Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Las alocadas y extrañas aventuras de una Fujoshi por YariSF

[Reviews - 16]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

En la gran mayoría de los episodios, habrá MUCHO Lemon, haré lo posible de colocar bastante (?) Esta historia en realidad es comedia, considero yo. xD Lo coloqué para mayores de 16 ya que considero que no tiene tanto contenido esplícito o fuerte, bueno, si tiene, pero considero que está bien para apartir de los 16 (?) Y no sé lo que digo x'D Tiene Lemon, pero suelo ser de las personas que escriben muy poco Lemon, no me extiendo en las escenas donde hay ese género. ¿Me explico? ¡Ah! Y la mayoría de los epis serán algo cortos ya que solo son relatos que la protagonista cuenta de lo que le sucede. 

Cada episodio relata algún suceso de la protagonista, que ella halla vivido, desde el punto de vista de ella por supuesto, las cosas alocadas que se presentan en su vida, les va a sorprender, es como estar en el lugar de la prota y observar un Anime o Manga Yaoi. 

Notas del capitulo:

Comenzamos con el primer episodio, narrado desde el punto de vista de la protagonista, advierto que éste tiene algo de Lemon, como los próximos epis, pero, no me extendí tanto. Creo yo xD

Un día por la mañana mi padre tenía que llevarme al hospital, me sentía bastante enferma, la calentura de mi cuerpo era insoportable, los dolores de mis huesos insólitos, y mis respiraciones jadeantes como angustiados suspiros. Desde hace días me sentía así, es de esperarse que los padres  se preocupen, bueno, eso no es lo que importa, no creerán lo que me sucedió aquella vez, lo que presencié.

Yo, que guardo conmigo un oscuro secreto, nadie lo sabe, ni siquiera mi familia, pero soy... Esa clase de chicas a las que llaman 'podridas en mente' que poseen la cabeza tan sucia y cochambrosa. Seguramente pueden estar pensando que a lo único que a mí me gusta es ver pornografía.  Jajaja, pues... No se equivocan, debo admitirlo, pero esas escenas sexuales que yo admiro, no son esa clase de actos pecaminosos que cualquier persona vería, si no, lo mío es, escenarios genitales entre dos o más hombres.

Por si no lo entendieron del todo, me hago explicar mejor. Me gusta, me fascina, me encanta, ver, presenciar, contemplar, a dos hombres tocarse, besarse, cogerse...

Y oh, pare de contar, creo que debo dejar de dar tantos detalles. Sin embargo, esos son mis más placenteras fantasías, soy el tipo de chica 'fujoshi' un término la cual utilizan para referirse a nosotras, una amante de relaciones homosexuales, principalmente, entre chicos.

Tan podrida estoy que hasta a lo más normal puedo añadirle Yaoi, como por ejemplo, unas simples frutas que se ansíen comer. Una deliciosa naranja y una jugosa banana, cuando éstas se unen, forman una danza desenfrenada entre sus dos sabores.

¿Los abrumé?... Se acostumbrarán, tiendo a causar pánico en la gente, es mi naturaleza.

Bueno, creo que nos hemos salido del tema, como les decía. Mis padres me llevaron al hospital, ya saben por qué, me encontraba muy enferma... (Tal vez por la variedad de BL que he visto y leído), jajaja, no mentira.

Esperé sentada sobre la camilla del consultorio a que el doctor llegara y me atendiera, mi padre se quedó por unos minutos conmigo y luego salió porque tenía que ir al baño, típico de mi padre, antojarse en ir al tocador siempre que salimos, ya parecía una mujer. Le hago ese comentario a mi madre aprovechando que mi papá no estaba en el salón, y ella no pudo evitar reírse ante mi opinión.

De repente mi mamá tuvo una emergencia en el trabajo y tuvo que dejarme con mi padre ahí en el hospital, dijo que regresaba lo más pronto posible, yo le creí, ya que la que más se solía preocupar por mí era ella, mi padre no le interesaba demasiado... Y creo que nos estamos yendo a un tema bastante personal.

Obviando eso, esta vez me he quedado sola en el consultorio, confiando de que mi padre vendría pronto.

Comencé a contemplar detalladamente todo lo que había allí, dentro del aula, la camilla, una mascarilla tendida en el tubo de metal que usan para posar la medicina que les colocan a las personas por medio de una jeringa. Una clase de herramienta que no sabía exactamente como se llama, la cual utilizan para examinar dentro del oído humano, entre otras cosas, mientras que movía mis piernas de adelante y hacia atrás ya que la camilla era alta y éstas no llegaban a tocar el suelo.

