-“En la oscuridad... Veo el reflejo de tus pupilas y la verdad de tus mentiras, tus ojos todo este tiempo no han hecho mas que cazarme.
Puedo ver la verdadera intención detrás de ti, que me da la respuesta del por qué... Y tus ojos siguen buscándome entre la multitud.
Tan cerca pero tan lejos del amor... De tu verdadero amor
De tu amor, de tu amor, de tu amor...
¿Por que no puedes verlo? ¿por qué no puedes sentirlo? Esta vez, solo esta vez, ¿por qué no puedes sentirlo?
Si yo sigo corriendo, si yo sigo tropezándome contigo, con tu amor, con tu amor, con tus mentiras de amor
Tratando de olvidarte, sigo en el camino, tropezando con las migajas de nuestra relación, tan patética y mortal como nosotros dos.
Para dejarlo ir, todo lo que quedó para dejarte ir, y parar los dos. Y aun así sigo cayendo, y sigo tropezando contigo.
Con tu amor... Cayendo en las mentiras de tu amor, humillado por las intrigas de tu amor...
Así es como me siento hoy, no logro entenderlo, no puedo explicarlo, entre más me alejo de ti, la vida me acerca más a ti. Cuanto más corro de ti, al único lugar al que llegó es a ti.
No puedo soportarlo, no puedo resistir, tanto tiempo juntos, tanto tiempo separados, yo no puedo tolerarlo por más que duela, no puedo estar lejos de ti.
Me intoxicas, me haces daño y aun así, no puedo evitar... Tengo que voltear a verte, no puedo ignorarte, estas en todos lados yo... No se que hacer, vuelvo a tropezar con la misma piedra que hubo siempre, parezco un tonto que cuando me levanto, vuelves a aplastarme y aun así yo...
Estoy aquí, rezando por ti, esperando a verte, y recordarte, recordarnos lo mucho que alguna vez me amaste...”
-En ese momento se escucharon aplausos llenando con el sonido, toda el área del salón-
-Muy bien chicos, sigamos porque aun faltan algunos de ustedes y estamos algo cortos de tiempo –sonreía leve- ¿Sasuke? Excelente trabajo como siempre, creo que podrías llegar a ser un gran artista... Ya sabes, escritor...
-El chico giró su mirada para poder cruzarse con la de aquella voz tan familiar para el; a su vez que dejaba un gran vacío en su mirada, opacado por una gran sonrisa falsa, que para los demás era encantadora, pues no se notaba tan a menudo esa actitud en Sasuke, pero para aquellos que lo conocían...era la viva prueba de una tristeza desoladora en su alma y espíritu, pero realmente la única persona que se podía dar cuenta de ello, era la persona que tenía delante de él- gracias... Sensei
-¿Kakashi-sensei?
-Dime Sakura –hablaba sin dejar de seguir con la mirada al chico que a pesar de que la clase aun no terminaba, optó por recoger sus cosas y marcharse, sin que nadie mas se diera cuenta. No pudo evitar... Sentir cierta incomodidad ante ello, ganas de ir detrás de él... Pero por obvias razones, en ese momento era simplemente... Imposible.-
-Y si, este soy yo... Mi nombre, Uchiha Sasuke, mi edad, veinte años, mi cumpleaños, el 23 de julio. Técnicamente un estudiante normal, de una familia normal, con una cantidad de dinero normal, con lujos normales y cosas normales. Muy simple y muy grande es emocionalmente mi edad. Demasiado amargado incluso para mi propia madre, con un hermano que siempre hace bromas de mal gusto y que mi carácter es imposible de soportar...
Mi padre un poco ausente, pero cálido a la par... Tengo todo lo que quiero y necesito, muy aburrido en realidad. ¿Popular? Bastante, entre hombres y mujeres por igual...¿que es lo que me gusta? Lo que sea en realidad...
Pero desde hace unos años, bueno... Creo que me enamoré de una forma anormal...
La historia demasiado dramática que a todos les gustaría escuchar... A mi en un principio me daba lo mismo pero con el tiempo, comenzó a tener mas importancia de lo que podría llegar a ser... Forme un lazo complicado de romper y ahora simplemente no puedo y no quiero alejarme... De eso...
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-Lo único que recordaba de la noche pasada eran dos cosas:
La primera: había terminado en la cama de alguien, ese alguien tiene un olor entre tabaco y menta, demasiado embriagador... Escuchando canciones nuevas, que normalmente no las escucharía alguien de su edad y aun así, ahí estaba yo.
Entre sus sabanas de seda importadas de cualquier lugar demasiado lejano para ser verdad.
Con sus bocinas nuevas tocando a todo lo que da; mi cuerpo envolviéndose entre esas finas telas, entre las notas, entre su cuerpo, debajo de su cuerpo...
Y la segunda: esa persona es mucho mayor que yo... No solo eso, es mi profesor... ¿Pero a quien le importa? Ahora solo puedo estar deslizando todos los poros de mi piel, sobre sus blancas y suaves almohadas, pensando y pensando de un lado a otro, ¿Qué demonios estoy haciendo?
