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¿Por qué? por SherryJaegerjaquez

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Notas del fanfic:

Aquí mi segundo fic de Gintama, no es la continuación de “Nunca le dejes a alguien más, algo que tú mismo puedes hacer” ya que perdi mi memoria USB y ahí tenía la conti U_U pero no se preocupen ¡Habrá continuación! solo espero tener más tiempo para escribirla.

Por ahora las deja con este one-shot GinHiji ¡Hurra!

Ah, cierto, Gintama NO me pertenece es propiedad de Hideaki Sorachi :D

Notas del capitulo:

Es un pequeño one-shot espero les guste n_n

 

¿Por qué tenía que encontrarse con aquella larva social siempre?

 

Hijikata no creía en las coincidencias, bueno quizás una o dos, pero más de tres ya no era una coincidencia. Debía de haber otra razón, una razón de porque siempre se lo encontraba ya fuera en sus días libres o en  su trabajo, pero…

 

Nada…

 

No sabía la razón de porque se lo encontraba.

 

Para el vicecomandante, era una maldición, tener que ver a aquel idiota casi todos los días de su vida, era un infierno. Las estupideces de Gintoki Sakata lo sacaban de quicio, su sola presencia lo irritaba…

 

Peleaban.

 

Discutían.

 

Se odiaban mutuamente.

 

Pero el destino siempre tenía que juntarlos en algún lugar. Ya ni en su trabajo estaba en paz, cada vez que patrullaba por la zona, el Yorozuya estaba ahí, cada vez que eran sus días libres el Yorozuya estaba donde él estaba.

 

¡¿Por qué?!

 

Sin embargo lo que más irritaba al vicecomandante era, esa falta de vergüenza que poseía el de la permanente.

 

Esa estúpida sonrisa…

 

Necesitaba un cigarrillo, necesitaba tranquilizarse. Soltó un suspiro al aire para luego comenzar a caminar fuera del Shinsengumi…

 

Era su día libre, y esta vez evitaría encontrarse con Sakata Gintoki a como diera lugar. No importaba como, pero lo haría. Solo esperaba que el destino que parecía odiarlo, estuviera de su parte.

 

Su vida era mejor antes de conocer al maldito Yorozuya, si no hubiera conocido a aquel tipo, todo estaría mejor, pero…

 

Lo conocí…

 

No pudo evitarlo, aquel cuestionamiento ya no era tan importante, aquella pregunta que no podía contestar…

 

¿Por qué tuvo que conocerlo?

 

¿Por qué no parecía importarle al samurái?

 

¿Por qué cada vez que lo miraba tenía la necesidad de molestarlo?

 

No lo sabía…pero necesitaba saberlo. Es más quería  saberlo.

 

Ese estúpido cabello…

 

Hijikata intentaba evitar al otro, pero cada vez que lo intentaba se lo encontraba, quizás el Vicecomandante  ya lo sabía y quizás por eso intentaba evadirlo, porque irremediablemente de lo que hiciera se lo encontraría…

 

Sin siquiera saberlo, sus piernas lo guiaron a aquel lugar, ese lugar donde sabía que ese inútil estaría…aquel lugar que Gintoki Sakata frecuentaba, no supo cómo ni porque fue ahí, se estaba contradiciendo así mismo al ir a ese lugar de bajo nivel…ese lugar era un vicio para el yorozuya, el maldito pachinko, aun en esos momentos Hijikata se preguntaba porque ese estúpido iba a ese lugar a perder el dinero que no tenía.

 

Siempre perdía, pero igual seguía siendo como es, Gintoki Sakata seguía siendo Gintoki Sakata, un mal hablado, flojo e idiota, tal pareciera no le afectaba en lo más mínimo el que perdiera…

 

Gintoki Sakata, es Gintoki Sakata…

 

Encendió un cigarrillo y se recargo  en  una pared  que estaba frente a “ese” lugar que  mantenía al yorozuya entretenido…

 

-Soy un idiota.

 

Se  ofendió así mismo por ir al encuentro del de la permanente. Se suponía que no quería encontrárselo, sin embargo fue a buscarlo…quizás el vicecomandante Hijikata Toshiro, comenzaba a resignarse y por eso decidió buscarlo, antes de que ese idiota de la permanente lo hiciera primero,  tan siquiera podría ganarle, tal vez el Yorozuya al igual que él quería evadirlo…

 

Y si eso era cierto entonces…

 

¿Por qué no molestarlo después de que perdiera en ese estúpido juego?

