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Eres el Primero por Orenjiyuu

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Notas del fanfic:

Claramente los personajes no me pertencen, sino que a su respectivo mangaka Bisco Hatori

Ver por la ventana una vez más como aquel que era el todo de su mundo se perdía en la lejanía con alguien más seguía deprimiéndole. Siendo que era una mañana tan hermosa, no podía disfrutarla con el ser amado y se sentía completamente desolado por lo que sus ojos veían

Haruhi y él, ambos juntos como si nada, pareciendo que el mundo era perfecto por el hecho de estar juntos en aquel lugar, verles desde aquel punto solo hacía que se hundiera más en la oscuridad

Era bizarro, era algo prohibido, entre todas las personas que pudo escoger para fijarse un poco más tuvo que escogerlo a él, se enamoró de un hombre… bueno quizás eso no era tan raro en aquellos tiempos, pero lo que si traería problemas es que esa persona…

Era su hermano

Y no solo eso, sino que también era su gemelo, su espejo, su mitad hecha en otro cuerpo ¿Cómo había llegado a eso? Después de verlo venir una infinidad de veces al fin termino por caer en esas redes imaginarias que venía evadiendo desde hace mucho tiempo ya

Todo en lo que creía iba cambiando, esa persona que él amaba tanto ya no le miraba con los mismos ojos, esa persona había logrado lo que el aun no quería hacer, él había expandido su mundo. Había abierto las puertas que le llevaban a conocer un lugar completamente distinto al que solo ambos compartieron la mayor parte de su vida

Encontraba injusto que su hermano pudiera aprender a vivir en un mundo más, pero él solo podía quedarse ahí mismo, en ese cuarto oscuro que siempre fue alumbrado por la sonrisa de él… pero que ahora no era para él… si no para alguien mas

En medio de la habitación vacía, que minutos antes estaba tan llena de ruido y movimiento, pero que ahora solo era acompañada por su melancólica figura sentada en el barandal de la ventana que le daba la opción de mirar aquel pedacito de mundo al que ya no podía entrar, su vista perdida en un punto entre aquellos dos y el propio paisaje que inundaba el recinto donde todos ellos estudiaban

Abrazo una de sus rodillas para dejar descansar su barbilla en ella y seguir observando, tratando de alegrarse por lo que su otro yo consideraba bueno

Y sin percatarse de su entorno, no noto como una figura anexa, le miraba desde la lejanía, esa figura distante que mostraba el mismo sentimiento de tristeza que él. Sentimientos parecidos, pero que eran totalmente distintos

Aquella figura de negro mirar que se escondía tras un par de anteojos y mantenía su distancia de cualquier ser humano mortal

“Toda una vida siendo solo nosotros dos, y ahora ni siquiera  nos vamos juntos a casa… solo puedo verte desde aquí quedándome atrás de cada paso que das para alejarte de mí”

Pensó aun mirando aquella escena desde el cristal que se interponía entre él y el piso que estaba metros mucho más lejos. No noto como una lágrima caía desde su mejilla siendo vista por la persona que le miraba desde un poco más atrás

Dejo que la gota de agua salina rodara por su mejilla, pues su coraza tenia grietas que no podía parchar, y que de vez en vez salían a la luz para huir de su desdicha. Pero justo cuando iba a quitarla de su piel, sintió como otra mano, mucho más fría que la suya borraba el camino de su triste existir y le miraba de una forma completamente distinta a lo normal

Su expresión no cambio al verse descubierto por aquella persona, incluso sintió un alivio al saber que alguien más sabia de su pena y podía compartir su carga, pero esa tranquilidad se borró enseguida al entender en que había dejado escapar

Miro el semblante de la persona en frente de él esperando cualquier tipo de prejuicio hasta sí, pero nada llego, simplemente vio como una cara igual de melancólica que la suya se desviaba hasta el cristal donde él había visto a su persona amada, y que ahora descubría a una tercera… un rubio de exótico mirar que molestaba a la pequeña castaña y a su hermano también

-¿Qué se siente ver que la persona que más te importa en el mundo no se fija en ti?- preguntó aquel chico con las manos en los bolsillos y esperando algún tipo de respuesta por su parte

-…-dudó pero termino por decir- duele… duele mucho

-Desde hace cuánto piensas así en el…- volvió a preguntar

-¿No vas a criticarme? ¿No vas a decirme lo malo que estoy haciendo?

