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Amo Al Fantasma De Mi Novio por Eliza Uchiha

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Notas del fanfic:

los personajes le pertenecen a kishimoto la historia es mia

Notas del capitulo:

quizás ya lo hayan leído, pues estaba en un concurso en el cual aun no se quien gano o quien ganara .-. pero en todo caso quiero subir mi fic

Amo Al Fantasma De Mi Novio
(Eliza Uchiha)
(Colombia, Bogotá.)

 

¿Alguna vez has escuchado un mito de tu instituto? Como que  hay un pájaro en el baño que te quita los ojos ¿O que en el salón de arte hay un chico que merodea toda las noches y destroza los cuadros de pintura, que hay una niña que se ronda por todos los pasillos y murió al caer de uno de los pisos del edificio? O el más tonto de todos, que hay un cerdo volador que  se pasa por el grado de primaria, ese es realmente estúpido. Pero todos los mitos duran pocos días, sin embargo hay uno que ya lleva tres años… incluso creo haberlo visto, dicen que es el fantasma de un chico, que toca todas las noches el piano.
Esa misma noche con mis amigos, Kiba, Chouji y Shikamaru.  Nos escabullimos a media noche en el instituto. Queríamos probar que el dichoso mito del salón de música y arte no era más que eso, un mito.

— ¿Escucharon eso? —Pregunto Chouji.

— ¿Qué cos…?

Todos nos giramos al escuchar  los estruendos de algo caer al suelo, corrimos hacia el salón de arte por simple curiosidad,  todas las pinturas estaban rasgadas, pisadas y destruidas en el suelo.

— ¿Creen… que fue el fantasma del arte? —Pregunto  Kiba — Por cierto ¿Dónde está Shikamaru?

—Venía  detrás de ti. —Respondió Naruto mirando por los pasillos, mientras gritaba el nombre de su amigo desaparecido.

— ¡Allí esta! —Grito Chouji  al ver por la ventana como se encendían las luces del teatro. Era un salón  bastante grande que se encontraba afuera del edificio. Naruto siguió a su amigo como pudo, pero en cuanto este giro por uno de los pasillos se perdió de su vista.

— ¡¿Chouji?! —Giro el rubio asombrado de la velocidad de su amigo, a pesar de tener peso extra.

—…

Naruto suspiro, se acerco a una de las aulas para asomarse a una de las ventanas y ver si las luces del teatro seguían encendidas, pero lastimosamente ya se habían apagado, debió ser el guardia de seguridad y para su suerte era mejor que no los hubiera escuchado o podrían meterse en problemas… Ahora el principal dificultad era saber donde se encontraban sus amigos. Saco su móvil al sentirlo vibrar en su pantalón.

— ¿Kiba? ¿Dónde rayos estas? —Pregunto el rubio. A decir verdad se había olvidado completamente de su amigo ¿En qué momento había desaparecido?

—No lose. Esta muy oscuro. Pero creo que estoy en el jardín dentro de la carpa.  Naruto… ¿Dónde estás tú?

—Hmm

Naruto alumbro a su alrededor con la  luz de su móvil, estaba  frente a un  antiguo piano que empezó a sonar sin ser tocado.

— ¿Estas en el aula de música? ¡Sal de ahí, Naruto! —Advirtió su amigo al otro lado del teléfono.

— ¡Kiba! —Grito Naruto corriendo hacia la salida, pero en cuanto estuvo a punto de llegar a la puerta esta se cerro de golpe. Había perdido la comunicación con su amigo ¡La maldita atería se había acabado! ¡Vaya día para no poder a cargar el móvil! — ¡¿Quién está ahí?! —Pregunto apoyándose a la puerta y llevando su mano a la chapa, la cual intento abrir, sin conseguirlo. ¡La maldita chapa no se movía!

La melodía no dejaba de sonar, y valla que era bonita con un toque de nostalgia que desprendían las notas al ser tocadas. La luz de la luna se coló por la ventana, alumbrando el piano, las teclas se hundían  por si solas como si fueran tocadas por alguien, y poco a poco empezó a visualizarse un chico  de la misma altura del rubio, de cabello azabache y piel blanca.  El rubio se deslizo por la pared hasta estar frente el piano y poder ver el rostro de la persona frente a él, su corazón latía a mil, tenía miedo… Pero la curiosidad siempre había sido más fuerte que él. Aquel chico tenía los ojos cerrados  y tocaba sin ver las teclas del piano como si fuera un experto en ello. La muisca sonó alrededor de tres o cuatro minutos, cuando finalmente dejo de mover los dedos de sus manos, abrió los ojos y miro   fijamente los orbes azules del rubio. Los ojos del pianista estaban llenos de tristeza, melancolía, de soledad…

—Tú… ¿Eres un fantasma? —Pregunto Naruto.

El chico de cabello azabache y ojos color carbón mostro un pequeño brillo en su mirada para luego desaparecer ante la vista del rubio. Un escalofrió recorrió el cuerpo del menor, cerró los ojos con lentitud, empezaba a sentirse cansado, no sabía porque, pero se dejo caer de espaldas a la pared hasta quedar sentado en el suelo, cuando estaba a punto de dejarse vencer por el sueño que lo empezaba a envolver, sintió una fría mano en su mejilla trayéndolo nuevamente a la realidad. Con los ojos entreabiertos vio el rostro de aquel chico muy cerca del suyo y sin poder rehusarse e incluso reaccionar aquel chico ya lo había besado.

