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¿No cumplirás con la tradición? por yoshi_cl16

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Notas del fanfic:

Esta historia es sin fines de lucro, los personajes no me pertenecen, solo Amy y Max.

 

Fic que participa en un concurso en la siguiente dirección:

https://www.facebook.com/gundamwing.YAOI

La pelea entre Mariemaia había terminado y cada uno de los pilotos Gundam se habían ido por su lado ya que la paz había reinado, las colonias ni la tierra los necesitaban ahora, pero para unos chicos que habían nacido en la guerra, entrenados para misma y acostumbrados a tener un arma en sus manos no les era nada fácil acostumbrarse a la paz pero sin embargo para mantener la paz en el mundo ellos debían acostumbrarse a la nueva vida y vivir lo que no pudieron.

Habían pasado cinco años desde que la paz reino en la tierra y los ex pilotos Gundam apenas se habían acostumbrado a su nueva vida, Heero se convirtió en programador, Duo siguió su trabajo con el Grupo Sweeper junto a Hilde, Trowa dejo el circo y se convirtió en la pareja de Quatre y su mano derecha en los negocios mientras que el rubio se hizo cargo de las empresas de su padre y por ultimo, Wufei, que termino trabajando para Preventers, todo estaba normal, no había guerra y cada uno estaba en donde debía en su “lugar” aunque dos de ellos no se sentía del todo a gusto pero aun así lo hacían lo mejor que podían.

 

Todo estaba normal hasta que un día en las fechas de navidad un mensaje puso de cabeza y con el corazón en la mano a cada uno de los ex pilotos y era un mensaje de Duo que decía.

“Chicos, es cuestión de vida o muerte, vengan a la colonia L2 en la iglesia local, es urgente Att. Shinigami.”

El mensaje fue pasado al correo de cada uno de los ex pilotos, al leerlo se apresuraron para llegar aunque casi no les dio tiempo de razonar lo que ocurría pues no había nada mas en el mensaje y por mas que intentaron contactar con Duo este no les contesto, por esta razón se alarmaron mas aun, Heero sobre todo, ya que “Su Duo” estaba en problemas, bueno al principio solo era un “Baka” pero al terminar la guerra y la distancia de todos termino por extrañar al trenzado, y es que cada vez que oía una canción se acordaba de ese “Baka” entendiendo al final que estaba enamorado de él pero nunca se lo dijo ni se lo dio a entender a demás, ¿como Duo se fijaría en él si Duo era Hetero? ¿Como lo sabia? Fácil, en cada escuela donde se filtraron para hacer sus misiones durante la guerra el muy baka le encantaba andar con las chicas de los institutos y mas de una vez le pedía opinión a el para ver si le combinaba algo, o si se veía bien con alguna camisa en especifico, sin mencionar lo vanidoso que era, alguna crema para dormir, corrector de ojeras, dormir ocho horas diarias y cosas por el estilo, de verada que si Duo se fijara en alguien esa seria en una mujer y esa mujer era Hilde Schbeiker, desesperanza total, era la única palabra que le cruzaba por la cabeza.

 

Era un 24 de diciembre cuando todos llegan a la colonia L2 a horas de la mañana, todos coincidieron por instinto en la estación de viajes, cada uno traía una mochila con lo necesario, sobre todo portando cada uno su propia arma con su respectivo permiso.

-¿Saben lo que le ha pasado a Maxwell?- Pregunta el chino al ver a Quatre y a Trowa.

-Ni idea, pero hay algo extraño, no siento que Duo este en peligro como decía en el mensaje- Habló el rubio.

-¿Han pensado que podría ser una broma?- Todos miraron al cirquero y este al ver la cara de todos no pudo evitar sonreír un poco y mas aun al ver el alivio en la cara de Heero, era una pequeña mueca imperceptible, aunque para él que era un observador se le hacia mas que notorio.

-Espero que sea eso- El ojicobato comenzó  caminar y los demás lo siguieron hasta llegar a una iglesia que se veía recién construida, o al menos la construyeron después de la guerra y en la entrada se podía leer “Iglesia Padre Maxwell y Hermana Helen”, todos se quedaron algo extrañados, aunque para Heero no le era sorprendente ya que e conocía un poco del pasado de Duo, o al menos lo que decía los archivos acerca del piloto 02 del Deathscythe, pero Quatre sonrió al ver esa inscripción ya que Duo le había contado algunas de las experiencias vividas en el orfanato.

Al tocar la puerta esta se abrió casi de inmediato dejando ver a una Hilde con los nervios de punta con un delantal puesto y harina por todas partes.