-¿Desde cuándo querer a alguien es un pecado? En el amor no hay barreras- contesto con voz profunda sin despegar la vista del cristal

-…

-Si yo estoy en tu misma situación ¿Cómo voy a criticarte?

-Mi señor no es tu hermano

-Pero es mi amigo, lo cual lo hace parecido

De una forma misteriosa se sintió como una corriente de aire circulaba por la habitación, meciendo los finos cabellos de ambos jóvenes que mantenían sus vistas perdidas en la entrada de Ouran que ahora permanecía vacía por la ausencia de aquellos a los que observaban con dolor

En algún momento de su conversación desaparecieron los tres quien sabe a dónde, dejándoles ahí, mirando igualmente aquella zona dolorosa que solo les hundía más y más

Se quedaron ahí por bastante tiempo, observando la nada y compartiendo el dolor de su soledad que no podía decir cómo se sentían a la persona amada, pues más que nada estaba el miedo a perderlos para siempre

Las horas desaparecieron en cosa de minutos, y antes de que pudieran darse cuenta de algo ya estaba anocheciendo. Pasando una mano por sus anaranjados cabellos, se dio cuenta de que ya no valía la pena quedarse lamentando ahí… al menos tenía que volver a casa, aunque fuera para seguir sufriendo por su deseo inalcanzable, por el hecho de tenerle tan cerca y no poder tocarle, se levantó y comenzó a caminar en dirección a la salida a paso lento, sin ya pensar en nada, solo moviéndose como si de un zombi se tratase

-Ne… Kaoru

Se dio media vuelta al escuchar su nombre, deteniéndose para mirar a aquella persona que le observaba desde su espalda. Noto con tristeza las oscuras mechas de cabello negro, y esos ojos camuflados por los gruesos cristales de sus anteojos iluminados por los últimos rayos de sol que se colaban en la ventana. Creyó que cualquiera que viera a aquella figura en ese momento, encontraría que era una bella imagen, lástima que para el solo había ojos para una única persona

Esa figura de elegante andar se le acerco lentamente, por un momento pudo notar el mismo brillo de melancolía que poseía él reflejados en aquel par de ónix que le observaban con cierto interés. Se quedó quieto y callado hasta que sintió el calor del cuerpo contrario que estaba frente a él, levanto la vista para ver al que era su sempai y esperar a ver que necesitaba de el

-No significa nada… solo necesito quitármelo de la cabeza aunque sea un segundo- susurro con desanimo

No entendía a que se referían esas palabras tan extrañas dichas por parte del mayor, pero antes de que su cerebro lograra procesar lo que había oído sintió un extraño roce sobre sus labios, seguido de una presión un poco más fuerte, que se convirtió en un suave contacto entre sus labios y los del sempai

Kaoru solo alcanzo a abrir sus ojos de par en par producto del desconcierto y la sorpresa de aquel contacto. Era un beso… su primer beso y que resulto ser con una persona completamente distinta a la que ocupaba su corazón, no se resistió, no supo cómo hacerlo. Se quedó estático dejándose hacer y sintiendo como poco a poco aquel contacto se profundizaba más y más llegando hasta el punto de sentir la lengua ajena, descubriendo y explorando su cavidad

Un sentimiento extraño le invadió por completo, no supo que hacer y no sabía cómo seguir tampoco, era su primer beso y su inexperiencia era total, solo fue consiente de la constante pérdida de aire en sus pulmones que se iba haciendo mucho más grande a cada instante que pasaba

-Kyo… Kyouya- sempai- susurro apenas logro recuperar el aliento de aquel inesperado contacto, sentía sus mejillas arder y como su corazón se descontrolaba producto de las extrañas sensaciones que comenzaron a invadirle

Exigió algún tipo de disculpa o explicación, pero solo pudo ver la triste sonrisa de su sempai que luego de disculparse una vez más, salió de la habitación dejándole completamente solo en aquel enorme espacio, hundiéndolo nuevamente en su soledad que no entendía a qué venia, pero que era una soledad distinta a la que acostumbraba

“¿Qué fue eso?”

