El hombre de cabellos negros en punta miro con cariño y amor la fotografía que le quito con muchos ruegos al pelirrojo diseñador de modas, hasta que vio a Haku posando elegante y despreocupado con su aire seductor e inocente a la vez, sentando en la banca del jardín, fue que percibió que no tenía una foto de su amado, cierto estaban las que se tomo todo el grupo, en el viaje de vacaciones al Spa , pero una en donde solo estuviera el hermoso doncel de cabellos oscuros no, quien le diría que aquel niño sucio desarrapado débil y hambriento que encontró un día, hurgando en un bote de basura para encontrar comida, se transformaría en la flor más bella que sus ojos vieron jamás cuya calidez y suavidad fueron entrando poco a poco en su corazón hasta volverse el total y absoluto dueño de éste.
Sonrió suavemente Haku siempre fue hermoso, pero no se le podía pedir a un pequeño pandillero flaco muerto de hambre y desconfiado de 12 años como él era en aquel entonces, que notara la belleza de un joven doncelito de 8 que hurgaba en el mismo contenedor de basura que él planeaba revisar, aun así se enamoro a primera vista de aquel lindo niño, era la única explicación que hallaba para, en lugar de golpearlo en cuanto lo vio como haría con cualquier otro, dejando aflorar su temperamento violento, decidió revisar el basurero junto con él y opto por compartir la mitad de la hamburguesa que encontró, provocando que éste le dedicara una gran sonrisa haciendo su corazón estremecerse, no tenía la edad para saber que era amor y que era por esa razón la que se había enfurecido cuando supo que se escapo del orfanatorio donde estaba , porque uno de los hombres a cargo había tratado de abusar de él.
Sabuza empuño las manos aun lo enfurecía ese recuerdo y lo peor es que para los niños de la calle esa no era un situación ajena, el nunca fue un niño particularmente bonito pero fue testigo del destino de otros chicos y chicas, que si eran más atractivos visualmente un destino que su novio hubiera compartido de no ser porque en ese momento sin saber cómo ni porque, tomo la decisión de formar su propia pandilla, siendo el pequeño doncel el primer miembro luego se les unieron los hermanos niebla y otros, de los que ya no se acordaba…Haku siempre fue demasiado amable no estaba hecho para matar o lastimar a nadie, aunque no dudaba en meterse por las rejillas de ventilación de una tienda, o robar las carteras y bolsos de algunos transeúntes desprevenidos, de todas formas tenían que comer y ese era el único medio que conocían, pero nunca pedir, algo que demasiado arriesgado para un chiquillo lindo en su opinión, así paso el tiempo el doncel fue creciendo y embelleciéndose sin el percatarse, hasta que el jefe de una pandilla rival le hizo advertirlo, haciéndole la propuesta más ridícula e insultante que nadie le había hecho, intercambiarlo por una noche por una o dos sus novias…aun podía repetir una por una las palabras que dijo antes de matar, en una pelea uno a uno al hombre 3 años mayor.
—No seas imbécil ¿Porque crees que intercambiaría a alguien de mi familia por un par de putas? además Haku tiene apenas 12 años, solo es un niño.
— ¿Qué mejor que aprenda su oficio temprano? Con esa cara tan bonita, podría sacar mucho dinero de manera fácil…tengo algunos clientes que pagaría varios cientos por un rato con él.
—…….Creo que no he sido lo suficientemente claro contigo, o eres muy estúpido para entender, Haku es mi familia y es mío, no permitir que ni tu ni ninguno de esos asquerosos vejetes le pongan un dedo encima.
—Es una lástima, pensaba compartir las ganancias contigo ahora deberé matarte para llevarme ese chico conmigo, no te preocupes lo cuidare bien disfrutara esta noche tanto como yo.
— Me retracto, no eres un estúpido, solo deseas morir, nunca pensé conocer a alguien tan idiota, para desear saber porque me llaman el demonio de la niebla.
El resto era historia lucharon a muerte el gano y se hizo de una banda más grande, a la vez que el doncelito demostró porque era su mano derecha al desarmar y noquear a uno de los secuaces del hombre, que trato de intervenir para ayudar a su jefe, terminaron siendo reconocidos como una de las pandillas más temidas de la ciudad, después de pasar algún tiempo, viviendo en relativa calma, si se le podía llamar así a asaltar tiendas y a tener peleas casi diarias con otras bandas…luego llego la desgracia e irónicamente la esperanza a manos de un personaje despreciable… Gato.
