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De listas y amor por keny_shawol

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Notas del capitulo:

Estoy sorprendida por haber terminado algo sobre esta pareja, mi hermana no lo creía posible.


Es mi primera vez escribiendo de esta pareja, y aún no he leído lo suficiente de ellos, pero me gusta y creo que son perfectos juntos. En fin… es algo corto y romántico, porque esto es lo que acostumbro a escribir. Y es para mi hermana, porque es de las pocas parejas que le gustan. 

Si le preguntaran a Kim JongIn por qué está enamorado de Do Kyungsoo él no estaría tan seguro de que responder. Porque no hay una palabra definitiva, o porque tal vez las palabras no son suficientes.

 

Si es sincero, Kyungsoo no era alguien que esperara, y a JongIn le gusta llamarlo vida, casualidad, pero sobre todo destino. Porque si bien Kyungsoo no era algo planeado en su vida, estaba demasiado feliz por tenerlo con él.

 

Porque Kyungsoo trae sonrisas desconocidas a su rostro, porque trae risas que jamás pensó tener con alguien, y porque Kyungsoo hace que su corazón lata de formas inimaginables.

 

Pero tal vez es porque Kyungsoo conoce a JongIn y puede dejar de lado a ‘Kai’.

 

Si le preguntaran también qué es lo que más le gusta de Kyungsoo, JongIn dirá una lista de las cosas que más le gustan.

 

JongIn dirá que ama los ojos de Kyungsoo, porque pueden parecer fríos para sus amigos, pero él sabe , que detrás de esa mirada seria y a veces calculadora, hay unos ojos frágiles por momentos, soñadores otras veces y amorosos cada mañana.

 

Y es eso lo que más le gusta. Que sólo él conozca al verdadero Kyungsoo, que sólo él sea el dueño de esas miradas, esos ojos, y esos sentimientos no dichos.

 

—Deja de mirarme. —Kyungsoo dirá cada mañana, cuando el sol finalmente golpee contra su rostro y le haga fruncir el ceño. —Diablos, JongIn, puedo sentir tu mirada sobre mí, ¿sabes?

 

JongIn reirá, un poco por lo adorable que es, otro poco por lo malhumorado que Kyungsoo es por las mañanas.

 

—¿Si?—Él dirá, estirándose perezosamente en la cama, y pateando las sabanas con los pies. —Es inevitable, hyung. —Cantará esa parte, porque Kyungsoo lo ama. —Eres malditamente adorable. —Dirá también, porque conoce demasiado bien a Kyungsoo y sabe cuánto le molesta ser llamado adorable.

 

Pero él lo dirá una y otra vez, porque le gusta ser directo y sincero y porque le gusta ver el casi imperceptible sonrojo que bañará las mejillas de Kyungsoo.

—Te odio.

 

Reirá, porque es gracioso, porque Kyungsoo abrirá los ojos y le mirará serio y decidido. Pero entonces ahí estará, porque, Dios, él le conoce demasiado bien. Detrás de los grandes y hermoso de Kyungsoo brillará la mentira, y resplandecerá el amor. Y sí, se sentirá como un maldito cursi, y sí, tampoco importara mucho.

 

—Inténtalo una vez más, hyung. —Kyungsoo sonreirá, porque no podrá evitarlo y Jongin estirará los brazos, atrapándole entre él y la cama. —Créetelo esta vez.

 

—Te odio. —Habrá una sonrisa más grande bailando en sus labios, una más feliz, una más enamorada.

 

—Sí, bueno… —Contestará, sin terminar. Kyungsoo tirara de su cuello y estrellará sus bocas juntas, y murmurando un ‘cállate, JongIn’ contra sus labios. JongIn lo hará, porque no tiene muchos ánimos de hablar, porque los labios de Kyungsoo son la mejor manera de perder el tiempo, y porque es dulce y con sabor a Kyungsoo.

 

Y sí, tampoco podrá esperar que otro día comience.

 

 

 

En su lista también estará la sonrisa de Kyungsoo. Si hay algo que JongIn ama, es sin duda la sonrisa de su novio.

 

Hay algo en la forma en que curva sus labios, y sus ojos brillan y la manera en que sus pómulos se alzan, que hace que su corazón lata de esa manera en que la palabra ‘amor’ flota en su mente más fuerte.

 

Kyungsoo probablemente no gane un título a la mejor sonrisa, pero sin duda alumbra su mundo de una manera inexplicable.

 

Y en los días en que todo parece ir de la peor manera, JongIn agradece por tenerlo a su lado y que le sonría de esa manera única y confortable.

