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Alternative por Euridice

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Notas del fanfic:

Este fic lo comencé hace un tiempo, dejando un poquito de lado la pareja MiloxCamus que me gusta tanto, para variar; iba a ser un one shot pero al parecer se me hizo más largo de lo esperado. Espero que les guste.

La pareja es SagaxCamus

 

Los personajes no me pertenecen, son creación de Masami Kurumada.

La vida no es fácil para los artistas, en especial para aquellos que se dediquen al arte del tatuaje. Camus y su mejor amigo, Milo, lo sabían muy bien, pero aun así estaban dispuestos a arriesgarse a abrir su propio estudio de tatuajes; ambos se conocieron en la universidad de artes en Atenas, donde se enrolaron a estudiar dibujo; Camus había sido becado y con gran esfuerzo viajó desde Francia para poder estudiar allí. En ese largo camino de descubrir su estilo artístico los dos jóvenes comenzaron a interesarse por el fascinante mundo del tatuaje luego de hacerse adictos a la sensación de la aguja en la piel, usando sus cuerpos como lienzos, y optaron por aventurarse a aprender de dicho arte. Fue una época dura, pues pasaron meses ahorrando para asistir a cursos de bioseguridad y a jornadas de capacitación para aprender a tatuar; y a todo esto se sumaba el haber invertido en las máquinas y las tintas. Definitivamente eran gastos grandes para dos estudiantes de arte que no tenían trabajos muy bien remunerados aún.

 

Recordaban cada noche como se habían introducido en ese fascinante mundo y, luego de unos cuantos años trabajando arduamente en un famoso estudio de tatuajes de un joven asiático llamado Dokho, quien era un experto en los diseños de tipo oriental, lograron ahorrar suficiente dinero como para comprar un pequeño local cercano al departamento que compartían, lo que les permitiría ahorrarse los gastos del transporte, pero aun así necesitaban bastante capital para los insumos necesarios para su emprendimiento, como camillas y demás. No podían recurrir a sus padres, pues Camus venia de una familia de clase trabajadora, y los padres de Milo lo apoyaban en todo, excepto en el asunto del tatuaje; a pesar de que amaban a su hijo, eran muy conservadores, y no habían tomado muy bien el hecho de que Milo hubiera "marcado" su piel y que, con el objetivo de recaudar dinero para realizar el sueño que compartía con su amigo, hubiera posado desnudo en un conocido sitio de modelaje alternativo llamado "Alternative".

 

Dicha pagina web funcionaba en base al dinero que recibían de las ventas de sus publicaciones periódicas sobre tatuajes, en las que incluían actualizaciones sobre nuevos insumos, entrevistas a reconocidos tatuadores, reviews sobre convenciones internacionales y, por supuesto, fotografías artísticas de hombres y mujeres cubiertos por tatuajes; el otro porcentaje de los ingresos provenían de un espacio existente en su página web, en el cual por una módica suma, amantes del tatuaje podrían suscribirse y acceder a fotos de desnudos artísticos de varios modelos con modificaciones corporales. Y ese, junto con lo recaudado con las publicaciones, era el dinero con el cual se le pagaba a los que ofrecían mostrar sus decorados cuerpos al desnudo para el disfrute de otros. A pesar de haber logrado gran notoriedad en el ámbito de los tatuadores, y de que recibió una muy buena paga que fue de gran ayuda para pagar la hipoteca del local, sus padres siempre le reprochaban a Milo esa decisión.

 

Una tarde, los dos jóvenes se encontraban realizando cálculos de cuánto dinero les faltaría para comprar las cosas que necesitaban; ambos estaban quemándose los sesos pensando de donde podrían sacar los 3000 euros que necesitaban, pues aunque tuvieran la fortuna de conseguir clientes a quienes tatuar todos los días, era imposible reunir esa suma.

 

-  Tal vez debamos pedir un préstamo...- dijo Camus.

 

-  ¿Crees que nos lo den? Nuestra entrada fija de dinero no es tan grande.

 

-  Agregaría más clientes a mi agenda, pero ya está llena- agrego Camus.

 

-  La mía también...

 

-  Milo, ¿cómo conseguiste los 2000 euros que nos faltaban para la hipoteca?

 

-  ¿No recuerdas? Pose desnudo en "Alternative".

 

-  Es cierto...- dijo Camus y se quedo pensando.

