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Pavana por Mikarin-san

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Notas del fanfic:

Todos los personajes les pertenecen a Masami Kurumada y Shiori Tenshirogi

Notas del capitulo:

        Holas, acá va mi segundo fanfic! Espero que les guste! Se ubica todo en el medioevo, en ningún país en específico, Enjoy(?)

        Cuénta la leyenda que hace mucho tiempo atrás, existió el Amor cortés. Era una tradición proveniente de Occitania, una región de la antigua y medieval Francia. En ella vivían los Cátaros y aquellos que honraban al amor cortés con bellos poemas y baladas, eran los Trovadores.

      En ese entonces, era muy común ver a hombres y mujeres con laudes, liras u otros instrumentos posados bajo la terraza de alguna casa, emanando amor hacia alguna inalcanzable figura amada. Esta amada, o amado, según las leyes del amor cortés, debía ser en estricto rigor una persona inalcanzable, alguien que solo se le pudiese admirar por su castidad y pureza, alguien con quien nunca se podría concretar nada amoroso, alguien que nunca besarás o tocarás. Tu persona amada debe encarnar los más altos ideales cristianos, debe ser a quien busques en tu interior. Debe ser de una posición social más alta, en lo posible, que esté casa o comprometida. En fin, tiene que ser lo suficientemente imposible para que te muevan ideales más altos que el simple hecho de acostarte con esa persona.

     Para Dégel, un trovador como todos, su amada inalcanzable era la señorita Seraphina. La hija del Conde Camus, de la casa de Aquarium. Es algo muy rutinario ir a visitar a la señorita Seraphina y dedicarle tres apasionadas pero sacras baladas. 

     Sin embargo, Kardia, el amigo más cercano a Dégel, no estaba de acuerdo con su práctica

-Creo que solo estás gastanto tu juventud. Ve a buscarte a alguien con quien puedas estar-

-¿A quién, si todas las mujeres son unas prostitutas?, todo lo que buscan son hombres para ser dominadas, para saciar sus asquerosos apetitos sexuales. Sabes que nunca me han interesado ese tipo de cosas. Así que prefiero no bloquear mis emociones y amar de ese modo-

-Dégel, solo hablas estupideces. Cuando ella se case, no te imaginas cuánto vas a sufrir-

-No voy a sufrir, porque la señorita Seraphina siempre estará en mi corazón-

      Kardia le mira con mucha indiferencia. Dégel siempre ha sido un gran estudioso de la biblia y las santas palabras, pero nunca hasta el extremo de predicar o hacer ese tipo de tonterías.

-Sólo es una asquerosa obsesión. Dégel, las obsesiones no son amor-

-Entonces - le mira con el ceño fruncido -¿qué es el amor?-

     Kardia no sabe como contestar a esa pregunta, abre la boca un par de veces, como tratando de responder, pero realmente, no puede. Aunque se llame Kardia y esa palabra signifique Corazón, él nunca ha entendido ni se ha puesto a reflexionar sobre aquel sentimiento. 

-Eres un tonto- Kardia finalmente se retira, patea una piedra, muy frustradamente. Dégel no hace caso de sus gestos y se va por otro lado.

      Al llegar a su casa. Kardia se mete a su habitación. Su hermano mayor, Milo, ve que llega abatido y le sigu.e

-¿Por qué esa cara de Campeón?-

-Cállate-

-Vamos, dime-

-Dégel es un idiota-

-¿No que ya lo sabías?-

-Sí, pero ahora se le nota más-

     Conversan un poco y Kardia solo le aclara que no le gusta ver a su amigo perder el tiempo.

-Bueno, así es él. Está fantaseando, es normal a su edad-

-¿Pero has visto a los tipos de cincuenta años que siguen en lo mismo?, quiero que se le pase pronto-

-Kardia, no es tu problema-

-Tienes razón, no me importa- le sonríe con mucha confianza, Milo hace lo mismo y se retira.

-Vuelvo al anochecer- Anuncia y se va de la casa. Al escuchar que la puerta se cierra, Kardia llora desesperadamente.

Notas finales:

Pobre Kardia D: esperemos que Dégel haga algo(?) Espero que lo hayan disfrutadop


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