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Promesa por Kura-chan

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Notas del fanfic:

Los personajes pertenecen al mangaka Yoshihiro Togashi.

Así como al manga Hunter x Hunter

Notas del capitulo:

Primer capitulo nuevamente.

Decidí volver a escribir todo el fanfic. Espero sea de su agrado.

No pondré mayores especicficaciones ya que está realmente claro

Pd. Yo les iré poniendo al tanto de las nuevas actualizaciones, no lo subi como nuevo fanfic así que los demás capitulo siguen ahí con la antigua redacción. POR AHORA DISFRUTEN DEL NUEVO CAPITULO

Gracias por leer

dedicado a todas mis hermanas

:D

ENJOY

PRIMER CAPITULO: A la luz de la luna

--¿6 meses?, no, tal vez un año, ¿Cuándo fue la última vez que contemple aquellos ojos?—

--Al principio eras no más que un enemigo peligroso para mí, mataste a mis camaradas….

No tenía otra opción…

--Al vernos por fin frente a frente me sorprendió tu enorme determinación. Rojo como la sangre, tu manera de mirarme, simplemente era única

Y entonces yo…

Formaciones rocosas y paisajes sin vida eran la única compañía para él.

La soledad no lo afectaba, la situación en la que estaba no era la más favorable, el Geney Riodan aún buscaba soluciones, el aún tenía la cadena apuntando su corazón…

  

Popularmente llamada “La ciudad que nunca duerme” desde los callejones más asquerosos donde merodea la gente más impúdica con las costumbres más repulsivas hasta los amplios pasillos adornados con costosos cuadros de los mejores artistas de la época. Cada individuo siempre se encontraba ocupado, corriendo de un lado para el otro como si todo el tiempo tuvieran prisa, así funcionaba York Shin.

El tiempo transcurrió con bastante rapidez, era casi como un sueño el recordar los sucesos de hace algunos meses, todos ya habían partido dejándolo solo con sus obligaciones a pesar de su delicado estado de salud, pues no tenía otra opción. Aquella vida era la que había planificado desde muy corta edad, nunca estuvo tan cerca de cumplir su venganza, para lo único que vivía, era momento de dejar de anhelar en pequeños sueños todo lo que no logró hacer debido a las circunstancias. Era momento de despertar y afrontar su realidad.

--Kurapika, guardaespaldas principal de la Familia Nostrade—

--Buenos días, estoy a sus órdenes Jefe—

Con una apariencia tan delicada, una rubia callera y algo larga casi llegando a sus hombros, unos bellos y grandes ojos color zafiro, su pálida piel contrastaba muy bien con el rubor de sus mejillas. Un cuerpo esbelto y algo delgado, la mente maestra de muchas de las mejores estrategias. Con tan sólo diecisiete años de edad se había ganado un prestigio irrefutable.

Su actitud siempre tan sería y entregada a las futuras misiones era su sello principal, sin importar el peligro, la enfermedad o incluso su propia vida…

--Tengo una nueva misión para ti—dejó salir su aliento con un deje de molestia. Su trabajo no le permitía estar en casa un solo día en completa paz, pues si no fuera por sus constantes viajes y negocios no hubieran llegado tan alto, aunque precisamente ese era el problema principal, hace mucho que su fortuna empezó a decaer y precisamente por lo ocurrido hace algunos meses.

Light Nostrade, la cabeza de lo que un día fue una poderosa y temida organización se encontraba sentado en la sala de su hogar con el único fin de complacer los caprichos de su pequeña hija quien había sido la principal fuente de su riqueza por años pero también la más afectada en los últimos meses.

--Necesito que la escoltes y cumplas con todas las condiciones que ella te ordene—dijo mirándolo muy seriamente a los ojos, si algo había sido ya comprobado varias veces era que ninguna misión era tan peligrosa o hasta tediosa que tener que obedecer los caprichos de una molesta niña quien gracias a su posición se sentía en la potestad de realizar lo que ella deseaba ya sea con los sirvientes, guardaespaldas o hasta su propio padre. Neón Nostrade la encargada de la multimillonaria fortuna, todos por un don que le fue otorgado desde su nacimiento. Responsable de las predicciones más acertadas en todo el mundo, con tan sólo quince años, se encontraba en la cima o eso fue de su vida.