 

-  ¿Qué?

 

-  Quizás si...

 

-  Escucha, yo no tengo problema con desnudarme, pero sabes muy bien que el fotógrafo que me tomó las fotos quiso pasarse de listo conmigo, si no fuera por la posibilidad de encontrarme con ese pervertido de nuevo, volvería a desnudarme otra vez...- argumentó Milo.

 

-  ¿Era el italiano que te miraba con cara de sádico en la última convención?

 

-  Sí, ese que llaman Deathmask; el solo recordar las cosas que me decía cuando posaba me da náuseas...

 

-  ¿Que te decia?- preguntó Camus adrede, para reírse de la imitación de su amigo.

 

-  Que maldito eres, me haces revivir ese incomodo momento solo para divertirte...

 

-  ¡Vamos! ¡Por favor!

 

-  Está bien- suspiró el heleno de cabello azulado y comenzó su show de imitación-"Vamos, nene, levanta mas ese trasero... ¡oh sí!, perfecto...y ahora imagina que te lo están metiendo bien adentro, pon cara de orgasmo...¡¡sí, eso es lo que quiero!!" ¡¡Qué asco!!- dijo Milo con una expresión de repulsión en su rostro, haciendo que su amigo riera a carcajadas.

 

-  ¡¡Lo haces genial!!

 

-  Dime algo, ¿te atreverías a que te fotografíen desnudo?

 

-  ¿¿YO?? Bromeas, ¿no?- exclamó Camus con las mejillas color carmesí.

 

-  ¿Te da tanta vergüenza?

 

-  No... no es solo eso- balbuceó- es que...yo no soy como tú…

 

-  ¿Qué significa eso? No me estarás tratando de perra, ¿no?- acusó Milo, y le golpeó suave y amistosamente el hombro a su amigo.

 

-  ¡Claro que no, idiota! Me refiero a que...yo no soy sexy como tú...

 

-  ¿Estás loco o acaso eres ciego? Eres muy sexy Camus, y no lo digo porque seas mi mejor amigo. Todos voltean a verte cuando caminas por la calle...

 

-  Es lógico, teniendo en cuenta que mi pelo es turquesa y tengo ambos brazos cubiertos de tatuajes...

 

-  Muchos tipos tienen pelo turquesa y tatuajes por todos lados, y aún así no los miran como a ti... ¿por qué no te postulas para posar en "alternative"?- sugirió el griego.

 

-  No lo sé...no sé si quedaría seleccionado, y además está ese fotógrafo pervertido...- dijo con cierta inseguridad.

 

-  Mira, creo que tienes mucho más potencial que todos esos chicos que postulan en ese sitio web, y además no tienes por qué tener mi mala suerte de ser fotografiado por Deathmask...

 

-  Está bien...creo que lo haré.

  

Esa noche Camus ingreso al sitio web para el cual su amigo había posado e hizo clic en la sección "requisitos para modelar"; leyó las reglas atentamente, pues eran unas cuantas, entre las que figuraban que el o la modelo estrictamente debía tener tatuajes o al menos modificaciones corporales, debía ser mayor de 18 años, no poseer antecedentes penales y debía adjuntar dos fotografías en buena calidad: una del rostro y otra de cuerpo entero en la cual se apreciaran los tatuajes o modificaciones, además de una copia de su identificación. El sitio aseguraba que los datos se manejaban con cautela y que existía un estricto código de seguridad, aclarando además que las fotos solamente podrían ser vistas por los miembros que estuvieran al día con su cuota mensual, algo que tranquilizó al peli turquesa, pues no le gustaba mucho la idea de que las fotos de sus nalgas al descubierto fueran vistas por toda la población mundial.

 

Con toda esa información, el joven tomó la decisión de hacerlo; se fue a dormir y a la mañana siguiente le comentó a Milo que se registraría en alternative y postularía para modelar. Fue así como esa tarde, luego de que ambos terminaran de tatuar a quienes tenían agendados para ese día, con una cámara profesional con la que contaban para tomar fotos de sus trabajos, Milo fotografió a su amigo y cargaron las fotos a la computadora. Posteriormente, Camus se registró en el sitio web, completó la ficha que solicitaban donde debía detallar su edad, talla y peso, así como una breve reseña sobre el significado de sus tatuajes, y adjuntó las fotos. Ya estaba todo listo, solo quedaba esperar la respuesta de si calificaba o no.