Por miedo… o producto de la misma confusión decidió llamar temblorosamente a su chofer, volvió a casa y sin saludar a nadie se dio una ducha, se vistió con su pijama y se acostó en la cama, sin cenar y sin conversar con Hikaru

Aunque lo intento no pudo pegar ojo durante toda la noche, un sentimiento de haber sido usado le recorría de pies a cabeza, no sabía cómo clasificar lo que había sucedido con su sempai y tampoco podía quitárselo de la cabeza. Sentía que había engañado a la persona que descansaba a su lado

Todo su ser pedía a gritos que su hermano le abrazara como cuando soñaba cosas lindas o como cuando él tenía miedo por alguna razón sin sentido, necesitaba que le reconfortaran para poder poner orden en su confusa mente

Levanto un poco la mirada, vio la hora, y apenas eran las tres de la mañana… cambio su vista ahora en la dirección contraria, encontrándose con aquella figura que descansaba a su lado, tan tranquila y apacible que parecía que nadie le estorbaría nunca. Dudo en un principio, pero luego se rindió a acurrucarse en aquel cuerpo tan similar al suyo que era capaz de hacerle sentir de la forma más segura que jamás encontraría. De forma inconsciente su hermano rodeo su cuerpo y lo atrajo más a si, dándole el calor necesario para que descansara sin problemas. Noto el apacible rostro de su gemelo que respiraba con normalidad, se sintió seguro porque él era el que le apoyaba de alguna forma por ese momento tan confuso

Apoyo que se vio roto a penas escucho como de los labios salía susurrado con la mayor ternura el nombre de la chica de cabellos café… su corazón se rompió en miles de pedacitos al escuchar eso y su alma se encogió hasta una forma impensable, una solitaria lagrima recorrió su mejilla, pues acaba de comprobar algo que él ya sabía mejor que nadie… el corazón de su hermano, su gemelo, la persona más importante para él, se había enamorado de alguien más… y esa persona no era el

“Soledad… me has dejado solo en la habitación que fue nuestro mundo solo de los dos”

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-Ne… ne… Kao… Kao… despierta

Se removió entre las sabanas intentando evitar despegarse de su liviano sueño, estaba cansado y aun no quería despertar, lo más seguro es que fuera bastante temprano aun, pero aun así no quería despertarse

Sintió la presión en su hombro que le zarandeaba para despertarle de una buena vez, abrió un ojo con cara de pocos amigos, encontrándose con el rostro de su gemelo observándole desde muy cerca. Al verle más activo, su hermano sonrió de una forma bastante cálida obligándole a despabilarse por completo para poder contemplarle como se merecía

Restregándose un ojo y aun medio adormilado se las arregló para sentarse en la cama. Enfoco con algo de dificultad la imagen que estaba a su alrededor y espero con atención a que algo pasara. Vio a su hermano vestido completamente de forma especial, unos jeans de color beige ajustados, playera blanca sin ningún detalle, un chaleco negro y botines sencillos del mismo color, junto a una bufanda a rayas negras y violetas que estaba descuidadamente colgando de su cuello, el conjunto combinaba perfecto con su color de cabello castaño y su rostro de piel clara… termino teniendo que aguantar la tentación de que se le cayera la baba en cualquier momento, su hermano estaba hermoso

-¿Vas a algún lado?- pregunto con dificultad de poder pronunciar las palabras, pues era bastante difícil mantener su autocontrol en aquellas condiciones

-Sip- le contesto con alegría mientras se giraba para que pudiera contemplarle, aquello ya estaba comenzando a ponerle incomodo, sentía como distintas sensaciones recorrían su cuerpo, no trayendo nada bueno como respuesta- ¿Cómo me veo?

“Te ves tan provocativo que te abriría las piernas en seguida Hikaru”

-Estas… bien…- logro balbucear aguantándose todos sus sucios pensamientos

-¿Solo eso?- contesto con cierta decepción rascándose la nuca con la intención de pensar en algo- ¿crees que a Haruhi le gustara?

