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JongKey/OnKey: "Sex or Love?" por ZaffireHeart

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Notas del capitulo:

Bueno, como veo que derrapé mal para algunos con "mi final sorpresa" les hice un final alternativo cortito, para dejarlas contentas :3 debo decirles, que ya me la venía venir xD así que ya lo tenia preparado desde hace tiempo xD "mujer prevenida vale x2" :P eso dicen, y pues aquí se los dejo :P


LET'S GO! ♥ A Leer! n.nV

JONGKEY: "Sex or Love?"

Capítulo 11 (II): Final Alternativo

[…]

-¿E-esto? ¿Qui-quiere de-decir que-que nosotros, te-tenemos algo?-

Pregunté finalmente, aquella cuestión, que definiría finalmente “nuestra relación”,  confirmándome si se trataba de “Amor o sexo” según él, sintiendo como un repentino mareo invadía mi cuerpo, no sé si en forma de alivio, u horror.

Él se quedó petrificado unos segundos, al igual que mi corazón se petrificó en esa milésima que él se detuvo, y volvió a latir cuando él se subió la cremallera. Giró a medio cuerpo para mirarme a los ojos, serio. Mi mirada luchaba por desviarla de la suya, pero luché por mantenérsela firme allí.

Finalmente, él contestó…

-Sí.- Contestó lacónico, en ese momento nuevamente un maremágnum de sensaciones se desenvolvió en mi interior, y sin saber porqué una enorme sonrisa en mis labios comenzaba a formarse, pero no conté con que aún no había terminado de hablar… -Sólo sexo…- Terminó de prenderse el último botón de su camisa color vino, y sonriendo ampliamente de lado, me dedicó una última mirada y se retiró.

De mi rostro se había borrado absolutamente aquella sonrisa, y mis ojos comenzaban a empañarse, a rebalsarse de lágrimas…

-¿Q-qué?-

Dije sin voz, pero él me escuchó y se detuvo en el marco de la puerta de la habitación, nuevamente mostrándome esa sonrisa de absoluta satisfacción al mirarme de una manera examinadora absolutamente desnudo, y destapado, sin contar con mis ojos ya absolutamente rojos por querer retener aquellas lágrimas que a pesar de mis esfuerzos estaba ya recorriendo mis pronunciadas mejillas.

-Eso fue lo que me dijiste, también tú en aquel entonces… pero yo. No haré lo mismo.-

-¿Qué?-

Contesté totalmente en shock, aún no sabiendo cómo reaccionar a sus nuevas palabras. Él volvió a sonreír ampliamente, y volvió a hablar.

-Olvídalo, ya no importa, cambia esa cara gatito, pareces un espectro… me gustas más con tus mejillitas coloradas.-

Suavizó sus facciones y retomó aquel tono dulzón que había utilizado antes de que yo hiciera aquella pregunta de doble filo.

-¿Qué te gusto más…? ¿¡Eso quiere decir entonces que-!?-

-Si gatito, creí que no sería necesario el que te “lo confirmara”, creí que con la manera en que te trato, sería suficiente… en verdad que hay que ser… tan-tan tú, jaja.-

Mi corazón… sentí como comenzaba a latir nuevamente, un gran peso de encima se quitó de mis espaldas y le miré, él me sonrió de manera dulce, se acercó rápidamente nuevamente hacia dónde estaba yo, y agachándose un poco, me besó de aquella manera dulce. Y yo me aferré a su cuello con tanto ahínco, temiendo que si le dejaba no lo volvería a ver nunca más.

-Ya, ya gatito hermoso, suéltame, debo irme en serio. ¿En verdad creíste que te habría llevado a la casa de mi abuela, te la hubiese presentado y prácticamente obligado a socializar con ella si tan sólo te quisiera para “pasar el rato”?-

-Yo…-

No podía decir palabra alguna, realmente me sentía absolutamente avergonzado por haberme atrevido a dudar de él. Después de todo, tanto JinKi como YoungMi ssi, estaban equivocados, realmente Jong si me amaba.

-¿Me-me amas?-

Él se sorprendió ante la pregunta tan directa que le dije, pero él sonrió luego y acercándose nuevamente a mis labios y acariciando con delicadeza mi cuerpo desnudo me besó una vez más.