 

Alternative era la creación de dos jóvenes hermanos griegos, amantes de la cultura alternativa y las modificaciones corporales, llamados Aioros y Aioria Sfakianakis; comenzaron por publicar una revista de tatuajes y en vista del éxito que tuvieron optaron por ampliar el rubro y emprender una página web para modelos alternativos. Para ello se pusieron en contacto con el mejor amigo de Aioros, Saga Kyrgiakos, quien en aquel momento era un talentoso estudiante de fotografía; con los años la idea ya estaba afianzada y Saga, junto con otros fotógrafos, periodistas y demás, ya formaban parte del staff de Alternative. La página tuvo tan buenas repercusiones que incluso se asoció con una agencia de modelaje y muchas de las personas que eran modelos de Alternative habían conseguido trabajos como modelos en publicidad y demás; la empresa estaba cambiando de a poco el mundo del modelaje.

 

Era una mañana como cualquier otra, en la cual los hermanos y algunos de sus más cercanos ayudantes estaban trabajando en la selección de los aspirantes a modelar para la página web; revisaban atentamente las fotos y los datos de cada joven, buscando un nuevo rostro que fuera interesante.

 

-  ¿Qué tal este?- preguntó Aioros.

 

-  No me convence, sus tatuajes parecen de carcelario.- respondió Aioria.

 

-  ¿Y este?

 

-  ¿Otro rubio?- cuestionaba Aioria- de las chicas que seleccionaste casi todas eran rubias, eres muy estructurado...

 

-  A ti nada te viene bien...

 

-  Mira a este...- dijo Aioria, señalando las fotos de Camus.

 

-  Se ve interesante...y distinto. Tienes buen ojo, Aioria. Encárgate de llamar a Saga, él se encargará de fotografiarlo.

 

-  De acuerdo.- asintió el menor de los hermanos y se puso en contacto con el fotógrafo.

 

 

Saga se encontraba en una sala de conferencias tomando fotos a un joven científico finlandés llamado Isaac Saarinen que daba un simposio sobre los calamares gigantes, las cuales serian incluidas en una revista de publicaciones científicas muy de renombre en Grecia; no era lo que más le gustaba al fotógrafo griego, pues él prefería la fotografía artística a la periodística, pero esta última era la más redituable, pues al fin y al cabo, tenía cuentas que pagar. Cuando finalizó, alrededor del mediodía, fue a su casa a almorzar como de costumbre y encendió su portátil para revisar su correo; fue allí que vio el mensaje de Aioria, notificándole que tenía trabajo para la próxima semana, con un joven aspirante a modelar en Alternative. El mensaje contenía como archivos adjuntos las fotografías del postulante; abrió las imágenes y allí se quedo contemplándolas un largo rato, examinando una por una. "¡Wow!" Pensó para sí mismo pues el muchacho, llamado Camus, era muy bello, aunque en una forma poco común; su silueta era muy esbelta, su espalda y brazos cubiertos por tatuajes hechos con tal perfección que parecían fotografías, tenía una larga y brillante cabellera turquesa, rasgos muy refinados y un par de profundas orbes azules.

 

La imagen lo dejo sin palabras, y pensó que sería un candidato perfecto para hacer fotografías sensuales y artísticas; aun así, se mantuvo algo escéptico, pues le había pasado ya en otras ocasiones de recibir fotos de modelos que parecían una gran belleza, pero en persona dejaban mucho que desear. Recordaba como si le hubiera sucedido ayer cuando recibió las fotos de un postulante noruego llamado Minos; con su larga cabellera platinada y sus rasgos nórdicos parecía ser hermoso pero, en persona, tenía una nariz horrible y su piel parecía la superficie lunar de tantas marcas del acné. Obviamente Camus no tendría por qué ser tan decepcionante como Minos, pero era preferible no ponerlo en un pedestal ante la duda.

 

Pasaron ya dos semanas desde que Camus se registró en el sitio web y ya estaba empezando a pensar que no fue seleccionado, pues no había recibido ni una llamada o e- mail siquiera. Una vez terminó su rutina diaria de ejercicios y se aseó, encendió su portátil y comenzó a revisar su correo; allí estaba la respuesta que tanto esperaba: la notificación de si sería aceptado o no para modelar en el sitio web. Lo abrió sin saber que esperar y quedó aturdido por varios minutos, al punto que ni notó llegar a su amigo Milo.