Haruhi… no comprendió aquello de inmediato, pero no pudo evitar como cada emoción que tenía embargada en su corazón se destruía completamente, su rostro se ensombreció en seguida, se sintió estúpido por pensar que aquella podría haber sido algo para los dos, pero claro… aquello era solo para Haruhi… su opinión a fin de cuentas no valía la pena. Trato de esconder el hecho de que estaba por comenzar a llorar en cualquier momento

-Si… yo creo que le gustara- termino diciendo con la sonrisa más grande que pudo fingir en el momento, odio con toda su alma a su hermano en aquel momento porque se iría con alguien más esa tarde de sábado, sabiendo que apenas y tenían tiempo de estar juntos fuera de las horas del club… pues cada día se notaba más el mal tercio que hacia cuando estaba con Hikaru y Haruhi juntos

Trato de ocultar sus sentimientos de la mejor forma posible y lo consiguió fácilmente… Hikaru no paro de hablar por horas, explicándole todas las cosas que quería hacer aquella tarde con Haruhi, al fin de cuentas le conto como había planeado aquella cita

En el fondo de su ser guardaba la esperanza de que la arisca chica del host club le rechazara con esa delicadeza que siempre la había caracterizado, rechazara todo aquel plan y obligara a su hermano a volver con él, aunque sabía que aquello era poco probable que sucediera

-Uy ya es tarde- dijo de pronto su gemelo mirando su reloj con aire preocupado- me voy Kao-chan- le dijo dándole un beso rápido en la mejilla antes de salir disparado por la puerta escaleras abajo- ¡Te quiero Kaoru!

Inconscientemente llevo su mano hasta la zona donde hace poco su hermano le había besado… se sintió desfallecer por aquella dulce caricia tan suave y gentil, recordó las últimas palabras que le había dicho haciendo que nuevamente su sonrisa triste le envolviera completamente, ese te quiero no tenía el mismo significado que él quería que tuviera y lo más triste era que lo tenía que escuchar cada vez que su hermano se iba antes que el a cualquier lugar con una persona que no era el

Volvió a sentirse solo en aquella habitación, cada vez que se quedaba así sentía que aquel espacio era muy grande para estar solo el ahí, dolía, dolía como los mil demonios tener que quedarse solo por tanto tiempo… pero no se sentía con el derecho de retenerle en sus brazos de la forma que quisiera que fuera, era tan triste

Se levantó con pesadez, era un día bastante lindo como para desperdiciarlo en cama, y no pensaba deprimirse solo en su habitación por toda la tarde. No, el saldría a distraerse y no pensar en la soledad que le embargaba

Entro al baño y se lavó la cara con agua fría antes de entrar a la ducha y dejar que el agua tibia cubriera cada poro de su ser. Pero justo cuando había empezado a relajarse, noto el “problema “en el que había quedado

Sintió como el rubor subía a sus mejillas… había pensado que esa etapa estaba superada hace mucho, pues cuando recién comenzó a sentirse atraído por su gemelo de aquella forma, ese tipo de “problemas” matutinos se habían hecho recurrentes, pero como no se había repetido desde hace tanto creyó que ya era algo olvidado y lo más lamentable era que tenía que solucionarlo

Avergonzado y con nerviosismo bajo sus manos hasta esa abultada zona, el agua aun corría por su desnudo cuerpo y dubitativo tomo aquel pedazo de carne entre sus dedos apretándolo y sacándole un gemido ahogado. Sintió como el calor subía por completo a su rostro y mordiéndose el labio por lo morboso de aquel acto volvió a envolver su propia erección entre sus  dedos y comenzó a deslizarlos de arriba hasta abajo, apoyando su espalda contra la fría cerámica del baño para tener un soporte en el cual refugiarse

Trato de dejar su mente en blanco durante aquel acto, pero para su desgracia la imagen de su gemelo acudía a su memoria cada dos por tres. Seguía con una masturbación lenta e incluso tortuosa, se sentía incapaz de mantenerse en silencio si aumentaba el ritmo… pero a ese paso solo causaría que una dolorosa punzada le invadiera