 

Al azabache le gustaba la idea de ver a ese idiota molesto, quería  molestarlo, así el Yorozuya se enojaría, es más ver a ese imbécil tan solo perdiendo era un deleite para el de Shinsengumi, ver perder a Sakata en algo tan ridículo como el pachinko…para el ya no era una novedad, pero aún era  algo gracioso.

 

Soltó una bocanada de humo al aire, mientras seguía observando el establecimiento, donde la gente va a perder su valioso tiempo –Según el.- y dinero…

 

¡Mierda esto era una porquería!

 

No se entendía así mismo,  ahora en estos momentos, Hijikata volvía a sentirse como idiota, o peor aún se sentía como un acosador, esperando a que aquella larva social que era Gintoki saliera del lugar.  Esperando ver ese cabello de extraño color, que aunque no le gustara admitirlo, le llamaba la atención, no era porque se le hiciera…”lindo”, solo era curiosidad de porque tenía aquel color, solo eso, nada más.

 

No se sentía cómodo, para nada en lo absoluto. La incomodidad era grande, ya no sabía ni porque seguía recargado en esa pared esperado a que el maldito yorozuya saliera, personas entraban y salían del negocio, pero el yorozuya no…tal pareciera ese inútil solo lo hacía enojar, consiente e inconscientemente.

 

Suspiro al aire, al ver que su último cigarrillo se había acabado, ya no tenía, y esos malditos cigarrillos, eran los únicos que lograban tranquilizar su ansiedad…justamente por eso los necesitaba. Es más iría a comprar otro paquete, si eso es lo que haría, pero…

 

¿Si cuando regrese el ya no está…?

 

Chasqueo la lengua en señal de molestia, por Dios esto ya no era normal, pensar que el Yorozuya ya no estará cuando regrese no era lógico…eso ya era una estupidez que no iba con él ni con nadie esto ya era ridículo, no era cuestionable…buscar pretextos para estar ahí esperando a que ese idiota de ojos carmesí saliera era una pérdida de tiempo peor que jugar pachinko.

 

-¿Qué estoy haciendo…?-El vicecomandante intentaba buscar una respuesta de una pregunta bastante tonta para el.-Maldito Yorozuya…-El azabache volvió a fijar su vista en el establecimiento.-Más vale que ver su cara después de que pierda  valga la pena…

 

Resignado, Hijikata metió sus manos en los bolsillos de su pantalón…los pretextos que intentaba darse asi mismo ya ni le resultaban creíbles.

 

¿Por qué buscaba pretextos? Él no los necesitaba, si él quería estar ahí, estaría ahí, no necesitaba dar explicaciones…si ese idiota o alguna otra persona le pregunta porque estaba ahí, solo diría “Porque quiero.”

 

Agacho su mirada,  necesitaba pensar, tranquilizarse…volvió a suspirar, estaba cansado de esperar, estaba cansado de contradecirse diciendo que no quería ver a Gintoki, pero ¡Se encontraba ahí esperando a que saliera!

 

Bien eso le resultaba demasiado raro.

 

Su mirada oscura se encontraba perdida entre el suelo, intentando buscar “algo”, sin embargo ese “algo” definitivamente no lo encontraría en el suelo, porque él quería a ese “algo” que por desgracia aunque lo irritara, le alegraba el día, que aunque no lo quisiera admitir…desde que conoció a ese “algo” su vida no empeoro, fue todo lo contrario. Decir que odiaba  ese “algo” ya era una excusa bastante patética, pero de todas formas pensar eso…no…

 

No era propio de un oficial del gobierno.

 

No era propio de un vicecomandante.

 

No era propio de un samurái.

 

Y no era propio de Hijikata Toshiro.

 

Era cierto…pensar en eso no era propio de él. Hijikata Toshiro  nunca pensaría en eso, se suponía que no debía pensar en aquel tipo, le resultaba tonto, pero  ahora ya no podía sacar de su cabeza a ese estúpido, inútil, mal hablado, imbécil, o mejor dicho a Gintoki Sakata, porque su nombre era la combinación de todas esas –y más- palabras.

