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Sales of Love. por Evanences

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Notas del fanfic:

Aquí ésta el primer capítulo.

Notas del capitulo:

Pues ústedes primeros.

Sales of love. Chapter 1.

-Y...¿Dónde dices que lo conociste? Presumo que viene de una acomodada familia Su simple caminar lo demuestra todo, no se encorva como un vago.-Habló su viejo amigo, Lucius, con confianza que habían fortalecido en tantos años de amistad. El alto rubio, procedió a sentarse frente al escritorio de su amigo, quitó uno de sus finos guantes de cuero, y con una sonrisa un poco ladeada, y una mirada mirada algo sugerente, rompio el silencio que había formado hace pocos segundos.-¿Y bien? Severus, confiesa, ¿Dónde conociste a ese bello joven?

-Lo compré.-Habló sin más el hombre frente a él, con voz firme, sin una pizca de arrepintimiento, mientras garabateaba su firma en unos cuantos documentos, su mirada dejo esos papeles, para encontrarse con los sorprendidos ojos grises de su acompañante, ésta vez, él no sonrió de manera burlona ante la épica expresión de su amigo, era bastante hilarante, ver al increíble, Lucius Malfoy, con los ojos tan abiertos, y su quijada desencajada, ante unas simples palabras, dichas por Severus.- ¿Qué... tú...qué? .-En definitiva, él no había dicho eso, no claro que no, él, Severus Snape, ¿Comprando una persona, como si se tratará de una mascota? Era algo sumamente ilegal...Si eras pobre, claro está, está bien, Lucius no era un santo, y él mismo lo sabía, había hecho sus tratos poco honorables, y eso, pero...-¿Compraste qué?.-Volvió a hacer una interrogante, similar a la anterio, pues sus neuronas, parecían haberse negado a trabajar, a conectarse.

-Compré a Harry.-Severus, incluso se permitió reír un poco, de manera silenciosa.-¿Qué? .-Inquirió ante la mirada desaprobatoria de Lucius.- Es perfecto.

-No necesitas repetirlo.-En definitiva, no estaba contento con la descarada confesión de Severus.- ¿Por qué lo compraste? No me agrada la idea que lo utilices .-Se sentía molestó, uno no va por la vida, comprando gente, como si de objetos se tratasen, para luego botarlos, él había vivido con muchas, ''Adquisiciones'' como mencionaban en la sociedad, la gente rica y poderosa, cuando compraba personas para utilizarlos para su perversión personal, no, y jamás pensó que Severus hiciera algo parecido.

-Tranquilo, que él no será una ''Adquisición''.-Severus, pareció que había leído su mente, pues ahora se veía un poco más serio, ante ese tema tan delicado, ellos lo tomaban de una forma distinta, de ver las ''Adquisiciones'', ninguno jamás había tenido ninguna, ni si quiera Lucius había dejado que su hijo, Draco Malfoy, llegará a tener alguna clase de interés ante ellas.

-¿Entonces? ¿De qué se trata todo eso? Sé que es tu vida, pero esto no está bien, él quizá tenía una familia, quizá se había enamorado de alguien, y tú...Ni si quiera puedo pensarlo sin que me hierva algo.-Expusó sin tapujos, con enojo creciente.

-No lo compré para eso, vaya Lucius, me decepciona la manera tan pobre que has pensado de mi.-Sacudió la cabeza fingiendo estar ofendido.

-Entonces, habla ya hombre.-Estaba un poco más tranquilo, pero no más contento, la línea que ahora eran sus tampoco no contentos labios, lo confirmaba.

-Como ves, debo casarme, tener descendecia.-Manifestó.

-Lo sé...-Lucius ya más o menos sabía hacia donde iba esto, lo cuál no sabía si aterrarle, o algrarse en cierta forma.-¿Entonces...?

-Sí.-Afirmó la idea que vagaba por la mente de su amigo.-Él sería el esposo ideal, es un hombre culto, es inteligente, está muy bien educado, sabe cuando debe callarse, es una persona recatada, me respeta sin pedírselo, y me obedece, cada una de mis ordenes sin rechistar o cuestionarme, además, como un extra, claro, es de un muy buen ver.

-Severus...¿Te estás escuchando? .-Ahora, de verdad estaba más calmado, pero no entendía nada, antes que nada, sí, se sentía más contento por el joven que se había topado anteriormente. Severus no era una persona que trataba con mujeres u hombres de dudosa reputación.-¿De dónde sacaste el chico? .-Sentía que ante una respuesta erronéa, golpearía, de una manera no amistosa, al hombre frente a él.

