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El burdel de Tsuzuku por Iratxe

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Notas del fanfic:

Llevaba un tiempo pensando en que quería comenzar un nuevo fic, y ya que daré fin pronto a ''EroWords'' era la oportunidad perfecta para empezar con esto ^^ 

 

El burdel de Tsuzuku...lo llamé así por las fotos que salieron hace unos días en las que Tsuzuku tenía rizos en el pelo y parecía una Madam (según yo) aunque como veréis en el fic...esto no es exactamente un burdel.

 

A pesar de todo así se va a quedar -^- es mi fic y yo mando. 

 

Precuela ya disponible:

http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=159084

Notas del capitulo:

Primer capítulo, como veréis solo es un pequeño ''preludio'' de lo que se avecina con este fic ^^ lo cual es maravilloso. 

 

Irán apareciendo los personajes no os asustéis ya sé que aquí no sale nadie xD Pero estamos empezando

Me abrí paso por las calles oscuras llenas de carteles de neón y bares de ambiente con solo un par de billetes y un papel arrugado en mi bolsillo. En esa pequeña nota tenía todo lo que necesitaba; un nombre y una dirección donde encontrarlo, aunque ya había memorizado ambos de sobra. Finalmente encontré aquel local; el ''Insomnia''. Empujé la maltrecha puerta con ambas manos y un cd repetitivo de éxitos americanos de los ochenta llegó a mis oídos como si lo estuvieran reproduciendo en una gramola vieja. Solo había un hombre en la barra que coincidiera con la descripción que me habían dado, y esperaba de todo corazón que fuera Tsuzuku, porque si no lo era estaba en un buen lío.

 

 

 

–Disculpe...–traté de no molestarlo demasiado con mi tono de voz

 

 

 

Se dio la vuelta y no sabía ni como sentirme bajo su mirada. Tragué saliva porque aquel hombre tenía una expresión realmente amenazadora a pesar de la apariencia casi andrógina que le daba el maquillaje.

 

 

 

–Qué es lo que quieres.–me miró con su vaso de bourbon en la mano derecha, observándome de arriba abajo, evaluándome–No estoy de servicio ahora, este es mi tiempo libre, búscame otro día si quieres pasar un buen rato.–

 

 

 

–No, no me malinterprete...yo...yo venía a pedirle trabajo.–revelé mis intenciones con un poco de miedo por su respuesta

 

 

 

–¿Disculpa?–media sonrisa adornó su cara, dios, parecía tan irreal, de no ser porque sus ojeras denotaban lo demacrado que estaba juraría que era un ángel caído del cielo

 

 

 

–Meto me dijo que estaría aquí...y que dijera que venía de su parte...–

 

 

 

–Meto. Ya veo.–apuró su vaso y se levantó del taburete dejando un par de billetes sobre la barra–Sabe de sobra que no contrato novatos, no sé para qué te ha mandado a verme.–

 

 

 

–Pero me había dicho que...tenía una baja indefinida...y necesitaba que la cubrieran urgentemente.–

 

 

 

–Vaya, está bien informado, ¿eh? Sí. Mia ha salido con las piernas por delante en ambulancia esta misma mañana.–rebuscó en sus bolsillos y sacó un paquete de tabaco–¿Fumas?–me ofreció

 

 

 

–Ah, sí...–cogí uno y Tsuzuku me lo encendió con el suyo, echando el humo por las aletas de su nariz

 

 

 

–Bien.–volvió a mirarme de arriba abajo ya con su cigarrillo entre los dedos–¿Llevas algún micro oculto, debería cachearte?–

 

 

 

–N...no...De verdad, no llevo nada Tsuzuku-san.–debía parecer patético en ese instante

 

 

 

–Más te vale. Porque no me gustan los soplones, a a los que pillo...los devoro.–se rió de forma desquiciada y cambió la expresión repentinamente, observándome con el ceño fruncido–¿Antecedentes? ¿Alguien te busca? No me interesan los problemas con la policía.–

 

 

 

–No, estoy limpio.–no le mientas, idiota, se va a acabar enterando

 

 

 

Me dio las manos y me levantó las mangas para observar mis brazos.