 

Habrá días en que llegará cansado, de mal humor, y con unas inmensas ganas de tirarse en la cama y evadir el mundo por algunas horas, pero Kyungsoo estará ahí. Y él lo amará más en ese momento. Porque Kyungsoo también tiene un trabajo y también tiene días malos, pero él estará ahí, con su comida favorita y esa sonrisa que ilumina el mundo pintando sus labios.

 

—¿Mal día?—Kyungsoo preguntará, dejándose caer a su lado.

 

—Sí. —Afirmará con la cabeza y las palabras morirán a mitad del camino.

 

—¿Quieres hablar de eso?—Kyungsoo podrá parecer frío, JongIn pensará, pero en esos momentos el Kyungsoo adorable y con el que desea dormir todas las noches estará presente. Y sostendrá su mano suavemente, jugando con sus dedos delicadamente segundos después.

 

—No realmente.

 

—Bien. —Kyungsoo dirá, sosteniendo sus manos más fuerte contra las suyas. —Entonces, que te parece una ducha rápida, una cena, y después no sé, ver una película, ¿uh? —Tirará de su mano, hasta levantarlo del sofá. —Y, tal vez, si eres bueno, podemos dejar la película olvidada.

 

JongIn reirá, porque ama la forma en que Kyungsoo habla, la forma en que le sonríe furtivamente y se alejará hacia la cocina.

 

JongIn la seguirá, con el mal humor esfumándose de su cuerpo más rápido. Caminará siguiendo a Kyungsoo hasta la cocina y se detendrá un momento en el marco de la puerta para verle.

 

Reirá suavemente antes de sorprenderle con uno de esos abrazos que Kyungsoo dice odiar, pero que en el fondo ama. Sus manos encontraran el camino hacia su cintura y su cabeza caerá en el hombro de Kyungsoo.

 

—Tal vez deberíamos olvidar todo e ir directo a la cama, ¿quieres? —Susurrará cerca de su oído, suspirando cerca y sintiéndole estremecerse. —En verdad quiero saltar todo la parte hasta dejar olvidada la película, esa fue mi parte favorita, hyung.

 

Kyungsoo negará con la cabeza, pero a JongIn no le importará. Le besará ahí, dejando besos contra su mandíbula y Kyungsoo le responderá con más ganas y con sus manos enganchándose en su cuello.

 

Sus pasos serán torpes y la habitación parecerá demasiado lejana. JongIn sabe que tirarán algunas cosas a su paso  porque cuando sus labios se acarician juntos no importa nada más.

 

Kyungsoo murmurará incoherencias contra sus labios y morderá también cuando él deje caer su mano hasta su trasero, pero no importará. Nunca importa porque lo está disfrutando demasiado.

 

 

 

JongIn tendrá los labios de Kyungsoo en la lista, y tendrá la personalidad de Kyungsoo cuando está excitado. Es único, piensa,  él es único.

 

Es graciosa, piensa, la forma en que Kyungsoo puede cambiar unos momentos, como si fuera otra persona, como si quisiera serlo también.

 

A JongIn le gusta, demasiado diría él. Agradece también por su trabajo, porque de esa manera puede ver ese lado oculto, y que Kyungsoo prefiera mantener oculto.

 

Kyungsoo le acompañará a sus presentaciones. Le gusta pensarle como una tradición, pero también le gusta pensarlo como su amuleto de la suerte. Kyungsoo besará sus labios suave y tímidamente antes de cada presentación y le deseara buena suerte en su oído, respirando adorablemente contra él.

 

Él bailará y cantará y en algunos momentos encontrará a Kyungsoo entre la multitud. Guiñará, escuchando los gritos de las fans, pero notará brevemente las mejillas ardiendo de Kyungsoo.

 

Pero entonces todo cambiará, porque bailará de otra manera, se moverá de una manera que enloquece a las fans, y hará gestos que no debería hacer en sus presentaciones. Y todo por Kyungsoo.

 

El tiempo pasará demasiado lento, Kyungsoo dirá eso también. Y cuando la presentación termine y las luces se apaguen, Kyungsoo le tomará de las manos y lo arrastrará con él.

 

Sus pasos serán desesperados,  Kyungsoo caminará frente a él y murmurará algo de por qué el ascensor no avanza más rápido.

 

Y cuando lleguen  a su departamento, será su espalda la que se estrelle contra la puerta, y sus labios serán atacados por los de Kyungsoo.

 

—Alguien está desesperado. —Murmurará contra los labios de Kyungsoo. Su novio gruñirá, pero no dirá nada, porque sus labios están demasiado ocupados comiéndose su boca.