—Me has olvidado… Naruto.  —Fue lo último que escucho el rubio, antes de caer vencido por el sueño.

 

—Naruto, Naruto despierta. —Repetía una y otra vez un chico de cabello oscuro y marcas en sus mejillas  de color rojo en forma de colmillos— ¿Qué te ha pasado?

El rubio abrió los ojos con lentitud, se sentía cansado y solo podía ver el rostro de sus amigos preocupados.

—Chicos… —Susurro el oji azul.

—Qué alivio… —Dijo Chouji— Esto es solo culpa de Kiba.

— ¿Qué? ¿Mi culpa? Pues ustedes no se rehusaron por completo a no hacer la broma.

—Que problemático, no sé porque acepte hacer esta broma. En fin, ya no importa, Naruto está bien. Será mejor que nos  escondamos un rato antes de que empiecen a llegar los demás.

— ¿Por qué? —Pregunto Chouji.

—Pues porque no es normal que un novato, un glotón, un perro y un holgazán como yo  lleguemos antes que todos.

—Normalmente somos los últimos en llegar. —Comento Kiba— Tienes razón Shikamaru, será mejor que nos escondamos un rato.

— ¿De qué broma hablaban? —pregunto Naruto reincorporándose con dificultad. Tenía un ligero dolor de cabeza.

—Bueno… veras… —Sonrió un poco Kiba.

—Kiba quería asustarte, nos convenció de ayudarlo y retarte a venir al instituto en la noche, mientras avanzábamos nos fuimos escondiendo. Cuando Kiba te llamo estábamos con él, se suponía te diría donde estábamos y no que  salieras corriendo del aula de música donde te encontramos dormido.

— ¡Te lo iba a decir! pero la llamada se corto, intente llamarte de nuevo pero al parecer lo habías apagado.

Naruto apretó los puños con enojo,  estaba a punto de golpear a su amigo, pero el recuerdo de lo que sucedió anoche antes de caer completamente dormido lo devolvió a la realidad…

— ¿Naruto? —Hablo Chouji— estaba seguro de que nos golpearías, pero parece que estas en otro mundo.

—Chicos… ¿Ustedes no vieron nada raro anoche?

—Hm pues aparte del sonido y las obras de arte maltratadas y destruidas no pasó nada fuera de lo común. —Contesto Shikamaru saliendo del aula, indicándola a los demás seguirlos.

— ¿Por qué? ¿Acaso viste algo? —Pregunto Kiba.

—Sera mejor que tú te calles si no quieres que te golpee. —Advirtió Naruto mirando a su amigo.

Todos entraron al baño de chicos  en donde decidieron deberían esperar a que llegara más  gente, normalmente los hombres no llegaban al baño, las mujeres si, a mirar cómo estaban arregladas pero era el baño vecino, así que no abría problema.

— ¿Y cómo fue que te dormiste? —Pregunto de forma  desinteresada, pero interesada Shikamaru.

—No lose… Simplemente sentí sueño. No sé en qué momento me dormí.

—No estaba enterado de que sabias tocar el piano. —Comento Chouji.

—No se tocar el piano, esas cosas no se me dan.

—No mientas, si todos escuchamos como sonaba el piano. —Expreso Chouji.

—No lo toque yo… —Contesto Naruto.

— ¿Qué? Ahora vas a decirnos que el piano sonó por arte de magia. —Intervino Kiba.

—No… Lo toco un chico… Era de cabello y ojos como el carbón…

—No nos vas asustar con eso. —Dijo Kiba.

—No intento asustarlos.

—Eso ya no importa. —Comento Shikamaru— Lo que Naruto quiere decir es que si existe el fantasma del piano y también el fantasma del arte.  Y tuvo la oportunidad de ver a uno de ellos anoche.  

 

Todos discutieron sobre lo sucedido y en un momento de enojo Naruto término golpeando a Kiba por la estúpida idea de asustarlo, su tonto amigo sabía que él le temía a los fantasmas, pero a pesar de haber visto a uno… No se sintió en peligro, los ojos de aquel chico lo abrumaron, nunca había visto ojos tan tristes.

Cuando la campana sonó, todos salieron del baño con dirección a su aula de clase, no habían llegado de últimas, pero tampoco habían llegado  de primeras, en pocas palabras, estaban algo cansados al no haber dormido lo suficiente, pero se darían una siesta en clase. Claro si Iruka, su profesor se los permitía.

—Hoy tenemos un estudiante  nuevo. —Hablo el profesor llamando la atención de todos sus alumnos— Su nombre es Sasuke Uchiha.

El nombrado entro al aula sin prestarle atención a sus compañeros, las mujeres chillaron su nombre diciendo lo lindo, sexy y guapo que era. Las preguntas  estúpidas no demoraron en llegar  como “¿Dónde vives? ¿Tienes novia? ¿Qué tipo de chicas te gustan? ¿Tienes un hermano? ¿De dónde eres? ¿Eres extranjero?” Pero ninguna de las preguntas fueron respondidas, solo fueron evadidas  mientras se acumulaban más.