 

 

-  Hola Camus, ¿estás bien? Parece que hubieras recibido una amenaza de muerte- dijo el griego, con su usual tono burlón.

 

-  Aceptaron mi postulación- dijo en un susurro casi inaudible.

 

-  ¿Qué?

-  Me aceptaron en Alternative para modelar, la sesión fotográfica será el miércoles de la próxima semana.

 

-  ¡¡Eso es genial! ¡¡Sabía que te aceptarían!!

 

-  Pero aun no llegué a leer quien será mi fotógrafo...esperaba leer contigo esa parte, ya sabes, para saber si es...- dijo el peli turquesa.

 

-  Muy bien, veamos...aquí llega el momento de la verdad...- dijo el peli azul, preparándose para leer el nombre del fotógrafo asignado para la sesión- Saga Kyrgiakos, estás de suerte, no es Deathmask.

 

-  Es bueno saberlo... ¿conoces a este fotógrafo?

 

-  A decir verdad, no.

 

-  Sólo espero que no sea del tipo de Deathmask...- decia el francés.

 

-  No lo creo, por lo que dice en la información del sitio web, es el primer fotógrafo que tuvo la empresa, a diferencia de Deathmask que es más nuevo...así que no creo que sea tan idiota como para propasarse con los modelos.

 

-  Eso espero.- suspiró aliviado Camus.

 

-  Bueno, esto hay que festejarlo- dijo Milo, y los dos jóvenes se alistaron para ir por unas cervezas a uno de sus pubs favoritos.

 

 

Los dos inseparables amigos disfrutaron la noche, bebiendo, conociendo chicos y chicas, recorriendo la avenida a las risas y recordando anécdotas de la universidad, como solían. Había sido una salida amena, y a pesar de que la resaca martillaba sus sienes al día siguiente, poco les importaba, ambos vivían su juventud con intensidad, pero también con moderación; a pesar de que bebían bastante, era menester no separarse, podrían entregarse a los excesos algunas veces, pero no tenían un pelo de tontos y sabían cuidarse muy bien.

 

Pasaron los días y Camus estaba cada vez más nervioso, al punto que los dos días previos a su sesión de fotos apenas pudo conciliar el sueño, por lo que la madrugada del miércoles debió salir a caminar para aplacar su ansiedad; el ejercicio hizo su efecto y el peli turquesa se desplomó en su cama, rendido ante las horas de sueño que le hacían falta. Cuando al fin llegó el miércoles, el galo se durmió, despertándose al mediodía casi que en un ataque de histeria, pues debía estar en el estudio de Alternative a las tres y aun debía bañarse y comer algo, aunque sus nervios hacían que su apetito mermara. El galo no dejaba de dar vueltas y su amigo lo miraba atentamente ya que, normalmente, Camus era muy calmado.

 

-  Sé que soy el menos indicado para decirte esto, porque suelo ser yo el que es dominado por los nervios, pero tienes que calmarte.

 

-  Llegaré tarde, ¿cómo pude dormirme? ¿Está bien esta ropa?- preguntaba aceleradamente el peli turquesa, quien vestía unos pantalones pitillo azul náutico y una musculosa blanca, algo holgada pero que le quedaba genial.

 

-  Tranquilo, si tomas el metro llegaras sobrado de tiempo, y te ves sexy. Deja de preocuparte, te irá muy bien.

 

-  Bien-dijo exhalando con fuerza para tratar de expulsar el torbellino de emoción que contenía en su pecho- ¡deséame suerte!

 

-  No la necesitas, pero... ¡suerte!

 

Tomó su chaqueta y se fue hacia la estación del metro, y una vez se bajó en la parada de destino se tranquilizó al ver que, tal como su amigo Milo predijo, había llegado cinco minutos antes de la hora pactada. El estudio quedaba en un moderno edificio de apartamentos, y tomó el ascensor para dirigirse al piso 7, donde el misterioso fotógrafo lo esperaba para retratarlo en su decorada desnudez. Tomo aire antes de tocar timbre y esperó a que le abrieran la puerta; el joven sentía que sus piernas le fallarían en cualquier momento, pero como si su temblor constante fuera poco, cuando la puerta se abrió su estado de ansiedad se elevaría aún más. Saga fue quien se apareció ante sus ojos y Camus se quedo congelado por unos segundos; el fotógrafo era un hombre muy alto algo mayor que él, de hermosos rasgos helénicos, largo cabello azul, una piel nívea y un bello par de ojos verdes. Vestía jeans y una camisa a cuadros roja y negra abierta sobre una sudadera blanca.