En medio de su turbación imagino como cuando aún eran niños con Hikaru, cuando se bañaban juntos en medio de sus juegos, tocándose… tocándose inocentemente limpiándose uno al otro en medio de sus juegos o cuando despertaba en medio de la noche enredado en el cuerpo de su gemelo llegando al punto de no saber cuándo terminaba uno y comenzaba el otro… los juegos del club

-Mmmmm….- dejo escapar un gemido al recordar las más comprometedoras escenas, donde su hermano le tocaba, su abdomen, piernas, brazos, su cuello…-¡Aaah!...- otra nueva exclamación seguida de las corrientes eléctricas que venían con su abultado miembro que se hinchaba cada vez mas

“Hikaru, Hikaru, Hikaru” repetía una y otra vez en su mente hasta sentir como el líquido pre seminal escapaba desde su glande humedeciendo aún más sus dedos, se sentía avergonzado por lo que estaba haciendo y en un acto de desesperación aumento el movimiento de su mano, y con la otra se apodero de sus testículos, apretándolos, frotándolos con la sola intención de acelerar el proceso

Sentía que pronto llegaría al final y aumentando el ritmo, junto a los jadeos que se negaban a permanecer en su boca, sintió como su cuerpo aumentaba la temperatura… como sus labios se entreabrían, como eran recorridos, aquella mano tan distinta en su cintura y esa lengua… que le invadía completamente

-Sem… pai…- logro balbucear antes de terminar en su mano, quedando completamente agotado por lo que estaba haciendo y cayendo por pesadamente en la tina de su baño acompañado solo de las gotas de agua que no le habían abandonado en todo el proceso

Intento que su respiración se normalizara y su vista no estuviera nublada, espero a que su mente se despejara hasta comprender todo aquel acto

Vio algo aturdido lo que había sucedido, su mano con restos de su propia esencia… e inmediatamente recordó el ultimo recuerdo que invadió su mente antes de liberar su cuerpo. Había engañado a su corazón, había pensado en alguien más que en la persona amada ¿Cómo había sido eso? ¡Cómo es que había terminado pensando en Kyouya! Llevo una de sus manos hasta su cara como si intentara esconder un grito que en cualquier segundo escaparía de sus labios y aun en medio de la sorpresa se bañó lo mejor que pudo, se vistió con lo primero que encontró y corrió, corrió por su mansión en busca de algún lugar que le ofreciera el refugio que le hacía falta en aquellos instantes que de verdad nada entendía

A pesar de los gritos insistentes de los sirvientes o de su propia cordura que quería retomar el control de su cuerpo una vez más, siguió corriendo sin descanso hasta estar seguro de que nadie estaría cerca. agotado miro a su alrededor ubicándose en el lugar que había terminado, luego de una leve orientación entendió que había llegado hasta uno de los lugares más recónditos de los alrededores de los territorios Hitachin, rendido se dejó caer sobre un árbol, convencido de que no saldría de ahí a menos que enfriara su cabeza

Se quedó ahí un buen rato, pensando, cavilando y poniendo en orden sus sentimientos, daba vueltas en círculos con el mismo tema una y otra vez, notando como el tiempo iba pasando y el día iba desapareciendo, agradecía que fuera sábado, así no tendría que preocuparse por ir a casa más tarde y aun así luego de que pensara una y otra y otra vez, siempre llegaba a la misma conclusión. Amaba a Hikaru, con todo su corazón, con toda su alma, en un sentimiento tan fuerte que sobrepasaba con creces el cariño fraternal que se suponía debía tener, pero que era incapaz de sentir de forma real

Pero en el interior de su mente seguía apareciendo la imagen del menor de los Ootori y su corazón se encogía cada vez que sentía que estaba engañando a la persona más importante para el con otro que no tenía punto de comparación. Poco a poco se fue auto convenciendo de que todo lo que había pasado con su sempai había sido pasajero, sin ningún sentimiento de por medio y que el amor que tenía hacia su gemelo era mucho más fuerte

Con aquello su mente poco a poco se fue agotando, y el cansancio se hizo de él llevándolo hasta el mundo de los sueños

