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Love Game por arelii-ierOo

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Notas del capitulo:

Hola a todos :3 hace mucho que no escribía y aún continúo de vacaciones. No he actualizado ninguno de mis otros fics como What was missing, pero me pondré a trabajar. No me he sentido muy bien ultimamente, pero les aseguro que no voy a abandonar mis demás fics. Ahora les traigo esta historia que se me ocurrió justo hoy, sólo es de un capítulo y me sirvió para practicar y recordar cómo escribir x3 En fin, espero que lo disfruten :D

Era una fresca mañana en la Tierra de Aaa, el sol se posaba en el despejado cielo azul. Marshall se encontraba en camino hacia a la casa del árbol de su amiga humana Fionna y la minina Cake. Llevaba consigo una sombrilla de color negro para cubrir su pálida piel de los mortales rayos solares. Al llegar a la casa entró por una de las ventanas abiertas y sin si quiera mirar en el interior, comenzó a plegar su único escudo contra el sol, saludando a las chicas.

 

-Decidí pasar un rato con ustedes y jugar GMO.

 

La rubia saludó alegremente al vampiro con un gesto de su mano, mientras su hermana hacía lo mismo y empacaba algunas armas en su mochila de color verde.- Me parece bien pero…- Hizo una mueca y posó su mirada hacia el sofá que tenía junto a ella. Sentado en él, se hallaba el dulce príncipe de piernas y brazos cruzados, con el ceño fruncido desde que vio al vampiro entrar a la casa.

 

-Oh- Sólo alcanzó a decir el azabache al ver al príncipe y fruncir el ceño también.

 

Fionna intervino antes de que alguno comenzara a insultar al otro.- Gumball llegó unos minutos antes, íbamos a hacer un experimento con sangre de demonio.

 

Cake continuó con la explicación.- Pero llamó el príncipe grumoso por una emergencia y debemos irnos.

 

-No tardaremos mucho, pueden jugar videojuegos, GMO no nos va a acompañar.- La ojiazul se colocó su mochila y se dirigió con su hermana a la puerta.- Llévense bien.- Sonrió y salieron de ahí.

 

Marshall se dejó caer en el sillón frente a GMO y tomó uno de sus controles para comenzar a jugar.- Veamos qué tienes hoy para mí lindura.- GMO rió y colocó en su pantalla uno de los nuevos juegos que tenía. Marshall comenzó a jugar y no prestó atención al príncipe que continuaba a su lado.

 

-Ehem…- Gumball aclaró su garganta y mantenía su ceño fruncido. El vampiro no paraba de jugar y de mirar la pantalla. El dulce príncipe gruñó un poco.- ¿Vas a fingir que no estoy aquí?

 

-Ese es el plan.- Respondió Marshall sin dejar de prestar atención a su juego.

 

Gumball relajó sus brazos y piernas, suspiró y prefirió no continuar con la discusión.- Dame un control, quiero jugar.

 

-Tú no sabes jugar.- Marshall miró al príncipe.

 

-No estaba hablando contigo.- Gumball se acercó para observar mejor la pantalla. GMO le dio su otro control y cambió a modo multijugador.

 

-Vas a perder.- Susurró el vampiro.

 

-Ni en tus sueños.- Gumball colocó sus brazos sobre sus piernas y así concentrarse mejor en el juego.

 

Tras un largo rato y después de que Marshall perdiera casi todas sus vidas, Gumball logró derrotarlo, superando a su vez la mayor puntuación que Cake había obtenido.

 

-Esto está arreglado, juguemos de nuevo.-Marshall estaba furioso en su lugar.

 

-Eres un mal perdedor.- Gumball colocó su control en la mesa- Además GMO está actualizando el juego, debe reiniciarse.- La pantalla de GMO se volvió de color negro, sólo había en ella una balla de color blanca mostrando el porcentaje de progreso.

 

-Bien… entonces debo recargarme con algo de comida para después vencerte.- El azabache flotó hasta la cocina para revisar lo que las chicas tenían para comer.

 

-No puedes ganarme en un juego de combate, necesitas tener una estrategia y no disparar a todo lo que se mueve. Es por eso que nunca podrás vencerme.- El príncipe se levantó de su asiento para buscar también alimento.

 

-Bubba, tus maniobras de cerebrito le quitan la diversión a todo.- El vampiro abrió el refrigerador y sólo halló unas manzanas rojas.- Perfecto.- Tomó una de las manzanas y clavó sus colmillos en ella para succionar su color. Al terminar arrojó la fruta al suelo y tomó otra del refrigerador entre sus manos.