—¡¡TU!! —Grito Naruto al levantarse de su puesto y  señalando al moreno con su dedo índice. — ¡Eres el chico de anoche! Tú mirada…

El azabache se acerco al rubio hasta quedar frente a él, llamando la atención de todos los presentes quienes se habían silenciado ante el grito de Naruto. Sasuke curvo sus labios en una pequeña sonrisa que solo pudo ser vista por el rubio, apoyo su mano fría en la mejilla de Naruto sin quitar su oscura y melancólica mirada de esos ojos azules que solo mostraban felicidad y confusión. Se acerco aquellos labios que le pertenecieron anteriormente y lo volvió a besar como si fuera la primera vez, no fue  un beso intenso pero tampoco muy suave, fue un beso perfecto. Lleno de sentimientos, los cuales quería transmitirle al rubio.

—No me queda mucho tiempo… —Susurro el azabache.

Todas las chicas gritaron sorprendidas por el acto del nuevo estudiante, ya habían perdido la batalla sin siquiera darla.

Kiba, Chouji y Shikamaru estaban sorprendido, todos se miraron interrogativos, pero las palabras de Naruto “eres el chico de anoche” respondieron sus preguntas, Naruto dijo que era un chico de cabello y ojos oscuros, pero este no parecía un fantasma. ¿Qué  más abría pasado anoche?

Naruto salió corriendo del salón abrumado ¡¿Cómo era posible que un desconocido lo hubiera besado?! ¡Y frente a todos! Sus amigos corrieron tras de él, pero fueron detenidos por Iruka.

— ¿Qué ha sido todo eso? —Pregunto el profesor  mirando a Sasuke.

—Algo que he esperado hacer por mucho tiempo. —Contesto el azabache pasando junto a Iruka y los demás, hasta salir del aula. —Iré a buscarlo.

— ¡Espera! —Gritaron los tres amigos del rubio— ¡¿Tu quien eres en realidad?!

—Uchiha  Sasuke. —Contesto antes de cerrar la puerta.

Naruto corrió hacia la azotea, sabía que  ahí podía estar solo, que nadie se le ocurría buscarlo en ese lugar. Necesita pensar… ¿Qué había sido eso? ¿Acaso ese chico quería jugar con su mente? ¿Habría sido el mismo chico que vio la noche anterior?

Se apoyo a la baranda mirando las canchas desde aquella altura, de seguro el profesor Iruka lo reprendería por salir sin permiso, pero esperaba que entendiera su acto ¿Quién besa a otro chico sin conocerlo?

—Teme… —Susurro para sí mismo.

—Dobe. —Respondieron tras de él.

Naruto se giro al escuchar la voz de su actual problema. Aquel chico apoyo sus manos en el barandal dejando un pequeño espacio entre los dos, lo miraba como  hace una noche, aquella mirada no le agradaba de mucho a Naruto… parecía alejado de la realidad.

— ¿Quién eres tú?

—Uchiha Sasuke.

—Eres el chico de anoche ¿verdad? No intentes negarlo ¡Se que lo eres!

—No tenía planeado negarlo.

— ¿Entonces estas admitiendo que lo eres? Pero anoche… Eras solo un fantasma.

—Esto…—Dijo el mayor sacando de su camisa una cadena con un dije en forma de paleta, la mitad superior era roja y la otra mitad inferior era blanca— Esto permite que mi cuerpo pueda materializarse, pero será por poco tiempo.

—……

—Volvamos a clase.

¿Debía creerle o no? Al parecer aquel chico no quería hacerle daño. Pero… ¿Y entonces porque lo había besado? La verdad el rubio no quería saber la respuesta, temía por cual pudiera ser… También quería preguntarle a que se refería con “poco tiempo”  ¿Qué sucedería después de eso? Cuando tomo valor de preguntarle, el mayor lo abrazo con dulzura, su corazón latió con rapidez, sus mejillas se tiñeron de un leve color carmín, la tristeza y felicidad que le trasmitía el azabache atreves de ese abrazo lo hacía sentir melancólico,  confundido…
Naruto correspondió el abrazo y sin saber porque las lagrimas empezaron a brotar de sus ojos, es como si aquel tacto lo  hubiera estado esperando… Como si no fuera la primera vez que sentía aquella calidez tan extraña. El moreno  lo sujeto del mentón y lo beso nuevamente. La suavidad con la que lo tocaba hacia que su cuerpo se estremeciera  y por alguna extraña razón lo deseara, pero no de una forma apasionada, si no de una forma nostálgica.  Sentía un fuerte dolor en su pecho y un leve dolor de cabeza.

¿Cuándo me recordaras, Naruto? Pensaba mentalmente Sasuke.  Temía no poder partir sin ser recordado por la persona que amaba.

Cuando Sasuke se separo sujeto la mano del rubio  y lo llevo consigo a la puerta  de salida de la azotea.

— ¿Cómo me encontraste? —Pregunto Naruto.

—Siempre vienes  aquí cuando estas preocupado o asustado.

— ¿Cómo lo sabes?

—…

—…

—Sera mejor que volvamos a clase.

