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He likes beer, me too. por waka-yukari

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Notas del fanfic:

Un fanfic Madcy para el grupo Hannibal slash en español. 

Después de un largo trago, dejo la cerveza sobre la barra, bebió lo último en su garganta para luego remojarse los labios con su lengua. Tenía ya tiempo esperando en el lugar, debía ser paciente. Sus pies rebotaban arriba abajo demostrando lo impaciente que estaba. Tenía tiempo que no se veían y eso que el último año habían estado juntos mucho tiempo.

Después de darle de nuevo una revisada al lugar la puerta del bar se abrió sonando la campana que llamo su atención para que mirara hacia la puerta, donde finalmente lo vio. El hombre más “hermoso” que conocía en todo el mundo. Una cabeza más bajo que él, cuerpo definido, ojos azules como el mar y sus rizos castaños un poco largos. Tomo un respiro cuando sus miradas se encontraron y ambos se sonrieron. Mads enderezo su postura al ver como Hugh llegaba hasta él, casi poniéndose de pie para extenderle la mano y saludarlo. Esa amplia sonrisa que solo Hugh le daba hizo que se estremeciera.

-          Siento el llegar tarde Mads, el trafico , la lluvia, lo siento en verdad- Mads golpeo su hombro

 

-          Está bien hombre, no pasa nada, ya llevo mi primera cerveza- Hugh le sonrió y señalo el asiento casi diciendo “¿puedo tomar asiento?”. Los ojos de Mads se abrieron como dos platos por la repentina educación de su compañero

 

-          Claro, claro. Adelante no es mi bar así que puedes hacer todo lo que está permitido dentro de la ley- tomaron asiento y Mads le hizo una señal al barman para que los atendiera- dos whiskeys por favor- el mesero asintió

 

-          Enseguida señor- Mads giro su cabeza hacía Hugh y le sonrió pero luego su sonrisa se desvaneció al ver a Hugh un poco pálido

 

-          Hugh ¿todo bien?- apoyo su mano en el ante brazo del castaño  y lo agito un poco. El contacto se sentía caliente a pesar de la ropa que llevaban puesta

 

-          Eh, si…solo que yo…bueno- se paso la mano por el cabello- verás vengo de una entrevista para una revista local y no, no he podido comer nada. Era comer o no llegar contigo- la repentina confesión hizo que el corazón de Mads diera un vuelco

-          Oh, hombre, que lindo detalle de tu parte pero de ahora en adelante que salgamos quiero que me digas que es lo que quieres hacer. No dejes que decida por ti, eres mi invitado y un gran amigo así que si quieres ir a cenar iremos a cenar- los ojos de Hugh se abrieron como dos platos al escuchar esas palabras y le sonrió. Aunque en el fondo dolía al dejar solamente unas palabras en el aire.

-          En verdad, gracias Mads- los dos se pusieron de pie. Hugh se adelanto mientras veía como su amigo platicaba con  el mesero para mover su orden de lugar en el bar.

Mads era el hombre más ligero, educado, amable, sencillo que había conocido. Su herencia danesa, su cabello rubio, esa barba, su bronceado y sus ojos color avellana, la madurez que el hombre desprendía y la inteligencia era un juego peligroso para Hugh. Le hacía temblar pero a la vez quería sentirse protegido por esos mismos brazos. Algo que sabía que nunca sucedería.

Vio como se acercaba a él, Mads paso por delante de él para mostrarle su nueva mesa. Los dos llegaron y tomaron asiento, vieron el menú durante unos minutos e hicieron la orden. Antes de que los platillos llegaron los vasos con whiskey habían llegado.

-          Haría un brindis pero no tengo nada en el estomago, no queremos que me saques a rastras y haciendo  un espectáculo o ¿sí?- Mads casi se ahoga por el comentario de su compañero

-          Sería fantástico ver eso, tengo tiempo que no veo que hagas eso y es todo un espectáculo-

Ambos eran actores que por mera casualidad se encontraban en un pueblo confinado de Finlandia, Mads con una película y Hugh para una entrevista y recibir varios premios de dicho país. Si hacían un espectáculo o no, nadie se daría cuenta más que los medios locales que estaban a unas horas de la vida urbana.

