La luz de la tarde comienza a apagarse, pronto iré a casa, el estudio que hemos montado junto con Ryo es apropiado para lo que hacemos y sin embargo no consigo concentrarme por completo hoy. El aire a mi alrededor se siente denso, como si quisiera impedirme respirar correctamente. Afuera el cielo está nublado y hace frío, probablemente lloverá pronto, la humedad ha comenzado a incrementar o tal vez sea solo mi imaginación.
Nii recoge algunos cables y papeles mientras su hermano menor bebe agua y seca el sudor que representa el esfuerzo de todo un día en la batería. La grabación ha terminado, al menos por hoy, y sin embargo no puedo moverme de mi lugar. Te miro, sigues frente al micrófono revisando partituras y letras, te vez agotado pero al mismo tiempo tus ojos revelan la satisfacción de un trabajo bien concluido. Siempre pones esa expresión de completa concentración cuando trabajas a pesar de las bromas y juegos, eres tan diferente en tu tiempo libre.
Tu imagen de perfil trae recuerdos a mi cabeza, recuerdos de cuando este loco sueño llamado Girugamesh comenzó. No has cambiado nada, y sin embargo cambiaste todo a mí alrededor.
¿Qué es lo que haces Satoshi? ¿Cómo es que cada acción tuya hace que el mundo gire también para mí? ¿Por qué hasta hoy día eres la única persona que puede poner mi mundo completo de cabeza con solo unas palabras?
Tu móvil suena y atiendes de inmediato el texto que te llegó, sonríes, ¿Quién y qué es lo que te hace sonreír de esa manera? ¿Hace cuánto que una de esas sonrisas no es para mí? Creo que no el tiempo suficiente como para que ya no duela tu indiferencia. Porque sí, aún duele, duele el hecho de estar distanciados, de no saber qué diablos piensas o quieres; en algún momento creí saberlo pero me equivoqué. Al parecer diez años no son suficientes para conocerte.
¿Qué era lo que te motivaba para estar conmigo? ¿Qué fue lo que pasó para que termináramos de esta manera?
Yo te amé, desde el momento en que vi la persona alegre, efusiva y luchadora que eres, te amé, y creo que aún lo hago pero ya no importa ¿no? En algún momento perdimos el camino que teníamos juntos y ya no lo encontramos nuevamente.
Por ahora me conformo con esto; seguir con este pequeño sueño aunque ya no estemos juntos. El tocar en esta banda es lo que mueve mi vida. El tiempo en que estuvimos inactivos fue mi muerte, una lenta y dolorosa, ya no había por qué seguir, ya no estabas conmigo y la “familia” que integrábamos los cuatro se estaba rompiendo en pedazos.
Extraño esos tiempos en los que bromeábamos juntos, en los que podía tomarte miles de fotografías y sonreías para mí en cada una de ellas; extraño verte cada despertar en el que ponías la alarma de tu móvil o me cantabas para que no siguiera durmiendo a pesar de que sabías que podría ponerme de malas, aunque eso no pasaba por tratarse de ti. Si eras tú estaba bien, no importaba que tan mal fueran las cosas siempre que estuvieras a mi lado.
¿Qué nos pasó Sato?
Cuando la banda renació ya no era lo mismo, tu sueño ya no solo era Girugamesh, Redman es parte de ti también, incluso pareces más cercano a esa otra “familia” ahora y no puedo evitar sentirme molesto por eso, no puedo evitar sentirme herido al saber que nos estás dejando atrás, que me estás dejando a atrás.
Anhelo fervientemente esos tiempos del pasado, aún añoro tu aroma, el calor de tu cuerpo y la suavidad de tus labios en los míos, tu voz y las miradas que en algún momento me dabas, esas que no parecían más que un vistazo veloz pero ambos sabíamos que había mucho más detrás de ellas.
No tienes idea del esfuerzo tan grande que representa para mí estar tan cerca y no poder tocarte, duele demasiado.
Aún deseo saber el motivo por el que me apartaste de tu vida sin ninguna explicación, y al mismo tiempo no quiero saber algo que puede lastimarme más de lo que lo ha hecho la lejanía entre ambos. ¿Fue mi culpa acaso? ¿Te herí en algún momento?
Me pregunto ¿me extrañarás también? ¿Deseas tanto como yo que esos tiempos regresen aunque sabemos que es imposible? ¿Sentiste la misma desesperación y dolor que yo sentí al tenerte lejos por tanto tiempo? ¿Realmente me amaste aunque fuera un poco?
Debería odiarte por hacerme sentir así, debería odiarte y hacerte pagar por cada momento y cada lágrima pero simplemente no puedo y creo que no podré hacerlo nunca; y aun así la palabra perdón sigue siendo muy grande para mí. Tal parece que estoy condenado a amarte en silencio por el resto de mi vida, aunque tú pienses lo contrario, puede que eso sea mejor.
Eso es lo que pienso pero la agonía no aminora, cierro mis puños con fuerza, mis ojos arden y una lágrima traicionera se desplaza por mi rostro. Rápidamente llevo mi mano hasta ella para borrarla, mis movimientos atraen tu atención hacia mí y oculto mis ojos con mi cabello sabiendo que me miras con curiosidad.
- ¿Sucede algo Shuu? – tu sonrisa se ha ido, parece como si quisieras decirme algo pero debo de estar equivocado, soy yo quien quisiera decirte y preguntarte demasiadas cosas. Lucho contra el nudo que se ha formado en mi garganta y la opresión en mi pecho que me lastima y me impide respirar.
- Nada que sea de tu incumbencia Ishikawa
- Solo me pareció que querías decirme algo– Te encojes de hombros restándole importancia y aun así tu voz tiene un tinte de decepción
No respondo, llevo mis pasos hacia la salida, me despido de Nii y Ryo. Salgo a la calle, el viento está frio y llueve un poco, no traje conmigo una sombrilla pero da igual, con la chamarra debería ser suficiente. Escucho tus pasos acercarse hasta donde estoy; frotas tus brazos intentando apartar el frio de tu cuerpo. Niego con la cabeza evitando una sonrisa, has vuelto a olvidar tu sombrilla y tu abrigo en casa, nunca cambiarás Sato.
Me desprendo de mi chamarra y la coloco sobre tus hombros sin mirarte realmente, si lo hago justo ahora muy probablemente me quebraré.
- Shuu no...
- No te la quites, yo vivo más cerca así que está bien
- Pero...
- Solo lo hago porque será una molestia si el vocalista pierde su voz por un resfriado
Doy la vuelta y me marcho sin esperar una respuesta, realmente ya no espero ninguna que venga de ti, de ningún tipo, estaré bien siempre y cuando tú también lo estés, aunque mi corazón y mi mente permanezcan llenos de dudas.