mucho esfuerzo nos mudamos a una casa propia para poder iniciar una nueva vida ya que le había pedido que se casara conmigo y ella acepto y ya después de otro año finalmente nos casamos.
Yo era la única que trabajaba ya que aunque ella quería trabajar yo no la deje, no crean que fue porque quería tenerla solo en la casa si no fue porque desde que recordó todo se enfermó y estuvo en coma por 2 días y cuando se despertó se volvió un poco más delicada de su salud y no era recomendable que hiciera mucho esfuerzo, ni que se presionara demasiado, así que por el bien de ella acordamos que solo trabajaría yo y que juntas haríamos los deberes de la casa.
Soy muy feliz a lado de ella, a pesar de que el destino nos hizo olvidarnos, a pesar de que nos alejaron hoy nuevamente somos muy felices juntas, porque eso es lo único que importa, que estemos juntas y que yo la amo y ella me ama a mí.