-Señorita Hilde ¿que sucede?-Hablo el rubio mientras que Heero solo entro sin decir nada como si estuviese en una misión de guerra.

-Por lo visto alguien no ha olvidado los hábitos antiguos- Murmuro Wufei entrando junto a los demás- ¿Que pasa Schbeiker? ¿Donde esta Maxwell?.

-Duo esta en peligro, menos mal que llegaron nadie ha podido con ellos, vengan ya les digo donde esta.

Todos la siguieron de forma algo apresurada, los ex pilotos estaban serios, no se podían imaginar que clase de problema debía de estar Duo como para estar “escondido” en la iglesia de la colonia, pasaron por un pasillo algo largo luego subieron unas escaleras de madera y por ultimo un pasillo largo con varias puertas de madera gruesa color caoba, se podía escuchar los gritos de unos niños sobre todo detrás de la puerta donde se habían parado, Hilde busco la llave y abrió, todos los ex pilotos se quedaron un tanto asombrados por lo que veían, era un salón grande con unos ventanales largos, tenia una malla protectora por si se rompía los vidrios, afuera estaba nevando, el salón era cálido por a calefacción o no lo sabían decir con exactitud pues dentro habían como veinte niños gritando con las caritas pintadas como indios y con trozos de papel en su cabecitas simulando una cinta con plumas, una niña tenia cargado un bebé de unos ocho meses mientras este reía muy entretenido una montaña de niños apilados uno encima de otro sometiendo a alguien, había una monja algo mayor amarrada a una silla con una mordaza en la boca y por ultimo para completar el cuadro un chico de unos diez años con una cinta alrededor de su cabeza con montones de cintas simulando plumas demostrando así ser el jefe de esa tribu de niños.

-Max, ¿que hacen? ¡Oh por Dios Duo!- Exclamo al ver la punta de la larga trenza del ojivioleta salir de la pila de niños- ¡¡¡Ayúdenme!!!- Le pido a los ex piloto Gundam y estos empezaron a agarrar a los niños- Mataran a Duo si continúan así- Regaño a los niños.

-¿Ya morí?- Murmuro Duo mientras era levantado por Heero.

-Solo si hubiésemos llegado mas tarde- Contesto mientras lo miraba, se sorprendió al ver esos ojos color violeta que lo miraban, lo estaban mirando a él y eso le alegraba por dentro ya que por fuera aun seguía estando serio como siempre.

-Hee-chan- Le sonrió y luego vio a los demás chicos- Me alegra que hayan venido a ayudarme.

-¿Que esta pasando Maxwell? Pensamos que estabas en peligro.

-Y lo estaba, ¿a caso no me vieron? Estaba a punto de ser asesinado por el cacique Max de la tribu Gundam- Miro al aludido.

-Oye mami, ¿no seguiremos jugando a los indios y vaqueros?- Se le acerco una niña quien le jalaba ligeramente los pantalones a Duo.

-¿¡Mami!?- Susurro Wufei mirándolo de forma sorprendida- ¿Juegas a la casita Maxwell?- Sonrió de forma burlona.

-Es una larga historia- Contesto apenado, luego miro a la pequeña- Claro que seguiremos jugando Emy- Luego aplaudió de forma ruidosa y todos los niños lo miraron de forma atenta.

-Bueno yo me voy, se los dejo en sus manos, gracias por ayudar chicos, el almuerzo estará pronto- Hablo Hilde mientras desataba a la monja de la silla y se iba con ella del salón.

-Niños y niñas, les presento a mis amigos, ellos son, Heero, Trowa, Quatre y Wufei- Señalo a cada uno de ellos- Y ellos nos ayudaran el día de hoy- Sonrió de forma amplia.

-¿Nosotros que?- Miro el chino horrorizado.

-Que me ayudaran a cuidar de los niños- Sonrió Duo como si nada.

-No me extraña- Sonrió Trowa.

-Nosotros… nosotros pensábamos que estabas en peligro, no nos dijiste que te ayudáramos con ellos- Sonrió algo nervioso el rubio al ver a todos los niños los cuales los miraba de forma maliciosa.

-Pues a decir verdad no recuerdo que decía el mensaje- Dijo pensativo- A demás necesito ayuda, la mayoría de los ayudantes están de vacaciones con sus familias por ser víspera de navidad y el padre Santiago esta enfermo con un fuerte resfriado, me ayudaran ¿verdad? ¡Por favor, por favor, por favor!- Junto sus manos en forma de ruego.

-Por mi no hay problemas- Hablo el latino sentándose frente a los niños- ¿Quieren ver un truco de magia?- Todos los niños se sentaron frente a chico prestando toda su atención en él- Miren el pañuelo- Los niños hacían lo que el ojiverde le decía.