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Ya había pasado el querido fin de semana y nuevamente tenía que volver a la rutina, con la clientas, con el host club, con Hikaru y… con sempai. A pesar de que intentaba no darle más vueltas al asunto todo se le complicaba mucho más al ir caminando por los pasillos sin su otra mitad que al menos le distraía de una u otra forma, los pasillos desiertos eran su única compañía, mientras una vez más era sustituido por Haruhi. Entro a la tercera sala de música sin encontrar a nadie más por ahí, de cierta forma se sintió aliviado por la tranquilidad acogedora de aquel sitio y sin pensárselo dos veces camino con paso lento hasta su sitio en la ventana

No podía evitar sentirse cansado y desanimado, el domingo había sido bastante aburrido y deprimente como para siquiera querer recordarlo y ya le bastaba agobiarse solo con lo que paso la tarde del viernes y el sábado por la mañana

Trataba de repetirse una y otra vez que lo primero había sido solo para que su sempai olvidara por algunos minutos sus problemas, pero aunque obviara aquello estaba su segundo suceso que ese no sabía cómo explicárselo de forma lógica y racional

Termino dejando descansar su cabeza en el cristal de la ventana en un vago intento de recuperar las energías perdidas, lo cual dio resultados, por lo menos hasta que sintió la puerta abrirse nuevamente y escuchar a su grupo de amigos que llegaban todos juntos hablando de cosas banales que no le importaba saber

En cosa de minutos comenzó el barullo y además de fijar por un leve segundo su mirada en los ojos oscuros del rey entre sombras se concentró en su hermano y la chica que cerraban la caballería y ponían atención a los mismos temas que no tenían importancia alguna

-Oigan chicos- exclamo de pronto su gemelo parándose en medio de la sala y llamando la atención de todos- tengo algo que contarles- miro con desgano hasta aquel lugar sin mayor interés, suponiendo que se trataba de alguna broma que quería hacer su gemelo, pero luego su mirada se desvió hasta la peli castaña que sonreía con ternura y cierta timidez en dirección a su igual

Lo dudo por algunos momentos, pero luego el miedo que se acoplo en su corazón comenzó a subir de golpe haciéndole sudar como loco y poniéndole ansioso de golpe. Rogo a todas las deidades existente de que su mal presentimiento fuera erróneo

-Quería decirles que…- “por favor que solo sea mi imaginación”- ¡Haruhi y yo comenzamos a salir!

La exclamación del grupo fue bastante fuerte como para que su presencia pasara desapercibida y la lagrima que escapo fugitivamente de su ojo izquierdo no fuera notada ¿Cómo había pasado eso? ¡No podía creérselo! Y aunque vio como la peli castaña se acercaba a su persona especial dejándose rodear por la cintura y corresponder al beso que su hermano le ofreció junto al escándalo de Tamaki y la felicitación de los demás, no pudo creerse todo

Sintió como poco a poco su ser se destruía por completo y consiente que no sería capaz de dar una felicitación o un gesto de alegría huyó lo más rápido que dieron sus piernas de aquel lugar, sintiendo como un par de ojos se clavaban por completo en su espalda, pero que lógicamente no le evitaban seguir con su escape

Corrió por pasillos desconocidos y se aseguró de alejarse lo más posible de todo ese alboroto. No podía, no podía creerse que no le hubieran contado antes, su mente trataba calcular desde cuándo y a pesar de sus múltiples ideas solo llegaba a la conclusión de que el sábado habían comenzado y no podía entender como se lo habían ocultado ¡Hikaru le oculto algo tan importante! ¿Qué pasaba por su cabeza? ¿Se había olvidado de que eran hermanos? ¿Dónde quedo aquella promesa de que nunca se ocultarían nada? ¿Qué paso con ese lazo que les unía?