Aún algo nervioso por su nueva tarea asignada se atrevió a cuestionar –Señor, entiendo muy bien sus órdenes pero me gustaría escuchar más detalles acerca de la misión—

-- ¡¡¿ Misión?!!—apenas escuchó la voz de su guardaespaldas favorito al que consideraba mucho más de un empleado de su hogar se aproximó muy enérgicamente.

--Me temo que esto no es como a lo que estás acostumbrado Kurapika-chan—guiño muy coquetamente un ojo mientras elevaba con sus dos manos unos muy coloridos vestidos.

--¡¡Hoy nos vamos a divertir!!—

El tan sólo verla así de emocionada y mucho más que eso el detalle de la indumentaria que traía en sus manos le hizo poner los nervios de punta, la seriedad tan característica del joven de cabellos dorados se esfumó y sólo atinó a girar en busca de su posible salvación, si bien algo a lo que si tenía temor era a Neón.

--¡Jefe!...—

Pero sólo una ligera brisa quedaba de lo que hace un momento fue la cabeza de la familia

--¿Jefe?...— No podía creerlo.

--¡¡No hay tiempo que perder!!—una pequeña pero increíblemente fuerte mano lo tomó por el cuello.

--Pero…--

--¡¡No hay tiempo!!—

Un risita muy discreta y un ademán de despedida fue lo que recibió de aquella mujer a lo lejos, sabiendo de antemano a lo que se iba a enfrentar lo mejor sería desearle suerte. Kurapika era arrastrado por los pasillos mientras se veía siendo alejado de su mejor amiga quien permanecía escondida atrás de las cortinas. ¡¡Ayúdame!! Suplicaba para sí y aunque sabía que no sería de nada se limitó a seguir intentándolo.

No pasó mucho tiempo hasta que se escuchó un grito retumbar por toda la mansión.

--Al parecer al anochecer la señorita Neón tiene una reunión o más bien una fiesta con sus amigas, el lugar es bastante alejado y necesita un guardaespaldas, pero la reunión solo es de chicas por lo que obligaran a Kurapika a….

 

--¡¡Vamos Kurapika-chan!!—por los pasillos atestados de curiosos sirvientes se encontraba también una mujer algo peculiar, de pequeña estatura y de apariencia no muy agraciada, Senritsu quien no podía dejar de reír por la suerte de su amigo.

--¡¡No, Señorita!!—pues no podían faltar los ruegos del afectado, negándose a salir de la colorida habitación de la niña.

Y los intentos por jalarlo se incrementaban – Ya te he dicho que me llames por mi nombre ¡¡¡Vamos!!!--

--¡¡No!!—

--¡¡Kurapika!!—

--¡Si me permite interrumpir se les hace tarde!—muy bien parada en la mitad de la discusión Senritsu hizo acto de presencia muy contenta por su no muy oportuno aviso.

--¡¡¡No puede ser!!!—

Siendo que dentro de poco sería la mitad de la tarde, los involucrados subieron a su respectivo transporte. Kurapika finalmente se encontraba frente al volante esperando a que su escoltada se acomodara el cinturón de seguridad con una no muy agradable expresión en su rostro.

--Buen viaje—por su izquierda no dudó en exhibirse muy divertida.

--¡¡Cierra la boca!!—exclamó totalmente ruborizado.

--Vaya realmente te ves muy bien—continuó la mujer esta vez dándole unos pequeños codazos en señal de complicidad, estaba sólo a un paso de…

--Senritsu, juro que cuando regrese voy a…--

--¡¡Vámonos!!—y pisó el freno como si su vida dependiera de ello, la mujer regresó a cumplir sus labores diarios aún muy contenta, escuchando las voces discutiendo cada vez alejándose y sintiéndose agradecida que después de tantos conflictos al fin sus seres queridos reciban un día de diversión.