A medida que mi atención era distraída por las cosas de la sala, llegué hasta un punto en que mis pensamientos se desviaron, mis oídos empezaron a escuchar unos sonidos extraños que parecían provenir fuera del consultorio, pero muy cerca de éste, como si fuera del otro lado de la pared, tal vez de algún salón que estaba posado después del cual me encontraba en ese momento.

Escucho atentamente, aunque no distingo muy bien aquellos ruidos tan inusuales, entonces, decido levantarme, sintiéndome solo un poco mejor que antes, aún tenía fiebre, pero sentía que la temperatura ya estaba bajando. Salgo del salón, apartando unas cortinas verdes que cubrían lo adentrado de éste para que otras personas no pudieran ver o molestar al paciente. Por alguna extraña razón los pasillos estaban solitarios, suponía que aquella zona era bastante desolada, sin pocos enfermos que atender y pocos doctores.

Noté que el ruido de hace un rato se hizo más fuerte al instante en que salí, me dirigía hacia él, exactamente provenía de un aula que se encontraba muy cerca de la mía, a decir verdad, al otro lado de ésta.

Me asomé por la puerta que casualmente estaba semi-abierta... Y al acercar mis ojos no pude creer... lo que mi mirada observó...

Abrí mis orbes con infinito asombro, podía decir que mi rostro llegaría a dolerme después al mantenerlos así tan abiertos, es que la sorpresa fue tan grande que ni yo misma podía creerlo.

La increíble melodía que oían mis oídos en ese momento era impredecible, una canción entonada por dos voces agresivas, una más suave y sumisa que la otra, la primera hacía agudos extraordinarios que cambiaban y se hacían más altos cada vez, la segunda cantaba las notas graves y bajas, que me ocasionaban una sensación de lujuria, encanto y fascinación por lo que estaba mirando y escuchando.

Pero, ¿por qué hablaba como si estuviera en una clase de orquesta? ¡No! Me encontraba en un hospital, presenciando tan excitante escena, ¿se imaginan? ¿Un hospital?

En donde un doctor, era violentamente... Bueno, no tan violento, ya que el mismo doctor lo disfrutaba, era copulado por uno de los secretarios. ¡Oh por dios!

Realmente esto estaba para grabarse y tenerlo de recuerdo, sentía como mis mejillas se enrojecían y mi fiebre bajaba, definitivamente me estaba sintiendo mucho mejor.

Yo no tiendo a tener una hemorragia nasal como en los Animes, pero el corazón se me aceleraba tanto que era como si en cualquier momento podía emanar sangre por la nariz.

Les cuesto cada detalle.

El secretario, embestía con firmeza al de bata blanca, posicionado encima de él, estando los dos sobre una camilla. El secretario poseía sus muñecas, el doctor no prolongaba ninguna resistencia, aquellos dos individuos llenaban de gemidos la sala, sonidos indecentes entre los goteos que emanaban sus dos cuerpos, podía observar como el miembro desnudo del secretario se adentraba una y otra vez en el orificio delicado que todos los seres humanos poseemos, veía como la camilla casi era dañada por el fuerte movimiento que la pareja hacía, ¡esto era hermoso! pero a la vez peligroso, si alguien llegaba y me veía allí, espiando a dos hombres haciendo esa clase de indecencia, o peor aún, ¿qué pasaría si alguien más los descubriera? algún paciente, además de mí, o alguien que trabajara allí, serían despedidos de inmediato por realizar esos actos tan ilegales en una área de trabajo, y más si es donde atienden a enfermos. No sabía qué hacer, quería seguir contemplando para ver hasta donde terminaban, pero también debía dejar de ver, me temía que alguien viniera.

Como pude, en algunas ocasiones apartaba mis ojos de la puerta, respiraba, y luego volvía a ver lo que presenciaba hace unos segundos, no podía... Definitivamente no podía, no podía abandonar aquellos escenarios.

El secretario continuaba apresándolo contra la blandura de la camilla, tomó los muslos contrarios con la intención de hacer que abrazara sus caderas con ellos, sus cuerpos estaban apretados, moviéndose al compas de la excitación, ¿quién iría a imaginar que llegaría a ver algo como esto en un hospital?

El doctor gemía sin control alguno, juntos se miraban el uno al otro, uniendo sus labios después en un apasionante beso, mientras que ahogaban sus gritos entre salivas y sus lenguas se enredaban con desesperación.

El secretario estaba llegando a su límite, el doctor le pidió que se esperara, quería que se corrieran juntos, el otro accedió a la petición. Estuvieron así unos largos minutos más, el dominante rozó la espalda del otro con sus manos, sus labios se trasladaban hasta su pecho, tomando entre dientes aquellos pezones que ya tomaban un color rojizo, muy bello. Los saboreaba, los delineaba, realizando un movimiento circular al rededor de la punta, presionaba de vez en cuando, posando su lengua ahora en la superficie de aquella montañita rosada, succionaba sin complacencia, mientras acercaba con más fuerza las redondeadas nalgas de su receptor.