El rubio no fue  capaz de rehusarse ni preguntar lo que rondaba por su cabeza, solo se dedico a seguirlo. Cuando llegaron al aula todos se amontonaron alrededor del oji azul para hacerle preguntas, en cambio Sasuke se sentó junto al puesto del rubio y espero a que aquel alboroto acabara.
Iruka Sensei finalmente logro calmar a todos sus estudiantes, Naruto pudo sentarse en su lugar junto a Sasuke recibiendo las miradas interrogativas de sus amigos, pensaría aclararles después   solo que había pasado, aunque no sabía cómo…

La clase siguió sin mayor problema, en pocas ocasiones las miradas se dirigían a ellos dos. Cuando la clase termino, Naruto se levanto de su lugar, pensaba pedirle a Sasuke ir algún lugar hablar, pero antes de que hiciera aquella propuesta Kiba  lo sujeto del brazo y lo arrastro con él afuera del aula, junto a ellos estaba Chouji y Shikamaru.

— ¿Qué fue lo que paso? —Pregunto Kiba.

—Nada.

— ¿Cómo que nada? Ese chico te beso.

—Sasuke… Es la misma persona que viste anoche ¿Verdad? —Pregunto Shikamaru.

—Si…

—Dijiste que era un fantasma. —Comento Chouji.

¿Debía decirles la verdad, no pondría en peligro la “vida” de Sasuke? Primero debería preguntarle al azabache si podía contarles a sus amigos lo sucedido.

—No lose…

—Naruto. —Hablo Shikamaru.

—Les explicare después. —Contesto Naruto entrando nuevamente al aula y acercándose al azabache.

—Dame un mes. —Hablo el moreno— Quiero que estés solo conmigo por un mes.

— ¿Un mes?

—Sí.

— ¿Por qué un mes?

—Porque ese es mí tiempo límite.

—Está bien… —Contesto Naruto con la duda de que pasaría después de ese mes. — ¿Puedo contarles a mis amigos?

—Cuando se agote mí tiempo límite podrás contarle a tus amigos.

Naruto asintió ante la proposición del azabache,  sonrió, sujeto sus cosas y la fría mano del moreno, lo llevo consigo nuevamente a la azotea. Por suerte era el único que tenía una copia de la llave de aquel lugar. Su abuela se la había regalado como cumpleaños hace muchos años. Pasó junto a sus tres amigos y les sonrió  con una tranquilizante calidez, esperaba que entendieran que estaría bien sin ellos. Luego les pediría que lo esperaran un mes completo, después de eso volvería hacer el mismo.

Sasuke entro junto a Naruto a la azotea después de que este cerró la puerta, suponía este tendría muchas preguntas, pero él no quería contestar muchas de ellas, solo quería pasar un buen tiempo con el rubio… Después de todo solo tenía un mes.

— ¿De dónde eres? —Pregunto Naruto sentándose en el suelo.

—Esta es mi ciudad natal.

— ¿Tu verdadero nombre es Uchiha Sasuke?

—Sí.

— ¿Por qué solo tienes un mes?

—…

—Entiendo… —Susurro Naruto al saber  que el mayor no contestaría. — ¿Qué edad tienes?

—17.

— ¿Desde cuándo?

—Soy un fantasma no un vampiro.

—Lo siento… —Rio tontamente el menor— ¿Cuándo los cumpliste?

—Hoy.

— ¿Eh? ¡Feliz cumpleaños Sasuke!

—Gracias. A decir verdad este amuleto me fue entregado por mi cumpleaños… Porque… viniste anoche a mí.

— ¿Qué quieres decir?

—Que te he quitado un mes de vida. Es por eso que puedo materializarme por un mes.

—…… ¿Por qué no tomaste más?

—Sí que eres Dobe.

—Teme. ¿Tú no quieres lastimarme, verdad?

—No.

—Sasuke… ¿Por qué eres un fantasma?

— ¿Acaso eres como las chicas de tu salón?

El rubio rio ante el comentario del moreno. Después de eso las preguntas íntimas terminaron. Solo se dedicaron hablar de gustos y cosas simples como la comida, las materias, los hobbies.

Después de ese día, Naruto les pidió a sus amigos que lo dejaran solo por un mes, que después de eso les explicaría lo que sucedió, pero que le tuvieran paciencia. Y así fue, después de eso, sus amigos solo lo saludaban y le preguntaban si estaba bien,  desde entonces Sasuke y Naruto eran prácticamente inseparables, Naruto quería que aquel azabache se sintiera feliz y lleno de vida  en ese corto tiempo.  Iban a parques, a tiendas para jugar video juegos en los que raramente siempre ganaba Sasuke. También iban comer juntos, veían películas y hacían todo prácticamente como pareja. Como Naruto vivía solo, le dijo a Sasuke que podía quedarse con él, aunque al principio fue algo incomodo… Solo había una cama. Sasuke no se molesto en decir que podía dormir en el sofá, solo se acostó en la cama como si fuera de él. Con vergüenza y enojo el rubio se acostó a su  lado

¡Después de todo era mi cama! Pensó el oji azul.

Sasuke sonrió victorioso, sabía que después de todo Naruto se acostaría en su cama y no sería capaz de echarlo de ella.