 

 -  Tú debes ser Camus, pasa por favor.- dijo Saga y el peli turquesa apenas pudo responder dado que esa penetrante mirada lo paralizo; no contaba con encontrarse a un hombre tan atractivo. Sus nervios se hicieron sentir, pues revoloteaban intensamente en el estómago del francés como queriendo escapar de allí.

 

Una vez dentro, observó con detalle el departamento; era un loft con grandes ventanales que daba una espectacular vista del centro de Atenas, cubiertos por blancas cortinas, había una gran cama pulcramente tendida, un pequeño sofá y por supuesto, reflectores y trípodes para la cámara. Camus se quedó unos instantes divisando la increíble vista de la ciudad hasta que fue interrumpido por Saga.

 

 

 -  Deja tu chaqueta en aquél gancho, prepararé mi cámara y los reflectores y comenzaremos; ¿deseas beber algo?

 

-  Gracias, pero no creo que pueda digerir algo en este momento...- contestó el peli turquesa con nerviosismo.

 

-  ¿Estómago nervioso?

 

-  Sí.- respondió riendo con timidez- Nunca he modelado antes, no sé si lo haré bien.

 

-  No te preocupes, trata de relajarte, comenzaré fotografiándote así como estas, y luego de a poco te indicaré qué prendas te quitarás, ¿te parece?- explico el griego y Camus asintió- Así que eres tatuador, ¿no?- agregó para entablar una conversación y hacer que el menor se sintiera más cómodo.

 

-  Sí, estudié arte en la universidad y me dediqué de lleno a tatuar, estoy planeando abrir un estudio junto a un amigo.

 

-  Eso es genial, ¿te especializas en algún estilo?

 

-  Sí, realismo. Mi amigo prefiere el estilo neo tradicional.

 

-  Debes tener mucho talento para el dibujo entonces- dijo Saga y Camus no pudo ocultar su sonrojo- Yo siempre fui pésimo para dibujar...- el francés rió; comenzaba a sentirse a gusto con el fotógrafo.

 

Saga midió la luz con un fotómetro, colgó su cámara al cuello y luego de disparar un par de veces para cerciorarse que todo estaba en orden, comenzaría la sesión. Como paso inicial, le solicitó a su modelo que se sentara en el sillón y allí tomó un par de fotos.

 

-  Bien, quiero que te recuestes en el sofá, de manera distendida, como si estuvieras viendo la televisión- Camus obedeció y el fotógrafo disparó nuevamente- Lo estás haciendo bien.

 

Saga continuó fotografiando a su modelo, indicándole como debía colocarse, haciéndole cambiar de posición varias veces; tomó varias fotografías del francés en el sofá y unas cuantas más cerca de la ventana, donde la luz se colaba por los vidrios llenando la habitación de luz, y haciendo resplandecer la blanca piel del galo. El reflejo de los rayos que entraban por el ventanal hacia que sus ojos adquirieran un color más cristalino, incrementando la belleza de los mismos. Mientras hacia su trabajo, Saga pensaba que el joven a quien retrataba había superado sus expectativas; era aun más bonito en persona y a pesar de su nerviosismo y timidez, era muy natural. Miraba embelesado a través del lente del aparato sus delicados rasgos, su nariz respingada, su suave mentón, sus apetitosos labios, la línea de su figura, sus elegantes manos y esos brazos cubiertos por la tinta. Definitivamente era bellísimo, de pronto lo atacó el deseo de querer fotografiarlo hasta el amanecer; luego de varios disparos más, el griego pidió a su modelo que se quitara la musculosa y se recostara contra la pared, tomándole más fotos.