Pensar tan siquiera en ese hombre le producía un enorme disgusto hasta hoy, no estaba orgulloso de las cosas que hizo en ese tiempo bajo sus órdenes, pero en esos momentos su única preocupación era que todos los miembros de su pandilla especialmente Haku sobrevivieran, los demás no importaban, robar, extorsionar, herir, inclusive matar, eran cosa de todos los días y las cosas no hubieran cambiado… hasta el día fatídico que en medio de una trifulca con otra banda, el niño recibió una puñalada en lugar de él, se descuido y el doncel sufrió las consecuencias, incapaces de ir a un hospital porque nadie los atendería y por temor a encontrarse en la policía, tuvo que cuidarlo y atenderlo el mismo como pudo, el resultado no fue bueno la herida era profunda y necesitaba ser atendida por un profesional pero nadie lo haría su fama de la banda más agresiva y despiadada de la ciudad, llegaba para morderles el trasero, fue en ese tiempo cuando estuvo a punto de perderlo que se dio cuenta de que amaba al doncel y que no deseaba esa vida de miserias, muerte y decadencia para él, su pareja necesitaba merecía algo mejor que vivir diariamente con la incertidumbre de si mañana seguirían con vida o amanecerían muertos.
Luego estaba Gato al facineroso, no le hizo gracia que el joven permaneciera convaleciente y les propuso algo repugnante, él traería a un médico para que curar al niño como pago éste le pagaría entreteniendo a sus invitados más especiales con su cuerpo, ante la horrorizada negativa del herido y la mirada mortal de Sabuza, este se retiro pero no sin antes advertirles que ningún médico vería al chico hasta que cedieran y que se olvidaran de visitar un hospital público, porque lo tomaría como que aceptaron el trato, en ese momento el joven varón juro que encontraría el modo de proteger a su novio y liberarse del gánster , lamentando que no pudo matar al hombre perverso, porque en ese instante se encontraba rodeado de guarda espaldas.
Y la oportunidad llego un mes después, en la forma de un medico y científico genetista, especializado en transplantes con el cual Gato estaba muy interesado en entablar negociaciones, para eso el hombre había reunido una gran cantidad de niños provenientes de sus burdeles, en busca del más atractivo, para agradar al empresario que tenía fama de pedófilo y se decía que en su casa mantenía un harén de jovencitos atractivos para su uso exclusivo, al no encontrar ninguno que fuera de su agrado, su atención recayó nuevamente en el doncel enfermo, para ese entonces la heridas de del niño eran muy graves y con dolor de su alma Sabuza lo vio partir, Gato jugó muy bien sus cartas, comentando que si lograba complacer al hombre exigente probablemente este curaría al chico con mucho esmero.
Pero las cosas no salieron tal como el maleante las planeo, no solo el chico no logro su cometido sino que en cuanto Sabuza se entero de la razón por la cual fallo y los planes posteriores que tenía el mafioso para raptar al nieto de Orochimaru, no perdió tiempo y le informo al científico las intenciones de Gato, fue un poco costoso convencer al hombre cauto y misterioso pero cuando lo logro, las cosas se volvieron mejores tanto para su novio cómo para él, no fáciles, mejores, Haku ingreso al hospital donde fue atendido y se les brindo la oportunidad de estudiar, fue duro, difícil suplir en dos años la ignorancia de toda una vida y adquirir el conocimiento de la que fue privado en su niñez pero al igual que Haku lo logro, de los miembros de su pandilla sólo unos pocos aceptaron probar un destino diferente, algunos de ellos lo consiguieron, otros volvieron a la vida que conocían, el nunca cejo debía aprovechar esa oportunidad que se le presentaba para sí mismo y para su pareja, “el demonio de la niebla” había muerto quedando en el olvido murió junto con Gato , solo quedaba Sabuza Momochi el hombre que quería forjarse un futuro digno para él y para la persona que amaba.
El varón suspiro guardando la fotografía, en momentos como éste se ponía sentimental, se alisto para dormir ignorando que por los pasillos dirigiéndose a su habitación caminaba un joven, atribulado, confundido, temeroso, pero que había tomado una decisión importante.
El hermoso doncel de cabellos oscuros, aliso suavemente la bata que lo cubría dándose valor para entrar, después de hablar con Naruto había llegado a la conclusión que no era necesario esperar más, amaba al hombre que la vida le deparo y con el cual se iba casar, aún no comprendía el interés denodado se éste de hacerle una boda faustuosa y comprarle un anillo de diamantes, los objetos no compraban amor y ellos que había vivido en la miseria, lo sabían mejor que nadie, solo necesitaba el amor cariño y respeto mutuo de su compañero, estar al lado de la persona que le dio un propósito en la vida que le enseño que podía ser amado por lo que era, no por su cuerpo, aquel cuyos ojos al verlo no se iluminaban con lujuria, sino con algo más sutil y complejo compuesto de tantas emociones, ternura, preocupación, deseo, alegría, confianza, quien hay dicho que el verdadero amor en un sentimiento se equivoca, era la conjugación de varios de ellos y él lo sabía mejor que nadie, con determinación llamo a la puerta siendo recibido, por el varón que estaba a punto de irse a dormir y le sonrió con ternura, al cual vio caer de rodillas al quitarse la bata para quedarse en un sugestivo estado de semi desnudez.