 

-Lo compré a una familia en bancarrota, su padre prácticamente lo tiro ante mí, me dijo que me cobrará con su virginidad, pero que no ejerciera acciones legales contra ellos. Temían más por su mansión, que por su propio hijo.-Habló, sus parecieron haberse ensombrecido. ligeramente, ante los no tan lejanos recuerdos.-Hubieras visto la mirada de pánico que había en ese chico, casi temblaba ante mí, pero no se atrevió a gritarles a sus padres, o a mí, ni a perder la compustura. Fue asombroso.

-¿¡Cómo se atreven!? ¡Qué escándalo! .-Expresó Lucius, ahora molesta por la semejante clase de padres que le habían tocado al pequeño.-Pero asumiré que no aceptaste...¿Verdad? .-Alzó una ceja, interrogante.

-Debo decir...Que no, al menos no del todo.-Eligió sus palabras con cuidado, intentando no romper el frágil temperamento del rubio, viendo que éste estaba por lanzarle lo más cercano, y usarlo como proyectil, le interrumpió.-Lo elegí para desposarlo.-Explicó, para luego dar una leve pausa y volver a pensar en las palabras que utilizaría.-¿Recuerdas a James Potter? .-Rodó los ojos ante el recordatorio de aquél hombre.-¿O de Lily Evans?...-Su rostro se suavisó con tristeza, ante el recuerdo de aquella mujer honesta, que una vez llamó mejor amiga, ahora, nada comparado con la pálida sombra de lo que llego a ser.

-Claro, claro...Ese cretino arrogante.-Parecía ser, que tanto él, como Lucius, compartían de alguna manera el mismo resentimiento ante ese despreciable ser.-No me digas que...No, no, ¿Te vendió a su propio hijo? ¿Su propia carne y sangre? .-Se miraba impresionado ante aquella noticia.-Pero Lily se opusó, ¿Verdad? .-Se intentó auto-tranquilizar, sabía que clase de persona era Lily, y sabía que ella jamás haría algo similar como su esposo.

-No.-Su voz salió seca, y en un tono susurrante, como si le doliera pronunciar aquellas palabras.-Ella misma, casi desvestía a Harry, ante la mirada de los presentes, solamente para que yo, me ''Deleitará'' de su hijo, y me convencierá.-Soltó, estaba enojado, con James, con ella.-No es nada comparado al pasado, Lucius, absolutamente nada, parece que jamás la hubiera conocido, estaba desesperada porque me llevará a su hijo a una de las habitaciones, y él, era totalmente distinto a ellos, él no quería hacerlo, pero sabía que sería capaz de obedecerlos, como deber de hijo.

-¿Ella? ¿Estás seguro? .-Lucía más confundido que antes, se negaba a creer semejante calumnia.-¿De verdad? Entonces, haz hecho muy bien en sacarlo de aquél lugar, pero, ¿Cómo lo haz traído? .-Esa pregunta había raspado por todo su cráneo, hasta que logro salir por sus labios.

-Hice que firmarán los documentos de compromiso.

-¿Así nada más? ¿Sin detenerte a pensar? .-No era que lo estuviera cuestionando, ni mucho menos reclamándo, solo que parecía que había hecho las cosas de una manera muy a prisa.

-Yo jamás me equivoco con la gente, jamás, yo sabía que Lily se transformaría totalmente en otra persona, tan distinta a ella, sabía que al lado de aquél infeliz, ese bastardo. Y mira, tenía razón, me dio a su hijo, lo compré, les di una suma de dinero, a cambio, además, prometí que no volvería a pisar sus tierras para que pagará sus deudas.

-No me convence...-Habló después de meditarlo un poco.-Ellos se merecen un castigo.

-Por su puesto, ¿Creés que no lo pensé? Prometí que yo no volvería, pero jamás dije que no mandaría a mis abogados a embargar sus tierras, ellos no merecen nada de lo que tenian en esa casa, ni si quiera a su hijo, me lo traído conmigo. Supé que era especial, después de intercambiar unas cuantas palabras después.-Apartó los documentos donde había estado poniendo parte de su atención, para encarar a su amigo, y poder relatarle con más detalles aquél encuentro.-Hubieras visto, a pesar de la mala educación de sus padres, él, con la más suplicantes de las miradas, intentando, a pesar de su ligero llanto, sonar educado, me dijo, ''Por favor, perdonélos, le pagaremos de otra forma''. Lucius, te juro que sentí que algo dentró de mi pecho, se hacia polvo, y simplemente no podía permitirme dejarlo en un lugar así.

-Ya veo...Él tiene nobleza dentro, una característica irrefutable de un verdadero...-Guardó silencio por algunos momentos, con los ojos abiertos, y la respiración cortada, como si no se creyerá lo que sus propios pensamientos acababan de trasmitirle.-Severus...-Habló en un tono bajo, aún no creyéndose lo que se venía encima.-¿Esto es una broma, cierto?

