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Lo imposible por Kunay_dlz

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Notas del fanfic:

Personajes pertenecientes a Katsura Hoshino creadora de D.Gray-man.

Espero que les guste esta historia.   n.n

Me inspiré en una anécdota que escuché hace tiempo.

Notas del capitulo:

Creo que será un poco corto este primer capítulo, los demás serán... no tan cortos.

 

 

Lo imposible

I

El rey

 

 

 

Había una vez un rey, el más poderoso y temido que haya existido, un dictador sin sentimientos regido por un prototipo de justicia levantada en su propio criterio. Cada batalla que iniciaba era recompensada por nuevos territorios, los soberanos de los territorios conquistados le eran leales desde que observaban la entrada del rey en su pueblo como gobernante absoluto, lo veían pasar  montando su caballo negro, con porte y con un aura poderosa.

 

A pesar del sin número de territorios conquistados, el rey residía en el castillo de un un solo pueblo: The Black Order, cuyos habitantes eran la élite del gran ejército que comandaba tan despiadado rey.

 

No obstante, la élite tenía servidumbre, por no decir esclavos, destinados a obedecer ciegamente a sus ‘amos’, los encargados de abastecer los suministros de alimento pertenecían a alguien y aquellos que brindaban todo tipo de espectáculos para el entretenimiento y diversión de los principales habitantes también era bajo las órdenes de alguien; éstos, la clase más baja, eran más que privilegiados de pisar siquiera ese pueblo.

 

No había protestas.

 

No había desacuerdos.

 

No eran permitidos.

 

Una vez dentro de ese pueblo siendo de la clase baja,  se te permitía salir ya sea para ir al frente en las batallas como carnada para contribuir a la conquista de nuevos territorios o muertos por su ardua labor… la tercera opción sólo era utilizada en raras ocasiones: ser pareja de algún miembro de la élite oficialmente reconocida por el rey y desposarse ante las puertas del pueblo.

 

Cuando la última opción la tomaban algunos, el mismo rey se encargaba de impedirlo, se quedaba con la pareja que el miembro de la élite quisiera desposar y, se lo quedaba como pasatiempo… lo mantenía alejado de aquel soldado que deseaba su libertad hasta aburrirse, le dejaba volver a su antiguo amante y si éste aún lo quería y aceptaba daba su reconocimiento… aunque, la mayoría de las veces, ya no había lugar al cual volver. La vergüenza del sirviente ante quien le había amado o el mismo rechazo del antiguo amante eran la causa del fracaso de lo que habría sido el inicio de un final feliz.

 

Por los hechos mencionados se tendría la creencia que los miles de súbditos del rey estarían molestos, sin embargo era lo contrario, quienes perdían al que una vez consideraron el amor de su vida, en la posterioridad agradecían el abrirles los ojos o el haberles quitado un peso de encima; los sirvientes ‘esclavos’ simplemente vivían para servir a sus amos y ser de utilidad el tiempo que se les pueda conceder. Debido al respeto a tan enaltecido monarca o el terror que su sola presencia imponía, en todo caso, jamás hubo reclamo alguno por las acciones del que a veces le consideraban un dios.  

 

Ese rey, despiadado, analítico y con los sentimientos de un tempano de hielo, demostró ser destinado a la grandeza desde pequeño: su porte, sus decisiones y su actitud convencían a quienes le rodeaban de depositar toda su lealtad en él, en ese ser sin escrúpulos que mató a su predecesor para así tomar el trono a la edad de trece años y convertir su reino en un imperio cuatro veces mayor tan solo tres años más tarde.

 

El nombre de este rey es Kanda Yu, un hombre alto, esbelto pero bien tonificado, pelo largo azul marino atado a una coleta alta, flequillo sumado a un par de largos mechones enmarcando su cara, piel blanca cual marfil y unos ojos tan negros como la noche… la personificación de la perfección en un joven de tan solo dieciocho años… un joven con el poder en sus manos… cuídate simple mortal de osar mirarlo a los ojos a menos que estés dispuesto a soportar su peso.

 

 

 

>>Continuará...

Notas finales:

Ven, les dije que era corto.

Gracias por leer.


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