Kyuhyun tuvo que reprimir el violento impulso de golpear la mano de Siwon cuando este, con toda la impunidad del mundo, le robo de la bolsa de gomitas que tenia resguardada celosamente entre sus brazos, casi la mitad de sus ositos.
Por que estábamos hablando del Gran Alfa, el lobo malo, el tipo grandote que con solo ponerle una mano encima seguramente lo mandaría a volar. Y el aprecia su vida lo suficiente como para no tentar a la suerte y aunque técnicamente era como el segundo al mando, el general de la manada o algo así (eso de ser el Mate del Alfa le reportaba ciertos beneficios, para que negarlo) no iba a arriesgarse, por mucho que le jodiera que le robaran su preciada comida.
Maldito hombre lobo, parecía pozo sin fondo. No paraba de llevarse docenas de inocentes ositos gummy a sus lobunas fauces. Kyuhyun estuvo tentado de decirle que si tanto le gustaba decapitar osos, fuera y cazara uno de verdad en el bosque, pero cuando abrió la boca para decírselo, un montón de ositos azules lo hicieron callar.
Bueno, por lo menos el idiota de Siwon tenía un mínimo de consideración.
Hyuk le mira consternado desde el otro lado de la mesa de la cocina. Su mejor amigo había intentado llevar a cabo la misma hazaña, con resultados desastrosos para él. Al pobre beta todavía le atormentaba recordar la siniestra venganza de la cual Kyuhyun lo hizo protagonista. Pero claro, estábamos hablando de Hyukjae, él que tenía más de perro que de humano.
- Kyu, ¿me das uno?
Tardo por lo menos un minuto en procesar la soberana idiotez que su amigo le había soltado. Y lo miro con una gran interrogante pintada en la cara, que estaba seguro no admitía replicas, un gran “Me estas jodiendo Hyukjae, ¿es que no aprendes?” Y esta seguro de que Hyuk se hubiese arrepentido en el acto de su petición de no haber sido por Siwon. El Alfa, estaba estirándole la mano con varios ositos apresados entre sus dedos en dirección a un muy ilusionado lobo estupido, también conocido como su mejor amigo, Lee Hyukjae.
- Si te atreves a tocar esos osos, te juro que cuando estés convertido en lobo te voy a sedar y te voy a llevar al veterinario para que te castren.
Su amigo desapareció de su vista aullando como perrito apaleado y obviamente los ositos terminaron en su estomago (donde se estaba celebrando una gran fiesta de ositos de gomita, en serio)
- ¿Qué?
- ¿Tenias que traumarlo?
- Tiene que aprender a no robarle la comida a la gente. Yo no lo crié así.
- Créeme Kyuhyun, estoy mas que seguro de que tú no lo criaste. De todas formas, no te iba a robar, te lo pidió.
- Mira, una cosa es que tú me quites la comida y créeme que te golpearía por hacerlo, pero valoro mi vida y no quiero terminar abandonado en una zanja con mi cuerpo desfigurado por que hice enojar a un Alfa malas pulgas. Imagínatelo, tendrías que vivir no solo con la culpa de haberme matado, si no que también vivirías atormentado por haberme robado la comida, a mí, un pobre y débil humano.
- Me mareas cuando hablas tanto.
- No es lo que dice cuando me tienes acorralado contra la pared o muebles, sin ropa, y me pides que te hable al oído. No, no he escuchado quejas en esas oportunidades.
- Kyuhyun!!!!!!!!!
Se encoge de hombros y le quita importancia al asunto rebuscando mas golosinas en su bolsa, pero para su desgracia los ositos se han acabado, un lobo feroz los ha masacrado. Pobres e inocentes ositos.
- ¿Ves? Por tu culpa ya no quedan. – Y le restriega la bolsa en la cara antes de que Siwon le gruña enojado.
- ¿Sabes? Te quito la comida por que así como vas, comiendo golosinas y frituras como si no hubiese mañana, vas a terminar sin poder moverte de aquí a cuando seas un anciano. Y cuando te estés quejando, voy a recordarte momentos como estos, en los que no quisiste compartir unas miserables gomitas.
Kyuhyun intenta controlar los latidos de su corazón, pero por la sonrisa de satisfacción que le esta exhibiendo Siwon, le queda claro que ha fracasado miserablemente. Y es que a pesar de que el lobo le esta regañando (E insinuando que esta gordo de paso), él no es estupido y puede leer entre líneas la promesa silenciosa de pasar el resto de sus vidas juntos.
Pero eso no logra desviar su atención de otro punto importante y que por nada del mundo va a dejar pasar.
- Así que, según tú, ¿estoy gordo?
- ¿Qué? No, yo no dije eso!
- Maldito perro pulgoso, ¿Cómo te atreves?
- Kyu…
- Por eso los niños salieron así, igualitos al padre. No lo puedo creer.
- ¿Los niños?
- Y ahora te vas a desentender de ellos? No serán los cachorros más brillantes del mundo, pero es exclusivamente tu culpa. Los malcrías.
Siwon rompió a reír ante sus ocurrencias y antes de que siguiera despotricando en su contra, sobre todo el asunto de lo mal padre que estaba resultando ser, tomo a Kyuhyun del brazo y lo obligo a ponerse de pie.
- Vamos, deja que me reivindique como padre.
- ¿A dónde me llevas? ¿Me vas a asesinar por no darle ositos a Hyuk?
- No Kyuhyun, no te voy a asesinar. Y aunque quisiera, después voy a tener dos cachorros furiosos tras de mi por el resto de mi vida. Además, mi vida seria bastante lamentable si tú no estuvieras en ella, así que jamás haría algo como eso.
- Uh…oh…
- Así que, vamos al supermercado a buscar mas golosinas para ti y los niños.
Kyuhyun se dejo llevar de la mano tranquilamente, sin poder borrar la sonrisita estupida que se le había pegado a la cara. Tampoco era como si la quisiera borrar en realidad, le gustaba ahí donde estaba, estampada en su cara restregándole al mundo que era feliz.
Después de todo, todas las bolsas de golosinas terminaron en su poder y Siwon se vio obligado a hacer un viaje en solitario al supermercado para llevarle algunos regalos a los niños.
Su vida en la manada era perfecta.