 

La sonrisa aparecerá en sus labios, cuando los dedos de Kyungsoo comiencen a jugar con los botones de su camisa, y cedan contra sus dedos.

 

—Mierda, JongIn. —Kyungsoo hablará con palabras torpes y rápidas y sus labios también dirán que sus manos no son lo suficientemente veloces. —Sabes lo atractivo que te ves cuando bailas. —Su camisa desaparecerá también momentos después y las manos de Kyungsoo estarán contra su pecho desnudo. —Por qué tienes que bailar así, por qué tienes que hacer esos movimientos. ¿Tienes alguna idea de lo que provocas?

 

En esos momentos JongIn tendrá una idea de lo que provoca. Kyungsoo será demasiado obvio. Sus manos se moverán más rápido contra su cuerpo, y sus labios lo atacaran más desesperados. Kyungsoo morderá su barbilla y sus dedos se centraran en el botón de los pantalones.

 

JongIn sonreirá, sin ocultar su diversión. Atraerá a Kyungsoo a sus labios una vez más, y los morderá. Porque ama hacerlo, porque le gusta el tono de rojo que toman después de sus besos y su mordidas. Porque su boca esponjosa es la más dulce y porque le dirá que lo ama una y otra vez esa noche.

 

—Cama. Ahora. —Habrá decisión en sus palabras y promesas no dichas escondidas también.

 

Y JongIn lo seguirá con pasos rápidos y mordidas suaves a su piel. 

 

 

 

La lista tendrá un ‘él me ama en verdad’. JongIn sonríe cuando recuerda la manera en que se conocieron. Fue como cualquier otro día, tan cliché como una historia romántica, pero a JongIn le gusta decirle que es su historia después de todo.

 

Kyungsoo no le reconocía, él no sabía que él era Kai, el famoso cantante que bailaba como si no hubiera mañana. Kyungsoo no sabía nada sobre él, y tal vez esa fue una de las razones para que regresara a él cada día.

 

JongIn sabe lo que pasará una vez que entre en casa. Las luces estarán apagadas y parecerá que nadie está en casa. Pero Kyungsoo está ahí. JongIn lo sabe, porque esa tarde estuvo en un programa musical, y Kyungsoo nunca se los pierde.

 

A JongIn le gusta molestarle con eso, pero a Kyungsoo parece no importarle. Él dirá que vio el programa porque estaba aburrido, pero JongIn sabrá que es una mentira. El sonrojo de Kyungsoo le delatará y el tartamudeo sólo lo confirmará una vez más.

 

JongIn caminará en la oscuridad del departamento y se quitará la chaqueta cuando esté a punto de llegar a la habitación. Entrará después y reconocerá el cuerpo de Kyungsoo en la cama. Se verá adorable, con las manos extendidas y su rostro mirando el techo.

 

—Estoy aquí. —Dirá, y Kyungsoo no hablará, pero moverá la cabeza y se recorrerá, invitándole a recostarse con él.

 

—Puedo ver eso. —Responderá, cuando él esté en la cama, sus brazos rozándose suavemente y sus manos cerca, tan cerca, que JongIn podrá sentir el frío en los dedos de Kyungsoo. —Felicidades, Kai. —JongIn reirá, porque es graciosa la forma en que ‘Kai’ se escucha en los labios de Kyungsoo.

 

—Gracias, hyung. —Sus manos no podrán soportarlo un segundo más y atrapará las de Kyungsoo para jugar con sus dedos y acariciar con su pulgar. —¿Tendré un regalo?

 

Kyungsoo dejará de mirar el techo y se centrará en él, sonriendo cansadamente. Sus manos se sostendrán más fuertes  y el cuerpo de JongIn caerá de lado en la cama.

 

—Estoy seguro que las fans de Kai dejaron miles de regalos.

 

—¿Y qué tal para JongIn?

 

El corazón de JongIn latirá más rápido por la manera en que los ojos de Kyungsoo le miraran. Con todo se amor no dicho con palabras, con toda esa dulzura que Kyungsoo lucha escondiendo, y con todo ese humor que sus palabras le causa.

 

Kyungsoo reirá cuando no pueda soportarlo más y su cuerpo caerá sobre el suyo. JongIn lo observará y delineará sus labios suavemente y dejará que sus dedos recorran el rostro de Kyungsoo.

 

Entonces Kyungsoo lo hará, besará sus labios tan suavemente y rápido que querrá que lo haga de nuevo, y una vez más y otra más. Kyungsoo sonreirá contra sus labios, y parpadeará, antes de besarle otra vez, esta vez más fuerte, duro, y delicioso.

 

—Sí, creo que puedo tener un regalo para JongIn.

 

 


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