-Genial- Exclamo fastidiado el chino viendo el truco de magia de Trowa, el latino se llevo la mayor parte de la atención de los niños, luego de que el almuerzo estuvo listo y todos bajaron a comer mientras que los ex pilotos se quedaron en el salón arreglando el gran desastre que había, todo estaba tirado en el piso.

-Vaya Trowa, si que eres muy bueno con los niños, fuiste de mucha ayuda, gracias.

-Trabaje en un circo, se como entretener a los niños y a los sobrios de Quatre- El aludido se sonrojo al escucharlo.

-Me imagino, a mi aun me cuesta controlarlos.

-Nos dimos cuenta, por cierto Maxwell ¿para esto nos llamaste?

-Si- Sonrió apenado admitiendo su derrota al controlar a los niños- ¿Para que los llame? ¿Para que otra cosa podía ser?

-No se, tal vez para una invasión o peligro hacia la tierra y las colonias ¿tal vez?- Comento algo molesto el chino

-Oh vamos amigo Wu, también te estabas divirtiendo con los trucos de magia de Trowa- Dejo escapar una carcajada mientras que el otro se ponía rojo de la vergüenza.

-Por lo visto no has cambiado Duo, sigues siendo el mismo de siempre- Sonrió el rubio terminando de recoger los juguetes y colocándolo dentro de un gran baúl.

-Ni tanto- Dijo con nostalgia- Solo que no quiero que ellos vivan lo que yo viví- Los demás lo miraron unos segundos- A demás es divertido estar con los niños, ellos te eleva la adrenalina como si estuvieras en una batalla a muerte contra una multitud de Mobile-doll- Rio un poco.

-De eso no hay dudas, tienen más energía de lo que imaginaba- Comento el chino- Ya termine de barrer, ¿donde coloco la basura? 

-Déjala allí, yo la caso en un rato, vayan a comer, seguro tienen hambre.

-Mucha, vamos Trowa- Este término lo suyo y se fue detrás de Quatre y más atrás Wufei dejando a Heero y a Duo solos.

-No has dicho nada desde que legaste, ¿estas molesto conmigo por no haberte invitado a una misión suicida?- Miro a Heero con curiosidad.

-No, solo que pensé que estabas en peligro, ¿porque no dijiste que necesitabas ayuda con los niños?

-¿Hubieras venido si te lo decía?- El otro no hizo nada para contestar- Sigues siendo igual que antes, ya la guerra termino, no hay peligro que correr en estos tiempos de paz- Miro como la nieve se apilaba afuera de la ventana.

-Aun así debiste de explicar la situación.

-En ese caso lo siento, no quise preocuparte, si estabas ocupado en algo importante puedes irte, los demás me ayudaran con el resto- Tomo la bolsa de la basura para irse pero las palaras de Heero lo detuvo.

-No creo que estés bien tu solo con el resto- Tomo la otra bolsa de basura y salieron los dos a colocar las bolsas en su lugar.

Comieron con los niños y mientras ellos jugaban con el resto del personal los ex pilotos lavaban los trastes, aprovecharon para conversar un poco y saber que habían hecho en los últimos años, no es que no supieran que hacían pero no era lo mismo leerlo por un correo que escucharlo de los labios del otro, en la tarde tomaron chocolate caliente con galletas, cenaron y antes de que los niños se acostaran para dormir Duo paso por la cama de cada uno dándole las buenas noches junto con un beso en sus frentes.

-Mami Duo, cuéntanos una historia- Se escucho la voz de Amy y seguida de ella un coro de niños que pedían lo mismo.

-Si mami Duo, cuéntale una historia a los pequeños- Sonó la voz burlona de Wufei.

-¿Te divierte verdad?- Lo miro sonrojado de la vergüenza.

-Un poco, aun no me divierto tanto como tu te divertías molestándome- Sonrió con evidente molestia causadas por esos recuerdos.

-¿Le cuentas historias a los niños?- Pregunto el rubio, respuesta que llego de la boca de Max, el chico mas grande de todos los presentes.

-Si, todas las noches nos cuenta una historia, quédense, es muy bueno contando historias- Se acomodo en su cama, los demás tomaron una silla y se sentaron al igual que Duo.