 

 

 

–¿Qué ocurre?–le pregunté, un poco confuso

 

 

 

–No trabajo con ni para drogadictos, y vienen muchos como tú. No tienes marcas, eso está bien. Pero pareces muy joven. ¿Eres virgen?–me lo preguntó directamente

 

 

 

–No.–intenté parecer seguro de mí mismo

 

 

 

–Lástima, podría haber vendido tu primera vez a un buen postor. ¿Te consideras bueno en la cama entonces? Para venir a exigirme trabajo de esta forma.–

 

 

 

–Supongo...–tampoco es que mi vida sexual sea nada del otro mundo, la verdad es que todo era bastante normal, pero esperaba que no rozara lo aburrido y Tsuzuku quedara satisfecho con mi desempeño

 

 

 

–Como te he dicho, no contrato novatos. Quiero hacerte una prueba.–

 

 

 

–¿Perdón?–

 

 

 

¿Se hacen estas cosas? Con la imagen que tenía este tipo a saber lo que cargaba entre las piernas. Espero que no me desgarre o algo, eso no suena nada bien.

 

 

 

–Vamos a un hotel.–apagó la colilla en el suelo y me agarró de la mano, la tenía helada y me estaba clavando los anillos que llevaba, pero no me quejé en ningún momento

 

 

 

Entramos en el primer motel que se cruzó en nuestro camino y Tsuzuku se ofreció a pagar la habitación. Avanzamos por el pasillo pasando de largo por esas máquinas que venden condones y juguetes eróticos. Estaba de lo más nervioso, no sabía qué hacer, solo pensar en lo que iba a ocurrir me hacía entumecerme, pero Tsuzuku era tan...atractivo. Si estuviéramos en otras circunstancias y no tuviera que probar ''lo que valgo'' seguro que me haría disfrutar mucho, pero en esta situación...hasta me temblaban las piernas. La puerta se cerró detrás de mí y recordé todos esos consejos de madre del tipo: ''No vayas con desconocidos, no camines de noche solo, cuando lo hagas con alguien tiene que ser porque lo quieres, no te metas en los malos barrios, no, no...'' Y aquí me encuentro, de pie en frente de un tipo que bien podría matarme si quisiera y deshacerse de mi cuerpo.

 

 

 

–¿Y bien? ¿Te vas a echar atrás? Pareces un corderito asustado–

 

 

 

–No. Esto... ¿qué quiere que haga?–regla número uno, ser servicial con el ''cliente'', ¿no?

 

 

 

–Quiero ver qué tienes para mí.–se sentó sobre la cama–Desnúdate.–

 

 

 

Llevé mis manos a los bordes de mi camiseta y me la quité por encima de la cabeza; cuanto menos pensara en lo que estaba haciendo mejor. Miré a Tsuzuku mientras me desabrochaba los pantalones; se estaba relamiendo y tenía.... ¿la lengua bífida? No me había fijado en eso cuando habíamos hablado antes. Como sea, me bajé los pantalones e iba a hacer lo mismo con la ropa interior pero dudé por un momento.

 

 

 

–Bájatelos.–la voz de Tsuzuku resonó por toda la habitación y fue el único impulso que necesité para quedarme desnudo del todo–No está mal...a ver, da una vuelta.–lo hice–¿Tienes algún fetiche, pequeño? ¿Algo que te guste hacer o que te hagan?–

 

 

 

–No especialmente.–fui sincero, no iba a ponerme a inventar cosas que no pudiera demostrar

 

 

 

–Ya puliremos eso más tarde, acércate.–me llamó con su dedo índice y se desabrochó los pantalones–Arrodíllate y veamos qué tal se te da esto.–sacó su miembro de la ropa interior y me sorprendí no solo por el tamaño sino porque tenía varias perforaciones en él, dolía solo de verlo–¿Asustado?–me preguntó mientras me agachaba

 

 

 

–No.–me lo metí a la boca de todas formas y procuré que aquella fuera la mejor mamada de toda mi vida, aunque esos malditos aros estuvieran raspando mi garganta, lo que resultaba de lo más molesto, no quería vomitarle encima

 

 

 

–Mm...no está mal... Pero te enseñaré a hacerlas mejor.–su mano acariciando mi cabeza–Abre la garganta como si fueras a tragar, así no te darán arcadas.–me indicó

 

 

 

No sabía cómo mantenía el control sobre sí mismo teniéndome entre sus piernas, de verdad debía ser alguien de otro mundo, o yo era mucho peor en el sexo oral de lo que pensaba. A pesar de todo le obedecí y me sentí aliviado porque resultó más fácil de esa forma. Levanté un poco la mirada para comprobar si le estaba gustando pero él estaba mirando a un lugar cualquiera de la pared de la habitación y me sentí un poco tonto.