 

Luego llegó el momento de quitarse lo que quedaba de ropa y mostrarse al desnudo frente al lente de Saga; el fotógrafo pudo notar que su modelo estaba algo tenso, por lo cual se retiró un momento, con la excusa de cambiar el objetivo de la cámara, para darle cierta privacidad. Cuando Camus se encontraba ya desnudo, le avisó a Saga que estaba listo para ser fotografiado; el peli azul entró a donde estaba el joven y se quedó observándolo fijamente. La suave curva de sus crestas ilíacas, su trabajado abdomen que era como un camino a lo más pecaminoso, su delicado talle, el cuerpo del francés era una verdadera delicia; cuando Camus notó cómo Saga lo miraba, no pudo ocultar su sonrojo y desvió la mirada con vergüenza, sintiendo cómo la batalla que sus nervios desataban en su interior se volvía aún más intensa.

 

El joven fotógrafo percibió la ansiedad de su modelo, por lo que trató de hacerlo sentir más cómodo entablando nuevamente una conversación con él; aún así, el peli turquesa todavía se veía incómodo y luego de varias indicaciones a las cuales no pudo seguir dada su tensión, se resignó e hizo saber su frustración, dejándose caer en la cama, abatido al no poder posar de la forma que Saga pedía. Se recostó boca abajo, colocando su cabeza sobre sus antebrazos cruzados; su cabello caía sobre las sábanas como una seda, y sus ojos mostraban una sensibilidad que no se había visto antes.

 

-  ¡Quédate así!- exclamó Saga y el joven quedó desconcertado por un momento- ¡No te muevas, esa pose es perfecta!- agregó, y comenzó a fotografiar nuevamente, deleitándose con la peligrosa curva que se formaba entre la espalda y las nalgas del francés.

 

En ese momento Camus se sintió más relajado, dado que comenzaba a comprender qué buscaba Saga: quería que tuviera una actitud natural, relajada, sin rigidez alguna; sabiendo esto, el peli turquesa se sintió más aliviado y con mucha soltura cambiaba de posición sobre la cama. Se recostó sobre su espalda, luego se puso de rodillas sobre la misma, mientras se acomodaba el cabello como si recién despertara. Saga estaba más que satisfecho con la forma en que el de Francia se desenvolvía; tan relajado estaba su modelo que se sorprendió un poco cuando el fotógrafo le dijo que la sesión llegaba a su fin.

 

-  Has hecho un excelente trabajo, ha sido un gusto trabajar contigo.- manifestó el griego.

 

-  ¿De veras?- preguntó Camus mientras se vestía.

 

-  Por supuesto.- contestó Saga.

 

-  Para mí también ha sido un gusto.- contestó el francés, y se quedaron mirando fijamente unos instantes; una vez se calzó, Camus tomó su chaqueta para irse, pero el griego lo interrumpió.

 

-  Mira, sé que esto no es muy profesional de mi parte pero, habrá una exposición de fotografía el viernes. ¿Te gustaría acompañarme?- el peli turquesa se quedó de piedra; Saga era un hombre bellísimo, pero ¿era correcto salir con alguien con quien había trabajado, y a quien había conocido ese mismo día?

 

-  Me gustaría, pero…

 

-  No tienes que responder ahora, pero ¿lo pensarás?

 

-  Sí, lo pensaré…- dijo el galo sonriendo, y Saga le entregó su tarjeta, en la cual estaba su número de teléfono.

 

-  Espero verte de nuevo- agregó Saga.

 

-  Yo también. Adiós.- dijo Camus con una sonrisa muy tímida y se fue del lugar.

 

 

De regreso a su casa no dejaba de pensar en el fotógrafo que conoció esa tarde; era el tipo de hombre que anhelaba conocer, tener, con quien compartir un café, una tarde, y muchas noches de sexo. Se había percatado que el nerviosismo que lo embargó en esa sesión de fotos no se debía solamente al hecho de posar desnudo, sino también a la mirada de Saga, que parecía hablarle, mostrarle cuánto lo deseaba, que se sentía atraído por él. No obstante, se sentía muy inseguro de aceptar la cita, pues pensaba que tal vez no era correcto salir con quien había tenido una especie de vínculo laboral, pero al mismo tiempo deseaba muy en su interior conocer más a ese joven, tener la oportunidad de entablar una charla junto a él; si no funcionaba, podrían ser amigos tal vez. Con su cabeza llena de especulaciones llegó a su casa, y le urgió la necesidad de hablar con su amigo Milo, quizás él podría aconsejarlo sobre qué debía hacer.

Notas finales:

Espero que les haya gustado!


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