La rutina era siempre la misma, Sasuke se levantaba siempre primero que Naruto, preparaba algo de comer a pesar de que era él, el invitado. Caminaban juntos al instituto, tomaban las aburridas clases, hablaban en los dos recesos y volvían a clase, cuando la jornada escolar terminaba se dirigían algún lugar para pasar el resto del día, cuando la noche llegaba, volvían a casa, se daban una rápida ducha y se acostaban a dormir, todas las noches el azabache miraba el rostro durmiente de su compañero.

“un cuerpo que duerme mantiene el alma despierta”

Al día siguiente Sasuke se levanto temprano como siempre, preparo un poco de Ramen y tajo dos tomates, coloca la comida de Naruto frente a la suya y se sentó en la silla, como era de costumbre Naruto bajo minutos después, vestido y con la toalla alrededor de su cuello.

—Buenos días Sasuke.

—Buenos días Naruto.

El menor se sentó frente al moreno y se dedico a comer su apreciado Ramen, Sasuke no siempre le permitía comerlo desde que vivía con él. Siempre le decía que debía comer más verduras y bla bla bla.

—Quedan dos días.

—Lo sé… —Susurro Naruto desayunando lentamente su comida.

El moreno miro la expresión confundida y dolida del rubio ¿Cómo se sentiría en ese momento?  Aun no lo recordaba y eso le perturbaba demasiado ¡Acaso ese Dobe lo daría por olvidado!

Naruto se levanto de su asiento al terminar de comer, lavo su plato, lo dejo en el platero, y se acerco al moreno  indicándole que ya podían ir al instituto. Sasuke se levanto,  tomo la toalla que estaba sobre los hombros de Naruto, la  extendió y la coloco sobre el cabello aun húmedo del menor.

—Estas muy distraído.

—Lo siento… —Rio nerviosamente el rubio, ocultando su mirada, aun se sentía mal, no entendía el porqué… Pero las palabras de Sasuke “me quedan dos días” le dolieron, como si fuera él quien iba a desaparecer.

Después de terminar de arreglarse salieron de casa y caminaron hacia el instituto, Naruto pensaba que podría pasar más tiempo con el moreno si iban caminando, así que desde ya hace mucho había dejado de tomar el transporte.

Cuando llegaron al colegio ambos entraron a clase de química, tendrían  que realizar un experimento, para suerte de Naruto Sasuke sabia mucho del tema así que terminaron pronto, Sasuke le había indicado que hacer, el había hecho todo pero gracias a las indicaciones del mayor le había quedado muy bien. Desde que Sasuke había aparecido había mejorado notablemente en las materias, el moreno le explicaba todo lo que no entendía e  incluso le enseñaba cosas que no sabía, como las plantas transgénicas o que la primera oveja clonada se llamaba  Dolly y que había muerto porque su cuerpo no era tan fuerte.  Que habían peces que  crecían más de lo normal y que habían conejos que brillaban, ya que habían mezclado su gen con el de una medusa.

Después de aquella clase, tuvieron su corto receso, ambos se dirigieron a la azotea para poder pensar y ver el cielo mientras sujetaban sus manos, a Naruto ya no le molestaban  ese tipo de gestos, se sentía “completo” cuando Sasuke hacia algo que invadía  su espacio personal, no estaba seguro si es que ya estaba acostumbrado o si se había vuelto una necesidad.
Cuando el receso termino ambos se dirigieron a la clase historia, Naruto aun no lograba concentrarse, las clases por ahora no importaban para él, solo quería pasar  el máximo tiempo que podía con el moreno. Abrió su cuaderno y en la parte trasera escribió:

“¿Qué pasara cuando el tiempo se agote?”

Deslizo el cuaderno en el puesto hacia el centro para que Sasuke leyera su pregunta a la cual el moreno contesto:

“Desapareceré”

Naruto hizo una mueca de dolor la cual el azabache no noto, tomo su esfero de nuevo y escribió:

“¿Has buscado a la persona que puede salvarte?”

“Si”

“¿Y donde esta?

“Muy cerca”

Con esa respuesta Naruto entendió que Sasuke no le dirija quien era, así que intento cambiar de tema.

“¿Por qué eres un fantasma?”

“Cuando hui de casa, tuve un accidente”

“¿Por qué huiste de casa?”

“para poder buscar a alguien.”

“¿A la persona que puede salvarte?!

“Si”

“¿Por qué no estás con esa persona?”

“Estoy con esa persona.”

Al leer aquella frase se levanto del asiento y miro a Sasuke entre interrogativo y sorprendido.

— ¡¿YO?!

El moreno asintió mientras al rubio lo mandaban a sentar, pidiéndole que no distrajera a sus compañeros y que intentara prestar atención.

“¿Estás diciendo que yo soy quien te puede salvar?”

Sasuke levanto la mano después de leer lo que escribió el  rubio.

 — ¿Si Sasuke? —Pregunto Iruka dándole la palabra al azabache.

—Disculpe, tengo dolor de cabeza. ¿Puedo ir a la enfermería?

—Claro.

Sasuke se levanto de su asiento mirando fijamente a Naruto a los ojos y antes de apartarse le susurro:

—Adiós Naruto.

—Sasuke…

El azabache salió del salón, ese sería  el adiós, ese era su último día… Al día siguiente a medio día seria arrastrado por la oscuridad,  quería estar con Naruto, pero era suficiente… Se dirigió al salón de música, se sentó frente al piano contemplándolo mientras se quitaba el collar que colgaba en su cuello permitiéndole materializarse, lo dejo sobre el piano para luego empezar a  tocar.

