Un joven de ojos rasgados color miel, cabello café y piel blanca, tomaba una taza de café; un señor de edad avanzada entró por la puerta. Vestía ropa notablemente costosa e hizo contacto visual con el joven hermoso, quien lo observaba seductoramente, guiñándole un ojo en el acto.
Un notable rubor se hizo presente en el rostro del mayor —algo poco usual de ver— y se encaminó hasta él. Se sentó a su lado; el menor le regaló una sonrisa.
— Hola... — Habló el mayor con un tono levemente pícaro.
— Hola — tomó el menor de su taza.
— ¿Cómo te llamas? —Inquirió
— JunHong.
— Noté que me observaba...
— ¿enserio?
— Eh, sí. Ah... escucha — Entrelazó sus dedos — vengo de una familia muy adinerada, tu y yo podríamos hablar acerca de la posibilidad de...
— Amor, me pediste un café. — JunHong imitó una cara de sorprendido.
Un pelinegro de piel casi tan blanca como la de él se sentó en aquella mesa, el hombre —algo estupefacto— se puso de pie.
— Oh, lo siento, debo irme. — el pelinegro se paró a su lado y puso su mano en su costado.
— no se preocupe.
— Debo irme.
El hombre salió a prisa de aquel lugar; el pelinegro miró su trayecto, se giró hacia JunHong y mostró una bolsa, la cual sacudió y un tintineo salió de ella. En un gesto movió su cabeza hacia la puerta y JunHong se puso de pie detrás de él.
— HimChan, ¿cuánto tenia?
— Lo suficiente para una semana.
— Genial — HimChan se colocó frente a él y tomó su rostro con ambas manos.
— No haremos esto siempre, quiero una mejor vida para ti.
— Tú eres mi vida.
— Te quiero hermanito.
— Yo también, HimChan.
HimChan le sonrió a su hermano menor, tomo su mano. Después, desaparecieron entre las calles.
JongUp se removía entre las sabanas, se quejó y escondió su rostro en la almohada.
— Joven Moon, el desayuno está listo, su padre le espera.
— Ah...
Se levantó de la cama con pereza y caminó hasta un mueble a su lado, había un plato hondo, lleno de agua, se lavó el rostro y se vistió, salió de la habitación y camino hasta la estancia. Su padre estaba sentado en la mesa, tomo asiento frente a él y la servidumbre coloco el desayuno, ambos comenzaron a comer hasta que la voz de su padre rompió el silencio.
— ¿Vendrá el profesor?
— No, saldré con SiWon.
— ¿SiWon? ¿El heredero de los Choi?
— Sí. — Afirmó sin ganas de muchas explicaciones.
— Me parece bien, salúdalo de mi parte. — contesto orgulloso.
— Claro.
Lo cierto es que acababa de mentirle a su padre, no iría con SiWon, su intención era visitar a su amigo y claro a su hermano. Se levantó de la mesa y regreso a su habitación.
YoungJae caminaba de regreso a su casa, sus vecinos iban entrando a la suya, levanto la mano y los saludo.
— YoungJae, ¿vendrás a cenar hoy? JongUp no tarda en venir. — decía animadamente.
— De acuerdo, creí que no tenían dinero.
— Ah... ya arreglamos eso. — la sonrisa del menor tenía un toque de maldad.
— ¿Lo arreglaron? — su mirada se posó en HimChan.
— JunHong, entra a la casa en un segundo preparo el almuerzo.
— Ok — el menor se dio media vuelta.
— ¿Llevaste a JunHong contigo para hacer uno de tus trabajos?
— No hables de eso, no te incumbe.
— Lo llevas por mal camino, si necesitan dinero puedo prestarles o ayudarles a conseguir un...
— ¡Ya basta! — YoungJae se sobre saltó. — te dije que no te incumbe.
YoungJae se dio la vuelta y camino hasta su casa, detestaba la manera en la que HimChan cuidaba JunHong.
HimChan entró a su casa, el menor estaba sentado en la mesa, lo observó y se veía tan inocente como si no conociera el mal del mundo, y la realidad era que ese joven era el mal a punto de reencarnar.
— ¿Peleaste con YoungJae?
— Un poco...
— Él no entiende. No seas malo con él. — le regalo una sonrisa.
A su mente vino el recuerdo de la vez que encontró el diario de su madre, tenía solo 10 años y JunHong 5, vestían tristes harapos y vivían día a día desde que tenía 8.