Dilatando mis pupilas, segregando adrenalina, respirando paz por mis pulmones inundado de un placer y diversión embriagadora de portarme mal, de hacer lo peor que un alumno puede hacer, quitándole la moral y la ética que los ejemplares profesores pueden llegar a tener.
Haciéndome sentir tan único, tan ligero. Tan sexy, tan yo... Tanto, que hasta bailo entre las sabanas de su colchón, y que en mi vida voy a poder olvidar. Mientras mantengo una mano por fuera y la acomodo tan delicado y sutil... Su aroma me toma, me excita, me envuelve en su magia... Está aquí. Aquí a mi lado, observándome...
Abro los ojos, lo único que puedo ver es una sonrisa. Su maravillosa sonrisa... Mirándolo con orbes incrédulas, y aun así entre cerradas, solo el puede observar mis pupilas... Negras, como la oscuridad.
Después de cinco segundos, mi rostro reacciona, lo mira fijamente y regresa con ambos labios, la misma sonrisa que me dedico antes...
No puedo evitarlo, al demonio con todo. Me gusta, le gusto, y eso es lo que hay.
Soy feliz, y con esa pose, con esa delicadeza en su personalidad... Me olvido de todo, de lo que esta bien y de lo que esta mal.
Al final no necesito de eso, a fin de cuentas... Te sientes en el cielo y definitivamente no te quieres bajar.
Siempre peleo con un monstruo, que siempre será mi amigo y vivirá debajo de mi cama... Kakashi es el único que puede, y trata de salvarme... Incluso cree que estoy loco... Pero, ¿saben que? Eso no es justo...
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De eso, han pasado tres años, y aun así parece que fue ayer cuando nos conocimos. Simplemente no tenía ánimos para nada ese día, estaba... Roto. Después de tener una relación de lo mas perturbante, con alguien que quise mucho, que después odie demasiado y ahora me da igual... No tenía ánimos si quiera de vivir. El levantarme era muy complicado, el vacío tan grande que sentía, era demasiado profundo, era como si... Fuera a desfallecer del dolor, de la soledad, de la traición y humillación que sentía. Esa relación fue tan destructiva... Yo tampoco fui perfecto, pero al final, me lastimó tanto que... Me pesaba respirar.
Era mi ultimo año en ese infierno, y en esa escuela que siempre odié. Desde su tamaño, porque era enorme, hasta el color de las bancas... Todo me resultaba de mal gusto, con demasiada gente, muchas molestias y muy poca eficacia... Escogí el último grupo decente que quedaba porque además de todo el horario de inscripción fue una basura, a pesar de ser un dios de las calificaciones... Parecía que la propia escuela tenía algo contra mi, una conspiración tal vez.
Entonces cuando estaba de lo mas aburrido, esperando la clase que más odiaba en ese momento por traumas pasados con mis antiguos profesores... Lo vi.
Entrando de una forma tan prepotente, y... Segura, que no pude evitar interesarme en él. Además de que claro me lo imaginaba de otra forma, pues en mi vida lo había visto, solo había escuchado a mis compañeros mencionarlo o hablar algo de su persona desde que entre a la preparatoria... Algunos lo recomendaban por el nivel de clase que daba, pero al parecer también era bastante exigente... Pero era la única opción, y ciertamente supero mis expectativas, especialmente las físicas o al menos en ese momento.
Se plantó frente a todo el grupo, su voz resonó en toda el aula, tan imponente que intimidaba.. me impresionó demasiado... Exigió hasta los clavos de Cristóbal para aprobar su materia, y aun así yo, quede encantado.
Comencé a esforzarme tanto, que terminamos siendo alumno y profesor favorito o consentido, como lo quieran llamar; en un momento éramos inseparables... Pensar que todo comenzó por una breve conversación existencialista porque estaba demasiado hundido ese día...
La siguiente creo que duró horas, no lo recuerdo, sólo sé que fue lo suficiente como para que me dolieran las piernas de no estirarlas... Lo último que me dijo fue que: “era especial”. En ese momento algo en mi se movió, creo que sentí la conexión, cuando lo observé mi corazón se paralizó, el tiempo se congeló, me sonrió y fui...feliz, después de tanto tiempo... Por fin en ese momento, me sentí vivo... Al menos una vez más.¿Quién pensaría que a partir de ese momento mi destino se sellaría, y pasaría de la destrucción a la desolación total, en un abrir y cerrar de ojos?Para bien o par mal, decidí quedarme, y si tenía que morir, al menos simbólicamente hablando, en manos de ese hombre... Le daría mi vida mil veces si fuera necesario, porque al menos el amor que siento, no se puede negar, aunque yo quisiera que siempre hubiera sido así de su parte... No estoy seguro de que se transformó, pero al menos quise recuperarlo... Más de una vez; si ni dios así lo quiso, ¿qué más puedo hacer?