Se sentía roto, abandonado, solo y completamente devastado… quería llorar, llorar como nunca antes lo había hecho, lejos… lo más lejos posible, donde nadie fuera capaz de verle o recriminarle sus egoístas sentimientos, aquella necesidad de monopolizar a esa persona que amaba, pero a la que no podía querer así, solo por el hecho de tener la misma sangre que el

Y con todo eso ahí guardado, no paso mucho antes de poder refugiarse en algún desolado lugar antes de perder las pocas fuerzas que le quedaban y derrumbarse por completo en un rincón, se dejó llorar desconsoladamente liberando toda la impotencia que sentía golpeando el piso hasta terminar por hacer sangrar su mano, pero el escozor que comenzaba a intensificarse de forma lenta no lo sintió hasta mucho tiempo después

Al saberse completamente solo, dejo que todo lo que albergaba en su interior escapara, grito hasta quedar ronco, lloro hasta que no tuvo más lágrimas y siguió maltratando su herida mano hasta que creyó haberse roto un dedo, sintiendo como poco a poco lograba volver a calmarse y recuperar la compostura, y aun después de que no tuvo energías para seguir desahogándose se quedó en ese lugar hasta que noto que estaba por oscurecer

Resignado comenzó el camino a casa, deseaba con todas sus fuerzas que Hikaru no estuviera ya ahí, que se desapareciera por lo menos hasta que tuviera la oportunidad de tomar sus cosas y moverse a otra habitación… pero al mismo tiempo temía llamar al chofer para que le llevase, pues no sabía si su gemelo aun lo tendría con el

Avanzo por pasillos ya desiertos en busca de sus cosas, para luego tomar el camino más corto hasta su hogar… que en esos momentos le parecía la cárcel más cruel que pudiera existir sobre la faz de la tierra

-¡Kaoru!- se detuvo en seco al oír su nombre, volteándose en seguida para poder ver a la persona que le estaba llamando, sabía quién era, pero contra ella no se podía enojar… simplemente su odio iba dirigido a sí mismo, por no poder ser lo suficientemente bueno para la persona que amaba - ¡no lo encuentro por aquí!

La había visto, junto al balcón y frente a él, gritando hacia abajo seguramente para decirle a un tercero que aún no habían dado con su paradero, no quiso llamar su atención, pensó que sería mejor así, desaparecer por lo que quedaba de ese día y volver con aquella falsa sonrisa que había sabido inventar por tanto tiempo… pero aun así, la parte más oscura de su ser hubiera deseado que alguna fuerza divina la hubiera empujado hasta el vacío de cuatro pisos más abajo

“¿Qué hubiera hecho si se hacía realidad?”

Fue la pregunta que se hizo de forma mental mientras la observaba en silencio, pero a pesar de las vueltas que le daba no podía odiarla, ni a su hermano tampoco… pues a sus ojos si aquello les hacía bien, el no sería quien lo rompiera, sino que al contrario, lucharía porque todo siguiera bien, a costa de su propia vida

-Haru…- quiso llamarla, pero justo en aquel momento vio como la chica perdía el equilibrio y caía del balcón- ¡Haruhi!- grito atónito por lo que vio

Era imposible que su estúpido deseo se hubiera hecho realidad, ella no podía caer. Él no quería que cayera, solo había sido su estúpida broma. Pero los gritos que escuchaba le obligaban a darse cuenta de que aquello no era su ilusión

Tuvo miedo, y sintió nuevamente dolor ¿Cómo podía ser que aquella persona desapareciera justo cuando veía a su hermano tan feliz? ¿No había dicho que protegería aquella luz que les hacía feliz? Y tal vez por aquello, porque se había prometido que perdería su vida si podía proteger a esos dos, porque no permitiría que ese equilibrio se rompiera, corrió, corrió tan fuerte como le dieron las piernas, dejando caer su mochila en el camino y lanzándose en busca de la chica

-Kaoru- grito exasperada la joven al verle lanzarse junto a ella- ¡que estás haciendo!- volvió a gritar al ver cómo era rodeada por el gemelo menor en un fuerte abrazo y escondida en su pecho de una forma protectora

“Quiérelo más de lo que yo lo quiero” fue lo único que pudo pensar en aquel momentos antes de que el dolor y las penumbras se apoderaran de el 

Notas finales:

Bueeno hace tiempo que no publicaba algun proyecto y espero no haber perdido mi estilo, pero de todos modos este es mi primer fic de Ouran y no se como quedo...

Gracias por tamerse el tiempo de leerlo

Bye~


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