En el diario decía que JunHong había sido concebido bajo el trato que hizo su madre con el diablo. Al principio le pareció confuso, pero recordó las palabras de su madre, cuando unos cazadores iban tras de ellos.
"Toma su mano y nunca la sueltes, ¿entendido? Te amo mi amor, y a tu hermanito. Cuida de él HimChan, nunca lo dejes... nunca lo sueltes"
Después de dejarlo a él y a JunHong ocultos bajo el suelo de la casa, ella salió. Escucho los gritos de su madre, y solo apretó el agarre de su pequeño hermano de 3 años y lo abrazo. Desde que se enteró de eso, comenzó a buscar la manera de conseguir dinero y robar, fue la manera más fácil que encontró.
Volvió en sí y se dedicó a mirar a JunHong.
— Prepararé el almuerzo.
YongGuk acompañado de DaeHyun entraban en un recinto de la iglesia, tomó asiento y observo a los 4 sacerdotes que estaban allí.
— ¿Querían verme?
— YongGuk... ¿qué es lo que más deseas?
— Mi libertad...
— Se te concederá. — DaeHyun abrió los ojos sorprendido.
— ¿Y qué debo dar a cambio?
— Un último trabajo ¿estás de acuerdo? — YongGuk asintió. — en Mokpo, se encuentra el peligro más grande de la humanidad, hace cientos de años se habló de una profecía, el hijo del demonio vendría al mundo. — DaeHyun carraspeo la garganta.
— ¿Qué tu no lo eres también? — le pregunto a YongGuk.
— No, YongGuk comparte sangre de demonio, pero este joven es malicioso, es el hijo de satanás; su padre tomara su cuerpo y ese será el fin de los tiempos.
— ¿Qué debo hacer?
— Matarlo, en una casa muy hermosa cerca del lago hay dos hermanos, encuentra al hijo del mal y elimínalo.
— Es humano...
— No... Él es más que eso.
YongGuk asintió y salió de ahí, DaeHyun quien caminaba detrás de él, aceleró el paso y se colocó a su lado.
— Espera, espera, vas por el hijo de lucifer... ¿estás loco? Tal vez te mate antes de que te le acerques.
— Vale la pena si así obtengo mi libertad, nos iremos de aquí DaeHyun.
Montó un carruaje y DaeHyun se sentó a lado de él, tiro de las riendas y los caballos corrieron a gran velocidad, el camino se abría frente a ellos, las horas pasaban y la oscuridad caía sobre ellos, llegaron a un pueblo de Mokpo y el carruaje se paseaba por las calles, tendrían que buscar donde dormir mientras encontraban a los hermanos Kim.
— ¿Qué es eso? — Pregunto DaeHyun.
El chico señaló hacia un lugar más oscuro, se podía distinguir a 4 chicos alrededor de una joven, ambos bajaron y se acercaron.
— Vamos cariño... muéstranos que tienes ahí...
— Aléjate. — la voz sonaba más gruesa que la de una chica.
— ¿Que creen que hacen? —YongGuk hablo con su voz ronca.
Los hombres se giraron, 2 de ellos se acercaron a YongGuk.
— Esto no te incumbe.
— Claro que sí.
Uno de los hombres intento atacarlo pero YongGuk lo golpeó, desenvainó su espada y con el mango golpeo la cabeza del el otro, DaeHyun ataco a los otros dos que estaban cerca del joven.
YongGuk miro a la joven, se dio cuenta de que era un chico por lo que se rió por su propia torpeza, el chico estaba confundido por su repentina risa.
— Gracias...
— De nada ¿qué hacías por aquí?
— Mi hermano me mandó por unas cosas para la cena y esos tipos aparecieron. — rodó los ojos.
— Podemos llevarte a tu casa. — Dijo DaeHyun.— ¿vives muy lejos? Te acompañaremos.
— Vivo en una de las casa cerca del lago... no es muy lejos.
El menor accedió y camino junto a ellos, DaeHyun trataba de sacarle conversación.
— Soy Jung DaeHyun y él es Bang YongGuk. — señaló al pelinegro de ojos oscuros. — ¿cómo te llamas?
— JunHong... Kim JunHong — YongGuk abrió sus ojos.
— ¿Kim? ¿Cómo se llaman tus padres?
— Ellos murieron cuando yo era niño... solo vivo con mi hermano mayor. — sonrió sinceramente.