-Claro que sí Gatito precioso, te amo, te amo como nunca amé a nadie en mi vida, lo hago desde ese primer cruce de miradas en el bar… te amo Key, y soy yo el que no puede creer, que te tiene aquí, entregándose a  mí, amándome como yo lo hago, ¿Por qué tú también me amas cierto?-

Le abracé aún con más ahínco, en lo que “chillaba” su nombre, por el llanto, el llanto de alegría, al oír aquellas palabras.

-¡SI! ¡Sí idiota, te amo, te amo, como nunca jamás que creería volver a amar a alguien!-

-Eso, eso es bueno oírlo, en verdad que lo es…- Habló él ahora con su voz levemente ronca, mientras me envolvía aún más en sus brazos, para segundos después soltarme, le miré a los ojos, nuevamente brillaban de una manera preciosa. –Ya debo irme, o de lo contrario, si sigo aquí, no podré salir más, me tientas tanto gatito, y más aún en esas fachas, pero seré una persona racional, y me controlaré, o por lo menos lo más que pueda.- Volvió a sonreí, mientras besaba mi frente ahora y se erguía, yo siempre siguiéndolo con la mirada atenta. –Más a la noche volveré gatito, así que más te vale que estés preparado…- Me guiñó un ojo, provocando que me sonrojara a más no poder, al entender perfectamente sus palabras. Él rió por lo bajito, y se retiró finalmente, sin decir más nada, tanto él como yo.

-Te amo…-

Susurró, antes de cruzar la puerta de mi habitación, y cuando elevé la vista para decirle que también yo lo hacía, él ya no estaba, y me quedé petrificado por unos segundos con la mente totalmente en blanco y mirando un punto fijo al vacío.

¡Él me amaba! ¡Yo sí soy especial para él! “Te amo, como nunca amé a nadie en mi vida” fueron sus palabras, y fueron las causantes de que me invadiera la mayor felicidad que jamás creí sentir. Después de todo, si somos “algo”, ¡Amantes! ¡Finalmente él ha dicho en voz alta que es mi pareja!

Ya volviendo a recuperar mi vitalidad, mi alegría absoluta, me levanté de aquella cama, quité absolutamente todas las sábanas con euforia incontrolable y las llevé al lavadero, pues, “se habían manchado”, yo apronté un baño de burbujas, y luego de haberme llevado las prendas para vestirme, me metí en la tina, sintiendo como todo mi cuerpo se relajaba, y aquel “pinchazo” en mi trasero, mermaba un poco, pues la verdad es que hacía mucho, que no tenía “una vida sexual activa” y pues… mi cuerpo tardaría un poco en “re acostumbrarse”, pero aquello era lo de menos, estaba feliz.

Finalmente, todas mis dudas se habían despejado. Es ahora dónde me alegraba haber tomado aquel riesgo y preguntar aquello. “El que no arriesga, no gana” dicen por ahí, y ahora estoy más que seguro de que eso es así, definitivamente.

 

Las horas pasaron, y yo cada vez estaba más y más ansioso de volver a ver a Jong, pero a pesar de ello, no dejé que las ansias me ganaran, y estando ya totalmente descansado y relajado gracias al baño, comencé a limpiar el apartamento, a “prepararlo” para cuando Jong, se disponga a volver, seguramente sería cerca de la hora de la cena, por lo que sin pensarlo mucho, luego de que se pasara de una manera aun poco más veloz al haber estado ocupado limpiando, comencé a preparar las cosas para la cena.

Así es, le prepararía una cena especial, para conmemorar nuestra “noviazgo oficialmente”. ¡Sí! Eso haría.

Con una sonrisa más que de lado a lado, comencé a preparar las cosas con mucho entusiasmo y los pequeños ingredientes que no tenía, los fui a comprar a las apuradas. Tenía que salir todo perfecto. Para que terminara de la misma manera.

 

Unos cuantos minutos antes de que la cena ya estuviese lista y yo estuviese con los nervios de punta, oí el timbre de la puerta, y sin pensarlo 2 veces, me dirigí a atender, encontrándome nuevamente con un sonriente Jong, y una botella de un vino bastante “fino” en manos envuelto en un moño, sonreí al verlo, y él me imitó.

Me hice a un lado, dejándolo pasar, sin necesidad de que alguno de ambos dijera palabra alguna.

-¿Estabas por cenar? ¿Llegué justito?-

Habló sorprendido y feliz a la vez. Yo sonreí y me adelanté unos cuantos pasos y giré medio cuerpo.