De pronto, llegó el momento, ese esperado momento en que el Uke y el Seme en un Anime Yaoi o Manga llegaban a su límite al fin, ocasionando que de sus bocas saliera un impresionante orgasmo, que a cualquiera llenaría de éxtasis.

Habían terminado, el secretario quedó lanzado sobre el pecho del doctor, entre respiraciones agitadas y cansadas, entonces éste levantó la cabeza, viendo con una sonrisa satisfecha a su preciado receptor, los dos se miraban sin poder evitar sonreír felizmente. En eso, pude escuchar un 'te amo' de parte del doctor.

¿Estaba permitido gritar? ¿Lo estaba permitido? Sé que no lo estaba, pero ¡como deseaba hacerlo en ese momento! Quería vociferar un: '¡KYAAAAA!' En todo el pasillo, que se escuchara a los cuatro vientos, pero me contuve.

El secretario le susurró algo al oído, la cual no alcancé a escuchar, cosa que hizo que el doctor formalizara su sonrisa en una más pronunciada y nerviosa.

Escuché que el doctor volvía a hablar, apartando ligeramente a su mensajero, para levantarse de la camilla y acomodarse los pantalones.

'' Me voy, debo volver a mi trabajo, me dijeron hace un rato que tengo a un paciente esperando. ''

El secretario asintió, y antes de que el doctor se fuera, lo detuvo por el brazo atrayéndolo hacia él otra vez, para robarle un pequeño y suave beso.

'' Te estaré esperando esta noche. ''

Pronunció el secretario con malicia, humedeciendo un poco sus labios con su lengua.

'' E-Está bien... ''

Dijo el doctor, con un intenso sonrojo en sus mejillas, para voltear de inmediato y darle la espalda al secretario, éste se terminó de arreglar ya que su cabello se había revoloteado un poco gracias a los movimientos que tuvieron, y enseguida me fijé que se dirigía a la puerta en la cual yo estaba observando. ¿En serio en este momento no estaba permitido gritar de la emoción?...

¡Esperen! Acababa de decir que el doctor se dirige a la puerta, ¿verdad? Pues sí, venía hasta aquí, ¡mierda! me iba a descubrir. Rápidamente doy unos pasos hacia atrás para girar sobre mis talones y salir de ahí, con la intención de dirigirme al lugar en la cual había estado antes de contemplar a esos dos trabadores teniendo aventuras.

Llegué al pequeño consultorio, apartando las cortinas para entrar, mi papá ya estaba allí, era justicia que llegara, se había tardado mucho en el baño.

'' Yari, ¿dónde estabas? ''

'' Ah, estaba en el baño. ''

Fue mi excusa para pasar desapercibido, me senté en la camilla volviendo a mi estado normal, recordando todo aquello que había visto.

'' ¿Cómo te encuentras? Parece que ya estás bien. ''

¿En serio se notaba demasiado?

'' ¿Eh? No, en realidad no, todavía siento algo de malestar ''

'' Buenas tardes... ''

Mencionó el doctor que me atendería, entrando al consultorio mientras que nos interrumpía...

¡Esperen un momento! Ese es...

'' ¿Qué es lo que tiene nuestra paciente? ''

Le preguntó a mi papá, mientras que yo me quedaba atontada por la presencia la cual estaba en frente de mí y de mi padre, no sabía cómo disimularlo pero, ese era el mismo doctor que estaba siendo follado tan vivazmente por el anterior secretario. Me puse bastante nerviosa, no sabía cómo comportarme, o qué hacer, o qué decir, el doctor me preguntaba mi nombre y mi edad, los sencillos datos que los médicos cuestionan a sus pacientes. Mi padre le contó que últimamente había estado con fiebre, toz y alergia. Pero que ahora parecía verme mejor, sin embargo, el doctor al parecer observó lo contrario, era bastante observador, sabía que mis mejillas estaban calientes y coloradas, hasta tanteó mi cabeza para comprobarlo, tenía calentura... Y más aún, pudo saber lo acelerado que estaba mi corazón con solo escucharlo con su estetoscopio.

Pero si tan solo supiera que no era porque estaba enferma, sino más bien, porque lo había visto a él precisamente con un secretario, teniendo actos genitales entre sí. Por supuesto, no podía dar a conocer aquello.

Notas finales:

¿Qué les pareció? ^^ 
¿Se imagina estar en el lugar de Yari? 

¿Han tenido alguna experiencia parecida en un hospital? X'D

¡Cuéntenlo! ¡Cuéntenlo! Dejen bonitos reviews ^^ 

 ¿Qué vivirá Yari esta vez? Descúbrelo en el otro episodio, 

¡Nos vemos! :'D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).