-Bueno, ya les había contado que el ángel de alas negras había caído a la tierra expulsado del paraíso por haber nacido diferente, el no era malo, solo había nacido con las alas negras pero eso no quería decir nada, él seguía siendo él, en la noche mientras miraba las estrellas desde el techo de una casa abandonada se dio cuenta de lo solitario que estaba, nadie lo quería, había perdido todo, no tenia un lugar a donde llegar, y tras pensar eso sus lagrimas salían a raudales de sus ojos, nunca se había sentido tan solo en la vida “si tan solo hubiese alguien que me quisiera” murmuro esas palabras que fueron escuchadas por un chico humano “Eres baka?, solo dices tonterías” el ángel de alas negras se asusto mucho al escuchar la voz de ese chico, nunca pensó que alguien lo podía escuchar, “Puedes oírme” “Si” contesto el otro “también puedes verme” “si” a partir de ese momento ambos se hicieron muy amigos, a pesar de que el chico humano era muy serio y algunas veces lo mandaba a callar nunca se separaron y a través de los años se convirtieron en muy buenos amigos compartiendo sus mas profundos secretos, pero un día, el enemigo del ángel de alas negras apareció, una chica malvada de cabellos rubios cenizos y oxigenados, quería llevarse al humano por medio de un hechizo hipnótico, pero el ángel de alas negras saco su dalle de la muerte y ataco a la rubia de cabellos cenizos y oxigenados, pero esta antes de ser vencida por completo ataco al humano ya que su misión consistía en alejarlo del ángel de alas negras, pero el ángel se atravesó recibiendo el ataque en su pecho, justo en su corazón y al ver esto el humano despertó de su hipnosis y agarro al ángel el cual sangraba mucho sin esperanza de salvarlo “¿Estas bien amigo?” susurro de forma agonizante el ángel “Lo estoy, deja que te ayude” “no puedes hacerlo, lo siento” “no te mueras, no quiero quedarme solo sin ti” “no te dejare solo, mientras me recuerdes estaré a tu lado, sabes? Siempre te he amado” “y yo a ti” el humano se acerco a los labios del ángel y le deposito un dulce beso, luego el ángel de alas negras murió- Los niños dejaron escapar un “noooo” en coro a causa de la historia- El cuerpo del ángel de alas negras brillo de una forma luminosa y sus alas cambiaron de negro a un color blanco y brillante despertando de nuevo, el humano sonrió y lo tomo de la mano abriendo sus alas blancas “Ahora iras conmigo al verdadero paraíso” comenzó a volar por el hermoso cielo estrellado alumbrado por la luz de la luna, fin- Todos los niños aplaudieron por el relato felices por ese final- Ahora si a dormir- Les apago la luz y todos los niños se acostaron adormir.

-No sabias que podías contar historias muy lindas Duo- Alago el rubio.

-Huy y eso que no me has escuchado contarles las batallas que hemos peleado con los gundam.

-¿Le has contado esas historias?- Pregunto Trowa un poco alarmado.

-Si, pero les quito la parte de las sangre y los muertos.

-Supongo que les cuentas solo resúmenes- Cometo el chino.

-Mas o menos, bueno no tenemos muchas habitaciones así que dos de nosotros tendrá que compartir habitación- Miro a los chicos.

-Yo me quedo con esta habitación adiós- El chino abrió la puerta y entro a una de ls habitaciones disponibles.

-Mmm, creo que no tenemos muchas elecciones- Sonrió- Ustedes dormirán allí, hasta mañana Q-chan, adiós Trowa- No era necesario pregunta lo obvio en ese momento.

-Adiós- Dijeron en unísono entrando a la habitación en frente de la habitación de Duo y ahora de Heero, Duo entro sentándose en la cama.

-Ha sido un día algo cansado- Se acostó en la cama- Puedes darte una ducha, hay agua caliente, el otro tomo algo de ropa de su mochila y entro al baño, se ducho y al rato salió encontrando a un Duo dormido.

-Baka- Busca una cobija y lo arropa.

-Lo se- Susurro mientras sonreía con los ojos cerrados luego los abrió- Me alegra que hayas venido y ayudado.

-De nada, ve a darte un baño- El otro se levanto y busco ropa para bañarse y vestirse luego de un rato salió.

-Hee-chan- Este lo miro sobre todo el adorable puchero que hacia- Tengo frio ¿puedo dormir contigo? Será como estar en las misiones- Sonrió metiéndose dentro de las sabanas del otro, Heero solo suspiro con paciencia ya que el también tenia frio, este invierno estaba mas fría que las nevadas anteriores, a la mañana siguiente ambos bajaron después de arreglarse al pasar por el umbral del salón principal donde los niños estaban abriendo los regalos que les trajo Santa Claus, aunque luego ellos dejaron eso de una lado y  comenzaron a reír.

-Ahora les toca a ustedes besarse- Los ojos del trenzado se abrieron mucho al escucharlos.