-Te estaba esperando, has llegado justo, ven, siéntete como en tu casa.-

Hablé sonriendo de lado, para luego adentrarme a la cocina, no sin antes otorgarle una mirada felina, algo “provocativa” de manera efímera. Él rió por lo bajito y me siguió, pues cuando quise darme cuenta, él ya estaba ubicado perfectamente en la mesa, esperando “por su cena”.

-Vaya… si que te tomas muy en serio el comentario de “siéntete como en tu casa”.-

-¿Acaso ya no lo es? ¿No es aquí donde vive la persona que más amo?-

-Sí.-

Respondí sencillamente, mientras sonreía y comenzaba a aprontar la mesa de manera más adecuada, él sonrió una vez más y no dijo más, pues, minutos después, yo ya estaba sirviéndole mi “perfecta cena”.

-Wow, esto tiene realmente una pinta y aroma delicioso.-

-Pues me alegro entonces de que ya te haya logrado entrar por los ojos, eso es lo más importante, ahora por favor, come.-

Dije divertido, en lo que comenzaba a servirle un poco del vino que había traído. Él asintió agradeciéndome el gesto, y luego me serví yo, para sentarme finalmente y elevé la copa, él me miró y la elevó también.

-Por un longevo, “nosotros”-

Hablé primero, él nuevamente volvió a asentir sonriente e imitó mis palabras.

-Por un longevo “nosotros”. Te amo gatito hermoso.-

-Yo igual, “cachorrito”.-

Sonreí divertido y él sin borrar su sonrisa, chocó la copa, quedando en aquel precioso “retintineo” nuestros “deseos” sellados para siempre, o por lo menos eso quería creer.

 

La cena transcurrió en una hermosa armonía y serenidad, ambos disfrutábamos de la cena, y de charlas amenas. En verdad estaba muy a gusto. Pues hacía tiempo que no disfrutaba de algo así en mi departamento.

Todo el transcurso de la cena, se mantuvo vigente en un hermoso ambiente, envuelto entre sonrisas dulces y luminosas por su parte, y algunas tímidas de la mía. Pero dejando aquello de lado, fue realmente una cena muy gratificante. Me sentía satisfecho, con el resultado del pequeño evento improvisado a último momento, pero por suerte salió todo bien.

En mí, se dispersaba toda una sensación de serenidad, de paz interna que hacía mucho no sentía, por estar tan al pendiente de mis pensamientos y de querer darle “un nombre” a nuestra relación, pero como ahora ya lo tenía, y era el mejor nombre de todos. Mi interior se relajó.

-Key, en serio, aún no puedo creer el que soy capaz de tenerte para mí solo. Aún me parece algo increíble, a tal nivel, que temo que todo sea un sueño y despertar solo en mi cama, encontrándome deseándote como muchas otras noches que no era capaz de tenerte a mi alrededor o siquiera verte durante la universidad…-

-Ya no pienses en eso Jongie, estoy aquí, soy de carne y huesos, soy todo tuyo, y te has ganado mi corazón en todas las de la ley, así que ya no te preocupes por nada. También estoy feliz de tenerte a mi lado, pues en verdad tenía mucho miedo a la respuesta de aquella pregunta que tanto me costó elaborarte.-

-¡Gatito!-

Exclamó el realmente emocionado, mientras se paraba bruscamente de la mesa y se dirigía hacia mí, arrodillándose a mi lado tomo una de mis manos, en lo que yo le miraba confundido y sorprendido, y besó mi mano con suma delicadeza, mientras me dedicaba aquella mirada de cachorro apaleado, unos segundos. Sonreí y cuando estaba por decir que se dejara de tontería y que se pusiese de pie él vuelve a hablar.

-Por favor gatito, ya no te vayas de mi lado por favor, en verdad te amo. No soportaría el que te fueses con JinKi una vez más, ya no, por favor quédate.-

Me dijo de cierta manera suplicando, sorprendiéndome realmente, pues era una nueva faceta en él, pues siempre se mostró o insoportablemente arrogante y bromista, o dulce y cariñoso, pero jamás se comportó de esta manera, “exponiendo” su fragilidad, la cual jamás me hubiese imaginado que tenía. Y él solo mencionar a JinKi algo en mi interior se removió levemente.