 

-Sakata Gintoki…-Sin siquiera saber porque, los labios del azabache formaron una sonrisa.-Que idiota tan…

 

Antes de terminar aquella frase, el vicecomandante sintió un golpe en su frente. Molesto por aquello levanto su vista para encontrarse con ese “algo” que había estado esperando.  Su mirada oscura se cruzó con la inexpresiva mirada carmesí que poseía aquel idiota. Su molestia se fue, no le reclamo por el golpe, no se burló de él, no le pregunto si perdió en su estúpido juego…lo único que hizo  fue mirarlo…

 

Nunca lo había visto a los ojos y ahora lo estaba haciendo, la mirada apática de Sakata Gintoki, no era tan apática como creía, sin embargo  el vicecomandante no entendía porque el de la permanente lo miraba. Incomodado por su mirada el azabache decidió hablar.

 

-¡¿Por qué rayos me miras?!-Grito mientras volvía a bajar su mirada ¡Mierda lo estaba haciendo de nuevo!

 

-No pude evitarlo te veías adorable con ese sonrojo.-Soltó sin más el de la permanente, al mismo tiempo que se encogía de hombros.

 

Los ojos del vicecomandante se abrieron de par en par y no pudo evitar sentirse nervioso…no...¡No podía creer que estaba sonrojado! ¡Él era Hijikata Toshiro, el vicecomandante del Shinsengumi! No era posible que estuviera sonrojado…y menos por la culpa de ese tipo…eso no podía ser.

 

-¡Y-yorozuya deja de mirarme!-La molestia del azabache ya era palpable, sin embargo el que estuviera sonrojado le quitaba más de la mitad de terror.

 

-Hijikata-kun sigues rojo~…

 

-¡Cállate!

 

Para Gintoki, le resultaba extraño ver al otro asi, nunca lo había visto sonrojado,  pero debía admitir que se veía adorable. Había ido a jugar pachinko para perder el tiempo, pero nunca se imaginó que Hijikata estaría parado frente  a él cuándo saliera, que se encontraría a aquel tipo molesto… es más Gintoki  siempre había visto a Hijikata como  un bipolar, raro –demasiado raro- considerando que le gustaba echarle mayonesa a todo…pero también  algo interesante,  sin embargo Hijikata parecía odiarlo y él no sabía la razón, de todas formas cada vez que se encontraban se peleaban. Eran peleas tontas…donde siempre terminaban molestos el uno con el otro, su relación era como de amigos/rivales o amistad/enemistad, cualquiera de las dos no le importaba mucho, ya que de cualquier forma, seguían siendo los mismos.

 

Su gusto por la mayonesa y los cigarrillos, eran una cosa que siempre le resulto extrañamente interesante, no es que lo quisiera o algo…lo único  que veía en Hijikata eran…eran…¡Esos malditos ojos…!

 

Cada vez que se encontraba con el vicecomandante, siempre trataba de verlo a los ojos, de vez en cuando lo lograba sin que el azabache se diera cuenta, el yorozuya  no sabía ni cómo ni porque se encontraba siempre con Hijikata ni porque siempre quería verlo a los ojos –como hace unos momentos-, no sabía, y no tenía explicación alguna, la única razón que se le venía a la mente era que quería molestarlo no tenía ninguna otra explicación ¿Verdad? Había escuchado hablar de esa cosa de “del odio al amor solo hay un paso”, sin embargo el no creía en eso, él no podía querer a un hombre, o quizás sí, la mente de Gintoki ya no podía unir piezas no encontraba razones de porque se encontraba siempre con el azabache solo…las palabras de Shinpachi, que le dijo una vez  después de haberse encontrado con Hijikata, tal vez eran ciertas no estaba muy seguro…

 

-Gin-san, tal vez sea el destino…

 

Aún recuerda como Kagura se burló del comentario del de las gafas, y el solo le dijo que eran tonterías. No podía ser algo tan trivial como el destino ¿Cierto? Debía de haber otra razón…

 

Él no era un acosador y tampoco creía que Hijikata fuera alguien que espiara a los demás…bueno él era Sakata Gintoki, asi que no era un acosador, las únicas veces que fue en busca de Hijikata fueron para…para…

 

“Asegurarme de que mi rival esté bien”.

 

Solo era por eso…no es que le gustara o algo asi, a él le gustaban las mujeres, el que no les hiciera caso a las mujeres de su alrededor era otra cosa…allí había algo raro, a Gintoki no le resultaba tan “interesante”  ver a una mujer a los ojos,  bueno mejor dicho a nadie, Hijikata era otra cosa, Hijikata era diferente, sus ojos eran diferentes, su personalidad y gustos extraños eran diferentes a lo común.

 

¡Maldición ahí iba de nuevo!  Ya no recordaba cuantas veces pensaba en Hijikata al día…

 

Comenzó a negar con la cabeza ante la mirada atenta del azabache.