 

Gumball recogió la manzana, que ahora se veía gris y la observó detalladamente.- Siempre me he preguntado si tus habilidades de absorber el color afectan de alguna manera las propiedades de la materia, características como la consistencia o incluso el sabor.

 

-¿Qué?- Marshall no comprendía nada de lo que el príncipe decía.

 

El pelirosa acercó la manzana a su boca y la mordió para averiguar si la fruta en esencia era la misma. El vampiro comenzó a reír casi a carcajadas. Gumball alzó una ceja, sin entender qué era lo gracioso. Terminó su bocado y Marshall no paraba de reír.- ¿Qué ocurre contigo?

 

El azabache poco a poco dejaba de burlarse.- ¿Sabías que de la misma forma en la que muerdes una manzana es la manera en cómo besas? –Comenzó a reír de nuevo.- Esa es la peor mordida que haya visto.- Gumball lanzó su manzana a la cabeza del vampiro para que se detuviera.-¡Auch!

 

-Si tú eres un experto, muérdela.- El príncipe señaló la manzana que el vampiro aún tenía en la mano.

 

-Verás cómo lo hace un profesional.- Marshall levantó su manzana y la acarició con su otra mano, fingiendo que la besaba y la mordió con sus colmillos para obtener su color.

 

Gumball rió tan fuerte que casi no pudo mantenerse en pie.- Ese fue el beso más ridículo que haya visto.

 

El vampiro se enfureció.- Tú no tienes idea de lo que es un beso, dudo que alguien te haya besado.

 

-Soy un príncipe, es obvio que sé cómo dar un beso. Además no hay manera de que una simple mordida a una manzana demuestre la experiencia de besar.

 

Marshall se acercó al pelirosa y lo miró a los ojos.- Entonces bésame.

 

Gumball no se esperaba esas palabras, no sabía cómo reaccionar así que únicamente rió algo nervioso.- ¿Qué? ¿Estás bromeando?- Retrocedió instintivamente un paso.

 

El rostro del vampiro no mostraba emoción alguna y avanzó hacia el príncipe.- Es la única forma de saberlo y a diferencia del videojuego, no vas a ganarme en esto.

 

Gumball no sabía cómo escapar de aquella situación. Detrás de él se encontraba una mesa y no podía retroceder más, si se negaba no sabía de lo que el vampiro sería capaz.- Deja de bromear, mejor vamos a ver si GMO terminó. ¿Quieres la revancha en el juego?

 

-Eres una gallina.- Marshall lentamente acercó su rostro al del príncipe. Gumball tragó algo de saliva y su respiración comenzó a agitarse, los latidos de su corazón se aceleraron. Realmente deseaba que Marshall únicamente estuviese jugando y esperaba que en cualquier momento se burlara de él por creer que lo iba a besar.

 

Pero nada de eso ocurrió, Marshall posó ambas manos en la mesa, impidiendo que escape. Gumball cerró sus ojos, aguardando las risas que nunca llegarían. El vampiro se acercó y redujo los pocos centímetros que aún había entre ellos. Sus labios por fin se rozaron y Marshall inició el beso.

 

Ágilmente el vampiro tomó al príncipe de su cintura y acarició su nuca con la mano que tenía libre. Los labios de Gumball poseían un dulce sabor y con su boca logró que el príncipe consiguiera seguir los mismos movimientos. Gumball no entendía lo que ocurría, hace unos segundos ambos estaban peleando, insultándose el uno al otro.

 

Marshall lenta y delicadamente lamió el labio inferior del pelirosa, introduciendo su lengua a la dulce boca del príncipe. Al instante percibió el sabor a jarabe de maple de su saliva. Halló la lengua rosada del príncipe y la acarició, haciendo así que Gumball participara en aquel beso. Ambas lenguas comenzaron a danzar. El príncipe ahora quería explorar la suave cavidad del vampiro.

 

Temblorosamente Gumball levantó sus brazos para rodear el cuello del azabache y acercar sus cuerpos. Aquella era na batalla por la dominación del otro. Los besos se intensificaron y el sonido característico se tornaba más fuerte, inundando la habitación con leves gemidos por parte de ambos.

 

Marshall levantó al príncipe por su cintura y logró sentarlo en la mesa. El príncipe rodeó ahora la cintura del vampiro con sus piernas, rozando las entrepiernas de ambos. Aquella sensación era embriagante, ninguno pensaba claramente, sólo se dejaron envolver en el placer que ambos se proporcionaban.