En cambio Naruto estaba confundido, ver salir  a Sasuke del aula de ese modo lo había dejado en shock, extrañamente su cuerpo se sintió frio, se sintió solo… “Adiós Naruto” ¿A qué se refería con eso? ¿Se estaba despidiendo de él?   Sin pensarlo ni preguntarlo salió del aula a una gran velocidad, corrió a la azotea donde creyó estaría el moreno, pero así no fue…
recorrió todo el colegio de arriba abajo buscando al moreno pero no lo encontró, se salto todas las clases buscando una y otra vez a Sasuke, pero… Había desaparecido ¿Le habría mentido? Camino hacia la sala de música, en donde lo conoció, el aula estaba completamente vacía, no había nadie, solo una gran cantidad de instrumentos, se acerco al piano como si este lo llamara, tomo el medallón que le había mostrado Sasuke ya hace mucho, lo estrujo contra a su pecho dejando escapar unas cuantas lagrimas ¿Acaso ese era el adiós? ¿El era quien podría ayudarlo y no lo había logrado?

—Sasuke… ¿Por qué no me dijiste antes?

Con tristeza camino hacia la azotea donde compartió mucho tiempo con el moreno, estaban en la última clase del  día y en verdad no le importaba ni lo mas mínimo, se sentó en el suelo mirando el collar mientras dejaba que las lagrimas  recorrieran sus mejillas. Se sentía tristeza, sentía que había dejado ir algo muy preciado incluso antes de tenerlo, es como si siempre hubiera estado con el pero él no lo sabía. En ese momento Naruto pensó en ir al cementerio y visitar la tumba de Sasuke, nunca antes había ido, y podría ser buena idea ir a verlo, así que  se levanto y sin  tomar sus cosas salió del edificio, necesitaba verlo. Necesitaba ver a Sasuke, corrió por las calles intentando no tropezar con algo o alguien, cuando finalmente llego al cementerio lo recorrió de arriba abajo buscando la tumba del moreno, pero no la encontró, su desesperación aumento ¿A eso se refería con no existir? Acaso su existencia se habría borrado de la faz de la tierra, cuando la desesperación empezó a invadirlo  su teléfono celular vibro dentro de su bolsillo, lo saco contestando a pesar de que no quería hablar con nadie más que no fuera el moreno.

—Naruto.

— ¿Qué quieres Shikamaru?

— ¿Buscas a Sasuke?

—Si…

—Tengo algo que te importara, es sobre él, te espero en el parque de Konoha sobre el puente.

Después de eso Shikamaru  colgó, Naruto sin pensarlo corrió hacia el parque, estaba cansado pero no importaba que sucediera, necesitaba encontrara a Sasuke ese mismo día. Se hacían las  nueve de la noche cuando finalmente llego al parque en el que quedo para encontrarse con su amigo, agitado  y cansado se acerco a él con lo que le daban sus pies, todo el día se la había pasado corriendo de un día para otro, estaba tan sumido en sus pensamientos, tan sumido pensando en Sasuke que ni siquiera había comido, había perdido su teléfono celular y para colmo estaba lloviendo, le daría una fuerte gripa después de eso, pero  eso no importaba… Por ahora no importaba.   Sabía que sus cosas estarían mojadas bajo la lluvia en la azotea, pero ya mañana miraría como arreglaría ese asunto.

—Al fin llegas. —Dijo Shikamaru con una sombrilla y un par de periódicos en la mano. —Esto te ayudara— Expreso extendiéndole el   periódico de hace tres años. Y uno actual.

— ¿Periódico?  —Susurro tomándolo con las manos mojadas.

—Sera mejor que lo leas en casa. —Aclaro el castaño pasándole una sombrilla extra que había traído— Léelo con calma.

Después de lo dicho Shikamaru se alejo dejando al rubio solo,  Naruto asintió abriendo la sombrilla, ya estaba empapado pero no quería que el periódico en sus manos se dañara, así que se dirigió con rapidez hacia su casa mientras su imaginación lo torturaba con ideas extrañas, al principio no entendió a lo que se refería su amigo, pero cuando llego a su casa, se quito la ropa y se seco rápidamente, para no enfermarse se dio una rápida ducha para  luego sentarse en su cama a leer lo que decía en el periódico, en el hablaban  sobre muertes, incendios, violaciones y una gran cantidad de cosas que al no le gustaba ver, pero en cuanto vio la fotografía de un auto destrozado y junto a esa la imagen una  de Sasuke postrado en una cama conectado a una maquina, la noticia decía que aquel chico había sufrido un accidente  al escapar de casa, que había quedado en coma y que estaba  en el hospital de Konoha, rápidamente miro el periódico actual, en donde leyó “ Lo Uchihas acecinan a uno de los suyos” rápidamente leyó que al parecer la familia de Sasuke pensaban desconectarlo, dejando que la muerte se lo llevara con él.

—Sasuke… Sasuke… ¡Sasuke! —Grito Naruto al leer todo aquello. Rápidamente se levanto del suelo y salió corriendo hacia el hospital, las lágrimas lo invadieron rápidamente, un fuerte dolor presionaba en su pecho haciéndole respirar con dificultad. Mientras se dirige corriendo a altas horas de  la noche la melodía que compuso el moreno pasaba pos su cabeza al igual que sus recuerdos.