El mesero llego con las órdenes de hamburguesas y las papas fritas, refresco y una gran malteada.

-          Provecho- dijo el mesero antes de irse y dejar a un Hugh sorprendido al ver que la malteada de fresa era para él

-          ¿Una malteada? Pero ¿cómo?- la tomo entre sus manos como si fuera la última malteada del planeta

-          Recuerdo las cosas que la gente importante para mí me dice Hugh, se que hace tiempo mencionaste que era tu favorita y como nuestra salida de cervezas se ha convertido en una cena de un viernes por la noche después del trabajo  no vi el por qué no pedirte una- la ceja de Hugh se alzo ¿cena de viernes por la noche? Se pregunto

-          Oh no, te equivocas ¿quién dijo que no sería de alcohol?- Hugh tomo el vaso con whiskey y se lo puso a la malteada- sé que es un poco femenino, hacer una bebida pero no podeos desaprovechar esta oportunidad- Mads se asombro

-          Vale, pero antes come no queremos un espectáculo en un pueblo confinado en Finlandia o ¿sí?- en ese instante Hugh comenzó con su cena a la vez que Mads le hizo compañía

-          Te seré sincero Madcy…- Hugh se sonrojo y no respiro hasta ver cuál sería la respuesta de Mads al ser llamado así.

Hugh al fin pudo respirar cuando una leve sonrisa y un sonrojo inminente se apoderaron de Mads, agacho la cabeza y jugó con la kétchup de sus papas fritas.

-          Dime, te escucho- dijo mientras comía sus papas mirando hacia ellas

-          No me gusta el whiskey…me gusta más la cerveza- las cejas de Mads se alzaron y dejo su boca abierta

-          Bueno yo, lo siento, no lo sabía y sinceramente a mi tampoco pero no sabía que pedir. Debí haberte esperado – dijo mientras seguía haciendo un revoltijo son su comida

-          Está bien, no lo sabías pero ahora lo haces así que…¿qué tal si empezamos?- tomo la malteada y la coloco enfrente la cara de Mads - ¿salud? – un gran sonrisa cruzo por el rostro de Mads y levanto su vaso para brindar

-          ¡Salud!- el choque del cristal resonó por el lugar

Los dos se dirigieron a la barra para comenzar las rondas de cerveza que se extendieron hasta el amanecer. Hugh era el que había tomado de más y Mads aún se mantenía además de quien sería el responsable de cuidar a su compañero.

-          Hey, Madcy en verdad ¿soy tu amigo?- la repentina pregunta sorprendió a Mads obligándolo a mirar a un triste Hugh

-          ¿Por qué la pregunta?- Hugh dio un largo trago, trago y luego mordió sus labios nervioso y sonrojado, miro hacia otro lado

-          Hace rato me dijiste mejor amigo ¿es solo que soy para ti? Un amigo….- Hugh lo miro con tristeza y miedo de la respuesta que esperaba

-          No es lugar para hablar de esto Hugh, vamos a tu casa ya estás muy ebrio- Mads dejo el dinero sobre la barra. Tomo a Hugh de la cintura y paso un brazo su cuello. Mads no esperaba que su entre pierna reaccionara al contacto cálido de sus cuerpos y menos por el olor que Hugh desprendía

-          Maldición….- de repente unas ganas inmensas de decirle todo a su compañero se apoderaron de él pero no era lo correcto

A rastras lo metió al coche y lo llevo hasta su casa de alquiler temporal en Finlandia. Hugh estaba medio dormido para cuando llegaron, metió sus manos en los bolsillos delanteros.

-          Mierda…- pudo sentir el duro miembro de Hugh rozar con su mano dentro del bolsillo, como pudo saco las llaves, lo saco de la camioneta y lo arrastro por el porche para llegar a la casa. A ciegas y por la oscuridad tardo en poder abrir y entrar. Con la pierna cerró la puerta, aventó las llaves sobre la mesa de la recepción y se llevó a Hugh al cuarto.

Entro a una pequeña habitación muy sencilla, una cama el televisor y un sillón. Las paredes eran de un rojo ladrillo y la de la cama color blanca. La cama era grande como para dos personas.