-No te preocupes Jong, mi corazón ahora está contigo, y sólo contigo, pero no te voy a negar que realmente le extraño, me gustaría recuperarlo como mi mejor amigo, en verdad. Siento si esto te hace sentir mal o no, pero necesito que vuelva a formar parte de mi vida, para sentirme nuevamente completo y feliz.-

Dije ahora un poco triste, pues en verdad que le extrañaba horrores, a pesar de todas aquellas cosas horribles que le dije. Lo necesitaba en mi vida, necesitaba volver a ver esas sonrisas amables en su rostro, y quizás esté siendo egoísta y cruel con él, pero realmente le aprecio mucho.

-Sí, entiendo… y pues si él es parte de lo que te hace feliz, no puedo negártelo. Aunque me haga sentir realmente miedo. Confiaré en tus palabras, y si quieres puedo ayudarte a “recuperarlo”.-

-No, quien debe recuperarlo soy yo, tan sólo me tengo que disculpar como nunca lo hice, y estará en él, si me perdona o no. Quizás mañana le llame por teléfono y le pida juntarnos a hablar, puedes acompañarnos si quieres, para que veas que no tengo nada que ocultarte. Lo menos que quiero es causar más problemas, ya no quiero estar peleado con nadie más, incluso hasta también deberé de disculparme con aquel niñato bailarín que está con JinKi, por haberlo prejuzgado tan mal, y hasta quizás deba agradecer, por “hacerlo feliz”.-

Hablé en un tono un poco más serio, totalmente decidido a hacerlo, pues ya sería hora de que deje mi orgullo de lado por una vez, y fuera yo quien pidiera disculpas. Con tan sólo hacerlo una vez, no moriría nadie.

-Suena a que mañana tendrás un ajetreado día.-

-Sí ya de sólo pensarlo me estresa, por eso me gustaría que nos fuéramos a dormir, pues ¿te quedarás, cierto?-

-Por supuesto mi gatito, eso no se pregunta…-

Me sonrió, mientras se levantaba del piso, aun sujetando mi mano, besando mí frente al llegar a la altura de esta. Sonreí levemente y me puse de pie. Pues de repente, el sueño bajó a mí, como si fuera una especie de balde con agua fría. Mis párpados, comenzaron a pesar inmediatamente.

Quizás el vino, había acelerado el proceso, pues aún tenía su sabor en mi paladar.

-Toma aquí tienes, un pijama para que te pongas…-

-Hmm, te agradezco tu ofrecimiento, pero realmente no lo necesito.-

Me guiñó el ojo, aplicando un tono medio sensualón, a lo que yo simplemente bajé el rostro al piso, pues mí mejillas se encendieron de inmediato y volví a guardar el pijama en su lugar, con las manos ahora levemente temblorosas, y cuando deje aquel pijama, saqué el mío.

-Jong yo...-

Y cuando me di vuelta para avisarle que me iría a cambiar en el cuarto de baño, me quedo sin palabras, o más bien con ellas atragantadas en mi garganta, al verlo ya con aquel torso al desnudo y su pantalón desprendido a punto de ser bajado. Mis ojos inevitablemente recorrieron aquel panorama, esa piel levemente bronceada, y esos músculos bien definidos. Mis mejillas ardían de sobremanera, y sabía que era hora de apartar la mirada e irme en absoluto silencio y a toda velocidad al baño, pero mi cuerpo, no reaccionaba, mi mente se había vaciado ante aquella vista.

¿Y todo eso, es realmente mío? Aún no podía creerlo. Así cómo él no podía creer “el tenerme”, yo no podía creer tampoco “el tenerlo” sólo para mí. Sin ninguna clase de restricción, sin ningún “remordimiento” que me carcoma. Era un hombre libre, sí, así es, “era”, ahora le pertenecía a él al 100%.

-¿Key? ¿Gatito? ¿Bummie? ¿KiBum? ¿Kitty? ¿Mi cielo? ¿Mi vida? ¿Mi alma? ¿Mi amor?-

Comenzó a llamarme de las mil y una maneras, y yo aún estaba totalmente petrificado, absolutamente en blanco, con la vista perdida en aquellos abdominales, y aquel pedacito de tela gris de sus bóxers…

No podía evitarlo, se veía tan sexy de aquella manera, se veía tan tentador, tan inalcanzable. Todo en él, en ese momento para mí emanaba un aura de “Mírame pero no me toques”. Y el hecho de que podía desobedecer aquellas palabras, me hacía sentir realmente realizado.