El aludido, dio una sonrisa, sin poder reprimirla por completo.-Bien...Continua.-Le incitó a terminar de ordenar sus ideas en voz alta.-Una característica, cualidad, ¿De...?...-Utilizó un tono, como si le hablase a un niño pequeño, para animarlo a terminar una frase que desconocía, claro que sin cariño ni amabilidad, sino, con burla e ironía.-¿De...?.-Repitió nuevamente.

-Un...Un...-Las palabras bailaban en su boca, para después, aclarar su garganta, mirarlo a los ojos y decirlo sin dificultad.-Un mago, de magía blanca, un ser de luz, un...Un desendiente de la mismísima Charis, uno digno de ella.

-Exacto.-Fingió un aplauso, ante el logro de su amigo.- Hijo de Lily Potter, y James Potter, claro que ella...Ella no merecía esa desendencia.-Su sonrisa se fue apagando lentamente, decepcionado de su amiga, decepcionado de la sombra de su amiga.

La existencia de la magía, se remontaban a milenios atrás, cuando Liered, un Dios de magía oscura, reinaba todos los mundos creados y por crear, era cruel, destructor, y solamente sabía crear caos, cualquier habitante de cualquier lugar, le temía.

Creaba varios enfrentamientos, entre otros seres, mostruos, bestias, pero no lograban vencerlo, ni si quiera darle algo entretenimiento; aburrido en su trono, esperando una buena batalla, y ésta, por fin llego.

Ante él, Liered, estaba Charis, una Diosa, de magía blanca, que cansada de ver como aquél Dios malvada destruía, ella le enseño a crear, pero no lo logro, pues Liered había sido creado para destruir, no para crear, todo lo contrario a ella, pero Charis, puedo evitar que siguiera destruyendo, Liered, amaba como ella creaba, la amaba a ella, pues hacía cosas que él jamás haría, y eso lo hizo tomarla como mujer, y él dejó de destruir, para comenzar a proteger.

Con su unión, nacieron los primeros magos, su descendencia, hasta llegar al punto que se conocía actualmente.

Existen 3 clases de magos.

Mago oscuro: Es él portador de magia negra, descendiente de Liered, son magos muy temidos, a los que se debe tratar con sumo cuidado, no conocen la piedad, a menos que estos esten aliados, o sean familia. Los magos oscuros, suelen casarse entre su misma clase, pero hay casos, en que magos oscuros, se casan con magos ordinarios, o magos de Albar.

Mago ordinario: Magos que explotan toda su magía existente, pero no se compara con la magía de un mago oscuro, son la clase de magos que más perdura en el mundo. Mago común, es una mezcla de muy baja categoria, debido a que en ésta clase de magos, son de mente pobre, o suelen ser movidos por bajos instintos, no obstante, pueden llegar a ser, o una gran molestía, hasta convertirse en un peligro si es subestimado.

Mago de Albar: Es lo contrario un mago oscuro, son descendientes de Charis, son seres nobles, dóciles, se caracterizan porque no pueden destruir, solo pueden crear, sanar, pues son de magia blanca, quedan escasos, debido a que en una época fueron esclavisados, y tratados con mucha violencia, tanto por magos oscuros, como por magos ordinarios, creando masacres, dejando al mundo al borde de su extinción, si de su clase se habla, en la actualidad, se codicia, admirá y respeta a ésta clase, pues son casi inexistentes, por eso, en la mayor partes de los lugares, no hay árboles verdes, si no palos secos, siempre hace frío, y la mayoria de los magos no conocen el verano, ni las flores, y el tipo de vegetación, es escaso. Los magos de Albar, algunos, al no poseer por completo, pureza de alma, nacen contaminados, y se vuelven seres traicioneros, movidos por sus más bajos instintos.

Estás clases de magos, generalmente, son de famlia, es decir, nacen dependiendo de la clase de magos que fueron de magos, pero los más fuertes, sin importar la clase de magos, a la que pertenezca su familia, podrán nacer como una clase distinta.

-¿Tienes...En está casa...Un...Mago de Albar? .-Se paró de un salto, golpeando el escritorio con las palmas, ante la impresión.-¡Sabía que ese chico era especial! .-Paró su parloteó en seco, recordando que algunos magos oscuros reaccionaban...De una manera algo alterada ante la prescencia de un mago de Albar.-He traído a Narcissa y a Draco conmigo...-Tanto Severus, como Lucius, se miraron con temor e inquietud, para luego, salir apresuradamente del despacho, del primero.

 


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