Buena suerte Kurapika.

 

--Si me lo permite, no le veo la utilidad a este artefacto—una vez ya en medio de la carretera empezó a desprenderse de varios de los adornos que la niña había colocado sobre su cabeza, extendiéndolos hacía sus manos.

--¿Eh?—empezó a lloriquear –No digas eso ¡todo es parte del atuendo!—hizo un tierno puchero mientras trataba de acomodarle nuevamente su increíble peinado.

--No puedo ver—

--¡No te muevas!—

--Pero…--

--¡Mira! Tu corsé se ha soltado, lo acomodaré—

--¡¡Ayuda!!--

El camino empezó a ser cobijado por una delgada capa rojiza, aquella que advierte la grata visita de la gran luna junto a sus inseparables estrellas, las montañas se tornaron de un color casi mágico y la empedrada calzada no paró de brillar por el resto de la noche, sin duda se estaban alejando del territorio conocido y eso emocionaba mucho más a la risueña niña quien después de varios intentos logró acomodar a su gusto el lujoso y llamativo atuendo de su guardaespaldas. Un conjunto que por supuesto no pasaría desapercibido; transportándose a la refinada edad media, el vestido de color carmesí descubierto en los hombros así como en la mitad del pecho, resaltando una figura envidiable, el firme corsé sujetado con cuerdas muy resistentes, mucho más abajo los detalles más extravagantes, un gran faldón tan amplio pero no tanto como para opacar las piedras preciosas en toda la prenda. Neón disfrutaba mucho de esa clase de vestimenta y algo que le agradaba en mayor cantidad era vestir a su mejor guardaespaldas también, al parecer siempre olvidaba el detalle de que era un chico.

--¿Cuánto más falta?-- pregunto Kurapika.

-–Mmm serán unas 3 horas más –

--¿En verdad? No creo que haya civilización mucho más lejos—

--Tú, confía en mi primor—soltó muy segura sin embargo el confiar en ella era el mayor problema siempre.

Pasaron unos minutos en silencio, pero Neón no era de las personas que disfrutarán el silencio así que empezó a hablar de trivialidades. Kurapika solo trataba de concentrarse en manejar ya era bastante tener que lidiar con un vestido que limitaba sus movimientos y llegar a una casa que parecía inventada por los delirios de una adolescente. ¡Vamos! ¿Quién podía vivir en un desierto?, en el que solo habían plantas rodantes, cactus y aullidos de coyotes.

 

--Kurapika, he estado practicando invocar al adorable fantasma— así sin más saco el tema, algo que muchos prefirieron guardárselo por meses, aquel que le brindaba su incondicional ayuda para realizar sus labores y así incrementar su ya escasa fortuna.

--¿qué?—fue la improvisada respuesta del muchacho.

--¿Recuerdas que me dijiste que lo intentará? creo que puedo volver a predecir el futuro lo he estado practicando ¿te gustaría que te haga una predicción?--

Se veía algo aliviado por sus palabras, es decir en un principio ella tuvo una crisis emocional debido a la pérdida de su habilidad para predecir por lo que pasó un buen tiempo en cama sin probar un solo bocado, sonrío muy sinceramente al notar no solo que ella se recuperó sino que era tan persistente que seguía intentándolo, aún así esos eran temas delicados que prefería pasar por alto.

--mmm, realmente preferiría no saber mi futuro--

--¡Oh! vamos Kurapika tu dijiste que practicará, detén el auto y escribe tus datos en esta hoja-- dijo extendiendo una hoja hasta su rostro. Era más que obvio que Neón no pararía de insistir así que no le dejo elección además de evitarse un berrinche.

--¿Si acepto dejarás de patear el asiento?