 

Naruto se encontraba peleando  con el moreno, tenía alrededor de 6 años de edad, estaba jugando a la pelota, cuando Sasuke vino y se la quito, después de llorar el mayor se la devolvió  junto a un helado el cual compartieron. Rápidamente otro recuerdo se aproximo, eran dos o tres años mayores, estaban realizando algún trabajo de historia en la habitación del azabache, cuando menos se lo espero el mayor lo tomo del brazo empujándolo a la cama, acercándose a sus labios para besarlo sonrió alejándose dejándolo amarrado en la cama. Las imágenes que recorrían por su cabeza fueron cambiando rápidamente mostrándole momentos con el mayor, en el parque, en la playa, en el parque de diversiones, en el salón de castigos del instituto, con sus familias en un día de campo, en el rio pescando, pidiendo dulces el día de  halloween, en navidad, en año nuevo,  en el puente  de Konoha:

 La noche era invadida por la luz de la luna, el viento soplaba  suavemente  moviendo las hojas de los arboles, el croar de las ranas acompañaban al ambiente mientras los peces del rio saltaban una y otra vez, el rubio se giro a la vez que el azabache, lo miro fijamente aquellos orbes oscuros  mientras las lagrimas recorrían sus mejillas, su rostro estaba algo sonrojado con una expresión de dolor, su corazón latía con rapidez, pero no era un sentimiento de emoción el que lo dominaba en ese momento,  era un sentimiento de tristeza total.

—Sasuke…

El mayor se acerco al rubio abrazándolo con dulzura, brindándole protección, no le gustaba ver  a Naruto así… Le desagradaba la idea de verlo llorar y lo lastimaba por dentro saber que era él quien hacia sufrir a su rubio. Tomándolo del mentón lo obligo a verlo a los ojos.

—No te e llamo para despedirme de ti.

— ¿Entonces? … —Pregunto Naruto mirándolo fijamente a los ojos.

—Te he llamado para pedirte que me esperes.

Y antes de que  Naruto contestara su respuesta lo acerco a sus labios para besarlo por primera y “ultima” vez. Quería expresarle a través de aquel acto todo lo que le hacía sentir, todo lo que  sentía por él, todas las emociones que provocaba en su cuerpo…

Lastimosamente Naruto había tenido un accidente un año después en donde lo había olvidado.

 

El rubio se detuvo agitado  y mareado, sin percatarse que un auto se acercaba a él, y antes de ser atropellado un chico  lo tomo del brazo y lo jalo hacia el andén.

— ¡¿Acaso estás loco Naruto?!

— ¿Kiba? … —Susurro el rubio antes de caer inconsciente.

—Tienes fiebre… —Dijo el chico con  los tatuajes de colmillos en el rostro levantando al rubio.

 

Por otro lado Sasuke estaba tocando la melodía  en el salón de música, miro por la ventana, la última luna  que vería en su “vida” después de eso no volvería a ver   el día, no volvería a ver a su luz, Naruto.

—Le has dicho a Naruto que él es quien puede ayudarte, pero te has alejado de él, por eso dejare que el trato siga en pie, tienes hasta mañana a media día.

El azabache no dijo nada después de las palabras de Orochimaru quien no demoro en desaparecer. Para su suerte no se lo había llevado con él, aun le quedaban doce horas exactas.

—Perdóname Naruto… Pero al parece no has podido recordarme… —Dijo para sí mismo desvaneciéndose entre la oscuridad y la luz de la luna. Sería la última vez que vería su cuerpo.

Cuando  Sasuke tuvo aquel accidente, aquel demonio le propuso el trato de esperar a Naruto, pero entre más tiempo pasara, la gente iba olvidándose de su existencia.  Nadie en el instituto lo reconocía, ya nadie se acordaba de su existencia, para su suerte su familia aun lo tenía en sus memorias, pero en cuanto su cuerpo  fuera desconectado, su existencia se desvanecería. Lamentaba haberle contado a Naruto lo que pasaría con él, solo lograría que el rubio se sintiera culpable, pero eso solo seria hasta que lo desconectaran.

 

—Al fin despiertas Naruto.

El rubio se tomo la cabeza mientras intentaba sentarse en la cama de su compañero, quien estaba frente a él sentado en una orilla de la cama con un vaso de agua, su cabeza dolía y su cuerpo estaba algo débil. Pero en cuanto recordó la noche anterior entendió que debía levantarse y salir a buscar a Sasuke, ese era su último día, miro rápidamente el reloj sobre la cama de su compañero

— ¡Las ocho y treinta y cinco! —Grito levantándose de donde estaba, pero rápidamente perdió el equilibrio. Por suerte Kiba estaba ahí para ayudarlo.

— ¡¿A dónde crees que vas?! ¡Tienes fiebre!

— ¡A buscar a Sasuke!

— ¿Sasuke? ¿Quiénes él?

—……

¿Acaso ya era  demasiado tarde? …  Empujando a su amigo  salió corriendo de la habitación después de  disculparse, no importaba su estado necesitaba llegar al hospital de Konoha, para su mala suerte no tenía  dinero para tomar un taxi y volver con Kiba sería como condenarse porque sabía que este lo encerraría hasta que se mejorara, así que como el día anterior corrió hacia el hospital, deseando  que aun no fuera tarde.