-¿¡Que!? ¿Porque?- Max se apresuro a contestar.

-Es la tradición, los que se paran debajo del muérdago se tiene que besar, ya Quatre-nii y Trowa- nii lo hicieron- Quatre se sonrojo al máximo al recordarlo, besas a Trowa frente a tantos niños lo ponían rojo de la vergüenza.

-So… solo cumplimos con la tradición- Decía con la cara como un tomate.

-¿Quien le enseño eso a los mocosos?- Wufei miro a Duo enojado.

-El también cumplió con la tradición- Duo no pudo sorprenderse más.

-Solo cumplimos con la tradición- Hablo de forma tímida Hilde, haciendo que Duo soltara una carcajada al imaginárselo.

-Deja de reírte Maxwell y ahora cumple con la tradición- Lo miro con malicia volviendo ese rojo en las mejillas del aludido mientras miraba a Heero el cual no parecía inmutarse.

-He… Heero yo…- Pero este lo tomo del rosto y le dio un beso corto en los labios y entro al salón dejando a Duo parado en su lugar mientras que los chicos aplaudían la escena ante la atenta mirada de los otros pilotos, aunque el que menos sorprendido era Trowa el cual sonreí un poco ante lo ocurrido.

Después de eso ni Duo ni Heero hablaron del tema, es mas Duo ni siquiera miraba a Heero por la vergüenza, no era que no quería el beso solo es que se trataba de Heero, por un lado estaba contento pero por otro sentía como si Heero estaba molesto por haberlo besado en frente de todos por una costumbre que el mismo había enseñado en el orfanato, las hora pasaron y en la tarde cuando los niños jugaban frente a la iglesia Duo estaba en los jardines de atrás pensando en silencio cosa rara en el, hasta que fui interrumpido por Heero.

-Te resfriaras si sigues aquí sentado sin hacer nada- Le extendió una taza de chocolate caliente.

-Lo siento, estaba pensando.

-¿Desde cuando piensas?- Pregunto de forma burlona.

-Siempre he pesado aunque no lo creas- Contesto molesto con las mejillas sonrojadas, luego el silencio se hizo de nuevo mientras pasaba la escena del beso por la cabeza de Duo de nuevo- Nee, Heero, sobre el beso yo… etto… no era necesario que me besaras en los labios- Bajo la mirada mientras jugaba un poco con la taza que estaba a medio vacía- Bueno es que…

-¿No te gusto?- Pregunto de forma seria casi como ofendido.

-No, no, no… no era eso- Sonrió apenado- Es que, como tienes a Reelena.

-¿Reelena?

-Si, Reelena, la chica rubia cenizo…

-¿Y oxigenada coma la chica de la historia?- El otro se sorprendió.

-No… no, no hablaba de ella en la historia, ni de ti ni de mi- Dijo nervioso- No es que sienta algo por ti solo que… bueno yo quería… ya sabes… jejeje.

-No sabes mentir y no se de de lo que hablas- Se levanto de forma seria y Duo quiso evitar que se fuera así que se levanto.

-Heero- Este se detuvo y se acerco al chico.

-Yo… no lo tomes a mal… es que tu… tu…- Vio como Heero lo miraba a los ojos de forma seria y esto le dio mas nervios así que cerro los ojos- ¡¡¡Tu me gustas!!! Quiero que sepas eso- Casi lo grito y al abrir los ojos vio como Heero levanta la mano, pensó que lo golpearía por semejantes palabras y es que no era para menos, no era que la relación entre hombres ataba mal solo es que se trataba de Heero “el soldado perfecto” y que de seguro se molestaría por semejante confesión, pero al no sentir el golpe abrió un ojo primero observado que Heero aun tenia la mano en alto y al observar bien vio que tenia, un muérdago en ella- Heero- Susurro sorprendido.

-¿No cumplirás con la tradición?- Su mirada se suavizo dejando mostrar una pequeña sonrisa.

-Todas las tradiciones de muérdagos que quieras- Sonrió alegremente mientras besaba los labios del soldado perfecto de forma dulce y acalorada hasta sentir que el aire ya no llegaba a sus pulmones- Esta haciendo algo de calor en este invierno, ¿no lo crees?- Sonrió con cierta malicia.

-Un poco, ¿quieres tu regalo de navidad?- Sonrió con cierta malicia el ojicobalto.

-Claro- Lo tomo de la mano dejando atrás un frio y cálido paisaje de invierno. 

Notas finales:

Esperoque les haya gustado, este es mi primer fic publicado y basado en Gundam Wing

 

Nos estamos leyendo, ja ne nwn 


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