 

 

 

–¿Mm?–se dio cuenta de que le miraba–Muérdeme un poco, me gusta duro.–

 

 

 

Entendido, señorito difícil. Duro.

 

 

 

–Ah...bien...–siguió acariciando mi cabeza–Tienes que entender las necesidades de tus clientes si quieres ser bueno en esto, pequeño.–echó la cabeza hacia atrás, y me fijé por un momento en el piercing microdermal que llevaba en el pecho, quizá sí que tenga algún fetichismo después de todo, porque me gusta–Mhn...–no fue un gemido, fue más bien un gruñido con lo que acabó por correrse en mi boca, y lo tragué todo por educación–Buen chico...Es probable que algunos clientes te pidan correrse en tu cara, debes estar preparado para eso también.–su respiración a penas se vio alterada–A ver, saca la lengua.–le obedecí, mostrando los dos pequeños aros que reposaban en un lado–Lo sabía.–sonrió de forma sincera por primera vez en toda la noche–Eso será un pequeño reclamo.–se deshizo de su chaqueta para estar más cómodo–Sube a la cama.–se levantó y sus pantalones y boxers cayeron al suelo, las cadenas que pendían de ellos profirieron un sonido metálico al chocar contra él

 

 

 

–Claro...–me quedé sentado en la cama, él llevó su mano a mi miembro rápidamente y empezó a masturbarme

 

 

 

–Veamos cuánto aguantas.–comprobó su reloj de muñeca

 

 

 

A ese ritmo no mucho, no sabía qué me estaba haciendo pero quería correrme ya.

 

 

 

–Aah... ¿Le molesta...si gimo?–se rió en mi cara ante la pregunta

 

 

 

–Les vas a encantar a los clientes, tan dulce.–bajó y se dedicó a lamer lentamente la punta de mi miembro con su lengua, y yo por mi parte a observar más de cerca la forma de esta–Aunque no te guste lo que te hagan, que es lo más probable–volvió a la estimulación manual y me miró directamente a los ojos–Procura hacer que parezca que sí, ya me entiendes.–

 

 

 

–Ah...sí...claro...–me mordí el labio inferior

 

 

 

–Pero ahora no hace falta que finjas. Solo estoy llevando la cuenta de cuánto tardas en correrte–

 

 

 

Dicho así me daba hasta vergüenza pensar en lo que me estaba haciendo, y más aún en lo que me estaba gustando. No sabía si tenía que avisarle de que iba a terminar pronto pero no quería quedar mal de nuevo por preguntar una obviedad, así que simplemente lo hice en su mano.

 

 

 

–Aaah...–me tapé la cara con las manos e intenté normalizar mi respiración lo más rápido que pude

 

 

 

–No está mal, quizá un poco rápido, pero bueno...–se limpió la mano con las sábanas–¿Crees que podrías hacer algún trabajito como activo si no tengo efectivos para cubrirlo en ese momento?–

 

 

 

–Puedo...hacer lo que sea...–

 

 

 

–Así me gusta.–me abrió bien las piernas y me tensé–¿Hay algo que te preocupe?–se colocó entre ellas

 

 

 

–Tu...pene.–

 

 

 

Se va a pensar que soy virgen de verdad.

 

 

 

–¿Los piercings? Me los voy a quitar.–

 

 

 

–¿Ah?–

 

 

 

–¿Ah qué?–empezó a quitárselos y a dejarlos sobre la mesilla–Si te crees que soy tan imbécil como para hacerlo sin protección con un desconocido no has venido al sitio adecuado. No soy un puto cualquiera. Solo me follo así a clientes que tengo controlados y que quieren hacerlo duro con su amo. Y si trabajas para mí tendrás que hacerte análisis para comprobar que estás limpio de todas formas.–

 

 

 

Sí que era un ''empresario serio'' después de todo. Y por lo que había dicho...con sus clientes era del tipo dominante. No me importaría una sesión se ese tipo con él... Me quedé cómodamente tumbado en la cama y apoyé todo mi peso sobre ella, observando cómo Tsuzuku se ponía el preservativo.