 

El alma de Sasuke estaba junto a su cuerpo pálido y débil, escuchaba con atención la plática de sus padres. Era cierto que  ya había asimilado su muerte, pero no le agrava saber que eran sus padres quienes lo entregaban en bandeja de plata a Orochimaru.

— ¿Estás seguro querido? —Hablo una mujer  bastante hermosa de cabellera negra y larga.

—Sí. —Contesto secamente el esposo de la mujer. — Itachi es un estúpido por no venir a despedirse de su hermano.

—Sasuke perdóname… —Dijo la madre del moreno acariciando su mejilla— En verdad lo siento, pero ya no podemos seguir pagando este lugar…

—Madre… —Dijo Sasuke como espíritu junto a su cuerpo ¿Este es el adiós?

Como le abría gustado ver a su Kitsune por una última vez, ya se habían convencido de que no había marcha atrás, pero al menos sus últimos días de vida los había  vivido con quien quería vivir toda su vida, al menos moriría feliz, si su alma estaba condenada a la oscuridad, al menos  su final fue feliz.

—Doctor desconéctelo. —Ordeno Fugaku, el padre de Sasuke  mientras se dirigía a la salida. Estaba harto de esperar a su hijo y en verdad le dolía tener que desearle la muerte.

El doctor asintió, odiaba esta parte de su trabajo, pero después de todo ese era su labor, ya habían pasado muchos años en los que veía  aquel paciente mostrar sonrisas y derramar lagrimas mientras dormía, sin mucha demora desconecto al azabache En ese momento la puerta se abrió dejando ver a un rubio.

— ¿Naruto? —Dijo la mujer y Sasuke a la vez— hace mucho tiempo que no te veíamos…

El rubio se acerco al cuerpo de Sasuke sin prestarle atención a los presentes, sus lágrimas escapan de sus ojos del miedo que tenia de perderlo, ¿Habría llegado demasiado tarde?  Se acerco al moreno sin importarle la presencia de los demás, acaricio  su mejilla mientras la madre de Sasuke se apartaba, mirándolo al igual que los demás. Las palabras de su último recuerdo, sobre aquel puente, en donde fundó una promesa de vida  pasaron por su cabeza a la vez que se acercaba aquellos fríos labios.

—Te esperare Sasuke…

—Te amo Naruto…

Naruto se separo de los labios del mayor mientras enterraba su rostro en el pecho del azabache ¡Había llegado  demasiado tarde! No lograba contener sus lagrimas y tampoco quería hacerlo ¡¿Cómo podía ser tan idiota y no haberse dado cuenta que Sasuke necesitaba su ayuda?!  ¡Porque lo había olvidado! ¡Porque Sasuke no le dijo desde un principio! Se sentía miserable, ahora entendía perfectamente porque los besos y la presencia de Sasuke llenaban el vacio que había permanecido con él durante tantos años, ahora lograba entender porque jamás quiso apartarse, porque a pesar de que su mente no lo recordaba, su cuerpo sí. Por eso jamás logro apartarlo de él, a pesar de que lo quería, su cuerpo jamás obedeció a su petición.

El moreno sonrió levemente al poder ver por última vez a su rubio, agradecía su presencia, pero ahora… Ya debía partir… Orochimaru apareció en una esquina de la habitación ofreciéndole la mano e indicándole de que era hora de ir a donde pertenecía. El azabache  camino hacia su muerte, sin tomar la mano del contrario, poco a poco su alma se fue difuminando.

— ¡Maldito mocoso! —Grito el ojos de serpiente mirando como desaparecía ante su vista el azabache.

—Naruto…—Susurro el moreno.

En cuanto Naruto escucho la voz de Sasuke se reincorporo, sin dejar de llorar, el azabache había abierto los ojos. Instintivamente Naruto lo beso con deseo, con alegría, con emoción… los padres del moreno también lloraron, de felicidad… ¡Su hijo había despertado!  ¿Sería gracias a dios, o algún suceso extraño? Eso no importaba, finalmente podía hacer esos labios suyos, finalmente Sasuke seria suyo y él seria de él.

—Te amo Sasuke… Perdóname por olvidarte…

—Me has recordado… —Susurro el azabache acariciando la mejilla del rubio para luego volver a tan adictivos labios.

 

Después de esa noche, Sasuke tuvo que tomar terapia para poder recuperar el control total de su cuerpo, como todo un Uchiha, le costó esfuerzo, pero al poco tiempo ya estaba fuera del hospital moviéndose como si nada hubiera pasado, el moreno y el rubio pudieron darse cuenta que los demás se habían olvidado que él estuvo con ellos cuando era fantasma, el único que lo recordaba era Naruto, era como su pequeño secreto. A partir de ese día y desde entonces ambos pudieron vivir como lo habían hecho, juntos.  Al año siguiente Sasuke se mudo con Naruto a un departamento para compartir sus vidas, incluso después de la muerte.

 

“Gracias por existir”

“Tú eres la razón de mi existencia. Por ti estoy aquí”

Notas finales:

espero que lo hayan disfrutado el oneshot, y dejen sus comentarios.
nos leemos


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