-Te amo JongHyun.- Pude finalmente decir, el me quedó mirando, y yo finalmente pude mover mi mirada a sus ojos, me sonrió y yo le volví a repetir de manera seria. –En verdad te amo…-

Él se terminó de quitar su jean sin decir absolutamente nada, y esta vez sí pude mantenerle la mirada en la cara, y haciendo un paso hacia adelante, apoyó primero una rodilla en el colchón, para luego apoyar una mano, y luego la otra rodilla y de esa manera subirse a la cama o mejor dicho, arrodillarse en ella, y comenzar a acercarse a mí, gateando ahora.

Esos movimientos… se veían realmente como si se tratase de un felino aproximándose a su presa cautelosamente para efectuar el ataque. Esa espalda en movimiento me hizo tragar duro, y cuando estuvo casi frente a mí aún en aquella posición de “felino en guardia” me habla, provocándome un escalosfrío que recorrió absolutamente toda mi columna vertebral.

-Lo sé, yo también te amo Gatito, eres lo mejor que me pasó en la vida, amémonos por siempre.-

Mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho, pues a medida que iba diciendo aquellas palabras de una manera extremadamente lenta, también de la misma manera, iba incorporándose de la cama, hasta quedar frente a mí, a una distancia tan mínima y prácticamente inexistente, que nuestras respiraciones se intercambiaban.

-… ¡Eh, sí claro, me voy a cambiar!-

Dije apresurado huyendo prácticamente de allí, como si en mis pies tuviera nitro. Escuché una risita divertida a lo lejos de su parte pero lo ignoré por completo, y cuando llegué a mi destino, cerré la puerta del baño con pestillo y prisa, como si alguien estuviera persiguiéndome para asesinarme, cuando resulta que Jong se había quedado allí quieto, sin mover un solo músculo.

Llevé una mano a mi corazón, éste latía con frenesí. Intenté calmarme un poco, respirando e inhalando una y otra vez, hasta que cuando creí haberme tranquilizado un poco, comencé a cambiarme.  Y cuando estaba dispuesto a volver a la habitación, con algo de pena ahora, me vi en el espejo, mi rostro totalmente rojo, y sorprendido llevé una mano a mi rostro, y me encontré con que también estaba hirviente, abrí el grifo de agua fría de inmediato y comencé a lavar mi rostro una y otra vez.

Pero aquello fue peor, pues al verme al espejo con el rostro mojado siendo recorrido por pequeñas gotas, de manera casi automática, mi mente me hizo preguntar ¿Qué tan sexy se vería él tomando una ducha? Con aquellas gotas transparentes, recorriendo su ancha y levemente bronceada espalda…

Tragué duro, ante una pequeña pulsación que se originó en mi parte baja. Sacudí mi cabeza con brusquedad,  nuevamente lavé mi rostro una y otra vez, hasta que dejé de sentir mis manos prácticamente, pues, estábamos a unos días de Víspera de Navidad, y el agua salía realmente fría.

Una vez que creí haberme calmado, pues mi sonrojo ya había mitigado un poco, suspiro y cerrando mis ojos, salgo de allí en un gesto cansino.

 Era nuestra “primer noche como novios oficiales” y realmente no quería que fuera como las anteriores. Quería que esta noche fuera un poco más especial.

-¿Ya te sientes mejor cosita? Sí que te has tomado tu tiempo… ya casi estaba a punto de dormirme.-

Elevé la vista de repente cuando llegué a mi habitación y oí aquella voz, y nuevamente me quedé en blanco, allí estaba él, acostado, tapado hasta la cadera leyendo uno de mis libros. Tragué saliva e intenté hablar.

-¿Ta-tanto me-me he tardado?-

Cuestioné de manera estúpida, él cerró el libro lo dejó sobre la mesita de noche, rió por lo bajito y miró el reloj de pared que había en mi habitación, cerca de la puerta.

-Tan solo, apenas unos 32 minutos…- Abrí mis ojos de sobremanera y miré el reloj, pero realmente no tenía idea para qué, pues no tenía ni idea de a qué hora “yo había huido”. -Bueno, en fin ya no importa, ahora estás aquí, por favor, ven acuéstate conmigo, te extrañé…- Habló dulce nuevamente, cuando yo volví mi vista a él.

Bajé la mirada y asintiendo, comencé a acercarme a mi lado de la cama, estaba algo nervioso.