 

 

 

–Te enseñaré a ponerlos con la boca más tarde.–se apegó más a mí–No me voy a andar con cuidado. Si no te aguantas me lo dices y se acabó aquí.–me miró serio–Pero espero que no me estés haciendo perder el tiempo, porque no me sobra.–fueron sus últimas palabras antes de hundirse en mí de golpe

 

 

 

–¡Aaah!–me eché hacia atrás del impulso, y no me di contra el cabecero de la cama de puro milagro

 

 

 

–Mm...no está mal...–agarró fuertemente mis caderas entre sus manos y empezó a moverse tan fuerte que parecía que quería clavarme a la cama, así que tuve que aferrarme al colchón para no golpearme la cabeza

 

 

 

–Ah...–intenté centrarme, debía complacerlo, me estaba juzgando después de todo–Tsuzuku...mm...–me agarré a su espalda y la arañé, esperando que le gustara

 

 

 

Un nuevo gruñido en mi oído, y sus dientes clavados en mi cuello.

 

 

 

–Mm...–intenté contraerme rítmicamente para él, sin saber muy bien si estaba acertando con mis movimientos

 

 

 

–Ah...–por fin un gemido por su parte, eso era buena señal, ¿no?–Date la vuelta.–salió de mí–Quiero hacértelo a cuatro patas.–casi ni me dejó hacerlo, él mismo me dio la vuelta y volvió a sujetarme para echar sus caderas hacia delante de un solo movimiento

 

 

 

–¡Aah!–desde este ángulo llegaba aún más profundo dentro de mí

 

 

 

Estuve tentado a morder la almohada. Era un bonito cliché, ¿no? Quizá le gustara y todo.

 

 

 

–Hacía mucho que no me divertía tanto probando a alguien.–recorrió mi espina dorsal con su lengua y me provocó un escalofrío

 

 

 

–Ah...gracias...–

 

 

 

Porque era un cumplido, ¿no?

 

 

 

–Pero aún me queda mucho por probar...–son las últimas palabras que recuerdo haberle oído decir antes de que nos convirtiéramos en una vorágine sexual dando vueltas en la cama

 

 

 

Lo hicimos a cuatro patas, más tarde de pie contra la ventana, incluso hubo un momento en el que pensé que se me iba a salir la cadera del sitio por la velocidad a la que iba Tsuzuku. Me enseñó un par de trucos sobre cuando contraerme para complacer a mis clientes, y me dejó varias marcas con sus dientes. Había sido un poco salvaje pero tenía la horrible sensación de que se había cortado mucho conmigo y que no había podido disfrutar ni una cuarta parte de lo que lo hacen sus clientes en la cama. Ellos están en sus manos después de todo, ¿no? Dejarle a él el control de la situación, no tener que preocuparse por nada...Me preguntaba cuánto cobraría por sus servicios.

 

 

 

Yo por mi parte terminé agotado tumbado en la cama, y él parecía que no hubiera hecho nada; pero se tumbó junto a mí para darme calor. Me quedé mirándolo un rato; en toda la noche no me había besado ni una sola vez y...supongo que eché en falta esa calidez.

 

 

 

–Mm...–se dio media vuelta y buscó sus pantalones en el suelo–¿Quieres el cigarrillo de después?–me ofreció

 

 

 

–No gracias.–me quedé bocabajo en la cama, y me estiré un poco

 

 

 

–Pues yo sí.–se incorporó en la cama y se lo encendió, giré mi cabeza para seguir mirándolo

 

 

 

De no ser porque veía el humo salir por su boca pensaría que no necesitaba respirar para vivir. Era...perfecto. Mientras lo estábamos haciendo a penas si había tenido que hablarme para tenerme totalmente bajo su control; es el tipo de persona que...tiene ese magnetismo que te atrae inevitablemente hacia él. Seguro que tiene un montón de clientes que lo llaman varias veces por semana.

 

 

 

–Oye.–se echó el pelo hacia atrás con una mano y me miró–¿Cómo es tu nombre?–ni siquiera se lo había dicho

 

 

 

–Me...llamo Koichi.–

 

 

 

–Mm...es un nombre bonito.–dio otra calada–Bienvenido al equipo...Koichi.–

 

 

 

 

Notas finales:

Y hasta aquí EL INICIO.

 

Pronto tendremos más y mejor, en el próximo capítulo conoceremos a algún que otro empleado de Tsuzuku~ Veremos quienes aparecen dónde ^^ Además tendremos humor y estupideces en cantidades, con mucho sexo y putiferio de por medio, claro (?) 

 

Pero ya iremos viendo, de momento esperadme en ero-words próximamente ^^


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