--¡Siiiiii!--

--Está bien...-- Kurapika freno el auto y tomó la hoja, escribió los datos necesarios y se la devolvió a Neón sin más. La chica grito emocionada y ansiosa.

--¡Ojalá salga algo de tu vida amorosa!-- mencionó con los ojos brillando.

Por otro lado él simplemente se limitó a suspirar y reanudar su camino.

–-¿Kurapika no te ves emocionado? ¿Mis amigas estaban emocionadas y tú no?-- el muchacho quería responder que él no era una mujer, pero gastar palabras tratando de explicarle algo evidente a Neón era algo que tampoco haría.

La joven invocó al adorable fantasma escritor, una gran oportunidad para comprobar si lo que decía la niña era verdad, Kurapika activó gyo[i] en sus ojos. Una ligera muestra de nen, podía  ver como algo guiaba la mano de la chica, sólo eran los brazos del fantasma no había cuerpo, era una imagen extraña. Ella no duro mucho en ese estado, sin embargo a diferencia de sus predicciones anteriores, esta al menos era legible aunque faltaba un párrafo solo habían unas cuantas letras al inicio de este...

Cuando la madre de los cielos te ilumine,

En la oscuridad encontrarás cobijo,

Dos estrellas fugaces se encontrarán

No toques las rosas, ni deshojes al crisantemo

 

Abril será cautivado por Octubre,

Octubre está cautivado por Abril,

Es tiempo de crear nuevos caminos

En una habitación, Venus y Marte reencarnaran.

 

La unión de los dioses se prolongará,

Depende de ti ------- ------- ---- -- -----

Sangre --------- --- ------ ---

--------- ----- destino -- -- muerte.

 

Kurapika no se veía intrigado, algo curioso pero no había sentido en lo que estaba escrito, las predicciones de Neón solían ser así. Dejó de perder el tiempo y soltó la hoja siendo recibida por la muchacha.

--¡Aquí dice Venus! Probablemente encuentres al amor de tu vida!-- Empezó a leer su escrito.

--Se supone que no deberías husmear en el futuro de lo demás--

--¿Hay algún chico apuesto que este ligando contigo?--

--Señorita—

--¡Oh! Ya estamos muy cerca

--Me podría devolver mi…--

--Gira por aquí—

--…--

 

No se lo esperaba realmente pero al dar la vuelta se pudo divisar una gran mansión, muy colorida y sobre todo muy ruidosa.

--¿Realmente vive aquí?—soltó muy sorprendido

--Es que mi amiga es algo tímida—

--¡Esto es ser tímida! Dudo que alguien pueda vivir…--

--¡Vamos!—

Y lo tomo por el brazo para jalarlo, Kurapika se dejó llevar  sólo hasta el momento en que vio a un grupo de chicas muy al “estilo Neón” acercarse o más bien amontonarse a recibirlos, fue entonces cuando recordó su no muy agraciado aspecto y no pudo evitar sonrojarse completamente.

--¡Amigas!—corrió hacía ellas.

--¡Neón!—

El encuentro se dio muy ruidosamente, mientras muchas se abrazaban y otras cantaban por el gozo de verse juntas la más pequeña, la anfitriona de la reunión y de las pesadillas del joven alzó a ver para encontrarse con una persona más.

--Neón, no nos has presentado a tu amiga—

Y  al término de estas palabras todas dirigieron su atención hacia  “ella”. La enorme energía proveniente del grupo era tan tenaz y atemorizante, si bien jamás había tantos problemas en sus misiones pues siendo entrenado arduamente se había convertido en alguien digno de admiración pero al igual que todos los guardaespaldas, sirvientes y el propio jefe tenía un temor natural hacia Neón y como no sentirse mucho más intimidado al ver a un grupo muy semejante a ella, era como ver doce Neón acercarse a él, no podía soportarlo.

Será una larga noche pensó mientras agachaba su ya muy ruborizado rostro.