 

Volvía a estar confundido, como odiaba estarlo, como odiaba pensar en ese adicto a la mayonesa…en ese extraño…tonto…y…adorable adicto a la mayonesa…en Hijikata Toshiro…

 

A Gintoki esto ya le parecía como esos mangas Shojo  y peor aún ¡Como esos mangas Yaoi! Fijo su vista nuevamente en el vicecomandante este se encontraba aun rojo con la mirada gacha, el silencio reino en el lugar,  y el de la permanente estaba dispuesto a acabar con ese silencio, de la mejor forma posible…

 

Fastidiando…

 

-Hijikata-kun~.-Canturreo el de mirada carmesí.-¿Te gusta el Yaoi?

 

De nueva cuenta los ojos del azabache se abrieron desmesuradamente, esa pregunta era…era…¡Un momento! ¡¿Por qué preguntaba eso?! Ahora Hijikata estaba seguro que estaba sonrojado hasta las orejas.

 

-¡E-estúpido! ¡¿Por qué me preguntas esa tontería?!

 

-¿No te gusta?-Gintoki pasó sus brazos atrás de su nuca, ignorando el reproche del otro.

 

Hijkata decidió seguirle el juego, si ese idiota quería fastidiar, claro que él también podía fastidiar.

 

-¿Por qué? ¿A caso a ti te gusta?-El azabache sonrió de lado.

 

-Si.-Menciono firme el de la permanente con una sonrisa.

 

Sorprendido por lo escuchado, Hijikata no podía articular palabra su sonrisa burlona se fue, de verdad que ese sin vergüenza literalmente era un idiota….¿Qué quería ganar con eso? El azabache no sabía que pensar…

 

¿Por qué Gintoki preguntaba eso?

 

Y más importante aún…

 

¿Para qué quería saber si le gustaba el Yaoi?

 

El vicecomandante estaba confundido, fijo su mirada en el otro, quería entender lo que quería decir el yorozuya…¿Gustarle el Yaoi…? ¿Cómo…? ¡Un momento! ¿El trata de…?  Los ojos de Hijikata se abrieron con sorpresa, volvió a sonreír y miro a Sakata con una sonrisa.

 

-Yorozuya…-El de vista oscura volvió a meter sus manos a los bolsillos, para luego desviar su mirada. Al fin había entendido la indirecta-Eres un idiota…pero…si…

 

-¿Eh? ¿Si qué?-El de cabello gris se hizo el que no entendió mientras se acercaba al otro.

 

Suspiro.-Un verdadero idiota…-Ahora estaba más que seguro que su sonrojo estaba en un nivel crítico.-Si…si me gusta el yaoi…

 

Sakata soltó una risita por lo bajo.

 

-Hijikata-kun…¿Te gusta Sakata Gintoki?

 

-No es la gran cosa…pero por desgracia me gusta Sakata Gintoki…-El azabache fijo de nuevo su vista al de ojos carmesí.-…¿Y a ti…te gusta… Hijikata Toshiro?

 

-A mí no me gusta Hijikata Toshiro…-El yorozuya hizo una pausa que  a Hijikata se le hizo eterna.-Yo amo a Hijikata Toshiro…-Comento con una sonrisa el de la permanente al mismo tiempo que  tomaba al vicecomandante por el mentón, para luego darle un casto beso.-¿Te gusta el Yaoi de Gintoki Sakata y Hijikata Toshiro?

 

-Idiota…¿Tu qué crees?

 

Los dos muchachos sonrieron entre sí, ahora Hijikata sabía porque se encontraba siempre con ese idiota, y ahora Gintoki sabia porque se encontraba siempre  con ese adicto a la mayonesa…

 

Porque consciente o inconscientemente…ellos iban al lugar donde se encontraba el otro…

 

Notas finales:

Yyy bueno aquí acaba ahhh~ como amo el GinHiji –Y a Gintoki también XD-

Sobre la continuación de “Nunca le dejes a alguien más algo que tú mismo puedes hacer…” no estoy segura cuando lo pueda  subir, pero ¡Tengan por seguro que si subiré su continuación!

Espero le haya gustado a mi amiga Valeria (¿Adivinen qué? Ella me volvió a obligar a escribir  un fic GinHiji jeje ) y a las fans de esta pareja tan kawai XD espero que también les gustara. ¡Gracias por leer! Nos vemos n_n/

GinHiji <3 (Y)


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