Bang unió las piezas y dio con que ellos debían ser los hermanos Kim, ahora debía investigar a cuál de los dos debía matar, observo como DaeHyun platicaba alegremente con el menor y este le devolvía todo con una sonrisa, tal vez no era tan complicado saber cuál de los dos era el mal.
Llegaron a una de las casas, las luces estaban encendidas, y algunas risas se escucharon dentro, el menor abrió la puerta y los invito a pasar.
— Ya regresé... — un pelinegro de piel casi tan blanca como la de JunHong se acercó. — traje lo que me pediste.
— Tardaste un poco... JongUp y YoungJae te esperan en la estancia ¿y ellos quiénes son?
— Lo siento... es que cuando venía de camino unos hombres aparecieron y empezaron a acosarme, pero ellos me ayudaron y los golpearon, ¡son geniales! — HimChan lo miro con rostro alarmado.
— ¡pero no te hicieron nada! — JongUp y YoungJae aparecieron detrás de ellos. — dime ¿te tocaron?... si es así juro que no descansaré hasta verlos muertos.
— ¿Que sucedió? — pregunto YoungJae.
— ¡Unos tipos atacaron a mi JunHong!
— ¡Oh por dios! ¿Estás bien?
— ¡Oh que sí! YongGuk y DaeHyun los golpearon antes de que me tocaran.
El menor señalo a los chicos que estaban detrás de él, la mirada de DaeHyun fue directo a los ojos del chico preocupado, este le devolvió la mirada agradeciéndole por lo que había hecho.
— ¿Quieren quedarse a cenar? Es lo mínimo que puedo ofrecer. — dijo HimChan.
— No queremos molestar...
— Podemos quedarnos un rato. — lo interrumpió DaeHyun.
— ¡Genial! Podemos esperar a HimChan en la estancia mientras prepara la cena.
El menor prácticamente arrastro a los dos chicos, JongUp se ofreció a ayudar a HimChan en la cena.
No paso más de una hora y la cena estaba lista los seis se sentaron a comer, YongGuk observaba a los hermanos, sus ojos se dirigieron a el mayor de ellos, estaba más que claro que HimChan era a quien debía matar.
JunHong jugaba un poco con la comida haciéndole bromas a su hermano, YongGuk lo observaba y se preguntó ¿qué pasaría con el menor después de destruir a su hermano? Debía esperar unos días para asegurarse de dejarlo en buenas manos.
— ¿Y dónde se están quedando?
— Aún no nos hemos alojado... — respondió DaeHyun.
— ¡Genial! Tenemos una habitación libre, podrían quedarse ahí.
— JunHong... — lo reprendió HimChan. — Tal vez ellos vinieron por un poco de privacidad... — DaeHyun se sonrojo.
— ¿Privacidad? — El menor se mostró confundido.
— ¡No somos pareja! YongGuk es como un hermano.
— ¡Oh! Esa privacidad... — el menor soltó una risilla.
— Creo que te tomare la palabra. — DaeHyun se sorprendió. — ya es muy tarde y se nos dificultara encontrar un buen lugar.
— Entonces no se diga más... — hablo HimChan.
— Iré por el carruaje. — DaeHyun se levantó.
— Voy contigo — dijo YongGuk.
Los 2 chicos salieron, caminaron hasta donde habían dejado el carruaje.
— Es el mayor...
— ¿Qué?
— Al que debemos asesinar.
— ¿Cómo sabes que no es el otro?... ah claro...
Hasta el creyó que esa idea era estúpida, el chico de nombre JunHong se notaba más delicado y sensible, en cambio el otro tenía una personalidad más fiera, no podía oponerse a YongGuk ya que este tenía más años de experiencia para encontrar demonios.
JunHong, JongUp y YoungJae estaban en la habitación del primero.
— DaeHyun no te quitaba los ojos de encima... — le dijo JunHong.— uyyy yo creo que quiere contigo.
— Jajaja el joven Yoo tiene un pretendiente...
— Ya basta los dos, ese chico no es lo que estoy buscando, a lo lejos se nota que es un inmaduro, irresponsable...
— Súper candente, seguro y es muy bueno en la... — completo JunHong.
— ¡Ya!
—es broma YoungJae... bueno yo tengo que irme...
— Te acompaño, JongUp.
Los menores se retiraron justo cuando los otros dos llegaban, JunHong les ayudo y les mostró su habitación, les deseó buenas noches y se fue a su habitación.