Sabuza miro, la blanquecina piel del joven y luchando contra sus instintos le pregunto, en tono lastimero
— ¿Por qué me haces esto Haku? Sabes que no podre contenerme si te veo de esa forma.
— No es necesario que lo hagas, es algo que yo también quiero, deseo que me ames Sabuza, necesito saber qué es ser tocado por el hombre al cual amo.
Con mansedumbre el varón se acerco al doncel y lo cargo al estilo nupcial, depositándolo con delicadeza en la cama y mirándolo fijamente a los ojos, le consulto.
— ¿Estás seguro de esto? Una vez que empecemos ya no podre contenerme.
El joven acaricio suavemente la cara masculina y viril del hombre antes de responder—Nunca estuve más seguro de algo en mi vida.
El varón gruño dócilmente acariciando aquella suave piel que tantas veces ansió tocar, no estaba seguro si era un sueño o no pero de serlo no quería despertar nunca con delicadeza, le quito el pequeño bóxer revelando la semi erección del doncel, quedándose maravilloso a sus ojos todo en su novio era hermoso y delicado lo que más le fascinaba, sin embargo era e estado de total abandono de éste, que no hacía el más mínimo ademán por cubrirse y que lo miraba con unos ojos llenos de cariño confianza, derrotado por haberse ganado el amor incondicional del chico se inclino hacía el joven y lo beso .
Un gemido escapo de la boca del bello doncel, ante el beso y se sentía tan maravilloso tan dulce, tan subyugante tan posesivo, muy diferente a los que acostumbraban darse, el toque de aquellas manos ásperas y callosas que lo acariciaban con tanto cuidado y delicadeza como si se tratara de algo frágil que se rompería al contacto, era tan pecaminoso, que no pudo evitar los suspiros y gemidos incontrolables que quería escapar a cada instante, sobre todo cuando a aquellos labios empezaron a besar cada recóndita parte de su ser, provocando que sintiera que su piel se quemaba, tras el rastro ardiente de besos.
No había nada que pudiera describir las emociones que lo embargaron, cuando el hombre se amamanto de su pecho y de su sexo como si de eso dependiera su vida, era imposible describir el placer que le provocaron éstas acciones…pero si cuando vio a su amante totalmente desnudo con su virilidad palpitante y erguida mientras se ponía en un estado desesperación total un condón y derramaba una generosa y excesiva cantidad de lubricante en su manos…temor, no miedo, temor, de que algo de semejantes proporciones se hundiera en la parte más vulnerable de su anatomía, no era muy tranquilizadora, pero confiaba en su amante y sabía que éste no lo lastimaría, esa confianza se vio recompensada, cuando éste con el tono más dulce y amable del mundo le dijo mientras colocaba un dedo en su entrada virgen.
—Voy a introducir un dedo avísame si te duele—el solo asintió mientras sentía el objeto extraño penetrar en su interior, no dolió mucho y muy pronto esa leve punzada de dolor, se torno un grito de placer cuando el varón golpeó su próstata provocando una sonrisa depredadora de éste, que siguió estrellándose contra ese punto en el interior, mientras lentamente fue añadiendo otro dedo, cuando estuvo seguro que el doncel estaba lo suficientemente estirado, el hombre empezó a penetrarlo con lentitud dándole todo el tiempo de mundo a su amado para ajustarse, disfrutando con desesperación agonizante, las paredes que estrangulaban y oprimían deliciosamente su miembro, cuando recibió la indicación de seguir el hombre empezó a embestir a su amante lentamente, deleitándose en los dulces sonidos de dolor y placer que salían de esa boca de miel y negándose a terminar pronto, aun cuando éstas se tornaron más duras y constantes en el golpeteo rítmico y pecaminoso del choque de los cuerpos, jamás fueron dolorosas, al terminar ambas liberaciones llegando juntas, una gritando con desesperación el nombre de su amante la otra al escuchar su nombre pronunciado por tan dulce voz, para ese momento ambos se encontraban demasiado cansados y exhaustos para hacer otra cosa que abrazarse el uno al otro y desear permanecer juntos el resto de sus vidas.