 

Las horas transcurrieron de la manera más lenta, las chicas parecían muy entretenidas en sus charlas y no dudaban en hacer toda clase de espectáculos ridículos con el fin de hacer reír a las expectantes, gritaban y parecían no molestarles el hecho de que habían alzado el volumen de la música hasta el punto de llegar a ser insoportable.  El ambiente tan asfixiante obligó al único chico a tomar un pequeño descanso, sabía de antemano que no podía dejar a Neón sola pero ya no soportaba, decidió dejar a su jefa cuidarse sola por unos minutos y él sigilosamente se deslizó por los pasillos de la mansión. Una vez  ya afuera respiro profundamente y emprendió su momentánea huida, intentó acelerar su paso, correr hasta no se escuchar ni un solo sonido mas su vestimenta no se lo permitía, varias veces tropezaba y muchas otras más casi caía, no continuó su camino, se detuvo inesperadamente y no sólo por el hecho de tener dificultades sino porque se había encontrado con un escenario muy de su agrado.

Era prácticamente un risco pero lo fascinante era la vista que proporcionaba, la ciudad desde aquel ángulo era increíble, las luces provenientes de cada casa eran el personaje principal en aquel conjunto de formas sorprendentes, nunca lo  notó pero cada lugar de la ciudad de York Shin se encontraba construida de una manera perfectamente planeada, el objetivo, dar una increíble vista desde puntos muy lejanos.

--En verdad nos hemos  alejado bastante—susurró mientras sentía y aceptaba muy relajado las caricias del viento, tan juguetón, frío, algo fuerte para lo que estaba acostumbrado. Sin importar todo lo que tuvo que pasar no sólo ese día, toda su vida. Él decidió quedarse allí.

Era todo lo que necesitaba.

--Es una bella vista--

Pero una nueva voz lo hizo despertar de su trance, no reaccionó bruscamente a pesar de la sorpresa; el viento volvió a hacer de las suyas y revolvió su cabello, aquella acción también movilizó su pendiente, el mismo que rosó su mejilla y entonces algo inundó su cabeza.

No dijo nada,  estaba algo nervioso ese instante pero por alguna razón aquella voz le sonó muy familiar, casi temblaba, pero tenía que hacerlo. Se obligó a completar su nuevo improvisado objetivo y se volteó para observar al dueño de aquella voz.

¿Cómo podía ser posible? ¿Es él? ¿Estaré alucinando por el cansancio?

Varias cuestiones lo aquejaron pero Kurapika continuó sin decir nada, lo miró, lo observó, lo examinó de pies a cabeza ¡no había duda!

La persona que tenía en frente era y no era. Hace meses que todo había aparentemente terminado y él por supuesto que tenía la intención de volverse a encontrar con él pero aún no se sentía listo, era muy pronto y mucho más que eso le preocupaba su apariencia. Como había hecho costumbre esa noche, una vez más bajó su mirada completamente ruborizado…

Sólo aquella traviesa bailarina, que en cada paso congelaba más el lugar y mucho más bello, la mágica vista a su costado, bajo un estrellado cielo…Los únicos testigos del roce de sus miradas.

Y no supo cuánto tiempo pasó, si tal vez notaron ya su ausencia y mucho menos si su jefa se encuentra bien. Un solo nombre, una sola presencia se apoderó de sus pensamientos.

Kuroro Lucifer.


[i] Gyo (凝, Enfocar) es una aplicación avanzada de Ren por el cual un usuario de Nen concentra una mayor cantidad de aura de lo normal en una parte específica del cuerpo. Gyo aumenta la fuerza de esa parte del cuerpo, pero deja el resto del cuerpo más vulnerable. Gyo se utiliza con mayor frecuencia en los ojos, lo que permite a un usuario de Nen ver el aura y las cosas que de otro modo estarían ocultas(por ejemplo, objetos de Nen ocultos por In)

Notas finales:

Muchas gracias por leerlo, amo esta pareja.

♥♥♥

¿Reviews?

¡¡Saludos !!

Nos vemos en el próximo capítulo.

 


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