 

El vampiro se inclinó hacia adente, logrando que Gumball terminara recostado en la mesa, pero sin que el amarre de sus piernas se deshiciera. Marshall retiró sus manos de donde se encontraban y ahora acarició, recorriendo los finos brazos del príncipe.

 

Separó sus labios de los del pelirosa, dejando entre ellos un delgado hilo de sus salivas mezcladas. Marshall colocó ahora su boca en el delicado cuello del príncipe, robándole así un seductor gemido.

 

GMO terminó con su actualización y desde la sala observó a los dos monarcas en la cocina. Decidió no interrumpirlos y en su lugar comenzó a grabar la fogosa escena.

 

El vampiro lamió de arriba abajo el cuello de Gumball. Con su mano derecha apartó las ropas del príncipe que cubrían su hombro y se dedicó a esa área. Mordió delicadamente el hombro y lamía con sensualidad su piel. Bajó su mano izquierda, recorriendo como una serpiente desde su pecho, hasta su abdomen y llegando en medio de sus entrepiernas. Disfrutaba especialmente el glorioso sonido que emanaba de los labios del príncipe. Gumball tomó la mejilla del vampiro para acercarlo a él y besarlo nuevamente.

 

Escucharon una puerta abrirse y con ella la fría sensación del aire nocturno. Habían estado casi todo el día jugando videojuegos. Unas voces femeninas acompañaban el sonido de pasos acercándose sobre el suelo de madera.

 

Gumball apartó en seguida a Marshall y acomodó su ropa y su cabello. El vampiro recogió las manzanas y las lanzó por la ventana que aún continuaba abierta. Ambos se apresuraron para llegar hasta el sillón y aparentar que continuaban jugando.

 

GMO apagó su cámara en cuanto escuchó las voces de Fionna y Cake. Dejó su pantalla en negro para que los chicos no sospecharan.

 

-¡Regresamos!- Gritaron al unísono y la minina llevaba arrastrando un gran mazo.

 

-Lamento la tardanza, el príncipe grumoso tenía un problema con un gigante.- Explicó la rubia.

 

Cake jugaba con el mazo.- El príncipe criticó su manera de vestir y sus modales, así que el gigante quiso aplastarlo con esto.

 

-¿Cómo les fue a ustedes?- Preguntó la ojiazul. Los chicos no podían mirarse a los ojos y ambos se sonrojaron.

 

-Bien… ya sabes… jugamos videojuegos y…- El dulce príncipe continuaba agitado.

 

-Y… Gumball es un idiota… le gané tres veces.- Marshall miraba hacia otro lado.

 

-¿Qué? Eres un mentiroso.- Gumball se exaltó.

 

Marshall fue por su sombrilla.- Bueno ya debo irme, tengo cosas que hacer, practicar con mi bajo y eso…

 

Gumball se levantó también y se dirigió a la puerta con el vampiro.- Yo también debo irme, después hacemos el experimento Fio.

 

-¡Adiós!- Se despidieron al unísono.

 

Fuera de la casa del árbol Gumball no quiso hablar más acerca de lo ocurrido, no sabía lo que había pasado entre ellos y prefería no conocer los motivos.

 

Marshall  flotó a un lado del príncipe, siguiéndolo.- Creo que gané.

 

Gumball empujó al vampiro y refunfuñó.- Sigues apestando en los videojuegos.

 

El vampiro sonrió y se colocó delante del príncipe.- ¿Quieres la revancha?

 

-Nunca vas a ganarme.- Gumball haló por el cuello al vampiro, haciendo que bajara hacia el suelo y lo besó. El vampiro mordió sus labios.- ¡Auch! Sin colmillos.

 

-Eres un mal perdedor Bubba.

 

En la casa del árbol, Cake buscaba algo para comer.- Fionna, ¿sabes dónde están las manzanas que me obsequio troncos?

 

-Están en el refrigerador.- Respondió Fionna desde la sala.

 

-No hay ninguna, creo que a los chicos les dio hambre.

 

Fiona se dispuso a descansar en su sofá.- ¿Cómo te fue con los chicos?- Preguntó la rubia a GMO.

 

-Son muy… competitivos.

Notas finales:

Les dejo mi página de Facebook donde encontrarán imágenes y más fics:

https://www.facebook.com/pages/Arelii-ieroo/133674086807954?fref=ts 


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