-Jong… hoy- Me interrumpí a mí mismo, pues tenía miedo de que se enojase o algo por el estilo, pero no tenía por qué hacerlo, pues eran mis deseos, y debía de respetarlos como mi pareja ahora. Él me miró expectante y rejuntando valor, ya entrando en la cama le digo. –No-no quiero que sea como todas las otras veces anteriores, ¿Po-podrías si-simplemente de-decirme cosas lindas y enamorarme aún más?- Él me miró levemente sorprendido y yo algo apenado desvié la mirada, pero él me tomó del mentón y me hizo mirarles a los ojos nuevamente y me animé a decir algo más. –Re-recuérdame el porqué te amo tanto…-

Nuevamente me sonrojé después de decir aquello, y él simplemente sonrió, se inclinó levemente a mi cuerpo, para besarme con una ternura inigualable.

-Por supuesto que sí, mi cielo. Yo encantado, en verdad. Te amo.-

Comencé a corresponderle aquellos dulces besos que eran dados con una serenidad agradable. -Eres realmente hermoso, tu cuerpo, tu piel, tus manos tan delicadas te convierten a mis ojos en la octava maravilla.- Hablaba ahora con una ternura en su voz que me llevaba al 5to cielo, y por un momento me sentí culpable de “obligarle” a decir estas cosas cursis, pero realmente las necesitaba. Sus caricias comenzaban a recorrer mi cuerpo con delicadeza, solamente con la yema de sus dedos, causándome un delicioso cosquilleo. –Eres tan delicado, tan precioso, que a veces dudo de si eres realmente de carne y hueso, o una perfecta imitación de la perfección.-

-JongHyun~- Atiné a decir, abrazándolo, aprisionándolo, pues aquellas cosas tan cursis, realmente me encantaban y eso era lo peor de todo. –Te amo, cara de perro- Volví a hablar, en lo que me aferraba aún más a su cuerpo.

-También te amo, gatito precioso. Y gracias, gracias por hacerme descubrir lo que es el verdadero amor, jamás lo olvidaré, jamás te olvidaré, porque vamos a estar siempre juntos, porque no creo que sea capaz de volver a amar a alguien, tanto como lo hago contigo. Te amo, te amo y no encuentro palabras más expresivas que esas, para medir la cantidad de cosas que siento por ti, y de lo que eres para mí. No, no hay medida válida para describir todo lo que eres para mí. Te amo mi alma, te amo más que a nada en este mundo.-

Habló JongHyun mientras repartía besos y caricias por todo mi cuerpo con aquella delicadeza con la que debería tratarse a una pieza de frágil cristal.

-¡JONGHYUN!-

Exclamé en un llanto, pues sus palabras habían sido demasiado hermosas. Y me entregué finalmente a él, le dejé acomodarse mejor entre mis piernas, y fui yo ahora quien iniciaba ahora algún que otro beso, hasta que las cosas siguieron “su curso natural” entre más y más susurros de cosas preciosas.

Le amaba, en verdad le amaba. Y como ya he repetido millones de veces, jamás creí que amaría tanto a alguien como amé a JinKi. Pero al parecer yo también estaba equivocado, y esta situación me lo demuestra absolutamente.

Amo a éste cara de cachorro, lo amo con todas mis fuerzas vitales.

 

“La noche me ha sorprendido,

No esperaba volverte a ver.

Me quedé sin ilusiones

Después de la última vez

 

Sé que cambiamos un poco

No me digas que no es cierto.

Lo nuestro fue para siempre

Y duró solo un momento.

 

Esta noche no me pidas nada

Sólo endúlzame los oídos.

Esta noche olvidemos todo

Sólo háblame de amor (x2)

 

No quiero saber que has hecho

Hoy me alegra tenerte aquí.

Y no me preguntes nada

Si mis ojos hablan por  mí

 

Sé que la vida hace trampas

Y caímos tan profundos

Pero aquí estamos mi alma

Como errante vagabundos

 

Esta noche no me pidas nada

Sólo endúlzame los oídos

Esta noche olvidemos todo

Sólo háblame de amor (x2)

 

Sé que cambiamos un poco

No me digas que no es cierto

Lo nuestro fue para siempre

Y duró solo un momento

 

Esta noche no me pidas nada

Sólo endúlzame los oídos

Esta noche olvidemos todo

Sólo háblame de amor (x2)”

~ Endúlzame los oídos – Patricia Sosa~

Notas finales:

Bueno, nada, solo me queda disculparme con quienes les desagradó el otro final, pero bueno, espero que con esto aunque sea, remiendo un poco mi error n.n Gracias :3

Bye bye~ ^u^//

♥ ZaffireHeart ♥


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