-          Vamos Hugh, vamos a recostarte- lo coloco sobre la cama

-          Está fría, se siente frío…- murmuró entre sueños. Mads no entendía a lo que se refería ya que la calefacción estaba encendida. Tomo sus pies y le saco los zapatos, cuando vio la demás ropa no sabía qué hacer con lo demás. Se moría de ganas de quitarle todo y verlo, ya lo había hecho pero no completamente desnudo. La cerveza lo tenía así, seguro era eso.

Antes de poder darse la vuelta Hugh lo tomo de la muñeca, Mads giro para mirarlo y ahí se dio cuenta de todo: no era la cerveza. Hugh estaba sonrojado y nervioso pero a la vez dolido. Se regresó y se sentó a su lado.

-          Hugh, no estás en tus cinco sentidos, duerme. Mañana hablaremos de esto- Mads sabía que

-          Yo, yo no estoy ebrio pero si eso es lo que quieres…está bien- soltó la muñeca de Mads y la puso contra su pecho, así estuvo unos momentos hasta que se deslizo por debajo de las sabanas y se cubrió con ellas.

-          Hugh…-

-          Vete, gracias pero en verdad vete Mads…- sollozo Hugh y trato de ahogar su repentino llanto no quería llorar, no delante de quien no lo amaba

-          ¡HUGH!- de repente el castaño sintió un cuerpo presionando contra el suyo, las sabanas volaron sobre su cabeza. Sus ojos se abrieron como dos platos al ver a Mads encima de él y sentir sus manos sujetada por encima de su cabeza- basta, basta Hugh Dancy, basta- Mads se veía enojado, respiro hondo y luego se apodero de los labios de Hugh en un beso apasionado, demandante, excitante. Hugh abrió y cerró sus manos, curveo su cuerpo para sentir más el gran cuerpo que lo aprisionaba, sus pies se enroscaron y poco a poco comenzó a excitarse. La lengua de Mads delineaba sus labios lentamente.

-          Hugh…- susurró sobre sus labios Mads al momento de tomar aire, Mads se presionó más y ambos gimieron cuando se dieron cuenta de las dos grandes erecciones frotándose entre si

-          Mads, yo…hnnng- no pudo terminar al momento de sentir como Mads restregaba su dura erección contra la de él por encima de la ropa. Las caderas de Mads subían y bajaban- si sigues…me correré, Mads- antes de poder hacerlo de nuevo sus labios se unieron en un beso lujurioso, tocándose las puntas de las lenguas, dando pequeños mordiscos. Era un beso de necesidad, de reclamación. Los roces aumentaron de velocidad haciendo que Hugh se corriera, se separó de los labios de Mads para arquear su espalda y poder gemir con libertad. Los ojos de Mads observaban semejante espectáculo, no lo dudó un instante al ver el cuello descubierto en forma de sumisión de Hugh, lo tomo del cabello y lo llevo hasta él para morder el cuello haciendo que nuevamente Hugh tuviera un segundo orgasmo y a la par el mismo.

-          Lo siento…- Mads se puso de pie y corrió al baño  que estaba del otro lado de la habitación y eso hizo pensar a Hugh que lo dejaba después de hacer algo como eso

-          Mads…yo…- las lágrimas inundaron sus ojos pero se detuvieron al ver a Mads en la puerta con ropa limpia y una toalla

-          Ven Hugh, vamos a cambiarte y que vayas a dormir-

Después de ese encuentro pasaron unos meses donde ambos protagonizaban una película. Las entrevistas, las sesiones de fotos estaban en todo su apogeo.

-          Mads, tu siguiente entrevista es unos minutos ¿estás listo? – Mads apago su cigarrillo y lo coloco en el cenícero

-          Si , vamos- la asistente se quedó quieta al ver a Mads caminar hacía el estudio

-          Y…¿Hugh?- Mads miro para todos lados

-          Oh, él, bueno, tiene escenas que grabar así que yo tomare la entrevista por dos- la asistente sonrió y lo guio hasta el estudio.

El silencio reino en el estudio cuando Mads respondió la pregunta del entrevistador:

-          ¿Ustedes dos tienen que trabajar la química entre ustedes detrás de cámaras? – Mads sonrió como un estúpido al recordar esa noche

-          Bueno a Hugh le gusta la cerveza y a mí también me gusta la cerveza…- 


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