Asesino de Corazón.
Capítulo 1 Pesadilla
[[Konoha 1994]]
La ciudad estaba tranquila, la gente reía mientras cenaba y todos estaban felices debido al festival que ocurría en ese momento.
Todos estaban ajenos a lo que ocurría en una de las casas más grandes de la ciudad, alejada de todo, una mansión blanca se quemaba y estaba destruida, y enfrente de ella un pequeño en pijama estaba de pie.
-¿Mamá?-un niño de cinco años lloraba amargamente.
Camino por los escombros de su casa, la cual. Estaba quemada hasta los cimientos.
-¿Papá?-pregunto mientras subía las escaleras que daban al segundo piso.
Cada vez que pisaba la madera se oía un crujido como respuesta al poco peso del infante.
-¿Dónde están?-lagrimas salían de los ojos del niño.
Un goteo se escuchaba en el que era el cuarto de sus padres, camino y abrió la puerta rápidamente esperando encontrarlos ahí.
Paso al cuarto, el cual, al igual que la casa, estaba quemado.
-¿Mamá?-pregunto una vez más mientras, mientras se paraba enfrente de la puerta del baño. No hubo respuesta.
Abrió la puerta, esta vez con temor.
-¿Papá?- dijo mientras sus ojos todavía no se acostumbraban a la falta de luz.
Miro hacia donde se oía el goteo y su expresión cambio a una de horror, las calientes lágrimas empapaban las mejillas del niño y seguían su camino hasta perderse al tocar la ropa que traía.
-N… No…-dijo perturbadamente.- ¿Mamá, estás bien?
Su mamá estaba en el piso con un charco de un líquido rojo debajo de ella. El niño dio un paso y después corrió hasta ponerse enfrente de ella.
Sintió que sus zapatos se empapaban y se dio cuenta que al caminar un sonido que se asemejaba a cuando masticaba chicle, se oía en el cuarto.
Nuevamente se escuchó el goteo, el cual venía desde la tina, la cual estaba cubierta por una cortina de plástico.
-Pa…pá…--dijo entrecortadamente-no…-suplico.
En la pared estaba el padre del niño, amarrado… Tenía heridas por todo el pecho y una cortada a lo largo del cuello fue en lo primero que se fijó el menor.
El goteo hizo que bajara su mirada hacia la tina que estaba a medio rellenar, el agua se teñía de rojo, gota a gota… de la sangre que resbalaba del cuerpo del hombre.
-¡¡NOO!!-grito con tristeza mientras sentía como se le nublaba la vista y su cuerpo se quedaba sin fuerzas.
--Ciudad Subterránea, Fortaleza Akatsuki--
Un joven se agitaba en sueños, mientras gruesas lágrimas caían sin control de sus ojos cerrados.
-No…-repetía desesperadamente.
Su compañero de cuarto se despertó al oír los sollozos.
-No… por favor… no-dijo el dormido.
Se paró de su cama y fue al lado de su amigo, lo sacudió intentando despertarlo de su pesadilla.
-Nooo…-pidió más fuerte mientras abría los ojos y con una mano intentaba alcanzar algo invisible.
Un pelirrojo lo abrazo y sintió los brazos del recién levantado rodear su cuerpo, mientras sentía su hombro empaparse de un líquido tibio.
-Todo está bien…-dijo calmadamente- Todo está bien, cálmate… Naruto.